Nota: ¡Hola a todos! ¿Qué tal van? Bueno, yo empiezo a tener ocupado el tiempo, así que si veis que tardo en publicar o algo, es que estoy con los estudios y más cosas, no os preocupéis que seguiré publicando. Aquí tenéis un nuevo capitulo de Sehun con su hermosa chica, y espero que os guste el lemon. ^^
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Ya se había recorrido su habitación varias veces, pero no podía quedarse quieto, los nervios se lo comían poco a poco.
Le había pedido a un botones que le preparasen una cena estupenda y que le decorasen la habitación lo más romántica posible. La verdad es que se había quedado espectacular. Pero no le tenía que gustar a él, sino a BR.
Al mismo botones, le había indicado que le diera un mensaje a la chica, y que si ella lo rechazaba, que insistiera hasta que aceptara ¿lo habría conseguido?
Quería demostrarle a la chica que no era en verdad tal y como había dado a entender. Si ella no iba y aceptaba cenar con él, no sabía cómo demostrárselo.
Un sonido sordo lo sacó de sus pensamientos. Habían tocado a la puerta. Ansioso, corrió hasta esta, y respirando profundamente para parecer tranquilo, la abrió, encontrándose con la mirada de BR.
-El botones se ha puesto demasiado pesado y he tenido que aceptar ¿qué quieres? –Dijo ella sin esperar a que la invitase a entrar siquiera.
-Pasa y te lo explicare –Sehun se apartó un poco, para que ella pudiera pasar sin problema.
Al principio se mostró algo reacia a hacerlo, pero acabó entrando a la habitación. Se quedó parada en la entrada, observando todo lo que había montado Sehun, mientras este cerraba la puerta tras ella.
-¿Qué es todo esto? –Preguntó ella, refiriéndose a la comida puesta sobre una mesa para dos en medio de la sala, y muchas velas repartidas por todos lados.
-Bueno, quería demostrarte que no soy como he parecido ser y que mejor que invitarte a cenar y lo veas por ti misma.
Sehun le dedicó una tierna sonrisa, para que viera que iba con buenas intenciones. BR pareció dudar pero acabó aceptando cenar con él.
Sehun la acompañó hasta una silla, haciendo que se sintiera como una verdadera dama. Una vez sentada, él hizo lo mismo justo en frente suya.
Ella había venido realmente hermosa. El pelo suelto le sentaba bien. Los labios con un suave tono rojizo y una camisa blanca, junto con unos ajustados pantalones negros que realzaban sus piernas. Estaba realmente exquisita, a Sehun se le ibas los ojos para todos los lados.
-Quería pedirte perdón –Dijo de pronto ella, impactando un poco al chico.
-¿Perdón? ¿Tú a mí? ¿Por qué?
-Por mi comportamiento egoísta. No debí echarte nada en cara –Por el tono de su voz parecía realmente arrepentida, o por lo menos, se sentía algo mal.
-Pero me dijiste toda la verdad. Y ciertamente es que hiciste bien, para que volviera a ser yo mismo, y no me olvidara de ello.
-Aun así no creo que como lo hice fuera la mejor forma de decir.
-Bueno, lo hecho, hecho está. Ahora vamos a olvidar todo eso y a comer, que quiero cenar disfrutando de tu presencia.
BR no le respondió. Parecía haberse sonrojado ante sus palabras, y para evitar el momento, se dispuso a probar la comida. Sehun se limitó a imitarla, con una picara sonrisa en el rostro.
-Espero que sea de tu agrado. No sabia exactamente que comida te gustaba –Comentó el chico al retar de estar con la cena. A ella la veía bastante hambrienta y eso le causaba gracia.
-Esta deliciosa. He hecho bien en quedarme.
-De eso quería hablarte yo.
Ella dejó de comer y lo miró. Dejó sus cubiertos a un lado y se dispuso a escucharlo, bastante intrigada.
-No quisiera que después de lo ocurrido esta mañana, no hablásemos. Después de lo que me contaste, de que vivías en mi mismo barrio antes de irme, y que ahora, en otro país, nos hayamos encontrado, no me parece que sea una simple casualidad.
-Si deduzco por tus palabras, me quieres decir que nos llevemos bien de nuevo ¿no?
-Quiero algo más BR –Puntualizó Sehun. Había estado meditando durante toda la tarde respecto que debía hacer, y quería llevarse a BR de allí como algo más que una simple conocida.
-¿Qué quieres decir? –Preguntó ella sin entenderlo.
-Que quiero que seas mi amiga.
-¿Eso era lo que me querías decir y por lo que el botones a insistido tanto? –Acabó preguntando BR tras unos segundos en silencio.
Sehun asintió con algo de temor por haber fastidiado el momento y la chica ya no quisiera dirigirle más la palabra.
-No quiero ponerme cabezona así que seré sincera y te diré lo que realmente quiero, deja a un lado el orgullo… está bien, Sehun, quiero ser tu amiga.
Aun sin saber si créeselo o no, las palabras de BR, al chico se le escapó un pequeño sonido al escuchar que si que seria su amiga ¿Qué le había hecho esa chica durante esos días para que le importara tanto que fuese su amiga?
-Pues si que te ha sentado bien que aceptara ser tu amiga –Comentó ella al verlo casi dando saltos en la silla.
-Es que es un gran paso para mí. Además, no sé que me pasa, me siento diferente cuando estoy contigo. Me siento muy tranquilo y seguro de mi mismo, y eso me gusta.
Sehun se detuvo un momento para analizar cada una de las palabras que había pronunciado. Había pensado en voz alta, no quiso confesarle aquello, y provoco que BR volviera a sonrojarse.
-No tenía ni idea que sintieras eso cuando estás conmigo –Dijo la chica casi en un susurro.
-Ni yo mismo lo sabía –Sin saber que hacer a continuación, sentándose de buenas maneras en l asilla, ya que después de su arrebato de alegría se había movido.
La cena terminó en silencio. Ambos se encontraban nerviosos y no se atrevían a pronuncias algo por no decir ninguna estupidez. Pero Sehun tenía que pensar algo que decir o hacer para que BR no se fuera. Quería pasar más tiempo con ella.
-¿Te parece que salgamos un poco al balcón? Así tomamos un poco el aire y vemos el paisaje por la noche –Acabó diciendo lo primero que se le ocurrió, pensando tras decirlo que había sido algo tonto y que BR lo rechazaría, pero no fue así. La chica accedió con una amplia sonrisa a salir con él.
Antes de que cambiara de opinión, Sehun se puso en pie y fue directo a abrir la puerta del balcón. Le cedió el paso a ella, para que fuese la primera en salir e ir él justo después.
-La ciudad se ve muy hermosa por la noche con todas las luces ¿no crees? –Dijo BR sacándolo del trance en el que había entrado, observándola, completamente embobado. Le resultaba demasiado hermosa esa noche. Aunque en realidad, de por sí ya era muy hermosa.
-Hoy todo es hermoso –Acabó murmurando, con una voz un tanto melosa. BR extrañada por su reacción se giró para mirarlo y fue cuando sus miradas se encontraron.
-¿Todo? –Preguntó BR, ya pasados unos segundos de estar en esa posición, mirándose a los ojos.
-Sí, todo. Tú incluida –Y antes de que la chica pudiera oponerse, Sehun tomo su rostro entre sus manos y lentamente, acercó sus labios a los de ella, hasta que se fundieron en un beso.
Al principio algo tímido, pero el beso fue volviéndose más dulce y perfecto, como si ambos hubieran pasado mucho tiempo besándose y ya supieran que debían hacer.
No fueron conscientes del tiempo que pasaba, pero no se separaban. No dejaban de besarse, tiernos y cariñosos, ninguno quería detener ese mágico momento.
Sehun nunca se había sentido tan bien al besar a una chica. Era como si flotase y una corriente de alegría recorriera todo su cuerpo. Necesitaba más de eso. Agarro a la chica por la cintura, pegándola a él, no permitiría que se fuera, no esa noche. La quería solo para él.
BR no se opuso a nada, parecía estar dispuesta a seguir tanto como él. Poco a poco fueron entando de nuevo a la habitación, pero sin dejar de besarse en ningún momento.
Cuando se dejaron caer sobre la cama, Sehun se posicionó sobre ella, besándola lenta y dulcemente, disfrutando del contacto de sus sedosos labios, de su sabor y de como ella estaba disfrutando con él.
Sin ser consciente del todo, lentamente se fueron quitando la ropa, acariciándose lentamente cada trazo de piel que encontraban.
Él ya casi desnudo, solo con sus boxes puestos aun, no dejaba de acariciar sus costados, provocándole, excitantes escalofríos que la revolvían bajo él.
Sehun estaba tan concentrado que se extrañó del comportamiento de BR, cuando dejó de besarlo y le pidió e un susurro que parase.
-¿Qué pasa? ¿He hecho algo malo? –Dijo en seguida él, ya algo preocupado.
-Esto no está bien, se supone que los amigos no hacen estas cosas –BR murmuró muy bajito, pero en su voz había algo que a pesar de decir que no estaba bien, deseaba que siguieran.
-Dime una cosa –Sehun la miró directamente a los ojos, con la luz de las velas aun encendidas, y lo poco que podían ver con ellas.- ¿A ti no te estaba gustando? ¿A caso o disfrutabas tanto como yo?
La chica guardo silencio por momentos. Sehun sabía que a pesar de todo, ella se deleitaba tanto como él, pero si BR no quería, no seguirían con aquello.
Pero para su sorpresa, ella lo besó de nuevo. Un pequeño beso que le dio a entender que estaba dispuesta a seguir adelante. Una sonrisa se le dibujó a Sehun antes de devolverle ese beso.
Volvió a comenzar las caricias, esta vez, dejando un caminito de besos por su suave cuello, con cortos y húmedos besos. Recorrió el cuello de la chica, cuya respiración comenzaba a ser algo más profunda que antes.
Decidido, Sehun siguió descendiendo con los besos, ahora por su clavícula. Como la chica se encontraba sin su camisa ya, era todo mucho más fácil. Sin detenerse, descendió hasta sus pechos, aun ocultos bajo el sujetador. La hizo elevarse un poco, y con una mano lo desabrochó ágilmente, y con un suave tirón, ya tenía a la vista sus pequeños y perfectos pechos ante él.
Con la mirada de BR puesta en él, Sehun acercó sus labios hasta uno de sus pezones. Quería sentir como la chica se estremecía, como gozaba mientras él se entretenía lamiendo su pezón, hasta que consiguió endurecerlo.
Cuando absorbió parte de su pezón, Sehun escuchó como de sus labios salía un suspiro. Sus ojos brillaban con cierta intensidad excitante. Estaba más que seguro que aquello la estaba complaciendo.
Pero quería seguir con algo más, quería regocijarse de cada rincón de su cuerpo. Y así fue como siguió descendiendo, recorriendo su piel paulatinamente, usando su lengua. Iba dejando un caminito de saliva por donde pasaba.
No se detuvo cuando estuvo a la altura de su ombligo, siguió bajando. Con sus manos, desabrochó el pantalón de ella y se lo quitó, sin separar los labios de su piel. Sintió como ella contenía por un momento su respiración cuando a la misma vez le quitaba su ropa interior, dejándola ante él completamente desnuda.
Ella lo miraba tímidamente, pero su cuerpo de mujer lo atraía, encendiendo en él la pasión y el deseo por ella.
Ya desnudo también, como ella, se recostó junto a ella. La hizo colocarse de lado, de tal manera que le diera la espalda. Tenía un suave y precioso trasero, al cual quería sentir bien cerca suya. Pegando su cuerpo al de la joven, comenzó a susurrarle al oído lo hermosa que era, y lo mucho que la deseaba, que estaba empezando a volverse loco por ella, mientras que ayudándose de una mano, acercó su miembro al sexo de ella, y poco a poco, la penetró.
Una vez dentro de ella, ambos se estremecieron ante ese contacto. Con suaves movimientos de cadera, Sehun comenzó a entrar y salir de ella, arrancando de sus labios unos suaves suspiros de placer que lo enloquecían por momentos.
Mientras hacían el amor, la acariciaba, con ternura. Quería disfrutar de ella, y que BR estuviera mejor que nunca. Que ambos gozaran del momento y así fue. El tiempo pasó entre gemidos suaves y movimientos cargados de placer, hasta que ambos llegaron a un placentero y deseado orgasmo.
Ya acabos y abrazados en la cama, aun desnudos, BR, murmuró cerca de su oído.
-Los amigos no hacen esas cosas ¿qué somos ahora?
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