martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) Loco por amor -Serial- Capitulo 9


Nota: ¡Hola! ¿Qué tal van? Os dejo por aquí hoy de nuevo un capitulo de Loco por amor ¿qué les sucederá a Yesung y a Ryeowook? Chan chan chan chaaaaaaan. Tendréis que leer para saberlo, yo procuraré actualizar pronto.

¡Muchos besitos!

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Al día siguiente hubo una reunión para el personal del centro. Aquella mañana, la sala que de normal daban uso los internos para pasar las tardes fue usada para ello.

Se aseguraron de que era una hora donde todo el mundo hubiera llegado ya al trabajo y los fueron llamando para fueran allí.

Habían colocado las sillas que se usaban cuando se ponía una película. Poco a poco se fueron ocupando hasta que tan solo quedaron un par libres. Después, sin esperar a los que llegaban tarde, comenzó la charla.

RyeoWook se encontraba entre sus compañeros, sentado en una de las sillas. A un lado tenía a EunHyuk y al otro a SungGyu. No le hacía mucha ilusión sentarse entre ellos. EunHyuk estaba distante con él desde lo ocurrido con DongHae y las molestas bromitas de SungGyu le habían acabado cansando. Cuanto antes acabara aquello, mejor.

KangIn entró por la puerta, acompañado de LeeTeuk y su ayudante Siwon.

KangIn se veía animado. Siwon tan resplandeciente cómo siempre. LeeTeuk sin embargo parecía molesto. O quizás tan solo se lo pareció a él. Daba la sensación de que intentaba ocultar como se sentía realmente.

LeeTeuk dio un paso hacia delante, les dio los buenos días a todos y presentó a KangIn por si acaso alguien no sabía quien era. RyeoWook miró de reojo a EunHyuk. Llevaba demasiado poco tiempo trabajando allí para reconocer al hombre que ahora les hablaba, una vez LeeTeuk le dio la palabra.

-A partir de hoy, me trasladaré aquí. -Les informó KangIn.

A nadie pareció molestarle. Realmente, les importaba poco. La mayoría ya le conocía. Algunos eran bastante más mayores que él y lo habían visto crecer. Era un chico que solía caer bastante bien así que no hubo quejas. El único que parecía tener algo en contra era LeeTeuk, pero obviamente no diría nada y se dedicaría a hacerle la pelota.

Estuvo un rato hablando sobre los motivos que le habían llevado a decidir eso. Que si quería llevar el psiquiátrico personalmente tal y cómo hizo su tío, que si quería asegurarse de que realmente todo iba bien, etc. La verdad es que RyeoWook no le estaba prestando mucha atención. Tenía la mirada puesta en KangIn, pero sus pensamientos estaban en otra parte. En una de las celdas de aislamiento, concretamente.

Entonces empezó a hablar de cambios. Aquello sí que llamó la atención de RyeoWook. Dijo que durante aquella semana estaría muy pendiente de lo que pasaba en el centro tanto con los internos como con los trabajadores. Pasada una semana habría una nueva reunión y se anunciarían nuevos cambios y quizás, despidos.

Se escucharon murmullos entre los asistentes. Unos se quejaban, otros lo apoyaban.

RyeoWook se inquietó. Tendría que tener mucho cuidado a partir de ahora. Más del que acostumbraba a tener. KangIn era un buen hombre, simpático, amigable, siempre saludaba aunque casi no te conociera, era un tipo agradable en general. Pero también era muchísimo más estricto que LeeTeuk.

La reunión acabó y los tres abandonaron la sala. Después las sillas empezaron a vaciarse rápidamente. La gente volvía a sus puestos de trabajo.

RyeoWook se levantó, lanzándole una mirada a EunHyuk. Quería decirle algo, pero ahora no sabía muy bien cómo empezar una conversación con él. Al final su compañero se fue, sin decirle nada. Ni le miró. RyeoWook se molestó por aquello. Vale, admitía que tenía parte de culpa ¿Pero era necesario aquel desprecio? De repente se le quitaron las ganas de intentar nada.

Cuando fue a salir de la sala se encontró de cara con SungGyu. Él sí que le saludó, pero en este caso era RyeoWook quien no quería hablar. Pero por educación, le contestó, aunque sin detener sus pasos.

-Oye, Wook. -insistió SungGyu, siguiéndole.

-Dime.

RyeoWook no se giró al responderle, pero SungGyu lo alcanzó y empezó a caminar junto a él.

-¿Te apetece ir a tomar algo esta noche?

Esta vez sí que no pudo evitar mirarle. Frunció levemente el ceño, extrañado al escuchar la propuesta. SungGyu continuó antes de dejarle decir nada.

-Ya nos conocemos desde hace bastante tiempo. Llevamos mucho siendo compañeros de trabajo ¿No?

RyeoWook asintió, no muy confiado.

-Hey, tampoco hace falta que me mires así. -Se quejó SungGyu, aunque después rió.- Sé que he sido un poco… molesto contigo. No te lo tomes cómo algo personal, tengo un humor que no le gusta a todo el mundo.

RyeoWook estaba de acuerdo con aquello, pero le dejó continuar.

-Pero seamos amigos. Tú me caes bien. -Se colocó delante de RyeoWook con una sonrisa y le tendió la mano.- ¿Te parece bien?

RyeoWook miró su mano antes de levantar la vista al rostro del chico. Quizás le vendría bien salir y despejarse un poco, y quien sabe, quizás estuviera equivocado con él y detrás de todos esos comentarios molestos hubiera un buen amigo. Esbozó una pequeña sonrisa y le correspondió al apretón de manos.

-Está bien.

-Vale, pues esta noche espérame, eh. No te vayas sin mí.

Después de decir esto, se fue para ocuparse de sus tareas. RyeoWook se quedó mirándolo un momento mientras se iba, sorprendido. Vaya, aquello no se lo había esperado para nada.

Debía hablar con LeeTeuk personalmente. Seguía sin saber de qué tendría que ocuparse a partir de ahora. Iba camino a su despacho cuando el mismo LeeTeuk se acercó a él.

-RyeoWook, lo siento si ayer tuvimos que interrumpir nuestra reunión.

-No importa. Ahora mismo iba a buscarte por eso.

-Bien, bien. Toma. -Le dio unos papeles.- Ha llegado una chica nueva. Quiero que te encargues de ella. No es problemática, así que no hay nada de qué preocuparse. Ah, y sigues también con Dara. Sé que ayer no fuiste a verla.

RyeoWook no supo qué decir en aquel momento. Dara… el día anterior se había olvidado por completo de ella. Había estado tan pendiente en sus cosas que ni recordaba el cambio que hizo con DongHae.

-Lo siento… Yo… Cómo al final no me dijiste nada no sabía si…

-No importa. Pero a partir de hoy ten cuidado con lo que haces. KangIn no será tan comprensivo cómo yo.

Y volvió a quedarse solo. Bufó, molesto con sí mismo. ¿Cómo había podido olvidar a la pobre chica? Seguramente se habría quedado esperándole toda la tarde. Y todo por ir pensando en lo que no debía. LeeTeuk tenía razón. Sería mejor que espabilada y dejara de hacer el tonto en el trabajo.

La mañana pasó lenta, pero la tarde aún más. Visitó a Dara y se disculpó por lo del día anterior, pero por lo visto la chica apenas recordaba que le había estado esperando. O quizás directamente se había olvidado de su cita de la tarde y no había acudido a su habitación, quien sabe. En todo caso, con aquello no hubo problemas y todo fue bien.

Después fue a visitar a la nueva paciente. Era una chica joven y guapa, pero muy callada. Se llamaba Hyuna. Se notaba que estaba asustada al ser su primer día en el centro. A RyeoWook le dio pena e intentó consolarla y de paso, ganarse su confianza. Al final la joven incluso sonrió y le agradeció que la escuchara.

Al ser la primera visita no tenía por qué alargarse mucho. Se fue de allí cuando solo le quedaba una hora para irse a casa.

Había intentado mantener su cabeza ocupada con otras cosas durante todo el día, pero le había sido imposible. No había dejado de pensar en aquel momento. Incluso cuando parecía que se le había olvidado, la imagen de YeSung aparecía de nuevo en sus recuerdos.

Se acercó a la zona de aislamiento, con cautela. No le convenía ser descubierto. Logró pasar a un guardia con éxito, sin ser visto y se coló rápidamente en el pasillo donde estaba ahora YeSung, asegurándose primero de que no había nadie dentro.

Su corazón latía con fuerza y notaba que a cada paso se ponía más nervioso. Pero ya no era miedo lo que sentía. ¿Le habría estado esperando? ¿Se alegraría de verle? ¿Cómo reaccionaría cuando estuviera frente a él? Todas aquellas preguntas y más resonaban en su cabeza una vez tras otra.

YeSung casi se bajó de la cama de un salto cuando RyeoWook abrió la puerta.

-¿Por qué has tardado tanto? -Le preguntó con seriedad, acercándose a él.

RyeoWook se aseguró de cerrar la puerta y pensó bien lo que iba a decirle antes de responder.

-YeSung, yo tengo que trabajar… Y se supone que no debería estar aquí… Pero te dije que vendría ¿No?

YeSung estuvo mirándole durante un momento, sin hablar. Le miró de arriba a abajo, examinándolo.

-¿Has estado con el otro?

-No. -Se apresuró a responder RyeoWook. Sabía que se refería a KyuHyun.- No, ya no volveré a ir con él. No te preocupes por eso.

Ambos se sentaron en la cama para estar más cómodos y continuar allí la charla.

-Pero estás con otros. -Aseguró YeSung, sin quitarle los ojos de encima. Le molestaba muchísimo pensar en ello.

-Con otras, concretamente.

-¿Chicas?

-Sí, chicas. A una puede que la conozcas… Se llama Dara. La otra es nueva.

YeSung entrecerró los ojos, mirándole. RyeoWook no sabía qué estaba pensando, pero seguramente no era nada bueno. Debía actuar rápido. Y sabía cómo hacerlo.

-Soy gay. -Le dijo, decidido. Era una de las pocas veces que se lo contaba a alguien. En aquel caso lo veía necesario.

-Así que no te gustan. -Comentó YeSung. Aún no parecía muy confiado.

-Eso mismo es ser gay. -RyeoWook le sonrió.

-Ya, ya sé lo que es. -Le respondió el mayor. Su expresión seria no cambiaba por mucho que RyeoWook intentara suavizar las cosas.

-No tienes de qué preocuparte por ellas. Solo son pacientes, es mi trabajo. No significan nada más allá de eso. ¿Entiendes?

RyeoWook le hablaba en un tono suave, amable. Quería hacerle comprender aquello de la mejor manera posible y evitar problemas. Además, era verdad lo que le decía. Estaba siendo sincero con él.

YeSung pareció relajarse un poco.

-Menos mal. No quiero que nadie te aleje de mí. Chico o chica. Me da igual. Eres mío.

RyeoWook agachó un poco la cabeza y desvió la mirada. Ya no sentía el mismo miedo por él, pero le seguía incomodando que dijera que era suyo de esa forma tan posesiva. Pero tampoco podía quejarse, poco a poco iban avanzando. Ahora al menos parecía razonar.

Los dos quedaron en silencio, sin saber qué decir a continuación. Pero extrañamente, el silencio no se hizo incómodo.

RyeoWook miró de reojo a YeSung para comprobar si le estaba mirando.

Efectivamente, lo estaba haciendo. Y en ese momento recordó todo lo que pasó el día anterior. Bajó la vista otra vez, avergonzado. Los insistentes ojos de YeSung siempre lo habían intimidado y ahora parecía que lo estaban empezando a volver loco. Temía que si empezaba a mirarlos, no pudiera volver a apartar la vista de ellos.

Segundos más tarde sintió una mano en su rostro y como le hacían girar la cara con delicadeza. Sus ojos se abrieron con sorpresa porque no se lo esperaba y sin quererlo se encontraba haciendo lo que más había temido. YeSung le miraba fijamente a los ojos y él le correspondía a aquella intensa mirada. Esta vez no miró hacia otro lado. No quería hacerlo. Los estuvo mirando en todo momento, grabándolos en su memoria. Por un instante le parecía que hasta el tiempo se había detenido. Que llevaban así una eternidad.

Los dedos de YeSung empezaron a moverse lentamente sobre su mejilla, proporcionándole una caricia. Aquello le hizo suspirar despacio. No podría haberlo evitado aunque hubiera querido.

Echó levemente la cabeza hacia donde estaba la mano de YeSung, pidiéndole más sin darse cuenta.

Entonces se dio cuenta de que los ojos del mayor ya no miraban a los suyos, sino que habían bajado descaradamente hasta su boca. Sintió que se sonrojaba por él una vez más. Sus rostros se habían aproximado hasta el punto de poder sentir su respiración sobre los labios. Se mordió el inferior, despacio, indeciso.

Si le besaba le daría más motivos para que fuera posesivo con él. Para que se alterara cada vez que se le acercaba alguien y jurara que le pertenecía. Traicionaría la confianza de DongHae. Podía perder un amigo y podía perder su trabajo. Todo eran contras, pero ¿Acaso podía evitarlo? Sinceramente, en aquel momento no le importaba nada más que la persona que tenía delante. Por mucho que le costara entender cómo habían llegado a aquello. Cómo había pasado todo y por qué sus sentimientos cambiaban así.

Levantó una mano, dudando un poco al principio, pero acabando por colocarla sobre la nuca de YeSung y acariciar levemente aquella zona.

Lo que venía después no se hizo de esperar. En cuanto YeSung sintió aquella caricia, volvió a llevar la mirada a sus ojos un instante antes de unir sus labios por completo con los del menor.

Empezó siendo un beso lento, tímido. Pero no tardó en volverse cada vez más y más apasionado hasta acabar devorándose mutuamente los labios, con ganas. Dejándose llevar por completo.

RyeoWook se echó un poco hacia delante, pasando el otro brazo alrededor de la cintura de YeSung y apretándolo al mismo tiempo contra su cuerpo, pegándolo a este. YeSung no se negó a aquello, al contrario. Hizo lo mismo, abrazándole contra él con fuerza. Queriendo sentirlo cerca. Queriendo sentirlo suyo, pero no de la forma que asustaba al menor.

Cuando sus labios se separaron y sus ojos se encontraron de nuevo las respiraciones de ambos chicos se habían acelerado y sus miradas pedían más. Pero los dos sabían que no podía ser así. No al menos en aquel momento.

-Me tengo que ir… -Murmuró RyeoWook sobre los labios de YeSung, observando sus ojos y apretando en abrazo. Sabía que debía, pero no quería.

-Lo sé.

RyeoWook bajó la mirada a sus labios por última vez, tentado a saborearlos de nuevo. Dejó escapar un suave suspiro, recordando el beso. En aquel momento deseó que YeSung no estuviera allí. Que pudiera irse con él y pudieran continuar en un lugar seguro. Que las cosas fueran diferentes y fuera libre para darle todo el cariño del mundo y ofrecerle su amor. De repente tenía ganas de echarse a llorar. Aquello no tendría que haber pasado. Esos sentimientos no tendrían que haber crecido en él.

Cuando se despidió de él lo hizo con un tierno beso en la mejilla y una sonrisa. Pero su corazón dolía cómo nunca antes lo había hecho. Todo era tan injusto y el destino era tan cruel…

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