jueves, 30 de junio de 2016

(YeWook) A second chance to make you happy -Serial- Capitulo 5


Nota: ¡Hooola! ¿Qué tal estáis? ¿Con ganas de que llegase este capitulo? e__e Espero que os guste y lo disfruteis. Pero no os emocionéis mucho, quizás las cosas no acaben como parece que lo harán (?)

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Por fin habíamos llegado a mi casa. Por el camino RyeoWook me había pedido si podía quedarse porque no quería ir a casa de sus padres y ser interrogado nada más entrar por la puerta. No al menos en aquel momento. Obviamente, acepté.

-Es bonita. -Dijo nada más entrar, mirándolo todo como un niño curioso.

-Y pequeña. -Añadí, yendo con él hacia el salón.

-Pero eso no importa. A mí me gusta. -Aseguró, sonriendo un poco.

-Me alegro. -Le devolví aquella sonrisa.

No habíamos hablado demasiado de camino hacia mi casa. Todo había pasado tan rápido que aún estábamos asimilando los hechos. Pero poco a poco los temas de conversación iban saliendo solos.

-Si quieres puedes dormir en mi cama. Yo me apañaré con el sofá. -Le dije, asumiendo que por desgracia no tendría pensado dormir conmigo.

-Si quieres… -Me respondió tras parecer pensativo.

-¿Quieres que te deje algo para dormir?

-Me gusta dormir desnudo. -Confesó. Después se echó a reír, seguramente por mi expresión al escucharle.- Hay confianza ¿No? No es como que le haya dicho eso a todas las personas con las que me he quedado a dormir alguna vez.

-Lo sé. Simplemente no me esperaba que fueras a decirlo. -Dije, riendo de forma inevitable. Intenté no visualizar aquella tentadora imagen. Fallé.

-Además, creo recordar que no hay nada que no hayas visto ya. -Dijo, esta vez un poco más serio. Pero se notaba que estaba intentando no volver a reír.

Esta vez lo que hice fue recordar su cuerpo con todo detalle. Aparté de mi cabeza esas imágenes lo más rápido que pude. No podía estar pensando en esas cosas ¿O sí?

La conversación no avanzó mucho más después de eso. Fui a mi habitación a coger lo que solía ponerme para dormir y le dije que cuanto quisiera podía irse a descansar. Se despidió de mí con una sonrisa y se encerró en mi habitación. Yo fui al baño para cambiarme allí y una vez lo hice, me eché en el sofá.

Pero no podía dormir. No solo era lo incómodo que estaba y que los golpes de Kyuhyun aún dolían. Era el hecho de pensar que RyeoWook estaba tumbado en mi cama, desnudo. Tan cerca y a la vez tan lejos. Dejé salir un largo y pesado suspiro, volviendo a cambiarme de posición. Me estaba volviendo loco. Incluso se me pasó por la cabeza el ir y meterme en la cama con él. Pero podría decirme de todo e irse también de mi casa.

No sabía qué hora era ni cuanto llevaba dando vueltas en el sofá. Tenía el móvil justo a mi lado así que estiré el brazo y lo cogí para ver la hora. De paso me di cuenta de que tenía un mensaje. Vi que era de Yura así que no me molesté ni en leerlo. Eran las 3:40 ¿Tan tarde habíamos salido de casa de KyuHyun o es que el tiempo intentando dormirme había pasado casi sin darme cuenta?

También noté que la batería del móvil estaba a punto de acabar, al día siguiente iba a necesitarlo y no sabía si me daría tiempo a cargarlo. Pensé que lo mejor sería dejar que lo hiciera durante la noche. Pero oh, sorpresa. El cargador estaba en mi dormitorio.

He de reconocer que tampoco me lo pensé mucho. Parecía haber estado buscando una excusa solo para entrar allí. Me sentía como un pervertido pero eh, debía cargar el móvil.

Abrí la puerta con cuidado para no despertarle y caminé alrededor de la cama hasta la mesita de noche donde tenía el cargador. Pero estaba dentro de un cajón donde habían muchas cosas así que a oscuras me iba a costar encontrarlo. Tuve que encender la lamparita de la mesita. Vaya, qué pena.

Me esforcé para no hacerlo, pero inconscientemente se me escapó una mirada hacia él. Estaba dormido, como era de esperar. No podía ver si de verdad estaba completamente desnudo porque iba tapado con la sábana hasta la cintura, pero solo imaginarlo me ponía nervioso. Estaba realmente sexy. Demasiado.

Logré concentrarme en lo que había ido a buscar y abrí el cajón lentamente para intentar hacer el menor ruido posible, pero no estaba allí. Fruncí el ceño. Si no era ahí ¿Dónde podía estar? Busqué en otro cajón, pero tampoco estaba. Me fui a la mesita del otro lado de la cama a ver si había más suerte, intentando desesperadamente no mirar a RyeoWook mientras lo hacía.

-Estás más delgado. -Se escuchó decir a Ryeowook con voz adormilada. Admito que me asustó un poco y di un ligero bote.

-Eso es porque no has estado tú para alimentarme bien. -Le respondí en voz baja, bromeando.- Lo siento si te he despertado.

Él negó con la cabeza y se estiró un poco bajo la sábana.

-No pasa nada. -Esbozó una tierna sonrisa y giró el cuerpo hacia el lado donde yo estaba.- ¿Qué buscas?

-El cargador del móvil. Necesito tenerlo cargado para mañana, pero no lo encuentro. -Respondí, retomando mi búsqueda por los cajones antes de fijarme demasiado en la imagen tan bonita que el chico me estaba ofreciendo.

-Vaya. -Su sonrisa se amplió un poco.- Creo que lo he visto en el salón cuando hemos llegado aquí. -¿En serio? Qué vergüenza. Ahora sí que no había excusas para no quedar como un pervertido que solo quería verle desnudo.- Si querías dormir aquí solo tenías que decirlo. -Añadió.

-No me había dado cuenta de que estaba allí. -Realmente ni lo había buscado por el salón. Había entrado a la habitación directamente, casi sin pensarlo.

-Seguro que sí. -Me siguió con la mirada mientras me alejaba de la mesita.

-Entonces creo que será mejor que vuelva y…

-Siéntate, por favor. -Me pidió antes de dejarme terminar la frase.

Le hice caso, de nuevo sin necesidad de pensarlo dos veces. Sentía que aquello no era lo correcto, pero me daba igual.

RyeoWook se incorporó un poco, sentándose a mi lado y dejando que la sábana le cubriera tan solo de la cadera hacia abajo. Su pecho y sus brazos estaban completamente al descubierto. Me esforcé por no bajar la mirada hacia su torso y seguir centrándome en su rostro.

-Quiero darte las gracias. -Me dijo.

-¿Por qué? -No lo entendía. Por mi culpa estaba mal con su novio.

-Creo que me has abierto los ojos con algunas cosas.

-¿Con qué cosas? -Pregunté, prestando muchísima atención a lo que tuviese que decirme.

-Tenías razón cuando has dicho que si hay alguien que a pesar de todo va a estar ahí, eres tú…

Aquello, inevitablemente, me hizo sonreír.

-Bueno, más vale tarde que nunca.

-A veces ya es tarde cuando uno ve las cosas. -Me respondió, bajando un poco el tono de su voz. Como si pensar en ello le desanimase.

-Este no es el caso. -Le aseguré con sinceridad, atreviéndome a mirarle a los ojos.

Le sonreí un poco y él me devolvió la sonrisa antes de bajar la mirada con timidez hasta sus propias manos.

El amor que volvía a sentir por él, todo lo que le había echado de menos, el poder estar de nuevo juntos de aquella forma, la intimidad del momento, sus palabras, la tentación de tenerle en mi cama y sin ropa… Todas esas cosas crearon una combinación que me llevó a ser capaz de hacer algo que hacía no mucho tiempo habría visto poco probable.

Llevé una mano a una de las mejillas de RyeoWook y le hice levantar la cabeza un poco, despacio y con delicadeza. Él al principio me miró con los ojos un poco más abiertos de lo normal, claramente sorprendido ante lo que yo estaba haciendo. Pero pronto su mirada bajó hasta mis labios entreabiertos. Sin apartar la mano de su rostro y moviendo los dedos lentamente para acariciar aquella zona, giré un poco el cuerpo hacia él. RyeoWook hizo lo mismo. Su mano fue a parar a mi espalda, dudando un poco al principio, pero acabando por abrazarme.

¿Debíamos seguir? Lo cierto es que no me importaba si no era así. Si hubiese dicho que hacía años que no me sentía tan vivo, no habría mentido. Mi corazón latía acelerado y mis ojos no podían dejar de mirar los suyos. Sus sonrojadas mejillas y el tacto de sus manos en mi espalda me hacían desear dar un paso más. Ambos unimos nuestros labios poco a poco, indecisos al principio. Me sorprendió ver que él también se acercaba. Lo agradecí. Me hacía sentir un poco más seguro.

El sabor y la calidez de sus labios, su forma de besarme… Todo era tal y como lo recordaba. Al principio el beso era lento y dulce, como si tan solo nos estuviésemos poniendo a prueba, tanteando el terreno y viendo si podíamos seguir. En cuanto RyeoWook pasó el otro brazo por mi cintura para abrazarme con más fuerza, algo cambió. Nuestros besos comenzaron a ser más intensos y desesperados tras lo que había parecido una eternidad sin unir nuestros labios. Y así hasta que RyeoWook acabó sentado sobre mis piernas, cara a mí, besándome con tanta pasión como yo a él.

Usé una de mis manos para acariciarle prácticamente toda la espalda con los dedos. Quería recorrer cada centímetro de su piel. La otra no dudé mucho en dirigirla a su trasero. Recordé que iba completamente desnudo en cuanto, al poner la mano sobre aquella zona, entró en contacto directo con su piel. Había estado tan concentrado en sus palabras y mis dudas que aquel hermoso detalle había sido ignorado por completo, hasta ese momento. No pude evitar sonreír y clavar un poco los dedos en su glúteo, apretando y acercándole más a mí como consecuencia. A él no pareció molestarle, pues me correspondió con un suave mordisco en el labio inferior y un suspiro.

Separó sus labios de los míos.

-Creo que es ahora cuando más cuenta me doy de lo mucho que te he echado de menos… -Murmuró antes de volver a besarme. Ni siquiera me dio el tiempo de responder antes de atacar mis labios una vez más, como una fiera.

En mitad de aquel nuevo beso RyeoWook se echó hacia atrás, arrastrándome con él y haciéndonos caer para tumbarnos. Yo, que había quedado encima suya casi por completo, llevé una mano hasta su torso y empecé a acariciarlo de la misma forma que había hecho con su espalda. Incluso jugueteé un poco con sus pezones, rozándolos con los dedos cada vez que me acercaba a ellos. Aparté la molesta sábana de entre nosotros y me pegué a su cuerpo todo lo que pude. Yo llevaba los pantalones cortos del pijama puestos, pero intuía que no iban a durar ahí mucho más.

Separó las piernas para dejar que me acomodase entre ellas y llevó de nuevo las manos a mi espalda. Pilló mi labio con los dientes sin hacer mucha fuerza y en vez de morder y soltar directamente, tiró hacia él antes de llegar a liberarlo. Ahí sí que apretó más poco al morder, llegando a hacerme un poco de daño. Pero lejos de molestarme, lo que provocó fue que me excitara y deseara más de él.

Empujé mis caderas hacia delante, apretando más nuestros excitados y acalorados cuerpos entre si. Podía notar a la perfección como su miembro erecto rozaba y presionaba el mío en cada movimiento, en las mismas condiciones. Noté que intentaba quitarme los pantalones con una mano, así que levanté las caderas un poco para que pudiera hacerlo con más facilidad. También se deshizo de la ropa interior y me bajó ambas prendas más o menos hasta las rodillas. Llevó las dos manos a mi trasero, ahora al descubierto y lo agarró fuertemente para apretarme más con él. A ambos se nos escapó un excitante suspiro cuando nuestros miembros entraron en contacto directo el uno con el otro. Volvimos a unir nuestras bocas en un beso aún más desesperado y húmedo que los anteriores, acariciando nuestras lenguas y dando pequeños mordisquitos en los labios del otro de vez en cuando.

Empecé a mover mis caderas en un lento pero intenso vaivén, provocando un excitante roce entre nuestros ya totalmente despiertos miembros. Suspirábamos sobre los labios del otro cada vez que aquel roce se producía. Habíamos dejado de besarnos pero nuestros rostros seguían muy cerca y nuestros labios, casi pegados. Nuestros ojos se buscaban con deseo y nuestras manos parecían querer poder alcanzar cada parte del cuerpo del otro al mismo tiempo.

-JongWoon… Necesito que me hagas el amor como solías hacerlo. -Susurró al acercar los labios a mi oído. Tras hablar pilló el lóbulo de mi oreja entre los labios y tiró con mucho cuidado de este, lamiéndolo un poco de paso. Me estremecí al sentir su cálida, húmeda y suave lengua en aquella zona tan delicada para mí, pues era uno de mis mayores puntos débiles. Me iba a acabar volviendo loco.

Tardé un poco en reaccionar a lo que acababa de escuchar. Eso fue lo que terminó de eliminar de mí cualquier minúscula duda que pudiera quedar. Y la forma en la que me lo había dicho… Estaba totalmente rendido a sus pies y deseando complacerle.

Muy a mi pesar, me separé de RyeoWook y me levanté de la cama para terminar de quitarme la ropa. Sentía su mirada sobre mi cuerpo, analizando cada parte de mi anatomía. Cuando estuve completamente desnudo volví a fijar mis ojos en él y lo que vi me dejó sin palabras. Allí estaba, desnudo, mirándome de esa forma tan sucia mientras se relamía los labios y mantenía las piernas abiertas solo para mí, dejando a la vista lo cachondo que estaba y sin tener intenciones de ocultarlo. Fue lo mejor que había visto en años.

-Ven aquí. -Dije, casi como una orden. Ahora era yo quien no podía apartar la mirada de él. Qué cuerpo.

Me hizo caso, incorporándose un poco para acercarse. Pero en vez de bajarse de la cama, lo que hizo fue arrodillarse a la vez que me daba la espalda y se dejaba caer hacia delante con los codos apoyados en el colchón. De esta forma, quedó a cuatro patas y con aquel hermoso trasero que tenía a mi total disposición. Todo el deseo que se apoderó de mí fue suficiente para hacerme suspirar.

Me acerqué por detrás y apoyé las rodillas en la cama, dejando una pierna a cada lado de las suyas y sus glúteos pegados a mi vientre. De esa forma pude inclinarme hacia delante y apoyar el pecho en su espalda, quedando sobre él. RyeoWook agachó su cabeza y me dejó vía libre para empezar a repartir pequeños besos por su nuca. Escuchar sus suspiros me hacía querer seguir con aquella provocación. Llevé una mano a su torso y empecé a acariciarlo con las yemas de los dedos, bajando poco a poco hasta su vientre y de ahí hasta la base de su miembro, el cual acabé rozando con esos mismos dedos. Noté como su respiración se alteraba levemente con esos ligeros toques. La otra mano la acerqué a su boca y no dudó en abrirla para dejar paso a mis dedos. Los lamió, acallando con ellos los suspiros que le estaba provocando con mis besos y caricias. Cuando estuvieron lo suficientemente húmedos los retiré de su boca. En vez de separarme de golpe, fui bajando los labios por su espalda con mucha dulzura, recorriendo su columna con besos hasta llegar a donde empezaba su trasero, sintiendo como su respiración se aceleraba y su piel se erizaba bajo mi cuerpo. Entonces paré y me separé, poniéndome en pie de nuevo.

A pesar de no hablar, sabíamos perfectamente cómo iban las cosas. Él separó un poco sus piernas y con ayuda de una mano separé sus glúteos para acceder mejor a su entrada. Usé los dedos que él mismo había estado lamiendo con tanto interés para empezar a acariciar aquella delicada zona por fuera, haciéndole suspirar intensamente con cada caricia. Giró la cabeza lo que pudo hacia mí para mirarme y se mordió el labio de forma tentadora. Sonreí al ver aquello y volví de nuevo mi atención a lo que estaba haciendo. Empujé cuidadosamente el primer dedo hacia el interior de su cuerpo, introduciéndolo poco a poco para volver a sacarlo de la misma forma y así una y otra vez. Al principio estuvo un poco tenso, pero no tardó en relajarse y disfrutar de lo que le hacía de paso que lo dilataba. A aquel dedo se le sumó el segundo y empecé a moverlos con delicadeza dentro de él, haciendo círculos o movimientos de tijera para ensancharlo un poco más. Pasados un par de minutos RyeoWook empezó a mover sus caderas hacia mí, seguramente buscando algo más grande que un par de dedos. Sus suspiros se habían transformado en silenciosos jadeos. Supe que ya estaba preparado. Y menos mal, porque mis ganas de retirar los dedos y hacerle el amor tal y como me había pedido aumentaban por segundos.

Pero en vez de hacerlo directamente en aquella postura, le empujé con cuidado para hacerle caer tumbado en la cama y que se diese la vuelta para quedar boca arriba de nuevo. Me miró sin entender por qué hacía eso cuando él mismo ya se había colocado antes, así que no dudé en explicarlo mientras me recostaba encima de él, separaba sus piernas con mis manos en sus muslos y miraba sus ojos.

-Quiero mirarte a la cara mientras te lo hago. Echo de menos ver esa expresión de placer que ponías y que tan loco me volvía.

RyeoWook cambió su expresión de confusión por una amplia y juguetona sonrisa.

-La verás, no me cabe duda.

Le devolví la sonrisa y me incliné hacia delante para dejar un beso en sus labios. Lo correspondió encantado. Llevé una mano a mi propio miembro y me eché hacia delante para acercarme más. Lo dirigí a su entrada y la acaricié con el glande varias veces, lentamente. Aquello no solo le hizo suspirar a él. A mí también. Me acomodé y poco a poco empecé a penetrarle, empujando mis caderas con cuidado hacia delante. RyeoWook hizo una pequeña mueca de dolor y jadeó repetidas veces conforme más me adentraba en él. Yo me mordí el labio, aguantando las ganas de empezar a moverme de inmediato. A pesar de haber estado preparándole seguía siendo estrecho y era imposible no sentir el placer que sentí nada más hundirme en él. Pero paré porque no quería hacerle daño. Aun así no tardó demasiado en pedirme más.

-Sigue, por favor… Me da igual si duele un poco. Quiero que lo hagas ya. -Suplicó con susurros y la voz levemente entrecortada.

Apoyé las manos en la cama, una a cada lado de su cuerpo y levanté de esa forma un poco el torso para poder mirarme mejor a la cara. Él separó aún más las piernas y yo eché las caderas hacia atrás para salir y volver a penetrarle despacio. RyeoWook soltó intenso y prolongado suspiro y yo jadeé. Empecé a moverme de forma constante pero controlada.

-¿Tantas ganas tenías? -Murmuré, observando sus ojos y viendo el deseo en ellos. Sus labios se mantenían entreabiertos, soltando suspiros. Sonrió a mi pregunta.

-En todos estos años lo he deseado unas cuantas veces, no te voy a mentir. -Me confesó. Ambos sonreímos.

Mis movimientos ya eran más acelerados que al principio. A RyeoWook se le escapó un gemido. Joder, como había echado de menos aquel sonido. Abrazó mis caderas con las piernas y subió una mano hasta mi cabeza, entrelazando los dedos en mi pelo y tirando un poco de este. En su rostro podía verse perfectamente el placer que estaba sintiendo, tal y como yo había querido al elegir hacerle el amor de esa forma. Por mi parte, no podía estar más excitado y el placer que sentía no se quedaba atrás. Poco a poco iba aumentando la velocidad de mis caderas, dejándome llevar por el momento y por el inmenso deseo que sentía por aquella persona.

-Ay, mi tonto… Cuanto echaba de menos tenerte así… -Se le escapó entre un gemido y otro. Sonreí de medio lado, aumenté el ritmo e intenté penetrarle con un poco más de profundidad.

-¿Ah, sí…? -Dije, acercando los labios a su cuello y besando ahí de vez en cuando, dejando mi respiración y mis jadeos chocar contra su piel.

RyeoWook echó la cabeza hacia atrás, gimiendo de una forma más sonora y dejándome un mejor acceso a su precioso cuello. No lo pensé ni un momento. Lo ataqué con los dientes y mordí hasta dejar una notoria marca en la piel, marcándole. Haciéndole mío de nuevo. Quizás me estaba emocionando demasiado pero ¿Acaso podría no hacerlo?

-Sí… Sigue… -Gimió, llevando las manos a mi trasero y apretando con fuerza, clavando los dedos de forma posesiva en mi piel, seguramente dejándome alguna marca rojiza en esta por la fuerza en la que lo hizo.

Mis movimientos ya eran fuertes embestidas. RyeoWook había empezado a mover sus caderas hacia las mías, haciéndolo todo más intenso. Nuestros ojos rara vez dejaban de mirarse mutuamente, aunque se notaba que él luchaba por mantenerlos abiertos y seguir mirándome, debido al placer. Al final lo único que se escuchaba en la habitación eran gemidos, jadeos, algunas palabras cargadas de deseo y el choque de nuestros cuerpos.

Empecé a sentir que el orgasmo estaba próximo y mis caderas se movieron con más violencia. Quería que RyeoWook recibiera el mismo o incluso más placer del que yo estaba sintiendo. Quería hacerle recordar todo lo que podía ofrecerle. Así que con una mano busqué su desatendido miembro y empecé a acariciarlo con algunos dedos hasta acabar rodeándolo para masturbarlo. Estaba ardiendo, igual que el resto de su cuerpo y del mío. Al final fue él quien terminó antes, manchando mi mano y soltando un par de gemidos más sonoros y agudos que el resto, dejando poco a poco de mover sus caderas conforme terminaba de correrse. Hice lo mismo con los movimientos de mi mano para prolongar su placer lo máximo posible. Y apenas unos segundos después, tras sentir como las paredes de su interior se contraían por el orgasmo y apretaban mi miembro, aumentando mi placer, fui yo, acabando en su interior y jadeando con fuerza mientras lo hacía.



***



Estábamos en mi cama tumbados, abrazados como si todos aquellos años separados no hubiesen existido. Quedaban apenas un par de horas para el amanecer, pero seguíamos despiertos. Él al menos había dormido un poco, yo llevaba toda la noche en vela y me costaba mantenerme despierto. Pero no quería perderme ni un solo segundo a su lado.

Por ahora no habíamos nombrado lo que había pasado antes de llegar a mi casa. Parecía que hasta aquello había sido borrado de nuestra memoria. Pero sí que estuvimos hablando de otras cosas. Tuvimos tiempo de comentar nuestro inesperado encuentro sexual y recordar momentos pasados. Yo no sabía explicar lo me sentía. Cualquier cosa que pudiese decir sería insuficiente para expresarlo. Era como haber despertado de una horrible pesadilla y haber regresado a la realidad, donde era feliz.

-Deberías dormir. -Susurró con los labios pegados a mi pecho. Bajé la mirada hasta él y lo encontré sonriéndome con ternura.

-Prefiero estar contigo. -Respondí en voz baja, devolviéndole la sonrisa. Pasé una mano por su espalda desnuda y la empecé a acariciar con las yemas de los dedos.

-Ya estás conmigo. -Amplió la sonrisa y se incorporó hasta alcanzar mis labios con los suyos, dejando un besito sobre estos. Después me hizo lo mismo en la frente, con amor.

Al final no pude evitarlo y me dejé vencer por el sueño. Aquella noche dormí especialmente bien.

4 comentarios:

  1. Wow hasta que al fin estan juntos ya era tiempo. Ya días quería que Wook abriera los ojos y volviera con Yeye.

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  2. Es hermosa la manera de quererse de este par!!! 😍😍😍

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