martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) Loco por amor -Serial- Capitulo 1


Titulo: Loco por amor

Pareja: YeWook (Yesung + Ryeowook)

Parejas secundarias: HanChul (Hangeng + Heechul) Eunhae (Eunhyuk + Donghae)

Tipo: Yaoi

Genero
: Angst, Rape

Clasificación: M

Descripción: Ryeowook trabaja en un psiquiátrico y Yesung, uno de los pacientes, tiene una fuerte obsesión por Wook. Los dos se meterán en más de un problema por los exagerados del paciente ¿Qué les deparará el futuro?

Advertencias: Intento de violación, peleas, sangre (poca y no explicita)

Nota: ¡Hola a todos! Esta vez, vamos a empezar con un nuevo Yewook. No me pertenece, si no que es de la misma autora de Drugs & Love, y no solo se centra en el Yewook, también hay escenas del Hanchul y del Eunhae. Y no solo eso, si no que también aparecen diferentes artistas del KPOP. En algunos casos, los especificaré yo, para que sepáis quienes son. En este capitulo aparecen Sunggyu de Infinite y Zico de Block-B. Espero que os guste, yo estoy segura de que sí, y no olvidéis comentar, que seguro que a la autora le anima y nos trae más Yewook, a mi incluida también (?).

•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•


El edificio blanco ya podía verse a lo lejos, bien posicionado sobre una verde colina. Desde fuera casi no parecía tan malo. Incluso podía resultar bonito. No tardabas mucho en cambiar de opinión en cuanto sabías la clase de personas que lo ocupaban. Enfermos mentales, locos, psicópatas de todo tipo… Daba igual cómo prefirieras llamarlos. Era inevitable sentir un escalofrío recorrerte entero según te ibas acercando al lugar.

EunHyuk sabía eso muy bien. Y aún le costaba creer que hubiera aceptado un trabajo en semejante sitio, pero desde luego tenía sus ventajas. Era un puesto muy bien pagado y no muy lejos de casa. Había pasado algunos años estudiando sobre esos temas y admitía que aquello era más lejos de lo que él mismo había pensado que llegaría. Tenía un gran interés por la mente humana y sus misterios. Estudiarla, comprenderla… Todo le parecía fascinante. Sin embargo algo le daba mala espina. Y sabía que aquello era muy diferente a sus montones de libros e información en los que podía pasar horas sumido. Convivir día a día con personas en ese estado era algo que nunca había pensado. Quizás había visto y leído demasiada ficción sobre el tema. Y pocas de esas historias acababan bien. Normalmente esos eran lugares a los que había que temer, o eso es lo que nos muestran desde pequeños.

Por eso aún debía asimilar que había aceptado cuando su gran amigo DongHae le propuso trasladarse allí. Pensó que podría ser una experiencia interesante, pero cuanto más se acercaba, más crecía el temor.

Su amigo lo recibió con un efusivo abrazo a la entrada de las instalaciones.

-Ya pensaba que no ibas a aparecer. -Dijo DongHae, soltando el abrazo con una gran sonrisa.

-Lo siento, el autobús se retrasó un poco.

EunHyuk le devolvió la sonrisa con nerviosismo, mirando de reojo el edificio tras ellos.

-No pasa nada, hombre. Vamos, te presentaré a quien te pondrá al día.

Puso la mano en uno de los hombros de su amigo y empujó un poco para hacerle caminar. EunHyuk se puso de nuevo nervioso cuando escuchó aquello.

-¿No vas a ser tú quien lo haga? – ”Por favor, no me dejes solo”, pensó.

-¿Yo? No, lo siento. No puedo. Tengo trabajo que hacer. Pero tranquilo, Siwon es buena gente. Él te explicará todo lo que necesites saber.

En el recibidor aquella mañana no había mucho ajetreo, por suerte. Algún enfermero pasando de un lado a otro con papeleo y uno o dos familiares de algún interno charlando con el encargado. Todo estaba tranquilo y aquello fue un alivio para EunHyuk, quien ya se había estado esperando lo peor.

Dentro seguía siendo todo blanco, con algunos detalles grisáceos cómo los asientos y poco más.

Así no le daba tanto miedo, pero le parecía un lugar triste.

Al otro lado de la sala un hombre joven, más alto que ellos dos, alzó la mano a modo de saludo cuando los vio. DongHae se lo devolvió, así que supuso que aquel era el tal Siwon de quien le había hablado.

-Veo que ya ha llegado tu amigo. -Comentó el chico al llegar hasta ellos, dirigiendo la mirada hacia EunHyuk con una amable y deslumbrante sonrisa.

-Sí, así es. Hyuk, este es Siwon. Él es quien te dirá lo que tienes que hacer.

-Lo haré lo mejor posible. -Comentó Siwon, con modestia.

-Lo mismo digo. -Se atrevió a decir EunHyuk con una tímida sonrisa mientras le tendía la mano a Siwon para estrecharla.

DongHae observó cómo se presentaban y cuando todo estuvo claro, se despidió de ellos para ponerse a trabajar, dejándolos solos y con mucho por hacer.



***



El joven RyeoWook tomaba un café en la cafetería del psiquiátrico, en la zona de los trabajadores del centro. Era su momento de descanso y quería aprovecharlo bien. Tenía media hora para comer algo y repasar algunos informes.

Los papeles ocupaban gran parte de la mesa y los leía concentrado mientras bebía de la taza. Al día siguiente le pondrían a cargo de un nuevo paciente y debía informarse bien sobre él para no llevarse una mala sorpresa.

”Cho KyuHyun”, ponía en los datos del paciente. El chico casi había acudido al centro por él mismo. Esos casos rara vez se veían.

Una voz conocida le sacó de sus pensamientos.

-¿Qué lees?

Alzó la cabeza para encontrarse con el curioso rostro de SungGyu.

No le dijo nada. En respuesta, le pasó los papeles del nuevo paciente para que lo leyera por él mismo.

-Ya veo. Así que ya te has cansado de YeSung y te buscas a otro. -Comentó el otro entre risas.

RyeoWook frunció el ceño, ofendido. Agarró el papel que sostenía su compañero y de un tirón se lo arrebató de la mano.

-Ojalá. A partir de mañana tendré que encargarme de los dos.

-Es lo justo. Todos tenemos dos a nuestro cargo.

SungGyu se sentó en la silla frente a la del otro chico, sin permiso alguno. RyeoWook lo miró de reojo. No le tenía un gran aprecio.

-Pobre YeSung. Le romperás su corazoncillo de psicópata.

RyeoWook tampoco dijo nada a aquello. Ya estaba más que cansado de sus bromas sin gracia. En vez de contestar, se levantó de la silla tras dar un largo trago al café para acabárselo y se despidió diciendo que tenía mucho trabajo por hacer.

Dejó al otro allí, solo, y se fue por los pasillos con los papeles en la mano buscando un lugar más tranquilo donde examinarlos más a fondo.

Miró el reloj de su muñeca. Ya no le quedaba mucho tiempo y aquel idiota le había entretenido. Pronto tendría que ponerse a trabajar de nuevo de verdad.

La hora llegó y dejó los papeles del informe dentro de su correspondiente taquilla. Respiró hondo y se adentró en los pasillos donde se ubicaban las habitaciones de los pacientes. Sentía su corazón latir con fuerza y le empezaban a sudar las manos. Todo a causa del miedo que le había cogido al chico que hace cuatro meses le habían encargado cuidar.

Miró por la pequeña ventanita que había en cada una de las puertas de los dormitorios para asegurarse de que YeSung se encontraba en el interior. Allí estaba, echado en la cama concentrado en una pequeña libreta donde pasaba horas enteras dibujando para entretenerse.

RyeoWook se mordió el labio con inseguridad antes de entrar, sabiendo que no le había visto aún.

De normal no pasaba nada y las visitas eran incluso agradables. Pero de vez en cuando a YeSung le daban ataques de ira incontrolables por motivos siempre relacionados con él. En esos casos solo le quedaba intentar huir y pedir ayuda para tranquilizarlo. No se había atrevido a decir nada a sus jefes por miedo a que le designaran a YeSung otra persona. Por miedo a la reacción de su paciente al saber que ya no volvería con él. Solo RyeoWook sabía de la obsesión que YeSung sentía hacia su persona. Los demás se dedicaban a hacer simples bromas cómo las de SungGyu, sin llegar a entender muy bien sobre el tema ni lo que RyeoWook estaba pasando.

Abrió la puerta con cuidado, viendo al instante la atenta y profunda mirada de YeSung clavada en él.

-Buenas tardes, YeSung. -Dijo con toda la tranquilidad que podía permitirse. Hasta no asegurarse de su humor ese día, no estaría tranquilo.

-Hola. -Murmuró YeSung, sentándose al borde de la cama y siguiendo cada movimiento de RyeoWook con la mirada, inspeccionándolo.

-¿Cómo te sientes hoy? -Preguntó desde la puerta, intentando ser todo lo profesional posible a pesar de todo.

YeSung no contestó de inmediato.

-Bien. He estado dibujando un rato mientras te esperaba. -Señaló la libreta sobre la cama, pero sin apartar la vista de él en ningún momento.

RyeoWook ya estaba acostumbrado a la vigilancia constante que sentía cuando se reunía con YeSung, pero le seguía incomodando un poco.

-¿Me los enseñas? -Preguntó con un tono amable, refiriéndose a sus dibujos.

YeSung asintió lentamente y se hizo a un lado para que se sentara junto a él, sosteniendo de nuevo la libreta con la mano para buscar lo que había estado haciendo.

RyeoWook dudó un momento de si sentarse o no. Pero debía aparentar normalidad aunque por dentro los nervios se lo estuvieran comiendo. Así que se acercó a la cama y se sentó a su lado. Lo cierto es que tenía curiosidad por ver los dibujos de YeSung. El chico tenía sin duda un gran talento para ello y le gustaban.

Su paciente le tendió la libreta por la hoja donde hace unos minutos había estado dibujando. RyeoWook la sostuvo y lo miró curioso, olvidando su miedo por un momento.

En el papel había dibujado a lápiz un paisaje hermoso, con todos y cada uno de los detalles trazados a la perfección. A RyeoWook se le escapó una pequeña sonrisa al verlo. Era realmente bonito y estaba estupendamente bien hecho.

-Me gusta mucho. -Le dijo, devolviéndole la libreta.- Deberías dedicarte a esto.

Lo decía con sinceridad. Veía un futuro prometedor en los dibujos de YeSung y sabía que si se hubiera dedicado a eso hubiera triunfado.

YeSung no dijo nada. Arrancó con cuidado la página donde se encontraba el dibujo y le dio el papel a RyeoWook, quien lo cogió sin comprender al principio.

-Te lo puedes quedar.

-¿En serio?

-Sí. Es tuyo.

-Muchas gracias.

Le agradeció el detalle con una amplia sonrisa. Ya estaba mucho más tranquilo al ver que estaba en uno de sus días buenos. Cuando era así, se podía tratar con él perfectamente sin ningún problema.

Guardó el dibujo cuidadosamente doblado en uno de los bolsillos de su bata y ambos pasaron hablando largo rato sobre los avances y las cosas que había que mejorar en su tratamiento, al igual que de sus sentimientos y pensamientos. También estuvo ojeando otros dibujos hechos por YeSung, al que no le importaba explicarle todos y cada uno de ellos y lo que le inspiró a hacerlos.


***


-Y aquí, tras esta puerta, es donde tenemos a nuestros pacientes más peligrosos. -Explicaba Siwon.

Había decidido enseñarle el edificio a EunHyuk, sala por sala, para que se fuera ubicando mejor. De paso le iba explicando algunas de sus tareas.

EunHyuk frunció levemente el ceño con preocupación.

-¿Y debo encargarme de alguno de ellos?

Siwon, que notó el miedo en la voz de su nuevo compañero, rio ante tal pregunta.

-Oh, no. Tranquilo. Tú trabajas en la zona de baja vigilancia. Esto no es cosa tuya, así que no te preocupes.

EunHyuk suspiró aliviado, sintiendo que se había quitado de golpe un gran peso de encima.

-Sin embargo -Continuó Siwon.- Sí sería conveniente que conozcas bien a estos pacientes, aunque no tengas que tratar con ellos. Nunca se sabe.

El chico se puso tenso de nuevo, dejando atrás todo rastro de alivio.

-Ven, entraremos un momento para que veas cómo va el tema de la zona aislada.

Siwon abrió la pesada puerta ante ellos y entró como si nada pasara. EunHyuk, por el contrario, le seguía inseguro y vigilándolo todo.

Iban pasando puerta tras puerta mientras Siwon le iba explicando algunas cosas. Pero EunHyuk era incapaz de prestarle atención. Estaba más atento a los sonidos que iba escuchando conforme avanzaban por el pasillo.

Tras algunas no se escuchaba nada. En otras se oían susurros incomprensibles. Y alguien, no supo deducir de qué puerta venía, gritaba barbaridades y daba golpes contra el metal de la puerta. Este último lo puso realmente nervioso.

Se dio cuenta de que en cada puerta ponía una pequeña placa con el nombre del paciente que ocupaba la habitación. Siwon paró frente a una y se giró hacia él para hablarle de algo sobre las cerraduras que EunHyuk no entendió por estar mirando la puerta junto a ellos.

En la placa ponía ”Woo Ji Ho” y no se escuchaba nada.

La pequeña ventana que había en las habitaciones de la otra zona también estaba en estas. Solo que el cristal era más grueso y seguro para que no fuera fácil romperlo. Sintió la inmensa curiosidad de mirar en su interior. Dentro, un chico dormía en su cama. Iba sin camiseta y estaba girado hacia la pared, así que pudo ver con facilidad un enorme tatuaje ocupando gran parte de su espalda donde se leía ”Zico” en letras mayúsculas y negras.

Estuvo pensando en eso varios segundo, distraído.

-¿Ha quedado claro? -Preguntó Siwon, quien había estado suponiendo que EunHyuk le atendía.

-¿Eh? Ah sí, sí. Todo muy claro.

Siwon sonrió, esperando que así fuera. Pero EunHyuk volvió a echar un rápido vistazo al interior de la habitación y él lo notó.

-Síndrome de Capgras. -Comentó sobre el chico que dormía.- Supongo que sabrás de qué se trata.

Y así era. Lo sabía muy bien gracias a sus años de estudio. Se trataba de un horrible trastorno que impedía a una persona reconocer los rostros de sus conocidos y le hacía pensar que todos eran impostores. Ahora se preguntaba qué le habría llevado a hacer su enfermedad para acabar encerrado allí, junto a los más peligrosos. Un escalofrío recorrió su cuerpo solo de imaginarlo.

Salieron de allí y siguieron con su recorrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!