martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) University -Serial- Capitulo 2


Necesitaba ir urgentemente al servicio. Tenía las manos sudadas y pegajosas, odiaba el calor y tener que pasar horas escribiendo, por lo que las manos le sudaban. Cuando entró al baño, pudo ver, que este se encontraba vacío. Mucho mejor. No tendría que ver a nadie.

Fue directo al lavabo, pero al darle al grifo, esté le lanzó un chorro de agua a la cara, directamente. Como podía, se intentaba tapar la cara, con movimientos torpes de brazos. Pero cuando pudo detener el chorro cerrando el grifo, estaba completamente empapado. Y no solo él. El suelo estaba ahora encharcado, y del espejo, goteaban pequeñas gotas.

-Perfecto…

Su camiseta se pegaba a su cuerpo, mojada a más no poder. El pelo, húmedo, el cual se acaba alborotando para que no chorrease tanto. Su rostro goteaba. Y el resto de su ropa se encontraba en situaciones similares.

¿Ahora que hacia? Por suerte, tenia ropa de deporte en su taquilla, aunque no le hacia mucha gracia tener que andar por la universidad con ropa de deporte. ¿Por qué tenía allí ese tipo de ropa si no tenía ninguna asignatura en la que tuviera que hacer ejercicio? La tenía por si ocurría algún tipo de accidente. Como ese.

Maldiciendo por lo bajo, salió de allí. Y lo primero que encontró fue como un globo cargado de harina, caía sobe él. Al hacerlo, una nube blanca lo envolvía, pegándose, a su ropa y rostro, húmedo. Tosía, escupiendo la harina, mientras e quitaba esta de los ojos para poder ver el causante. Seguro que en ese momento se encontraba blanco y pegajoso.

Al levantar la vista, vio a los dos graciosos, culpables, que reían intensamente al verlo de esa manera.

-¿Qué mierdas os he hecho para que me hagáis esto?

-Que blanquito estás, deberías salir más, a que te de el sol y te broncee, ya sabes –Las palabras de Kyhyun salieron de su boca a trompicones, ya que con la risa, no podía pronunciar bien las palabras.

-Que va, Kyuhyun, es la capa de maquillaje, que es blanca -Yesung no reía tanto como el otro, simplemente se limitaba a mirar a Ryeowook, observando sus pintas, de arriba a bajo, mientras este clavaba su mirada furiosa en él.

El pequeño Ryeowook, furioso, miró a su alrededor. Más gente los miraba, intentando aguantarse la risa. Pero Ryeowook se fijó que uno llevaba un café entre sus manos, y no se lo pensó demasiado en acercarse a ese chico, arrebatarle el café de las manos, y girarse a los dos que seguían riéndose y diciendo sandeces. Quemaba, pero no le importaba mucho.

Sabía que la cabecilla de esa jugarreta hacia sido Yesung, así que fue directo hacia él, tirando el ardiente café encima suya.

-Uy, perdón ¿te he quemado? –Dijo Ryeowook, viendo como había manchado a Yesung, y con un tono de voz inocente y adorable.

El alarido que escapó de sus labios, confirmó a Ryeowook que si, pero no le importaba eso. Yesung, con el pecho totalmente empapado por el café, con la camiseta sucia y la piel ardiendo, miraba a Ryeowook incrédulo y furioso, como si no terminara de creerse que había sido capaz de hacerlo. Ahora, la gente se reía mucho más.

-Te la has ganado, pequeño idiota…

-No me das miedo. Simplemente te la devolveré, y bastante peor ¿no lo ves?

Con una ladina sonrisa en el rostro ahora, Ryeowook se fue de allí, dejando a Yesung mirando cómo se marchaba. A su lado, Kyuhyun se reía con más ganas que antes, pero cuando la mirada cargada de ira de Yesung se posó en él, casi se ahoga al detener la risa.

-Ese pequeño señorito quiere guerra.

-Se lo merece –Kyuhyun intentaba disimulas, siguiendo a Yesung, cuando este se fue, en dirección contraria que Ryeowook.

-Quítate la camiseta, me la vas a dar –Le ordenó a Kyuhyun, con un tono de voz cruel.

-¿Qué? –Eso ya no le hacía tanta gracia a Kyuhyun, pero cualquiera podía cuestionar al cabreado Yesung. Si fuera posible, de sus ojos saldrían llamas. La gente, ahora se apartaba de su camino, atemorizada. Se le notaba el mal humor a distancia.

***

-¿Y esas pintas? –Leeteuk apareció a su lado, observándole de arriba a bajo, con aquella ropa deportiva puesta. Una camiseta ancha y unos pantalones tipo baloncesto.

-He sido víctima de una broma de Yesung, y creo que lo duré durante una buena temporada, como siempre –Ryeowook cerró su taquilla para poder mirarle, dejando ver que esa situación no es que le agradara mucho.

-A pesar de que te parezca una estupidez ¿se la vas a devolver?

-Pues claro, no voy a dejar que me humille delante de todos y quedarme como un tonto. A demás, así puedes ver a tu amor.

-Oye, no te pases, no es mi amor –Debido al golpe emocional por parte de Ryeowook, Leeteuk le propinó un codazo en el costado, aunque no muy fuerte.

Ambos, riendo por el pasillo entre bromas, no se dieron cuenta que la atención de todos los que se cruzaban, estaban en ellos puesta. En Leeteuk porque su hermosa sonrisa, embobaba hasta al chico más hetero que hubiera. Y el pequeño Ryeowook, con el pelo alborotado, sus piernas blancas semidescubiertas, y la ancha camiseta, que tentaba a adivinar su cuerpo, no era más que una tentación para todos.

La alegría y la hermosura que deprendían eran demasiadas como para no llamar la atención.

Que todos babearan por ellos, empezaba a irritar a Yesung, quien no despegaba la mirada de Ryeowook. Sentía celos. Pero no porque se llevaran las miradas de todos, y no se percataran de él, quien se encontraba semioculto, sino era porque no quería que nadie mirase de esa manera a Ryeowook. Solo una persona podía desnudarlo con la mirada, y ese, era él. Por lo que debía ridiculizarlo ante todos, y así poder tenerlo solo para sí mismo. Era cruel, sí. Pero odiaba tener que ver como todos babeaban por su perfecto cuerpo o por su hermoso rostro, mientras que a él, lo odiaba.

Sin que lo vieran, se marchó. Buscaba a una persona en especial y sabia dónde podía encontrarle.

Saliendo fuera del edificio, fue directo hasta los jardines de la universidad. Caminaba con unos andares sueltos, despreocupado, con las manos metidas en los bolsillos delanteros de sus pantalones.

Esa zona, estaba llena de chicos y chicas que salían a estudiar o a charlas, pero, más alejados de lo que son los edificios que componían el campus, más al interior de los jardines, se encontraba más gente como él.

Gente que se saltaba las clases, que iba allí a fumar o a beber, o por si tenían un asunto pendiente con alguien, se veían allí. Pero en ese momento, no buscaba nada de eso. Buscaba a una persona, uno de los que solían formar parte de su supuesto grupo de amigos, pero de normal, siempre solía ir por libre. Él lo respetaba. Solo por ser él.

-Fumar no es bueno, eh.

-¿Y qué es bueno en esta vida, Yesung?

Lo encontró apoyado de espaldas a un árbol, fumando, tranquilo y relajado. Ni siquiera lo había mirado cuando llegó, y eso a Yesung, no le importaba mucho. Le respetaba, mucho, y el otro a él, se ayudaban mutuamente cuando era necesario, aunque aparentemente, parecía que no tenían una gran amistad, a pesar, de que no fuera así.

-Necesito tu ayuda –Comentó Yesung, mientras se apoyaba en el mismo árbol, pero él, de lado.

-¿Qué quieres? –El otro, aspiro, dándole una calada al cigarro, dejando, que seguidamente, el humo escapara de sus labios, muy lentamente.- ¿Ya quieres fastidiar de nuevo a Ryeowook?

-Es por el bien común –respondió Yesung, encogiéndose de hombros, como si eso no le importara mucho.

-Lo haces por ti mismo. Porque no haya nadie detrás de él y sobe su lindo culito ¿vas a seguir amenazando a aquel que quiera tocarlo más de lo normal?

-No. Esta vez es que nadie se fije en él.

-Vamos, lo de siempre.

Ambos chicos rieron. Se conocían bien, y solo él sabía la verdad. Que desde siempre, había estado enamorado de Ryeowook, y para llamar la atención de este, le gastaba bromas.

-Pero, esta vez, podrás ver a Leeteuk, ya sabes.

-Te gusta jugar con los puntos débiles de los demás –Respondió tras un momento en silencio. Tiró el cigarrillo tras la última y profunda calda. Mientras Yesung sonreír porque había conseguido convencerlo.- ¿Qué es lo que hay que hacer esta vez?

-Tú solo ven conmigo, te lo iré explicando todo por el camino.

-Me vas a meter en un problema, Yesung.

Sin más, ambos chicos comenzaron a caminar, de vuelta al edificio de la facultad, mientras que por la cabeza de Yesung pasaba todo tipo de ideas, demasiado malas. Pero tenía una cosa escondida que usaría muy bien.

***

-Diría que cada vez nos parecemos más a Yesung y su pandilla de hipócritas.

-Que nos hayamos saltado una clase no nos va a matar, y mucho menos hacer que nos parezcamos a ellos- Con el vaso de cartón entre sus manos, Ryeowook jugaba, observando al preocupado Leeteuk. Se había saltado una clase, muy aburrida para su gusto, pensaba Ryeowook, para estar en la cafetería, queriendo disfrutar de un momento, por fin, tranquilo.

-Se te ha visto venir en moto esta mañana con otra persona, y está claro que no he sido yo ¿quién ha sido pues? –Leeteuk fingió estar celoso, aunque ambos rieron, pero notó como la expresión del menos cambiaba y como sus ojos brillaban más por momentos.

-Ha sido él, sabes de quien te hablo. Me encontró anoche y se ha ofrecido a traerme hoy.

-Ya veo. Podrías haberme avisado, tenía ganas de verle.

-Otro día, Leeteuk.

La conversación de ambos chico se interrumpió. El rostro de Leeteuk había ensombrecido por momentos. Ryeowook se dio cuenta que miraba fijamente hacia un lugar, el cual hacia que hubiera cambiado de expresión. Curioso, por saber el motivo, se giró un poco.

Al hacerlo, vio cerca de la entrada de la cafetería a una chica, a la cual, estaba siendo cortejada por uno, pero no llegaba a alcanzar ver a quien era. En un momento, ese chico se giró, riendo por algo que había dicho, y se dio cuenta ahora de porque Leeteuk se había puesto tan serio.

-Deberíamos irnos… -Ryeowook, preocupado, se intentó poner en pie, con la intención de llevarse al otro lejos de allí, pero este se lo impidió.

-No, quiero mirar.

-Pero Leeteuk, eso no te va a hacer ningún bien. Los dos lo sabemos.

-He de aprender a ser fuerte.

No insistió más, pero tampoco quería que su amigo siguiera martirizándose de esa manera. No lo iba a permitir.

Se giró de nuevo, para ver como seguía aquella situación. El chico seguía tonteando con la chica, que coqueta, jugaba con su pelo. Parecía la típica situación de ligue en toda regla, y sabía de sobra que eso dejaría a Leeteuk de bajón todo el día.

Al desviar un poco la mirada, vio algo que le extrañó en un principio, pero fue lo suficiente para saber que todo eso era un simple montaje para hundir a Leeteuk ¿de verdad que ahora la había tomado con él?

Yesung estaba semiescondido, no muy lejos de ellos, observando a la parejita con una sonrisa de satisfacción en el rostro. A veces era tonto o algo, o eso pensaba Ryeowook d él. Se podía haber escondido mejor. Ahora, con una amplia sonrisa, se volvió hacia Leeteuk, quien no apartaba la mirada de la parejita, con toda la intención de convencerlo.

-Leeteuk, eso no es real, Kangin no lo está haciendo con esa intención que te crees, sino porque Yesung se lo habrá pedido, para ponerte mal.

El mayor de los dos, dirigió su mirada a él, con un brillo en los ojos, como queriendo creer que eso era verdad.

-Sino, dime que hace Yesung escondido tras la columna que hay más delante de aquí.

Leeteuk, miró donde Ryeowook le indicó, y en efecto, vio a Yesung escondido, haciéndole señas a Kangin.

-¿Con que fin lo haría?

-No lo sé, hoy la ha tomado conmigo sin que le hiciera nada. A saber que pasa por su gran cabeza.

-Tienes razón… Lo hará porque se lo ha pedido… Porque quiere hacerme daño a mi ahora.

-Exacto, así que vamos a intentar aparentar que no nos importa ¿vale?

Leeteuk asintió con la cabeza, muy suavemente. Ryeowook estaba muy aburrido y cansado de toda esa situación con Yesung. Siempre sus mismos juegos estúpidos. Pero no tardó en desviar en su mente la concentración. Sentía como algo se movía por sus piernas. Extrañado, preguntándose que sería, se agachó un poco, para poder ver mejor.

El grito que salió de sus labios, recorrió toda la estancia. Del saltó que dio, muchos se asustaron, pero salió corriendo de allí, a la otra punta de la cafetería. Se movía, como sacudiéndose, casi a punto de llorar de miedo y pánico. Cuando Leeteuk se percató de lo que sucedía, se alejó de allí también asustado.

Una pequeña culebra, se estaba subiendo por una de las piernas de Ryeowook, pero debido a su reacción, al salto que dio, ahora, la serpiente se encontraba en medio de la cafetería a la vista de todos.

Algunos se alejaron asustados, pero la gran mayoría, comenzó a reírse de Ryeowook, y su reacción. Mientras Yesung, daba baza a las risas. Decía que si había actuado como una chica, que era un miedica, y mil cosas más, intentando ridiculizar a Ryeowook, y lo peor es que lo estaba consiguiendo.

Ryeowook sabía que había sido él. Habría aprovechado que estaban centrados en Kangin para soltar la serpiente cerca de ellos. Yesung sabía de sobra, que tenía pánico a las serpientes y había usado a Kangin de distracción. Lo peor es que le había funcionado.

Su rostro ardía de ira. Se había pasado. Entre lo del agua, y ahora esto de humillarlo ante todos. Y se la iba a pagar, que no lo dudase.

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