martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) A second chance to make you happy -Serial- Capitulo 3


Nota: ¡Hola! Aquí está el nuevo capítulo de este fic, en el que Jongwoon se llevará una sorpresa que no será precisamente agradable para él y hará que las cosas empiecen a ponerse difíciles de soportar para el pobre u_u Espero que os guste.

•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•


Después de lo que pasó con Ryeowook y con Yura aquella tarde, el resto del día se me hizo eterno. Miraba el reloj una y otra vez para ver como los minutos parecían pasar lentamente, sin ninguna prisa.

Cuando por fin llegué a mi casa y me puse más cómodo, lo primero que hice fue lo que llevaba pensando hacer durante horas.

“No es mi novia. Ni siquiera puedo considerarla una amiga. No hagas caso de lo que dijo y no te pienses cosas que no son, por favor…”

Ya estaba hecho. Ahora solo quedaba esperar una respuesta. Dejé el móvil en un lugar cercano a mí y preparé algo para cenar. De vez en cuando lo miraba solo para ver si RyeoWook me había contestado al mensaje, pero no lo hacía. Por el momento no me preocupé ya que seguramente estaría ocupado y yo estaba siendo demasiado impaciente.

Terminé de cenar y aún no había respuesta. Aquello me estaba empezando a preocupar de verdad. Puede que estuviese enfadado conmigo pensando que realmente tenía algo con esa chica y yo no le había dicho nada. O a saber. No quería ni imaginar las cosas que estaría pensando RyeoWook de mí en esos momentos, pero no hacía más que mirar el móvil como un tonto. Al final fui a escribirle otro mensaje, pero algo no me dejó.

“Detente, JongWoon”, pareció decir una voz en mi interior. “¿Qué derecho tienes a estar enviándole mensajes así?”.

Bajé la mano donde tenía el móvil y dejé salir un profundo y desesperado suspiro. Me estaba precipitando demasiado, así que dejé el móvil en la mesa y me fui a hacer otras cosas para distraerme y no pensar más en él. Pero era demasiado difícil. Últimamente volvía a no salir de mi cabeza y eso no era algo bueno.

Al final me fui a intentar dormir sin haber recibido ningún mensaje. Tenía ganas de llorar, pero no lo hice. Debía ser fuerte y olvidarme otra vez de RyeoWook. No podía permitirle entrar en mi vida de nuevo.

Fue a la mañana siguiente cuando llegó la tan ansiada respuesta.

“Da igual si es o no es tu novia ¿No? Yo estoy con KyuHyun, así que puedes ir y tirarte a quien te de la gana. No tienes que darme explicaciones. ”

Aquel mensaje me descolocó por completo. Me había despertado hacía apenas unos minutos y tuve que releerlo varias veces para asimilarlo. Me dolió que me recordara de esa forma que ya no era mío. Le respondí.

“Te doy explicaciones porque quiero hacerlo. No me da la gana que creas que estoy saliendo con ella cuando no es verdad. Ni salir, ni nada”

“Veo que las cosas no han cambiado.”


Sabía perfectamente a qué se refería con aquello último que me dijo.

“Ella no es nada. Igual que no lo eran todas las demás. ”

“Ya, bueno.”


Respiré hondo y suspiré. Sería mejor intentar calmarme un poco antes de volver a responder. No quería discutir con él y mucho menos sacar cosas del pasado que ya habían sido habladas un millón de veces y nunca tuvieron una solución. Si no la hubo entonces, no iba a haberla ahora.

Me fui a desayunar y cuando acabé, ya un poco más relajado y con menos ganas de gritar, contesté.

“Lo siento. Tienes razón. Yo podría hacer lo que quiera, pero el caso es que no quiero”


Tardó un poco en responder, pero al final lo hizo. Cuando yo ya empezaba a ponerme nervioso de nuevo al ver que no lo hacía.

“¿Por?”

“Porque te lo prometí”


Ahí acabó nuestra conversación. No hubo más durante días.



***



Pasado un mes más o menos, un día KyuHyun decidió visitar mi casa por sorpresa. ¿Debía alegrarme cuando en el fondo sabía que no podía traerme nada bueno?

-¿Recuerdas que la última vez que viniste a cenar a mi casa te dije que podría necesitar tu ayuda? -Me dijo, sentado en el sofá y con una bebida que le había ofrecido en la mano.

-Sí, por supuesto. -Respondí sentándome a su lado.

-Estoy pensando en pedirle a RyeoWook que se case conmigo. -Me explicó, demasiado directo. Pero claro ¿Él qué iba a saber?

-Qué bien. -Dije con una sonrisa que no sé ni como fui capaz de fingir. La más fingida que había esbozado hasta aquel momento.

Habían pasado ya muchos días desde que hablé con RyeoWook por última vez. Y no fue precisamente una conversación amistosa. Pero desde que nos habíamos reencontrado mis sentimientos habían ido creciendo de tal forma que prácticamente me dolió de la misma forma que lo habría hecho cuando yo era su novio. Empecé a sentir una molesta presión en mi pecho, impidiéndome respirar con normalidad, pero ya era un experto en disimular. Aunque reconozco no saber como logré controlarme en un momento así para no ponerme a llorar o incluso a volverme loco por los celos y gritarle toda la verdad a Kyuhyun.

-A mí no se me dan bien estas cosas y como sé que tú eres tan enamoradizo y un poco cursi, aparte de ser mi mejor amigo, pensé que no habría mejor persona para ayudarme a planear una pedida de mano en condiciones. -Los ojos parecían brillarle por la emoción.

Oh, genial. Se trataba de eso. Encima tendría que ser yo la persona detrás del gran momento.

-No sé qué decir… -Murmuré, intentando mantener una sonrisa en mis labios que poco a poco se iba haciendo menos visible.- Sí. Claro. Te ayudaré.

-Perfecto. Muchas gracias, amigo. -Me dijo acercándose a mí para darme un fuerte abrazo acompañado de unas palmaditas en la espalda. No correspondí. Lo intenté, pero no me salía hacerlo. Por suerte el abrazo no duró demasiado.- Mañana mismo podemos empezar, si quieres.

-Cuando quieras.

Y así fue. Al día siguiente estaba de nuevo en mi casa para prepararlo todo juntos. Cogimos un trozo de papel cualquiera y empezamos a apuntar en ella todas las cosas que se nos iban ocurriendo. Era él quien iba a hacerlo y era yo quien aportaba la gran mayoría.

Quería alegrarme por él. Al fin y al cabo era mi amigo y yo sabía que no tenía la culpa de nada. Pero eso era muy en el fondo, porque la verdad es que me sentía traicionado. ¿Que por qué le ayudaba? No habría encontrado una excusa creíble para negarme y además, eso me daría la oportunidad de preparar algo para RyeoWook, aunque el premiado por ello fuese a ser otra persona. Lo sé. Estaba siendo idiota. Tremendamente idiota.

-¿Tú no sabías tocar el piano? -Le pregunté.

-Hace mucho tiempo, ya casi ni me acuerdo. -Respondió tras quedarse pensativo un momento.

-Entonces date prisa en ensayar o busca una buena canción para ponerla de fondo.

-La segunda opción es más cómoda. Apunta eso. -Rió, señalando con el dedo el papel.

¿Más cómoda? No tenía que ser más cómodo, tenía que ser hermoso. Si iba con esa mentalidad acabaría siendo cutre hasta con mi ayuda.

-¿El color favorito de RyeoWook? -Obviamente yo ya lo sabía, pero quería disimular. Y de paso ponerle a prueba.

-¿El… rojo?

Error.

-A mí me suena que dijo algo de morado. -Comenté, disimulando de nuevo. Era él quien iba a casarse y ni siquiera sabía esos detalles. Me estaba empezando a molestar. Era injusto. Yo conocía a RyeoWook mucho mejor e iba a ser KyuHyun quien tendría la oportunidad de compartir su vida con el amor de la mía.

-¡Es verdad! -Exclamó entre risas.

-Bien. -Antes de seguir escribiendo, callé un momento para pensar en algo.- Busca flores de ese color y úsalas para adornar el lugar.

-¿Y dónde encuentro yo eso? -Me preguntó. Joder, KyuHyun. Un poco de imaginación.

-Seguro que encuentras un sitio donde comprarlas.

Lo apunté y nos quedamos de nuevo en silencio para pensar más ideas. Aunque sabía que iba a ser yo quien volvería a hacerlo. Y así fue.

-Hazlo en algún lugar con naturaleza. -Dije. Él me miró extrañado.

-¿Por?

-Es más bonito. Seguro que le gusta. -Sabía que iba a ser así.

-Vale, vale. Confío en ti. -Me sonrió.- ¿Qué llevamos ya?

-Pues veamos… -Bajé la mirada hasta la hoja de papel.- Tenemos la fecha, música para ambientar, flores moradas, un lugar con naturaleza…

-Creo que ya está bien ¿No? No sé qué más podría querer.

“Un novio que le conozca lo suficientemente bien y no necesite la ayuda de su exnovio para pedirle matrimonio, quizás”, pensé.

-Como veas, eres tú quien va a hacerlo. -Quizás ahí se notó un poco lo molesto y celoso que estaba, pero llegados a aquel punto no me importó.

KyuHyun decidió que definitivamente así era suficiente.

Durante el transcurso de la semana estuvimos quedando casi todos los días yendo de un sitio a otro preparándolo todo. Buscamos una floristería donde conseguir las flores y encontramos un parque bastante bonito donde, en su centro, había un puente de madera para cruzar un pequeño río que atravesaba el parque de una punta a otra. Ese puente fue el lugar elegido.

La música… Bueno, KyuHyun se empeñó en simplemente ponerla con el móvil cuando empezasen a cruzar el puente. RyeoWook se giraría hacia él y preguntaría qué era eso. Entonces pasaría todo. A él le parecía bonito y sobretodo, suficiente. Yo preferí no opinar. Podría haber hecho algo más original con toda la información sobre su novio que le di.

Quiso que también le acompañase a comprar el anillo. Por suerte de aquello sí que pude escaparme. Ya habría sido la gota que colmaba el vaso.

El día tan poco esperado llegó. Él había quedado con RyeoWook por la mañana a la entrada del parque pero quedó media hora antes conmigo para que le ayudara a poner las flores por toda la barandilla del puente. El lugar quedó bonito, eso no podía negarlo. No era exactamente lo que yo habría hecho, pero de todas formas no era yo quien iba a pedirle matrimonio. Debía recordarlo.

Ese día, una vez me fui de allí antes de que RyeoWook llegara, lo pasé fuera de casa. Me fui de un sitio a otro intentando no estar quieto para no pensar en lo que estaba pasando. Si lo hacía demasiado seguramente acabaría derrumbándome por completo. Ya estaba al borde de hacerlo.

Por la noche, una vez llegué a mi casa ya habiendo cenado y todo, me di cuenta de que tenía un mensaje en el móvil.

“KyuHyun jamás me lo reconocerá pero sé que casi todo ha sido idea tuya. A él nunca se le habría ocurrido pensar en ciertos detalles. Gracias, ha sido realmente bonito”

Aquello nunca lo habría esperado.

“Me alegra que te haya gustado”

No dije nada más ¿Para qué? Todo el día intentando no pensar en eso y ahora llegaba RyeoWook a recordármelo.

“Le he dicho que sí”

… ¿Felicidades? ¿Enhorabuena? No hacía ninguna falta aquel detalle. En realidad ya tenía asumido que iba a decirle que sí, así que no me pilló por sorpresa. Pero una cosa era imaginarlo y otra muy distinta saberlo. Me terminó de destrozar con esa información. Por mí podía meterse el anillo por donde yo me sabía.

“Lo imaginaba.”

“JongWoon… No te enfades”

“Qué fácil es decirlo ¿Verdad? En serio, si quieres casarte con él, cuando parece que ni te conoce y sabes que he sido yo quien lo ha hecho todo, perfecto. Yo no voy a intervenir. Pero no me metáis más en esto. Me tenéis harto. Vivid vuestra puta vida juntitos y dejadme ya tranquilo.”


“… Como quieras”

Lancé el móvil con rabia al sofá, de tal manera que rebotó, cayó al suelo y del golpe hasta se apagó. Y lloré. Hasta aquel momento había conseguido retener las lágrimas pero ya no lo aguantaba más. El dolor era insoportable. Era injusto. Era la peor sensación que había tenido en mi vida. Me sentía miserable.

3 comentarios:

  1. Realmente creo que acompañaré a Woonie en su dolor!!! 😭😭😭

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es un momento muy agradable para él, sinceramente u_u

      Eliminar
  2. Realmente creo que acompañaré a Woonie en su dolor!!! 😭😭😭

    ResponderEliminar

¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!