martes, 7 de junio de 2016

(CLTiff) De desfile -Serial- Capitulo 12 [Final]


Nota: ¡Hola! Este es el capitulo final de De desfile. Ya sé que ha sido muy corto, pero no me daba la imaginación para más. No me ha convencido el final mucho, espero que a vosotros os guste, de corazón. Y también espero que sigáis leyendo las historias que vayan surgiendo en el blog. ¡Nos leemos! ¡Besos!

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La habían llevado por algunos pasillos de la empresa por los que nunca había pasado, pero había un motivo muy bueno para ello, y es que nadie quería que se viera lo que sería el vestido estrella de la colección de Tiffany.

Mientras la llevaban de un pasillo a otro, su cabeza no dejaba de dar vueltas. Se había casado, de un momento a otro estaba casada y con Tiffany ¿cómo había sucedido todo tan rápido? Ni siquiera lo había planeado. Simplemente había sucedido. Y no podía decir que estaba mal, porque no era así. Irradiaba felicidad, y se lo habían dicho las encargadas para llevarla a la sala donde sería el desfile.

Tiffany se había quedado en su despacho, con la excusa de que aún tenía que terminar de aclarar todo. Pero le había prometido que estaría en la actuación, para verla a ella brillar como la que más en la pasarela.

La llevaron a la parte trasera del escenario, cubriéndola con un largo abrigo para que ninguna de sus compañeras siquiera viera el vestido. Al llegar, buscó con la mirada a Dara, dando con ella al momento, porque se le acercaba, con una gran sonrisa en el rostro.

-¿Ya llevas el vestido? ¿Cómo es? -Le preguntó nada más verla, casi más emocionada que ella.

-Es genial, impresionante, nunca antes había visto algo tan perfecto, pero no puedo enseñártelo, no me lo permites -Le dijo, provocando que Dara hiciera un pequeño puchero con los labios.- Pero lo verás cuando salga la última a desfilar, estoy segura que te encantará.

-Bueno, si no queda más remedio, tendré que esperar para verte lucir.

Ambas chicas rieron juntas. Algunas de sus compañeras, se acercaron también, para intentar ver el diseño que llevaba, pero a ninguna se lo llegó a enseñar, más que nada porque no podía, pero si fuera por ella, lo enseñaría, para mostrar el arte de Tiffany. Tampoco podía decir que se habían casado, ya que se había planeado contarlo después de todo el evento.

Tiffany lo haría público. Eso la ponía un poco nerviosa. ¿Cómo se lo tomaría la gente? A lo mejor no veían bien que una gran diseñadora como lo era ella se hubiese casado a escondidas con una de sus modelos. Lo que sí estaba seguro, es que sería un bombazo para la prensa rosa, un cotilleo del que se aprovecharán muchos.

-Por cierto, Dara -Le susurró a su amiga, cuando sus compañeras ya se marcharon para darse los últimos recortes.- Tus amigos ¿han venido?

-Sí, ha venido mucha gente de la aristocracia que nunca antes había asistido a cosas así, y me han dicho que si les gusta, lo más seguro es que repitan en otro desfile de Tiffany.

-¡Eso es genial! -Sintiéndose feliz por sus palabras, se acercó un poco junto a ella donde el escenario empezaba y ocultas por las cortinas, se asomaron. La sala estaba abarrotada de gente.- Esto le hará muy feliz a Tiffany, muchas gracias Dara, no sé qué hubiera hecho sin ti.

-No es nada, pero ya sabes, háblale bien de mi después -Dara le guiñó un ojo, dándole a entender que era una broma.

Ambas amigas rieron divertidas. Todo estaba bien, iba sobre ruedas, pero a CL le dolía el pecho. Era una sensación de que algo más iba a suceder y no sabía que podía ser. Temía mucho porque todo saliera mal, pero se había pasado horas procurando que todo estuviese perfecto. Que algo saliera mal, tenía que ser algo pequeño, nada que no pudiese ser solucionado en cuestión de un momento.

Quiso no pensar en ese dolor que le atravesaba el pecho. Lo mejor, era no pensar y vivir hasta el último segundo.

Se sentó frente a un espejo, donde una maquilladora se dispuso a darle unos últimos retoques. Mientras se dejaba hacer, escuchó como estaba comenzando el evento. Una voz femenina estaba dándole la bienvenida a todos, haciéndoles una presentación de cómo sería y agradeciéndoles su asistencia al evento.

Aquella vida le gusta, aquello era a lo que se quería dedicar el resto de su vida, al lado de la mujer que más amaba. Podía ser realmente estresante, una vida como aquella, pero le encantaba. Vivir de esa manera era lo que siempre quiso, pero nunca se imaginó que sería tan maravillosa, que le resultaría tan fácil adaptarse. Sabía que poca gente podía adaptarse bien, pero ella lo había hecho a la primera y muy bien.

-Ya estás, intenta no tocarte mucho la cara, antes de que te toque salir, te revisaré ¿vale? -Le dijo la maquilladora, dejándola sola, allí sentada frente al espejo.

Se miró a sí misma. Está tan diferente a los meses anteriores, que jamás hubiera pensado. Escuchaba como las chicas comenzaban a salir por la pasarela. Desde donde estaba, podía escucharlo, pero por suerte, estaba en una zona donde no había tanta gente, donde nadie se amontonaba a su alrededor, ya que estaba alejada de donde todas las chicas se cambiaban o se preparaban para salir.

-Te veo muy tranquila para el importante papel que tiene -Esa voz, detrás de ella, la hizo ponerse en guardia.

-¿Qué estás haciendo aquí? -Le preguntó a Yoona, mirándola a través del espejo, con una voz tan fría como el hielo.

-He venido a ver qué tal iba todo esto sin mí. No pensaba que fuera a ir también, creía que no vendría nadie -Yoona se posicionó a su lado, cogiendo un cepillo para juguetear con él mientras.

-Pues ya ves, la sala está a rebosar de gente. Parece que vuestros planes porque nadie acudiera a fallado un poco.

-La verdad es que hay mucha gente por aquí que me sorprende. Es gente que nunca había visto en actos de moda, ni cosas parecidas, y verlas ahí, es extraño ¿cómo lo ha hecho Tiffany?

-Tiffany no ha hecho nada, esa gente está aquí porque quiere estar. Nadie le ha obligado.

-Entiendo, espero poder conocer a algunos y poder hacer tantas amistades, como tú ¿no? -El tono de voz que estaba usando, no le estaba gustando ni un pelo a CL.

-¿Se puede saber qué es lo que quieres? Si has venido a molestar te puedes estar yendo por dónde has venido, aquí no pintas nada -CL fue lo más clara y dura que pudo.

-Quería advertirte de algo. Tiffany no es del todo sincera contigo, hay cosas que no te cuenta -Yoona la miraba maliciosa, mientras le pasaba los dedos por los cabellos.

-¿Y tú qué sabes? ¿Acaso estás presente cuando ella y yo mantenemos alguna conversación? No sabes nada -CL se levantó de seguida al sentir su tacto, le repudia que le tocará.

-Yo sé mucho. A Taeyeon le han llegado algunos documentos privados de Tiffany, y algo me dice que tú no sabes nada sobre el contenido de esos documentos.

-¿Y quién sois vosotras para ver documentos que no tiene nada que ver con vosotras? -Desviando la mirada del espejo, la miró directamente a los ojos, con odio.

-Yo solo te lo digo. Taeyeon sigue esperando que la llames, no estoy de acuerdo con ello, pero ella entiende, y sabe muchas cosas porque tiene muchos contactos, pero haz lo que quieras, yo ya te lo he advertido.

Yoona se marchó, sin decirle nada más, dejando a CL irradiando odio por todos los poros de su piel ¿quién era ella para venir diciéndole eso?

Sus palabras le habían molestado ¿acaso estaba sembrando la duda en ella? Cierto es que últimamente Tiffany había estado un poco extraña con ella, y no había sido capaz de preguntarle. Pero si Tiffany tenía algo que decirle, se lo diría en su momento, y no cuando alguien como ella viniera atacándole.

¿Y seguía pensando Taeyeon que existía una mínima posibilidad de que se fuera con ella? Pues se llevaría una gran decepción porque jamás se iría con una persona como ella, sería fiel a Tiffany, siempre.

-CL, comienzas en unos segundos -Apareció su maquilladora al momento.

Se puso frente a ella, haciendo que así se distrajera de todas las preguntas que se estaban formulando en su cabeza. Le retocó un poco, pero nada más. La acompañó a la entrada de la pasarela, donde la última chica, estaba ya volviendo de su desfile.

-Respira hondo y no estés nerviosa, sonríe y demuestra lo que vales -Jiyeon se puso a su lado, y con una sonrisa, intentó animarla y reconfortarla.

En eso era en lo que debía apoyarse, en Jiyeon, en Tiffany y en todos los que la apoyaban y no dejarse llevar por alguien que tan solo le tenía envidia, y quería que todo le fuera mal. Ella tenía que seguir con su vida, con el proyecto que tenía por delante y no comerse la cabeza con palabras vacías. Si había algo, ya se lo tendría que decir Tiffany.

¿Estaría allí para verla? Le había prometido que sí, y eso es lo que esperaba.

La chica ya estaba allí frente a ella. Acaba de pasar a su lado, cuando sintió las manos de Jiyeon sobre sus hombros, quitándole la bata que llevaba, Una leve brisa le heló la piel, la cual estaba casi al descubierto. Era su momento. Lo aprovecharía.

Respiró hondo y con paso firme, pasó a la pasarela. El vestido era muy cómodo para moverse, no le molestaba. Y ni si quiera, a pesar de cómo era, le daba la sensación de estar desnuda, al contrario, se sentía segura y cómoda.

Esbozando ahora una feliz sonrisa, comenzó a caminar por la amplia pasarela, con la barbilla alzada y la espalda recta. Un paso tras otro. Los focos hacían que los brillantes y la pedrería que tenía su traje, brillara, tal y como le dijo Tiffany, que brillaría. Se sentía como en una nube, como alguien especial y bella. No quería ese momento se acabase.

La sensación de tener en ella tantas miradas fijas, pendientes de cómo se movía, miradas que estaban pendientes de si cometía algún mínimo fallo. Pero se sentía segura de sí misma. Estaba llegando al final de la pasarela, donde se detuvo, y apoyándose solo en una sola pierna, posó durante unos segundos, cambiando de postura. Varías postura, para que se pudiera ver mejor el vestido.

Cuando creyó suficiente, dio media vuelta, de forma elegante, y volvió a caminar por la pasarela, procurando que al andar los movimientos de su trasero se notaran, para que la pedrería se moviera y brillara.

Se le había hecho un trayecto demasiado corto cuando acabó llegando al final. Allí estaban todas las chicas, para hacer el último paseo, todas juntas. Ella sería la última, así que se hizo a un lado, para que todas salieran, una detrás de otra. Todas, al pasar a su lado, le dedicaba una sonrisa, algunas le murmuraba que había estado maravillosas, otras miraba su vestido asombradas y con envidia de la buena. Estaba deseando poder ver a Tiffany.

Cuando la última apareció, se puso tras ella, y desfiló como si fuera una más. Salió de nuevo ante el público, que las vitoreaba a todas, con júbilo. Eso la hacía sentirse mejor, el hecho de que hubiese gustado el espectáculo, y los diseños de Tiffany, quien no estaba por allí, sin embargo debería estar allí para dar un último discurso. Pero solo estaba allí su secretaría, micrófono en mano, y cuando pasó ella a su lado, comenzó a hablar sobre el desfile y a indicarles que a continuación tendrían una pequeña zona con comida y bebida. Eso debería hacerlo Tiffany ¿dónde estaba?

Comenzó a preocuparse, pero procuró que no se le notara. Le había prometido estar allí, y no lo había cumplido. Entonces fue cuando las palabras de Yoona volvieron a aparecer en su mente. No quería pensar en ello, no quería dudar de Tiffany, no quería ponerse mal. Pero las cosas se volvían en contra de ella.

-¿Y Tiffany? ¿Por qué no está aquí? -Le preguntó a Jiyeon nada más desaparecer de la pasarela, en la parte trasera.

-No lo sé, no ha aparecido por aquí en todo el rato -Jiyeon se encogió de hombros, volviendo a colocarle la bata encima para que no cogiera frío.

Extrañada, CL se quedó por allí, esperando que la secretaría de la diseñadora apareciera e interrogarla sobre su paradero, pero la mujer se hizo esperar. Salió la última, y se dirigió a ella en cuanto la vio.

-CL, felicidades por tu actuación lo has hecho fantástico.

-Muchas gracias, pero ¿y Tiffany? Se supone que la que tenía que haber hablado era ella ¿dónde está?

-Me ha pedido que lo hiciera yo, porque ella no podía, tenía otros asuntos que atender.

-¿Algo más importante que este evento que es algo que lleva preparando con mucho trabajo y esfuerzo? Además, el hecho de no haber estado aquí, habrá molestado un poco a mucha de esa gente que había venido para verla -CL estaba algo molesta, y se le notaba en el tono de la voz.

-Lo sé, pero es lo que me ha pedido, cuando aparezca nos dirá por qué -La mujer se fue, disculpándose porque tenía que hacer otras cosas.

CL miró a Jiyeon, buscando algo que la consolara, pero solo vio en sus ojos que era ajena a ese tema. Soltando un pesado suspiro, se escapó, con la excusa de que iba al baño. Debería estar cambiándose de ropa e ir junto con el resto de invitados, pero necesitaba hablar con Tiffany. Tenía que saber el motivo de su ausencia, tenía que hablarle de lo de Yoona y todo lo que pasó con Taeyeon. Conforme corría por los pasillos que la habían traído, se sentía cada vez más culpable por su silencio, por no contarle todo a Tiffany.

Tal vez las palabras de Yoona eran verdad, y Tiffany se había dado cuenta que había algo que no le había contado, y ahora se estaba comiendo la cabeza y estando mal. Necesitaba llegar hasta donde estaba ella y poder aclarar completamente su corazón. Era su esposa y tenía que sincerarse, no más secretos. Quería aclararlo todo. Yoona solo había conseguido que se sintiera culpable, no que desconfiara de la diseñadora.

Intentando no tropezar con los tacones, acabó llegando a la puerta del despacho de Tiffany. Dudó por un momento en entrar ¿y si no estaba allí? ¿Y si estaba muy ocupada? Tenía que intentarlo. Cogió aire y abrió la puerta.

-¿Tiffany? -La llamó, cuando al entrar no la vio. Recorrió con la mirada la estancia, y no había ni rastro de ella. Estaba a punto de irse, cuando se atrevió a entrar.

Todo lo que momentos antes había montado para cambiarla de ropa y casarse ya no estaba. Todo había vuelto a su lugar, y estaba como siempre, todo muy pulcro y ordenado, como a la diseñadora le gustaba tener sus cosas.

Algo en la mesa le llamó la atención. Sobre el escritorio principal del despacho, había un papel azul. Un tipo de papel que nunca había visto antes, pero cuando se acercó para ver de lo que se trataba, se le encogió el corazón y se le cortó la respiración.

-¿Tiffany? -Detrás del escritorio, veía su cabello esparcido por el suelo. Sabía que era el suyo, porque lo reconocería en cualquier lugar. Al acercarse más, vio que estaba tirada en el suelo, boca abajo, sin moverse.

Completamente alarmada, y reaccionando rápidamente, se acercó a ella, llamándola, asustada.

-Tiffany ¿qué te pasa? Reacciona, por favor -La tomó entre sus brazos, y con una mano, intentó buscarle el pulso. Le costaba encontrarlo con los nervios, pero lo que pudo con ella, es que no se lo encontró.- ¡Tiffany! ¡Tiffany! ¡Por favor! ¡No me gusta esta broma! ¡Por favor! ¡No!

Las lágrimas afloraron de sus ojos. No dejaba de sacudirla, intentando que reaccionara. Intentos inútiles, nada servía. Llorando descontroladamente, la agarraba con fuerza contra sí. Miró a su alrededor, buscando el motivo por el que estaba así, pero no dio con nada. No podía estar muerta, no podía ser eso verdad, era una broma ¿no?

-Por favor… -Sollozaba desconsolada. Se quedó mirando el rostro de Tiffany. Estaba frío, se le estaba yendo la vida en sus brazos, y no podía hacer nada.- ¿Por qué está pasando esto, Tiffany? Despierta, dime que es una broma, yo te la perdono, pero abre tus ojos, mírame, bésame, tócame…

Acercó los labios a los suyos, besándolos, pero sin dejar de llorar. No quería soltarla, no quería dejarla, no quería creer que aquello estaba pasando. Deseaba que despertara, que viniera alguien y le dijera que no estaba muerta, que estaba viva. No supo cuánto tiempo estuvo así, cuando escuchó que la puerta se abría tras ella.

-¿CL? ¿Qué haces aquí? Debe… ¡Dios mío! ¡Qué ha pasado! -Jiyeon al verlas se alarmó, acercándose al momento a su lado. Asustada, buscó el pulso de Tiffany, como pudo, porque CL se negaba a soltarla.

Por un momento, en la sala solo se escuchaba los lamentos de CL y como susurraba el nombre de la diseñadora. Jiyeon se quedó mirándola, entristeciendo su rostro lentamente, al comprobar como momentos antes había hecho CL. Al momento, cogió el teléfono e hizo una llamada, pero CL no le prestó atención, solo acunaba entre sus brazos a Tiffany, sin querer creer que aquello era real.

Al cabo de un rato, mucha gente entró a la sala, alarmada. Querían quitarle el cuerpo de Tiffany de las manos, pero se negaba a soltarla. No quería separarse de su lado, quería vivir a su lado para siempre, y se negaba a pensar que eso estaba sucediendo. La separaban de ella, se la habían llevado.

No podía dejar de llorar desconsoladamente, a pesar de que Jiyeon se puso a su lado, abrazándola. Pero no servía, no servía de nada. Su corazón estaba partido en miles de trozos. Su corazón jamás volvería a ser el mismo, ni su vida ni ella misma.



***



Todo seguía del mismo color. Blanco. El despacho seguía de color blanco. No lo había cambiado, ni quería hacerlo ¿cuánto tiempo había pasado desde que la persona que más amaba la dejó? Dos años. Tantos días vacíos sin ella. Justo ese día habían cumplido dos años. Justo ese día, habían cumplido dos años desde que la abandonó para siempre. Pero nunca la había culpado de ella.

Delante de ella, tenía los tres papeles que le habían cambiado la vida por completo.

El primero era el documento que habían firmado juntas cuando se casaron. Era el papel que dejaba claro que ella era su esposa, que se habían unido por amor. Ese papel era al que tanto cariño.

El siguiente papel, era el papel azul que vio antes de encontrarse el cuerpo muerto de Tiffany. Ese papel era el causante de todo. Era un documento médico, donde decía que Tiffany padecía de cáncer, un tumor, que le quedaban pocas semanas de vida. Ese documento se lo dieron unas semanas antes de lo sucedido. Eso era de lo nunca le había hablado, lo que la preocupada. Durante todo ese tiempo se había preguntado porque no le dijo nada, pero no la culpaba.

Y el último papel, le tenía mucho respeto y miedo a la vez. Ese papel lo firmó ella misma, pensando que era otra cosa, y no lo que era en realidad. Tiffany sabía lo que le iba a pasar, y antes de que ocurriera, hizo su testamento. Ese papel era un documento que decía, de su puño y letra, que la empresa y la marca que ella tenía, pasaba a ser de CL. Había heredado todo lo que Tiffany tenía.

En cuanto lo supo, tan solo quería que la tierra se la tragase. No quería encargarse de ello, no quería que la imagen que dio Tiffany la destrozara ella. Pero tomó las riendas de la empresa, y ahora, esta estaba en lo más alto del mercado, los diseños que ella promocionaba, era lo que más buscaba las celebridades. Su empresa había pasado a ser la mejor de todo el país, y de manera internacional. Todo lo hizo por ella.

-CL, ya está todo, cuando quieras -Jiyeon, asomó por la puerta del despacho, dándole un toque de atención, sacándola de su cabeza.

-Voy, un momento -No pasaba ni un día sin que pensara en Tiffany. Y nadie había sabido ocupar su corazón como ella lo había hecho en tan solo unos meses. Jamás habría nadie como ella.

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