jueves, 12 de enero de 2017

(ChoHyun) Jewerly Thieves -Oneshot-


   Título: Jewerly Thieves

   Pareja: ChoHyun (ChoA + SeolHyun) [AOA]

   Tipo: Yuri

   Género: Drama | Angst

   Clasificación: M

   Advertencias: Muerte de un personaje.

   Sinopsis: ChoA y SeolHyun pertenecen a una banda de ladrones y tienen una importante misión que se torcerá en el momento más preciso...

   Nota: ¡Muy buenas a todos! Estrenamos Oneshot con las chicas de AOA que hasta hace nada han hecho un increíble comeback. Esta vuelve a ser una historia que hemos hecho entre dos autoras, nos apetecía bastante y nos inspiraba a escribir de ellas. Esperamos que os guste y nos deis vuestras opiniones.


     Las probabilidades para sobrevivir eran muy escasas. Ni siquiera ella misma contaba con vivir un día más.

     El constante sonido de la máquina a la que estaba conectada la ponía nerviosa, el respiradero que le proporcionaba oxígeno a su organismo ya que por ella misma no podía y el cuentagotas que colgaba a su lado ¿tan mal estaba?

     Apenas retazos de lo que había sucedido llegaban a su mente, donde las palabras del médico resonaban una y otra vez.

     -Señorita Park Cho Ah, hemos hecho lo posible. Pero debido a la gravedad de sus heridas tiene tan solo un 30% de probabilidades para sobrevivir.

     Eran palabras duras. Ella sabía que su momento llegaría ¿pero tan pronto? Una lágrima escapó de uno de sus ojos hinchados al recordar como había llegado hasta allí. No sabía si volvería a recuperar a la persona que robó su corazón y mucho menos en su estado.

     Con los ojos cerrados quiso recordar todo. Los dolores de cabeza eran constantes, pero si era cierto que podrían quedarle horas de vida quería saber que la llevó a esa situación. Debido a los golpes que recibió en la cabeza, algunas lagunas no le permitían recordar con total claridad.
Lo único en lo que no dudaba era en el comienzo de todo, qué le había llevado a poner su vida en juego metiéndose dentro de esa situación tan peligrosa.

     El camino que había tomado su vida no era el más ético que una persona podía elegir. A los diecinueve años había terminado trabajando para una banda de “cazatesoros”, tal y como ellos mismos se denominaban. Sin embargo no dejaban de ser una panda de ladrones bien organizados y buscados por la ley para ser encarcelados por sus delitos. Ahora que lo pensaba, quizás ese desgraciado final que le esperaba era producto del karma, pues no dejaba de ser una criminal.

     Su última misión había sido aquella que le había conducido al estado en el que se encontraba. Tanto ella como su novata compañera SeolHyun habían sido enviadas a robar una hermosa joya. El collar en cuestión, adornado con diamantes y otras piedras preciosas colgando de una cara cadena de oro, estaba valorado en millones. Esto se debía no solo a sus componentes, sino al enorme valor histórico que poseía.

     Pero algo debió fallar al final para que acabara de esa manera y sin su compañera.

     Cuando entraron en uno de los bancos con mayor protección de Seúl lo hicieron con éxito, haciéndose pasar por dos jóvenes muchachas que iban a hacer una pequeña inversión para un futuro proyecto. El plan era sencillo y sin ninguna complicación.

     SeolHyun se quedó hablando con el hombre mayor que las atendió. Jugaba con su largo pelo y se apoyaba en la mesa para realzar su pronunciado escote. Esto solo haría que el hombre tuviera tan solo ojos para ella y no viera a ChoA colarse por una puerta de seguridad con la excusa de ir al servicio.

     Consiguió los planos de todo el banco, incluso de las cámaras acorazadas donde se guardaban los elementos más importantes y valiosos. En una de esas plantas estaba el collar que querían. Sin que nadie la viera y tras haber manipulado las cámaras de seguridad, robó los planos de un despacho del vicepresidente.

     Le pareció demasiado fácil para ser un despacho tan importante. No tenía la seguridad adecuada, pero le restó importancia y volvió con Seolhyun quien había cumplido su parte con perfección.
Ambas jóvenes salieron de allí con tranquilidad una vez acabaron con sus asuntos pendientes, sin nadie sospechando de lo que en realidad había ocurrido dentro del banco. ¿Máxima seguridad? Sin duda no debían presumir tanto de ello.

     No sería hasta tres noches más tarde, dejando un pequeño margen de tiempo, cuando volverían a la escena del crimen para llevar a cabo el robo.

     Si se había confiado en ellas era por algo. SeolHyun y ChoA se habían ganado una buena reputación dentro del equipo a base de no tener errores y siempre salir airosas de allá donde se las enviaba en los meses que llevaban juntas. Aun así, no estaban solas. Siempre había un grupo de refuerzos en los alrededores del lugar donde fuera a cometerse el robo, por si acaso. Por muy bien labrado que estuviera un plan nunca se sabía cuando podían salir mal las cosas.

     Tomaron todo lo necesario de la llamada base de la banda y fueron trasladadas junto a los refuerzos en una furgoneta que no solo les llevaba a ellos, pues además estaba cargada con munición de armas por si acaso acababa siendo necesario usar la violencia.
ChoA recordó que se quedó mirando en la noche el enorme edificio que estaban a punto de asaltar las dos, al llegar al lugar. Tras recibir las indicaciones, armarse y ajustarse los auriculares de comunicación, con un apretado traje de cuero negro, las dos chicas salieron de la furgoneta dispuestas a entrar al edificio.

     -¿Estás nerviosa? -le preguntó SeolHyun al ponerse a su lado.

     -Siempre lo estoy, pero es lo que me motiva -recordaba sus propias palabras como si las acabara de decir, al igual que recordaba las de su amiga y compañera.

     -Entonces vamos, tengo ganas de meterme en la cama a dormir ya -Seolhyun le dedicó un guiño con uno de sus hermosos ojos. Lo que ChoA no alcanzaba a entender era cómo podía trabajar sin distraerse con ella al lado.

     Mientras que sus compañeros eran los encargados de desactivar alarmas y cámaras desde la furgoneta, ellas ascendieron por unas escaleras de emergencia que se situaban en la parte trasera del edificio.

     En la cuarta planta, donde empezaban las oficinas y cámaras de más seguridad, fue donde SeolHyun se detuvo, yendo por delante de ChoA. Con agilidad se deshizo de la rendija que les dejaría entrar por el conducto de la ventilación e introducirse así en el interior del banco.
Hasta ahí bien, pero a partir de ese momento los sucesos que habían ocurrido eran borrosos, como si alguien se hubiera dedicado a borrar parte de sus recuerdos más recientes.

     Habían logrado llegar hasta la valiosa joya, eso lo sabía. Tenía una imagen clara de ella frente al objeto, observándolo con curiosidad y fascinación. También recordaba la atractiva sonrisa de su compañera mientras bromeaba con algo relacionado con la situación que estaban viviendo. En ella aún estaba presente esa sensación de que todo iba bien, que nada podía salir mal a esas alturas de la misión. Entonces algo pasó. Una alarma, disparos… todo borroso.

     La siguiente vez que abrió sus ojos estaba en esa incómoda cama, sola en el dormitorio que le habían asignado. Había logrado hablar con un par de compañeros de la banda, ellos le dieron unos cuantos detalles más.

     Era obvio que no todo había salido bien. Al final fueron descubiertos y las cosas se pusieron muy feas. Ella fue herida de gravedad, hasta el punto de encontrarse en su estado actual. Aun así habían logrado rescatarla con éxito de la escena del crimen, pero por otra parte SeolHyun no había tenido la misma suerte.

     ¿Estaba viva? Quizás. ¿Había muerto? Ojalá no. Fuera cual fuera su estado, nadie del equipo lo sabía. Por ahora no había forma de saber si simplemente había sido detenida o su destino había sido mucho más negro.

     ChoA estaba deseando levantarse de la cama e ir en busca de SeolHyun para traerla de vuelta con ella, sin embargo su cuerpo no reaccionaba. Podía oír, hablar, ver y entender todo lo que sucedía a su alrededor, pero apenas se movía.

     Si al final no sobrevivía a aquello ¿qué más daba? Aunque no podía dejar que SeolHyun corriera mala suerte, que le sucediera algo. Tenía que haber estado más pendiente, por su culpa todo se había echado a perder. Si tan solo hubiera desconfiado más…

     El sonido de la puerta de la habitación cerrándose provocó que abriera sus pesados ojos. Por un momento lo vio todo borroso, hasta que la figura que se acercaba hasta ella acompañada por el incesante sonido de los tacones en el suelo se hizo más nítida. Una sensación de alegría albergó todo su cuerpo, como una corriente de adrenalina.

     -SeolHyun… Estás bien… No sabes cuánto me alegro de poder verte... -con una horrible y ronca voz le costó mostrar su entusiasmo de verla sana y salva, de una pieza y tan hermosa como siempre.

     -¿De verdad te alegras? Bueno, en realidad yo estoy más alegre que tú -dejando su peso caer sobre una de sus piernas, SeolHyun observaba a ChoA con aire de superioridad y triunfo.
Eso no le gustaba. Esa fría mirada no era como aquellas a las que estaba acostumbrada a recibir por parte de la joven.

     -¿Por qué? ¿Qué ocurre? -se atrevió a preguntar casi sin voz, sospechando que algo no iba bien. Por un momento incluso dudó de que fuera ella y que su mente le estuviera jugando una mala pasada en las que podrían ser sus últimas horas de vida ¿pero era eso posible?

     A SeolHyun pareció hacerle cierta gracia su pregunta, acercándose unos pasos hasta la que había sido su compañera, con una extraña sonrisa en los labios.

     -Porque mira donde estás tú y donde estoy yo -le dijo en voz baja, divirtiéndose con las confusas expresiones de ChoA-. Ah ¿no lo entiendes? ¿Crees que la alarma sonó de la nada, porque sí? ¿Crees que el disparo que recibiste fue por uno de los guardias del banco?

     ¿A dónde quería llegar con todo eso? No entendía. No quería creer lo que estaba insinuando pues su SeolHyun nunca le haría algo tan horrible.

     -¿Te comió la lengua el gato? -insistió la chica al ver que ChoA era incapaz de responder a su repentina confesión-. Te metiste demasiado en cosas que no debes y hay personas que preferirían no tenerte en medio, molestando.

     -Yo… -fue lo único capaz de pronunciar antes de que las palabras se quedaran atascadas en su boca, incapaz de hablar.

     -Sí, tú. Creo que después de todo, esto es lo que te merecías. Aun así eres dura de roer, pensaba que con el primer disparo morirías al instante pero no, aquí sigues viva, aunque no por mucho tiempo -la sonrisa que reinaba en el rostro de SeolHyun provocaba escalofríos en el débil cuerpo de ChoA.

     -No puedo creer lo que estás diciendo…

     -Pues creetelo, es muy sencillo -con uno de sus finos dedos, SeolHyun apartó un mechón del cabello de Choa que caía sobre su frente-. Ya no te necesito, eres un estorbo ahora mismo para mí y para otros. Lo mejor es que te dejes llevar y acabes muriendo como una más.

     -Tus palabras son demasiado frías y sin sentimientos…

     -¿Y qué te esperas? -SeolHyun soltó una carcajada-. Lo único que quiero en esta vida es ser la mejor y tener todo para mí, poder mirarlos a todos muy por encima del hombro. Tú solo has tenido la mala suerte de estar en medio así que hazlo por mí. Siempre te has desvivido por tu increíble compañera, no creo que te cueste mucho sacrificarte una vez más por ella ¿no?

     Inclinándose de manera elegante, SeolHyun depositó un gélido beso en los labios de ChoA.

     -Esta es mi despedida.

     Besar los labios de su compañera era algo con lo que había fantaseado mil veces. Era innegable el atractivo que la joven poseía y que hasta a ella misma le hacía desearla. Pero, ahora que por fin sus labios se encontraban, no recordaba beso más amargo en su vida.

     -Espero que no puedas vivir tranquila con lo que estás haciendo -logró decir, buscando que sus palabras quedasen clavadas en la conciencia de SeolHyun durante el resto de su vida.

     -Una pena que tú no vayas a vivir para saberlo -dijo sin rastro de pena o arrepentimiento en su voz. No podía creer que esa misma persona fuera aquella que había estado a su lado durante tantos meses.

     Iba a responder, pero se puso totalmente alerta al ver que SeolHyun se movía. La siguió con la mirada, alarmada y asustada, observando como se acercaba a una de las máquinas a las que estaba conectada a través de algunos tubos.

     -Eres una persona horrible -la maldijo ahora que todavía podía.

     -Lo que tú digas, cielo -como si realmente no prestara atención a quien iba a quitarle la vida, manipuló la máquina para subir la dosis de aquello que le suministraban los médicos-. Nadie sabrá que he estado aquí y todo quedará como un horrible error por parte del personal del hospital. Una pena que no puedas moverte ¿verdad? Ah, por cierto, tampoco te molestes en pedir ayuda porque no van a escucharte.

     -Desgraciada… -pronto sus párpados empezarían a pesar hasta cerrarse para nunca más volver a abrir los ojos, lo sabía. No había marcha atrás.

     SeolHyun le sonrió, como si disfrutara de los insultos que la chica le decía en esas horribles circunstancias. Después dio media vuelta hacia la puerta y se marchó, dejando allí sola a aquella persona que la estaría odiando con toda su alma en los últimos momentos de su corta e intensa vida.

2 comentarios:

  1. El primer escrito que leo sobre AOA y va y se muere una, genial (?) La escena del robo me recordó mucho a Like a Cat, para qué negarlo xD Pero hey, Seolhyun es muy mala y ahora mismo quiero tirarle de los cabellos e__e
    ¿Qué tal una segunda parte donde Choa sea un fantasma y vaya en busca de venganza? xD ¡Esto no puede quedar así, maldita sea! -Se frustra y llora-.

    Me gustó mucho, el final fue amargo pero en general el shot me gustó~~

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    1. ¡Lo cierto es que nos inspiramos en Like a Cat si te soy sincera! XDDD
      Siento que todo lo que escribo o estoy incluida y mato a alguien rompo un poquito de ti (?) Es que soy demasiado dramática, pero a veces intento sacar las cosas cuquis en otras historias >_<

      ¡Gracias por el comentario! Me ha gustado verlo mucho. <3

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