martes, 10 de enero de 2017

(YeWook) Destiny -Serial- Prólogo


        Título: Destiny

        Pareja: YeWook (YeSung + RyeoWook) [Super Junior]

        Tipo: Yaoi

        Géneros: Angst | Romance | Lemon

        Clasificación: NC-17

        Descripción: El destino a veces puede ser realmente cruel y caprichoso. Igual que te lo entrega todo cuando ya no ves la luz al final del camino, te lo puede arrebatar en tan solo un segundo.

        Advertencias: Palabras malsonantes, sexo, violencia y muerte de un personaje.

        Notas: No pensé que iba a terminar este fanfic tan rápido teniendo en cuenta que no hace mucho que terminó de publicarse el anterior YeWook, pero aquí tenéis una nueva historia de esta pareja que tanto me encanta. Antes de empezar a leerlo, os advierto que si no os gusta el drama (MUCHO DRAMA) puede que lo paséis mal si decidís leerlo. Si por el contrario sois como yo, lo pasaréis igual de mal pero seguramente os guste jajajaja Aunque también tendrá sus momentos bonitos donde morir de amor, por supuesto. Por ahora, aquí os dejo el prólogo. ^^

        No comprendía por qué sus padres no le habían permitido quedarse en casa jugando a su nuevo videojuego favorito. Ese por el que tanto había rogado durante meses hasta conseguir tenerlo en su poder. Seguro que era más divertido que ir a esa aburrida cena para la que le habían obligado a vestirse formal. Qué raro se veía en el espejo. Él, que era de todo menos formal.

        Pasó todo el camino suspirando, quejándose y maldiciendo muy bajito para que su madre no le regañara por decir esas palabras tan feas que le había enseñado su compañero de clase.

        Para colmo el lugar al que iban estaba lejos. Se aburría dentro del coche, sin poder hacer otra cosa más que escuchar esas canciones tan viejas que su padre repetía en todos y cada uno de los viajes ¿De qué año eran? ¿De la prehistoria?

        -Va, JongWoon. Seguro que lo pasarás bien, no pongas esa cara. -Insistió su madre al ver la mala expresión del niño, pero él hacía caso omiso a sus palabras-. ¿Sabes qué? También tienen un hijo. Podrás jugar con él y así os hacéis amiguitos como sus padres y nosotros. -Insistió la mujer con paciencia.

        -No quiero. -Replicó, molesto.

        -Déjalo, cielo. Cuando lleguemos seguro que se le pasa. -Comentó su padre de forma despreocupada. Él siempre era así. Le intentaba quitar importancia a todo.

        -Pero no quiero llegar allí y que el chiquillo esté de morros ¿qué imagen va a dar? -Le reprochó la mujer.

        -Es un niño de siete años. Tranquila, es normal que estas cosas le parezcan aburridas.

        Llegó un punto en el que JongWoon dejó de prestar atención a las palabras de sus padres para centrarse en lo que veía a través de la ventanilla del coche. Era una noche de verano pero aun así, lluviosa y fría. No apetecía salir de casa con ese temporal. De un suspiro empañó el cristal e inmediatamente dibujó una carita sonriente en este con uno de sus pequeños dedos. Después de todo, no tenía más remedio que dejarse llevar por ellos.


***


        -¡Hola! -Se saludaron los adultos, una vez en la puerta de la casa a la que le habían arrastrado.

        La efusividad de ambas parejas al verse no le animó. Ni siquiera sonrió cuando esa mujer desconocida se dirigió directamente a él con un tono amigable.

        -Tú eres JongWoon ¿verdad? Qué mayor te has hecho. La última vez que te vi tenías tres añitos. -Le dijo de una forma que le hacía parecer estar luchando por caerle bien.

        Al ver que el niño no pensaba responder, su madre se apresuró en salvar la situación.

        -Sí, es verdad. Hace mucho que no lo ves ¿has visto qué guapo se está haciendo mi chico? -La mujer rió, orgullosa-. ¿Y RyeoWook? ¿Dónde está?

        -En su habitación, jugando. Pasad, en el salón tenéis algo de beber y comer hasta que esté la cena.

        La casa no era gran cosa. Un piso normal y corriente, decorado con un estilo más o menos moderno. Al final de un pasillo estrecho estaba dicho salón. Acompañó a sus padres hasta allí, guiados por los anfitriones. Por ahora no se había separado de ellos y no sabía si quería hacerlo.

        -¿Por qué no vas a conocer a RyeoWook? -Le dijo su madre cuando vio que no se alejaba e iba allá donde ella se movía.

        Él iba a responder de nuevo con una negativa, pero la madre del otro niño fue más rápida.

        -Es un poco tímido. -Comentó, refiriéndose a su propio hijo-. Le cuesta un poco abrirse a quien no conoce. Pero cuando lo hace es un niño muy gracioso y encantador.

        La madre de JongWoon rió.

        -Eso, eso. Presumiendo de hijo.

        Ambas mujeres rieron juntas. JongWoon las miró, no comprendiendo del todo por qué ¿Qué le veían de divertido a ese comentario? En fin, no le dio importancia y miró a su padre, que estaba reunido con el otro hombre. También parecían sumergidos en su propia conversación. Qué aburrido todo.

        Al final él mismo se levantó del sofá sin que nadie tuviera que decirle nada y fue en busca del niño misterioso al que todos le sugerían conocer. En realidad prefería estar con él antes que con los mayores. Seguro que tenía juguetes y cosas interesantes con las que entretenerse un poco.

        No le dijeron nada cuando salió del salón y se adentró de nuevo en el pasillo, un poco oscuro ahora. Pero no le importó, él era un niño valiente. A veces.

        De una de las puertas, que no estaba del todo cerrada sino más bien junta, salía un poco de luz. Supuso que era allí donde estaba el tal RyeoWook así que se acercó y abrió un poco la puerta para poder pasar dentro, no sin antes echarle un pequeño vistazo desde fuera.

        De nuevo no era nada especial. Un dormitorio de niño como cualquier otro, con su cama, su armario, algún que otro juguete por el suelo... ¡Oh, vaya! ¡Tenía ese muñeco tan estupendo que anunciaban en la tele! A su mejor amigo se lo habían regalado por su cumpleaños y era genial. Necesitaba uno igual en su vida.

        Pasó poco a poco dentro, con tal lentitud que ni ruido hizo. Lo cierto es que él también tenía un poco de vergüenza. El niño le daba la espalda, sentado en el suelo jugando con algo que no podía ver desde ahí. Parecía más pequeño que él. Bastante más.

        Disimuladamente y sin saber como presentarse a sí mismo, se sentó junto a él como si fuera lo más normal del mundo llegar a la habitación de un desconocido y quedarte allí observando lo que hace. Pero después de todo, eran niños. Entonces el otro le miró con disimulo, no sorprendiéndose mucho de su presencia pero no diciendo absolutamente nada.

        JongWoon notó que le había mirado. Quizás sus padres ya le habían dicho que iba a ir gente a su casa y que vendría un niño con el que jugar, tal y como le habían insistido a él los suyos. Todos los padres siempre decían lo mismo.

        Miró aquel muñeco de acción tan deseado. Estaba tirado en el suelo junto con otros juguetes. Volvió la vista al niño, que seguía entretenido con sus cosas sin dirigirle la palabra ¿Y si no sabía hablar aún?

        -¿Me lo dejas? -Se atrevió a preguntar, súper tímido. Con una de sus manitas señaló el muñeco.

        RyeoWook dejó lo que estaba haciendo, le miró, miró el juguete y asintió sin una sola expresión en el rostro.

        -¡Gracias! -JongWoon se levantó feliz y fue a por él. Por fin. Por fin lo tenía en sus manos-. Oye ¿no sabes hablar?

        El menor volvió a mirarle, curioso. Tras algunos segundos de silencio entre los dos niños, volvió a asentir.

        -¿Cuántos años tienes? -Insistió JongWoon al ver que no conseguía sacarle ni una palabra. Además, le había dejado su juguete. Debía ser amable con él.

        RyeoWook levantó una de sus pequeñas manos y ocultó tan solo uno de sus dedos para indicarle que tenía cuatro años. Bueno, al menos se comunicaba aunque fuera por gestos.

        -Yo tengo siete. -Volvió a sentarse con el muñeco en la mano, esta vez frente a él-. Eres muy pequeño, seguro que todavía no sabes hablar.

        -Shi que cé. -Protestó el pequeño cuando el mayor insistió de nuevo en ello.

        -Pero eres pequeño. -Respondió con una sonrisa en los labios. Esa misma que se dibujaba en los de su madre cuando presumía de algo.

        RyeoWook frunció el ceño y estiró una de las manos, con la palma de esta hacia arriba. Entonces miró el muñeco que le acababa de prestar a su invitado.

        -No, no. -JongWoon enseguida se dio cuenta de su error y negó con la mano que tenía desocupada-. Eres grande. Muy grande.

        El menor sonrió satisfecho y volvió a sus juegos con un par de muñecos en forma de animal, una jirafa y un tigre.

        JongWoon le miró sin soltar el muñeco. Ahora que lo tenía, no sabía qué hacer con él y se aburría. Al final decidió, como quien no quiere la cosa, empezar a jugar con RyeoWook moviendo el juguete y cambiando su voz para hacerla más grave, simulando que era este quien hablaba.

        Cuando pasados unos minutos sus madres fueron a buscarles para cenar, ninguno de los dos niños quería cambiar sus juegos por la comida.


***


        No podía creer que RyeoWook hubiera accedido a prestarle el muñeco hasta la próxima vez que se vieran. Qué afortunado. No se arrepentía de haber ido a esa cena.

        Ya iban en el coche de camino a su propia casa. Era tarde y estaba agotado de tanto jugar con el menor. Le había gustado ese niño y se lo había pasado bien con él a pesar de su diferencia de edad. Porque sí, seguía manteniendo que era muy pequeño, pero había aprendido que eso era algo que no debía decir en su presencia.

        No había soltado el juguete prácticamente desde que RyeoWook se lo dejó, al conocerse. Solo en el rato de la cena y porque su madre no le permitió llevarlo a la mesa sino, ni eso.

        Lo tenía apoyado sobre su regazo mientras miraba por la ventanilla como tanto le gustaba hacer. La lluvia había parado, su madre dormía en el asiento que estaba frente al suyo y su padre conducía en silencio, de nuevo con esas canciones viejas de fondo.

        Al final sus ojos no tardaron mucho más en cerrarse por el cansancio y el suave movimiento del vehículo ¿Cuándo volverían a verse? ya estaba impaciente por ello.

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