martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) Loco por amor -Serial- Capitulo 14


Nota: ¡Hola! Por aquí tenéis el penultimo capitulo de Loco por amor, oooh. Esperamos que os guste mucho mucho, y que comentéis. ^^

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-Wook… ¿Qué haces aquí a estas horas? -Preguntó DongHae desconcertado cuando vio a su amigo de pie en la puerta de su casa.

Pero RyeoWook ni siquiera le respondió, se invitó a sí mismo a pasar y fue directamente hasta el salón, donde EunHyuk se encontraba tranquilamente viendo la televisión, sin esperarse la que se le venía encima.

-¡Cabrón! ¡Traidor! -Fue lo único que escuchó antes de sentir el peso de RyeoWook caer sobre él y un golpe en el lado derecho de su rostro.

-¡Eh! ¿A qué viene esto? ¡RyeoWook, detente! -Gritó DongHae en cuanto vio lo que estaba pasando, corriendo hasta ellos dos para intentar separarlos.

EunHyuk se cubría con las manos como podía e intentaba quitárselo de encima, pero no pudo hasta que no fue DongHae quien agarró a RyeoWook y lo echó hacia atrás, sin arriesgarse a soltarle después.

-Te odio, te odio, te odio… -Repetía el menor de los tres una y otra vez mientras intentaba soltarse de DongHae para volver a golpear a EunHyuk. Tenía los ojos enrojecidos y el corazón acelerado.

-¿Por qué? ¿Qué he hecho yo ahora? -Le preguntó EunHyuk confuso y alterado, tapándose el golpe de la mejilla con una mano.

-¡No finjas que no sabes lo que has hecho! -Le gritó RyeoWook, no pudiendo contener más las lágrimas.- ¡Se lo dijiste! ¡Por tu culpa no volveré a verle!

Ambos chicos comprendieron al instante lo que estaba pasando.

-RyeoWook… Hyuk no le ha dicho nada a nadie… -Intentó explicarle DongHae con voz calmada, aun no queriendo soltarle.- Te lo juro. Sé que no habría sido capaz.

-Pues no le conoces bien. -Le acusó RyeoWook, sin apartar la mirada de EunHyuk, queriendo golpearle otra vez. Y otra. Y otra más.

-¡Es verdad! No le hablé a nadie de lo tuyo con YeSung. -Se defendió el otro, sintiéndose ofendido porque pensara aquello.

RyeoWook pareció derrumbarse del todo en aquel mismo instante y dejó de intentar que DongHae le soltara para simplemente comenzar a llorar sin consuelo. DongHae convirtió el agarre en un fuerte abrazo.

-Tranquilo… Descubriremos quien ha sido… -Le murmuró. EunHyuk por su parte no sabía si acercarse o no. Temía volver a ser golpeado.

-Lo siento mucho… -Susurró RyeoWook, girándose hacia DongHae para corresponderle el abrazo.

-No importa… ¿Verdad, Hyuk? -Le respondió DongHae al mismo tiempo que acariciaba su espalda con una mano y miraba a su novio cuando dijo aquello.- Lo entendemos.

-Bueno… -Murmuró EunHyuk, quien aún se sentía dolido por la acusación y el golpe. Pero lo único que recibió fue una mirada amenazante de su pareja.- No, no pasa nada. -Rectificó en cuanto se dio cuenta.- Te ayudaremos. -Añadió, mirando la escena y por primera vez, sintiéndose realmente mal por RyeoWook.



***



-Por favor… Decidme algo… -Suplicó YeSung al guardia que acababa de pasar frente a su celda. Sí, celda. Aquello ya le parecía más una cárcel que otra cosa.

Solo habían pasado cuatro días desde que fueron descubiertos, pero él ya estaba a punto de perder la noción del tiempo, allí encerrado. Apenas había recibido visitas y no le dejaban salir para absolutamente nada. Solo se tenía a sí mismo y su cuaderno de dibujos. Las pocas personas que había visto eran guardias que nunca le dirigían la palabra y un chico que fue a hacerle algunas preguntas sobre lo ocurrido con RyeoWook, obviamente acompañado por vigilancia para que no ocurriera alguna desgracia si YeSung se descontrolaba. Pero él no dijo nada. Al principio preguntó dónde estaba el menor pero cuando se dio cuenta de que ellos no pensaban responderle, se negó a hacerlo él también.

Tampoco había luchado por salir de allí. No le quedaban fuerzas para ello. Gracias a RyeoWook había, por fin, aprendido a controlar su ira un poco. Y ahora que había comenzado a estar curado venía lo peor. Ser realmente consciente de lo que estaba ocurriendo.

Pero aquellas cuatro paredes acabarían volviéndole loco del todo si no tenía pronto más contacto con el exterior. Intentaba distraerse dibujando, pero ni en aquello podía concentrarse. Solo podía pensar en lo mucho que echaba de menos a RyeoWook, preocupándose por él a cada momento y deseando más que nada estar a su lado o como mínimo, recibir alguna noticia de qué había pasado tras haberles separado.

Se estaba desesperando. Cada día era peor al anterior. Luchaba contra sí mismo para no perder el control y seguir los consejos que su amado RyeoWook le había dado durante aquellos meses. Aquello era lo único que le seguía dando fuerzas. El recuerdo de los momentos que habían pasado juntos. Pero los días eran largos y las noches, terribles, sumido en una soledad prácticamente absoluta. Tan solo acompañado por los escalofriantes gritos de las personas encerradas junto a él. ¿Cuándo más tendría que estar así? Quizás ya no le dejarían salir nunca más. Parecía que ni siquiera se habían preocupado por asignarle un nuevo psicólogo. Poco a poco empezó a pender cualquier esperanza que quedase en él. Le había perdido para siempre y él, jamás volvería a ser libre.



***



-Ya te echaba de menos… -Le dijo HeeChul a HanGeng con la más tímida de sus sonrisas.

Se encontraban en la sala de visitas. Era la primera vez que se veían desde que HeeChul abandonó el centro.

-Y yo a ti. Esto no es lo mismo sin ti. -Le respondió el otro con total sinceridad.

HeeChul se sintió feliz al escuchar aquellas palabras. Había estado reflexionando mucho sobre sus sentimientos hacia HanGeng. Aquel día iba dispuesto a algo más.

-Tengo que decirte algo… -Empezó, pero las palabras apenas salían de sus labios. Los nervios que sentía eran increíblemente grandes.

-Adelante. -Le animó HanGeng con una sonrisa curiosa.

HeeChul suspiró, buscando en su interior un mínimo de fuerza para ser capaz de hacer aquello.

-Hay algo que debería haberte dicho hace mucho tiempo… Pero tenía miedo a ser rechazado. -Comenzó, teniendo que esforzarse para poder pronunciar aquellas palabras sin que se notase demasiado lo nervioso que estaba.- Ahora tengo miedo de quedarme toda mi vida con la duda por no ser capaz de hablar.

HanGeng, a la espera de que HeeChul dijera aquello que parecía tan importante, no dijo nada. Estaba realmente concentrado en lo que le decía y tenía muchísima curiosidad por saber qué era eso que tanto tiempo se había callado el mayor. Y una parte de él comenzaba a emocionarse por ello ¿Sería lo que imaginaba?

HeeChul decidió continuar al darse cuenta de que el otro estaba esperando a que siguiera. Aquello estaba siendo más duro de lo que pensaba.

-HanGeng… -Empezó, pero le costaba demasiado. Aun así, sabía que ya no podía echarse atrás.- Desde que nos conocimos, he sentido que eras especial… Me ayudaste mucho a superar lo mío, porque sentía que debía ayudarte a ti. Y me concentré en ello y al mismo tiempo casi sin darme cuenta, todos mis problemas empezaron a desaparecer… Si hoy en día estoy fuera de este sitio es por ti. Por toda la fuerza que me has dado durante este tiempo… Y quiero seguir esforzándome para que tú también puedas salir, porque deseo que seas la persona más feliz del mundo y tengas todo lo que mereces y porque… bueno… Te amo.

A HanGeng le costó asimilar lo que acababa de escuchar. Sobre todo aquello último.

-HeeChul… Yo… -Comenzó por fin cuando sintió que recuperaba el habla, pero fue interrumpido.

-No hace falta que digas nada… -Murmuró HeeChul, esperándose lo peor.

-Yo también te amo. Desde que nos conocimos también… Pero nunca he sido capaz de decirlo, porque… ¿Quién se fijaría en mí?

HeeChul no fue capaz de decir nada cuando le escuchó. Sus ojos se enrojecieron por las lágrimas pasados unos segundos. No podía creer lo que acababa de escuchar. Tanto tiempo soñando con aquello y por fin se hacía realidad.

-¿Qué pasa…? ¿Por qué lloras? -Preguntó HanGeng, confundido al ver como al otro se le llenaban los ojos de lágrimas.

-¡Eres tonto! ¿Cómo que quien se fijaría en ti? No digas esas cosas. Eres perfecto. -Empezó a decir HeeChul, emocionado y al mismo tiempo indignado por aquello. No le gustaba que se menospreciara de aquella forma, pero al mismo tiempo, no podía estar más feliz.- Yo lo hago. Yo te amo.

Esta vez fue HanGeng quien quedó sorprendido por las palabras del otro. No se había esperado aquella curiosa reacción.

-Y yo a ti, HeeChul. Ojalá hubiera tenido la valentía de decirlo antes.

-Pero cuando salgas, estaremos juntos ¿Verdad? -Le preguntó HeeChul, ya ansioso porque aquello ocurriera. Estaba eufórico.

-Eso siempre fue parte del plan. -Respondió HanGeng con una amplia sonrisa en los labios, sintiendo aquella felicidad que hacía tanto tiempo que no sentía, por primera vez en años.

En aquel lugar estaba prohibido el contacto físico entre pacientes y visitantes. Pero ellos dos se levantaron y se abrazaron como nunca antes lo habían hecho, llenos de felicidad porque por fin veían sus sentimientos correspondidos. Y si algún guardia pensaba ir y separarles, más le valía pensárselo dos veces.





***



SungGyu paseaba tranquilamente por los pasillos, directo a la cafetería para aprovechar su tiempo de descanso y comer algo, cuando fue abordado por personas que él conocía muy bien. Pero nunca se habría imaginado con qué motivo.

-¡Que susto me habéis dado! -Exclamó sobresaltado cuando se le acercaron por detrás, colocándose cada uno a su lado como si de sus guardaespaldas se tratara.

-Lo sabemos. -Comentó EunHyuk, intentando sonreír con simpatía.

Los tres continuaron caminando juntos camino a la cafetería, charlando sobre cómo estaban yendo sus días.

DongHae miró de reojo a su novio un momento, viendo que este le devolvía aquella disimulada mirada cómplice. Sabían muy bien lo que tenían que hacer.

-Oye, Gyu. Acompáñanos un momento, queremos enseñarte algo. Pero solo a ti. -Dijo DongHae con cierto tono misterioso en su voz.

Ambos sabían perfectamente que SungGyu era un cotilla al que le gustaba saberlo todo de todos. No podría resistirse a una frase como aquella.

-Uhm… Bueno, tengo un poco de hambre. -Dije el chico, dudando unos instantes.- Pero creo que si espero un poco más no va a pasar nada. Aún tengo tiempo. Venga, enseñadme eso.

La pareja volvió a mirarse con disimulo, sabiendo que su plan estaba funcionando. Los tres chicos se dirigieron a la sala donde todos los empleados tenían sus taquillas, la cual casi siempre estaba vacía durante el horario de trabajo.

Fue llegar, cerrar la puerta y EunHyuk cogió a SungGyu del cuello de la camisa y lo estampó con algo de fuerza contra un par de taquillas. SungGyu lo miró asustado al no esperarse aquello, después miró a DongHae confundido y luego, de nuevo a EunHyuk.

-¿Qué coño pasa aquí? -Dijo sobresaltado, buscando una explicación a dicho ataque mientras intentaba empujar a EunHyuk y separarlo de él.

-¿Qué sabes de Wook y YeSung? Dilo. -Respondió EunHyuk, amenazante.

-¡Pues lo que sabe todo el mundo! Estaban liados ¿No? Nos hemos enterado todos.

EunHyuk sacudió con fuerza a SungGyu, haciendo que su espalda volviera a chocar violentamente contra las taquillas.

-¡No mientas! Tú ya lo sabías.

-¿Qué? ¡No! -Dijo SungGyu en respuesta a aquella acusación, alzando la voz y empujando a EunHyuk.

Mientras tanto, DongHae vigilaba la puerta para que nadie molestase.

-¡Que no me mientas!

El puño de EunHyuk dio con fuerza contra el rostro de SungGyu, haciéndole echar la cabeza hacia atrás y darse con el metal de la taquilla en la cabeza. SungGyu se quejó por el dolor, empezando a ponerse realmente nervioso y a asustarse.

-Es verdad… -Murmuró, al borde de las lágrimas.

-Eres un cobarde. Te las das de chulo y luego a la mínima lloras como una niña. -Se burló EunHyuk, buscando intimidarle. Dicho aquello, volvió a levantar el puño con la intención de golpearle de nuevo, pero SungGyu no pudo más.

-¡No, no! ¡Por favor! ¡Lo diré todo! -Suplicó casi a gritos, con los ojos enrojecidos.

EunHyuk detuvo el golpe, pero no bajó el brazo. DongHae los miró en cuanto escuchó aquello, dedicándole una pequeña sonrisa a su novio. Por un momento había temido que se hubieran equivocado y estuviera pagando alguien inocente, pero al final, habían llegado a la conclusión acertada.

-Pues empieza. Vamos. -Dijo DongHae desde la puerta, con seriedad.- O ya sabes lo que te espera.

-Fue sin querer, lo juro. Se me escapó. -Murmuró SungGyu de forma casi incomprensible, entre sollozos.

-¿Qué quieres decir? -Preguntó EunHyuk.

-Os escuché. La noche que tú y yo nos fuimos a cenar con Wook. Lo escuché todo.

-¿¡Nos estabas espiando!? -Exclamó EunHyuk, furioso. Ahora sí que tenía ganas de pegarle.

-No… Bueno, sí. Sí, lo hacía. -Dijo, rectificando sus palabras al darse cuenta de que si mentía recibiría un nuevo golpe.

-Se lo dijiste a KyuHyun ¿Verdad, idiota? -Esta vez fue DongHae quien habló. Él también se estaba empezando a enfadar muchísimo.

-¡Fue sin querer! Me pareció buena persona así que empezamos a hablar de lo ocurrido y…

-Ya. A RyeoWook también le parecía bueno. Y ese puto loco intentó violarle. -Dijo DongHae, alejándose de la puerta y acercándose a ellos dos. Sentía una rabia increíble dentro de él.

-Me dijo que no era verdad. -Llegado a aquel punto, SungGyu comenzó a llorar.

-Y tú vas y le crees. Y le sigues el juego. Y ahora RyeoWook está despedido y YeSung encerrado como un animal por tu culpa, mientras KyuHyun va tan tranquilo por el psiquiátrico pudiendo hacerle daño a cualquiera. -Le habló DongHae de nuevo. Realmente quería hacer que pagaran todo lo que su amigo había pasado. Quería que se arrepintiera de verdad.

-¿Qué más? -Le exigió EunHyuk, queriendo saber si había más detalles que no les estaba contando.

-Me dijo que debíamos decirlo. Que era lo mejor. Realmente me convenció de ello…

-Te manipuló. Como a todos.

Después de aquello se hizo el silencio. Tan solo se escuchaba el llanto de SungGyu. Y durante unos minutos, así siguieron. Hasta que fue el mismo SungGyu quien rompió el silencio.

-Lo siento mucho. Decidle a RyeoWook que lo siento… -Decía en susurros y sollozos. Aparentemente, parecía bastante arrepentido.

Los otros dos se miraron, pensando qué hacer ahora con él.

-Dudo mucho que RyeoWook vaya a perdonarte. Pero sí que hay algo que podrías hacer a modo de… compensación.

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