miércoles, 29 de junio de 2016

(KyuWook) Until the end -Oneshot-


Título: Until the end

Pareja: KyuWook (KyuHyun + RyeoWook)

Tipo: Yaoi

Géneros: Angst, romance

Clasificación: G/PG

Descripción: KyuHyun ya lleva un tiempo no sintiéndose demasiado bien y tiene muy preocupado a su novio, RyeoWook.

Advertencias: Ninguna, pero puede que llores (?).

Notas: Hace un tiempo nos dejaron un comentario en Facebook diciendo que estaría bien algo sobre esta pareja. Bueno, pues vuestros deseos son ordenes jajaja. Aquí tenéis un poco de KyuWook para vosotros. Espero que os guste.

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Tenía que darse prisa. No podía estar mucho tiempo fuera de casa. O al menos no quería estarlo.

Kyuhyun estaba ya un poco cansado de asegurarle que podía ir donde quisiera y tardar lo que fuera necesario, sin prisas. Pero Ryeowook era incapaz de dejar de pensar en él cuando estaba en la calle. Sobre todo en si le pasaba algo mientras él no estaba.

''Está bien, puedes irte. No me moriré de esto'' le aseguraba el menor. Pero lo suyo ya había pasado un límite que no era normal.

Todo comenzó una tarde, durante un paseo por el centro de la ciudad. Estaban caminando felizmente y de la mano cuando de repente Kyuhyun sintió la terrible necesidad de sentarse a causa de un fuerte mareo.

Llegaron a casa como habían podido y desde entonces esos mareos eran cada vez más frecuentes. Primero empezó a ocurrir una vez o dos a la semana, después más y más hasta pasar a ser un dolor de cabeza constante, con algún que otro mareo a lo largo del día y otros malestares en general.

Habían ido al médico muchas veces pero parecía que en cada lugar les decían una cosa distinta y al final, nada quedaba claro. Kyuhyun parecía aparentemente tranquilo en cuanto al tema, seguro de que sería algo temporal. Pero Ryeowook no lo tenía tan claro y cada habían más dudas al respecto.

-Ya he llegado. -Anunció al entrar por la puerta, dejando las bolsas de la compra en la entrada. Ya las llevaría después a la cocina y lo organizaría todo. Primero quería ver como estaba Kyuhyun.

Al no escuchar una respuesta fue a paso ligero hacia el dormitorio, empezando a preocuparse. Pero cuando llegó encontró a Kyuhyun sentando en la cama con el ordenador portátil delante y los auriculares puestos ¿Así cómo le iba a escuchar? Se centraba y sumergía tanto en su mundo que ya podrían estar bombardeando fuera de casa, que no se enteraría. En todo caso suspiró aliviado al saber que estaba bien.

Se quedó allí en la puerta esperando a ser visto, lo que tardó un poco.

-Ah, ya estás aquí. -Dijo Kyuhyun con una sonrisa en sus labios mientras se quitaba los auriculares y le miraba.

-Cualquier día entran a robarnos contigo en casa y no te enteras. -Bromeó Ryeowook, acercándose a la cama donde estaba su novio.

Kyuhyun no dijo nada por aquel comentario, simplemente se dedicó a sonreír y abrazar a su novio cuando este se sentó en la cama a su lado.

-¿Quieres que esta noche veamos una película juntitos y abrazaditos en el sofá? -Preguntó Ryeowook pasados unos segundos entre sus brazos, sin querer moverse de allí.

-Venga, está bien. Pero elijo yo. -Bromeó, sabía que al final se acabaría viendo lo que el otro quisiera.

Tras aquella conversación Ryeowook se levantó para seguir con sus cosas, dejando allí a Kyuhyun solo de nuevo. Al final el menor se acabó desplazando al salón para ver un rato la televisión mientras el otro seguía con las tareas de la casa.

Le sabía muy mal no poder ayudarle. Y aunque encontrase fuerzas para hacerlo, tampoco le dejaría.

Desde que su condición había empeorado Ryeowook estaba muy pendiente de él. Más que de costumbre. No le molestaba, desde luego. Pero no quería ser una carga o una persona molesta para Ryeowook.

Había intentado ayudarle muchas veces y no quedar sin hacer nada durante todo el día. Se sentía como un inútil, pasando las horas tumbado en la cama o sentado en el sofá. Pero en cuanto hacía un mínimo esfuerzo, algo le dolía.

Primero se aguantaba, cuando era más o menos soportable. Pero había llegado un punto en el que ya no era posible.

Si caminaba más de la cuenta, las piernas. Si sostenía más peso del que debía, los brazos. De vez en cuando la espalda porque sí. Y de la cabeza ya ni hablar. Estaba para que lo tirasen a la basura en cualquier momento.

Pero claro, no podía dejarlo tan claro. Debía ser fuerte y aguantar su dolor muchas veces porque si Ryeowook ya reaccionaba como lo hacía con lo que sabía, no quería saber como se pondría si le decía todos y cada uno de los dolores que sentía en cada momento.

También se esforzaba por parecer despreocupado. O al menos no tan alterado con el tema como él. Siempre debía haber uno que lograra mantener un poco el control de la situación.


***


Ya habían terminado de cenar y en efecto, al final se había decidido una película que Ryeowook quería ver.

Todas las luces estaban apagadas. Lo único que alumbraba era el televisor. Kyuhyun estaba recostado en el sofá y Ryeowook estaba tumbado, con su cabeza apoyada sobre el pecho del otro. Sobre ellos, una fina manta. Así se estaba bastante bien.

Por eso mismo Kyuhyun no quiso romper un momento tan precioso al empezar a sentir unos fuertes pinchazos en el pecho. Presionó sus labios entre sí, intentando aguantar. Por suerte Ryeowook estaba concentrado en la película y no en su rostro porque sino lo notaría enseguida en su expresión.

Al final aquel esfuerzo por aguantar se volvió casi insoportable. Incluso estaba empezando a asustarse. Se removió un poco, inquieto. Fue entonces cuando Ryeowook levantó la vista hasta el rostro del chico y se dio cuenta de que algo iba mal.

-¿Qué te pasa? -Murmuró preocupado, incorporándose un poco.

-Nada, nada. Es solo lo de siempre, no te preocupes. -Le dijo, mintiéndole un poco. Con lo de siempre se refería a dolores varios, pero no tan fuertes como el que estaba sintiendo en ese instante.

Ryeowook no terminaba de creerse lo que le estaba diciendo. Entrecerró un poco sus ojos, mirándole con sospecha.

-No te preocupes, de verdad. -Le aseguró una vez más, pero justo después y sin querer un quejido de dolor escapó de sus labios. Maldito cuerpo.

-Venga, vamos. -Ryeowook se apartó de encima y se puse en pie enseguida, serio.- Está claro que no es lo de siempre. Lo noto.

-Pero estamos muy bien aquí... Da igual, de verdad. -El menor realmente quería quedarse donde estaba, con él. Pero aquello empezaba a ser insoportable e imposible de ocultar.

Al final y tras un rato insistiendo, logró convencerlo de que lo mejor era ir a hospital. Más que nada por si acaso, o al menos lo era al principio. Lo que fuera que estuviera pasando en el cuerpo de su novio estaba empeorando por momentos hasta el punto de estar encogido de dolor en el coche, de camino al hospital.

¿Por qué había tardado tanto en decirle lo que estaba sintiendo? Era un estúpido. Ahora sus dolores solo serían peores y las consecuencias, más graves.

Se sentía fatal. Él pensando que todo iba bien mientras que su novio se estaba muriendo de dolor ¿Pero él qué sabía si no le decía nada? Aun así, se sentía culpable de tener que estar ahora corriendo hacia el hospital. Ni siquiera sabía lo que hacía por los nervios que sentía. Debía calmarse o al ritmo que iba y conduciendo, a lo mejor no llegaban.

Nada más aparcar frente a la puerta del hospital se bajó corriendo del vehículo y le dio la vuelta para ayudar a su novio a bajar del coche. Tenía ganas de decirle de todo. De llamarle idiota allí mismo, delante de un par de señores mayores y algún que otro médico que había salido a fumar.

Kyuhyun le pasó un brazo sobre los hombros, sosteniéndose en él e intentando mantenerse en pie mientras el dolor solo era más intenso, empeorando por momentos.

Los trabajadores que estaban fuera dejaron rápidamente lo que hacían para ir en busca de una silla de ruedas y ayuda. Antes de llegar a cruzar las puertas del hospital, Kyuhyun pudo sentarse.

Ryeowook quiso ir con ellos, pero todo pasó tan rápido… Vinieron y se lo llevaron, sin decirle nada, en medio de un completo caos.

Se quedó mirando la puerta por la que habían desaparecido con la persona a la que amaba, en unas condiciones que, en fin… no quería ni imaginarlo.

¿Pero qué le pasaba? ¿Por qué ese ataque tan extraño y repentino? Estaban tan bien, viendo aquella película en el sofá, juntitos… En ese momento nunca habría imaginado que pocos minutos más tarde tendría que salir corriendo hacia el hospital sin saber exactamente el motivo.

Estaba de los nervios. No podía estar quieto. Se paseaba a un lado a otro queriendo entrar allá donde fuera que se lo habían llevado, pero sabía que eso no era posible.

Pasó por allí una joven enfermera que nada tenía que ver con lo que estaba pasando con Kyuhyun. Pero él necesitaba noticias, así que casi sin pensarlo se lanzó a preguntarle si sabía algo.

La chica, confundida, negó que tuviera alguna idea de lo que ocurría o que supiera quien era Kyuhyun. En su lugar, prometió que si tenía oportunidad, cotillearía un poco para poder contarle algo.

Ryeowook la dejó ir para que siguiera haciendo su trabajo, no pudiendo hacer otra cosa más que esperar, de nuevo. Al menos ahora tenía la palabra de esa chica, pero a saber si volvía a aparecer por allí. En realidad, le había parecido que se lo había dicho sin muchas ganas, como si simplemente quisiera terminar e irse a su casa.

Al final no tuvo más remedio que sentarse pues poco más había que hacer allí. Ni siquiera tenía su móvil con él. Con las prisas se lo había dejado olvidado en casa. Pero daba igual, no es que estuviera con ánimos para ponerse a jugar con este mientras esperaba.

Lo único que tenía para saber la hora era un viejo reloj colgado de la pared, el cual ni siquiera sabía si iba en condiciones. No podía dejar de mirarlo. Un minuto le parecían cinco. Era horrible.

Movía sus piernas nervioso sin poder estarse quieto. Pero es que era eso o pasearse por la sala.

Vio salir a uno de los hombres que se habían llevado a Kyuhyun justo por la puerta por la que habían entrado. Inmediatamente se puso en pie mientras el corazón le latía con fuerza. Sin embargo el hombre pasó de largo con una expresión no demasiado buena, como si ni siquiera le hubiera visto.

La próxima vez no le pillaría desprevenido. Se quedaría allí, de pie, esperando a que ese hombre volviera para asaltarle con sus preguntas. Tardó un poco, pero cuando por fin volvía Ryeowook se puso en su camino.

-Por favor, tiene que decirme lo que está pasando ahí dentro. Nadie me dice nada. Ya no sé cuanto tiempo llevo esperando aquí. Necesito saber algo. -Le dijo, dejando ver claramente lo nervioso y preocupado que estaba.

El hombre en un principio no supo que decirle. Quedó mirando a Ryeowook un poco sorprendido por su intervención al principio, pero pronto se dio cuenta de qué hablaba y dejó salir, sin querer, un suspiro que delataba que las cosas no iban del todo bien.

-Estamos intentando hacer lo que podemos. -Le dijo el hombre, apenado.

-¿Qué... ? ¿Pero por qué? ¿Qué es lo que le ocurre? -Preguntó Ryeowook con ganas de echarse a llorar, pero aguantando las lágrimas. Las palabras del médico no eran nada tranquilizadoras.

-Debo volver. Intentaré mantenerle informado. -Aquello fue lo último que dijo antes de entrar nuevamente por aquella puerta, con prisas.

¿Pero por qué nadie le decía nada? Tenía tanta rabia dentro de él… Estaba a nada de patear algo, pero debía controlarse. La recepcionista ya le había mirado mal en más de una ocasión.

Al final se resignó a esperar de nuevo. Se sentó otra vez e intentó distraer su mente para no pensar en la terrible sensación que las palabras del médico le habían transmitido.

-¿Kim Ryeowook? -Escuchó cuando ya había perdido la cuenta del rato que llevaba allí esperando.

Rápidamente levantó la vista del suelo, respondiendo al instante.

-Sí, sí. Soy yo ¿Qué pasa? -Dijo, alzando la voz quizás demasiado, por los nervios.

-Hemos trasladado a su amigo a una habitación. Puede ir a verle ahora mismo si lo desea. Es la 305. -Le dijo el hombre, con calma. No era la misma persona con la que había hablado antes.

Ryeowook se levantó del asiento y sonrió, casi sin darse cuenta. Eso significaba que estaba bien ¿No?

-Vale, muchísimas gracias.

Al decir eso y sin pensarlo, fue corriendo a buscar la habitación en la que se encontraba su amado. Más o menos tenía una idea de cual era la planta, pero lo revisó para no equivocarse y encontrar a Kyuhyun a la primera.

Estaba tan nervioso pero alegre al mismo tiempo. Ya pensaba que la vez que le vio entrar por esa puerta, sería la última que lo había hecho. Ahora estaba tremendamente feliz de saber que no era así.

Por fin. Después de estar algunos minutos perdido dio con la habitación en la que habían metido a su novio.

El entró con toda la alegría del mundo, pero en cuanto vio el rostro de Kyuhyun todo cambió. Definitivamente algo iba muy mal.

Se acercó con muchísimas ganas de abrazarle ¿Pero qué hacía? Estaba despierto y parecía que aún no se había dado cuenta de que estaba allí. Parecía ausente, mirando algún punto perdido en la pared de la habitación.

-Kyuhyun… -Murmuró, buscando una de sus manos para acariciarla con los dedos de forma tierna.

El menor giró el rostro al escucharle. Se veía tan cansado… Ahora se sentía de nuevo fatal.

-Me alegra verte… -Continuó Ryeowook, mostrándole una leve pero sincera sonrisa.

Sin embargo Kyuhyun no le devolvió esa sonrisa, ni nada. En su lugar apartó la mirada y dejó escapar un pesado suspiro.

-Tengo que decirte una cosa….

Junto a la cama había un sillón, en el cual se sentó. Sentía que debía estarlo para cuando recibiera la noticia. Que iba a ser algo tremendamente fuerte y doloroso. No se equivocaba.

-Claro, dime. -Dijo, con miedo.

Kyuhyun no respondió de inmediato. Parecía que era una noticia que le estaba costando muchísimo asimilar y sobre todo, dar. Eso no tranquilizaba a Ryeowook.

-¿Recuerdas cuando dijimos que si a alguno de los dos nos pasaba algo, el otro sería libre para ir y conocer a otra persona que le haga feliz sin tener que sentirse culpable? -Comenzó ¿A qué venía eso ahora?

-¿Por qué me dices eso…? -No quería creer que iba por lo que iba.

-Me han dado meses… Quizás ni siquiera llegue a navidad… -Se atrevió a decir, pero no a mirarle. Solo podía mantener la mirada puesta en su mano, aquella que Ryeowook estaba acariciando. O al menos lo hizo hasta que escuchó la noticia. En ese momento pareció paralizarse.

Esta vez fue Kyuhyun quien movió su mano en busca de la de Ryeowook. Obviamente sabía que iba a ser un golpe duro para él ¿Cómo no iba a serlo? Al igual que para él mismo.

No quería creer que lo que acababa de escuchar era cierto. No podía serlo. Todo era una broma pesada ¿Verdad? ¿A que sí? Pero aun queriendo creer eso sus ojos no tardaron en enrojecerse y pronto, las lágrimas descendieron por sus mejillas.

Lo único que le salió hacer fue eso que llevaba queriendo desde hacía tanto rato. Se inclinó hacia él, pasando un brazo sobre su cuerpo a modo de abrazo y apoyó la cabeza en su pecho al igual que hizo en el sofá, dejando de intentar contener sus lágrimas. Ya no podía, eso era demasiado.

Kyuhyun correspondió a aquel abrazo y así quedaron durante largo rato hasta que por fin, poco a poco el llanto comenzó a cesar.

-Prometo que serán los mejores meses de tu vida… Te lo juro… -Murmuró Ryeowook sollozando, aún con la cabeza apoyada en el menor.

Aquellas palabras fueron lo único que logró hacer sonreír un poco a Kyuhyun, quien no tenía más remedio que aceptar su destino.

-A tu lado cada momento es el mejor.


2 comentarios:

  1. Hermosa y triste!!! son de esas historias que te dejan un poco de sabor amargo con el final, pero siempre digo que al menos también dejan ver que esa persona fue feliz el tiempo que tuvo.

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    1. Sí, es un final que puede considerarse malo, pero al mismo tiempo tiene su pequeña parte positiva. Aunque cueste verse un poco ya que al fin y al cabo estamos hablando de una persona que va a morir. Me alegra saber que ha gustado esta historia. ^^

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