jueves, 23 de junio de 2016

(SimDdy) You are my eyes -MiniSerial- Capitulo 4


Nota: Por fin llega el momento romantico, bello, el que todos queremos que llegue. ¿Pero será todo bueno? No sé, eso lo tendréis que descubrir leyendo el capitulo ¿no? Que por cierto, es el penúltimo. Es decir, el siguiente que publique, será el último y se acabará. ^^

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Aquel día era el día. Se había levantado incluso antes de lo normal para poder darse una ducha y arreglarse como debía. Pero antes tenía que hacer todas sus tareas de casa.

Como buenamente y mejor pudo lo hizo todo, así su madre no tendría de que quejarse después. Él había cumplido con su parte acordada y tenía que ir oliendo a rosas al encuentro de Jongseok.

Incluso se había levantado cantarín. A cada rato tarareaba alguna canción que estaba de moda o alguna que se iba inventando sobre la marcha. Cualquiera que lo viera diría que estaba bastante animado. Tenía sus buenos motivos para estarlo.

Ese día conseguiría que Jongseok abriera su corazón a él. Tenía la corazonada de que sería así y sus corazonadas nunca fallaban. Así que estaba más que eufórico y deseoso por que llegara la hora de ir a buscarlo.

-¿Ya te vas? Si acabo de llegar yo -Cuando estaba a punto de marcharse, su madre apareció en la casa cargada de bolsas con comida.

-Si ya sabes que siempre me voy a esta hora. No victimices, madre -Sabiendo perfectamente que era una broma, se acercó hasta darle un tierno beso en la cabeza a la mujer.- No sé a qué hora volveré, hasta luego.

-Ten cuidado, Youngjin -Y tras despedirse de ella, salió de su casa casi dando saltos.

Estaba muy ansioso por llegar hasta la casa de Jongseok, pero sobre todo de verlo. De poder observarlo durante todo lo que durara su paseo, de poder hablar con él y de poder observar lo hermoso que era incluso cuando estaba tan serio.

¿Cómo pudo estar tan lejos durante tantos años teniendo un amigo como aquel? Ni él lo sabía pero Jongseok, de una manera o de otra, había acabado robándole poco a poco trocitos de su corazón.

Hacía un día espléndido también. El sol reinaba en el cielo azul sin ninguna nube que lo estropease. Aquello era una señal que indicaba que todo en ese día le iría genial. Motivo por el que quería llegar cuanto antes a encontrarse con Jongseok.

Se apresuró en llegar cuanto antes, pero no demasiado. Si no acabaría sudando y no quería ir oliendo mal. Aunque acabó llegando bien. Respiró hondo antes de tocar el timbre de la casa de su amigo cuando se detuvo ante la puerta, pero no le dio tiempo ni a reaccionar cuando esta se abrió de par en par.

-Sabía que ya estabas aquí -Jongseok estaba allí plantado. Preparado para su paseo diario.

-Vaya, vas mejorando, eh. Te anticipas a mí aunque decida llegar un poco antes -La destreza de su amigo para desenvolverse le sorprendía cada vez más.

-Es todo por tu culpa. Hueles a esa colonia barata a kilómetros de distancia. Es normal que sepa cuando estás llegando -Como siempre, su respuesta lo descolocó pero también le causó gracia.

-Mejor no respondo a eso último -Riendo se echó a un lado para que Jongseok pasase sin que él le molestara.

Tras dejar la casa bien cerrada ambos chicos comenzaron su paseo. Uno al lado del otro, sin llegar a tocarse.

Una suave brisa se había levantado, refrescándoles un poco. Todo parecía perfecto, pero cuando se fijó en el rostro de su amigo comprobó que iba más serio de lo normal.

-Oye, Jongseok ¿pasa algo? ¿No quieres ir hoy a pasear? -Ya no se cortaba ni un pelo al decir las cosas por miedo a como reaccionase. Su amigo se había acostumbrado a eso ya.

-No pasa nada ¿debe pasar algo? -Tan serio como de costumbre, tal vez fuese solo su imaginación que le estaba pasando una mala jugada.

-Nada, nada. Serán imaginaciones mías -Y la conversación se acabó ahí. No es que Jongseok le diera mucha. Aún seguía algo receptivo con él a pesar de que cuando se relajaba, era mucho más conversador y divertido.

En realidad el paseo fue pasando sin nada en especial. Incluso no era como siempre y eso preocupaba y desilusionaba a Youngjin. No era para nada lo que esperaba. Se suponía que todo tenía que salir bien. Tal vez sus corazonadas comenzaban a fallar.

Pero cuando ya les tocaba dar media vuelta y volver, Jongseok le pidió que si podían sentarse aunque fuese en un simple banco, con la excusa de que necesitaba descansar.

Youngjin lo veía como una excusa porque nunca lo hacía. Alguna vez él le había preguntado si estaba cansado y siempre le decía que era fuerte. Así que el hecho de que le pidiese que descansaran le extrañó bastante. Podía ser que sí que pasara algo.

Tras acompañarlo hasta un banco de piedra que encontró, dejó que Jongseok se sentara solo. No era por nada, pero si le ayudaba seguro que le regañaba y no quería ponerlo de mal humor con lo raro que estaba.

Se sentó a su lado pero sin quitarle la mirada de encima. No podía dejar de observarle y pensar qué podía pasar en esos momentos por esa cabeza con tanto cabello oscuro.

-Oye, Youngjin, ¿puedo hacerte un pregunta? -Después de estar unos minutos allí sentado sin cruzar palabra, Jongseok se atrevió a romper el silencio, para alivio del otro.

-Sí, claro. Pregunta.

-¿Por qué sigues insistiendo en estar conmigo? -Aquella pregunta parecía muy clara, pero a Youngjin lo confundió al no saber el motivo por el que se la había realizado.

-¿Y por qué no iba a estar contigo? No me has hecho nada malo. Además, me gusta estar contigo ¿sabes? Me siento bien a tu lado -Intentó tomarse bien su pregunta. A veces era muy desconfiado y aunque no le gustaba que lo fuese con él, entendía sus motivos.

-Eso no es verdad -El tono que Jongseok utilizó era tan frío como un congelador en pleno invierno.

-Claro que lo es. No soy tan tonto como para estar con alguien que no quiero estar. Si de verdad no me sintiera bien contigo, no estaría aquí. Eso tenlo por seguro porque es así -Como deseaba a veces que pudiera estar en su mente y que no dijera cosas que no eran así.

Jongseok guardó por un momento silencio antes de continuar con sus preguntas.

-¿Y cuándo piensas alejarte de mí? Tal vez no sea bueno para ti estar a mi lado en ningún momento. Y mucho menos cogerme cariño.

-¿Y tú cómo sabes que te estoy cogiendo cariño? -Dejando a un lado las otras palabras tan feas que dijo, Youngjin se centró en las últimas.

-Supongo que si no te has ido aún porque estás cómodo conmigo, es porque me has cogido cariño ¿no es así?

-Mucho supones tú -Normalmente esas cosas se notan en el rostro. Pero claro, Jongseok no podía verle y estaba seguro que lo suponía no solo por eso ¿qué más cosas había descubierto sin que se enterase?

-Pues no deberías. Puedes llevarte un desengaño. No pienses que soy el mismo que antes.

-¿Por qué me estás echando esta charla? Si quiero, te cojo cariño. Y sí sigues siendo el mismo de antes, solo que lo intentas ocultas. A mí no me la cuelas -Por mucho que él insistiera sabía que Jongseok seguiría pensando lo mismo, pero debía intentarlo. Aunque había más. Sus palabras le hacían pensar que había algo detrás.

-Eres un verdadero cabezón.

-Tú no te quedas muy atrás de mí.

-Eres tonto -Fue lo único que Jongseok dijo después de un rato en completo silencio.

-Y tú vas a decir qué te pasa. Estás más raro de lo normal. O me lo dices o no nos movemos de aquí.

-Sabes que si quiero me voy.

-No. Ya no -Youngjin le cogió de la mano y agarrándosela con fuerza le dio a entender que si no comenzaba a contar todo lo que le pasaba no iba a soltarlo.

El silencio volvió a ellos y en cierta manera Youngjin lo agradeció. Por lo menos se calmaría un poco el asunto antes de que siguieran con lo que estaban. Pero todo eso sin llegar a soltarle la mano.

-Esto no es fácil para mí… -Acabó escuchando por parte de su amigo. Ya parecía estar algo más calmado, así que podía considerarlo todo un avance.

-Soy consciente que te cuesta abrirte a los demás porque tienes miedo. Pero tal vez lo que necesites es justo eso. Confiar en alguien y contarle todo lo que pasa por esa cabecita tuya.

-Pero también debes entender que tengo miedo.

-¿A qué?

-Al rechazo, a que me tengan miedo o compasión… a que me cojan cariño…

-No quiero preguntarte el motivo, más que nada porque ya lo sé -Youngjin miró al frente apretando la mandíbula. Se sentía tan culpable por el hecho de que fuera tan desconfiado con la gente que le dolía. Estaba enfadado consigo mismo.- Pero no quiero que tengas miedo a que la gente te coja cariño. Tienes un gran corazón y es normal que se te coja cariño con nada.

-Y si luego les hago daño ¿qué? Seré el culpable y me niego a que encima me miren como un monstruo -Luchar contra la cabezonería de Jongseok era casi imposible, pero él tenía que intentarlo.

-A todos no les podemos caer bien. Y a todos los seres queridos que tenemos le hacemos daño. Si no mírame a mí.

-¿A ti? ¿A quién le has hecho tú daño? -Por el tono de su voz, Jongseok parecía incrédulo ante sus palabras.

-A una persona que siempre ha sido, es y será muy importante para mi. Le fallé en el momento más indicado -Acabó haciéndose daño en la mano que tenía libre de tanto apretarla, pero no podía evitarlo. Se sentía tan impotente y cabreado que quería pegarle a algo para descargar.

-¿A tu madre?

-No -Tras negar a su pregunta, se tomó su tiempo antes de seguir hablando.- A ti. Te fallé a ti.

-Pues no entiendo en qué.

-Porque no estuve contigo cuando sucedió todo. Y sabes a lo que me refiero -Youngjin no dijo nada más. El hecho de pronunciar aquellas palabras le hacía hasta daño. Más que decírselo a su amigo, es como si se lo dijera a sí mismo.

Escuchó un bufido que escapa de Jongseok tras unos segundos en silencio. Posiblemente la había vuelto a cagar y volvería a estar en guardia, por lo que no podría seguir hablando del tema.

-No tienes nada que ver con lo que pasó, fue todo… -Comenzó a decir Jongseok, pero no le dejó acabar.

-Me da igual lo que digas tú, mi madre y todo el mundo. Puede que no estuviese en ese momento, pero me siento culpable. Si no fuese porque te teníamos como objeto de burla, nada de eso hubiese ocurrido. Por lo que la culpa es mía. Y no estuve para evitarlo.

-Eres más cabezón yo -Se limitó a decir. Por lo menos no le había discutido, eso ya lo podría considerar un avance.

-Pero no estamos hablando de mí, sino de ti ¿me vas a decir ya qué te pasa? -Una vez aclarado el tema, volvió a insistir.- Me has dicho que tienes miedo, pero hay más ¿cierto?

-Puede que… después de lo que pasó cuando ya te fuiste a Estados Unidos, te extrañara. Tanto que llegué a odiarte. Cuando me encontraste no pude creer que estabas aquí. Siempre quise que volvieras, me hacías muy feliz. Pero luego me entró el pánico. Estoy ciego y en cuanto lo supieras huirías de mí, como los demás.

-¿Y eso es lo que ha pasado?

-No… estás aquí… cada tarde estás aquí conmigo. Y también me da miedo. Nunca perdí el cariño por la amistad que teníamos después de todo. Pero durante estos días me ha pasado algo más.

Lo que nunca se hubiera imaginado es que Jongseok hubiera abierto tanto su corazón. Estaba contándole muchas cosas. Cosas íntimas. Pero lo último que le dijo fue lo que más atención le llamó ¿Y si había comenzado a sentir lo mismo que él por su amigo?

-¿Puedo… saber el qué? -Jongseok tragó saliva con algo de dificultad. No sabía si quería saber la respuesta a esa pregunta.

-¿Cómo se llama eso cuando el cariño aumenta mucho más por un ser querido y lo único que haces es preocuparte por esa misma persona? -El hecho de que le respondiese con otra pregunta lo desconcertó. Aunque más lo fue la pregunta en sí.

Intentó pensar sobre la pregunta que le había hecho ¿Era retórica o había algo detrás oculto? O directamente le estaba dando demasiadas vueltas y era tan simple como una sola palabra.

-Uhm… ¿Amor? Eso es lo que se llama ¿amor? ¿Es eso?

-Sí, exacto. Amor. Después de un tiempo de estar pensando, he llegado a la conclusión que después de tu llegada y estar unos días contigo, he comenzado a sentir eso que es llamado amor. Lo peor de todo, es que es por ti.

Todas y cada una de sus palabras lo estaban enloqueciendo por dentro ¿Era de verdad todo lo que estaba diciendo o solo una tomadura de pelo?

-¿Lo… estás diciendo de verdad? –Se quedó mirándolo fijamente mientras le cogía el rostro con ambas manos como un acto reflejo. Ni siquiera supo porque lo hizo.

-Claro ¿por qué razón iba a mentir? ¿Y por qué me coges así? Yo no… -Jongseok no pudo terminar la frase porque estaba sintiendo los labios de Youngjin sobre los suyos.

No lo pudo evitar. Tuvo que besarle. Tantos días soñando con aquello y viéndolo tan imposible que necesitaba saborear aquel momento para ver si era real. Y qué mejor que hacerlo con un beso.

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