Título: Baile secreto
Pareja: BaekYeol (BaekHyun + ChanYeol) [EXO]
Tipo: Yaoi
Géneros: Lime
Clasificación: NC-17
Descripción: ChanYeol ha pedido a su novio un curioso regalo ¿pero será BaekHyun capaz de hacerlo por él sin morir de vergüenza?
Advertencias: Sexo no muy explícito y palabras subidas de tono.
Notas: En realidad esto ha sido un poco improvisado porque quería aprovechar una antigua idea que ya tenía a medio escribir así que simplemente busqué una pareja y cambié a los protagonistas como ya he hecho en otras ocasiones. Aun así, espero que os guste.
No podía creer que estuviera haciendo tal cosa por su novio. Qué vergüenza.
Verse reflejado en el espejo con esa vestimenta era lo peor que había visto en mucho tiempo ¿cómo iba ChanYeol a verle atractivo con esas pintas ridículas? Bueno, pero él se lo había pedido a modo de regalo de cumpleaños y no le quedaba otra más que cumplir con la fantasía de su chico.
No quería salir y ponerse frente a él así, pero ChanYeol ya llevaba rato esperándole en el salón y sabía que estaría impacientándose. Sin querer verse una última vez, temiendo echarse atrás en el último momento, salió del dormitorio para ir allá donde el menor le esperaba.
Al llegar a la puerta del salón se detuvo, sin llegar a cruzarla y no dejándose ver todavía. Se notaba a sí mismo sorprendentemente nervioso por lo que estaba a punto de hacer.
-¿Cuándo quiere el señorito su baile privado? -preguntó a escondidas, con las mejillas como dos tomates de lo coloradas que estaban. Por sus labios cruzó una vergonzosa y nerviosa sonrisa.
-Cuando el bailarín esté preparado -escuchó desde el interior de la sala donde le esperaban con tantas ansias. Casi podía verle sonreír al pronunciar dichas palabras.
-Dice el bailarín que usted se vaya sentando donde le apetezca... -dijo, pensando que quizás era mejor pasarlo cuanto antes. En realidad lo que tanto temía era causar el efecto contrario y que ChanYeol estuviera recordándole el bochornoso momento entre risas durante lo que le quedase de vida.
Ansioso y deseoso, ChanYeol se acercó hasta el sofá del centro de la sala y se dejó caer para quedar sentado, con la mirada fija en la puerta. Tenía ganas de ver lo que su mayor seria capaz de hacer por él.
-Cuando quieras -le indicó sin poder esperar un segundo más por verle.
BaekHyun respiró hondo, con el rostro ardiendo y sin creer aún lo que iba a estar a punto de hacer para demostrarle al menor que era capaz de perder la dignidad de tal forma por él. Lo único que pedía es que no hubiera ninguna cámara cerca. Además, en el fondo sabía que de una forma u otra sería algo con lo que ambos acabarían disfrutando aunque al principio fuera tan vergonzoso.
Autoconvenciéndose de ello, se armó de valor para no morir de vergüenza y a causa de ello no bailar como debería. Entró al salón sin pensarlo un segundo más, con nada más que una toalla rodeando su cintura y tapando aquello que tanto pudor le daba. Sin siquiera atreverse a mirarle directamente, se paró frente a él, sintiendo por un momento la necesidad de golpearle al ponerle en esa situación.
-Me vengaré de esto... -Amenazó, luchando por mantener una imagen seria; pero es que el simple hecho de imaginarse estaba empezando a hacerle gracia hasta a él mismo.
Lo primero que hizo el menor fue fijarse en la toalla que traía. Le estorbaba verla ahí.
Recorrió el resto de su cuerpo visible y marcado, de la cabeza a los pies. El solo hecho de verle así ya le daba ganas de hacerle de todo.
-Ya, ya. Luego no te vengarás. Empieza -ordenó rápidamente. Llevaba ya demasiados minutos esperando por su regalo. Estiró uno de sus brazos hasta alcanzar el mando del aparado de música y encenderlo con tan solo presionar un botón-. Y esa toalla fuera.
Un leve pero excitante escalofrío recorrió su cuerpo gracias a la dura actitud que había tomado ChanYeol. Normalmente eran todo amor el uno con el otro pero cuando de juegos sexuales se trataba, era todo muy distinto.
Lentamente, dudoso, retiró la toalla con ambas manos y la dejó caer a sus pies en cuando la música empezó a sonar y le llegó la orden. Allí estaba ahora, vestido tan solo con un minúsculo tanga negro que con suerte lograba tapar todo su miembro sin que escapara nada por ninguna parte. Qué vergüenza. Las cosas que uno debía hacer por amor.
Entonces fue cuando, intentando memorizar bien los pasos de la coreografía que con tanto interés había ensayado, empezó a moverse al ritmo de la sensual música que sonaba de fondo. Tenía que estar aguantando la risa porque de vez en cuando se imaginaba a sí mismo, pero en general parecía no estar haciéndolo tan mal ¿no? No al menos tanto como había imaginado.
Cuando por fin se atrevió a dirigir su mirada hasta ChanYeol, lo primero que notó fue su sonrisa. Era obvio que se estaba entreteniendo con el espectáculo que le ofrecía ¿quién no podría entretenerse con ello? Lo cierto es que él mismo estaba sorprendido por lo bien que lo creía estar haciendo.
En un principio ChanYeol no había apartado la mirada del rostro de su novio, pero en cuestión de segundos había comenzado a devorar su cuerpo con los ojos. Se quedó mirando con descaro aquella zona que todavía estaba tapada por el pequeño trozo de tela negra. Qué hombre. Cuánto le hacía desearle.
Le sorprendía lo bien que se sabía el baile y lo atrayente que le estaba resultando verlo, ya que estaba mas provocativo que otra cosa. Era consciente de la vergüenza que podía estar pasando BaekHyun por cumplir con su curioso capricho. Por ello le quería aún más.
Estaba empezando a notar un ligero bulto crecer entre sus pantalones a medida que el baile iba avanzando. Las ganas de levantarse a por él y devorarlo eran mucho más grandes con cada uno de sus delicados movimientos. Movía sus manos de forma inquieta para aguantar como pudiera, ya que su imaginación hacia que se lo imaginara de mil maneas que lo encendían mas todavía.
BaekHyun, para su propia sorpresa, terminó por perder por completo la vergüenza que le quedaba a medida que la canción seguía sonando. Sin dejar de bailar de aquella forma empezó a lanzar atrevidas miradas hacia su chico. Incluso se permitió morder ligeramente su labio inferior.
No tardó en percatarse de la excitación del otro. Aquello solo le dio más fuerza y ganas para seguir provocando, pues le encantaba verlo de aquella forma por él. Sonrió victorioso y una vez la canción acabó, se acercó a donde estaba ChanYeol y se arrodilló frente al sofá, justo donde él se sentaba.
Sabía que estaba un poco despeinado por los movimientos del baile y con el flequillo tapando parte de sus ojos. Era consciente de que había acabado un poco sudado, entre la calor que hacía allí dentro y la motivación que había puesto en el baile. Por último y más importante, también sabía que aquello le daba cierto punto sexy a su favor. Iba a sacarle provecho a esa imagen, ahora que por fin había finalizado la parte vergonzosa del regalo.
-¿Y qué? ¿Qué te ha parecido? -sin perder la sonrisa juguetona y aquella segura mirada, colocó disimuladamente una mano sobre cada rodilla de ChanYeol.
No había perdido ni uno solo de los detalles del baile. En algunos momentos incluso había sentido su respiración agitarse levemente, sobre todo cuando le vio acercarse con esa arrolladora sensualidad.
-¿Tú que crees? ¿Es que no se nota lo bien que lo has hecho? -preguntó con la voz cargada de excitación. La piel le brillaba debido al sudor y sus ganas de tocarlo se hacían mayores. No se retuvo y llevó directamente los dedos hasta sus labios para rozarlos y toquetearlos-. ¿Sabes lo que les pasa a las zorrillas cómo tu cuando provocan? que se las follan. Dime ¿tú qué quieres, eh?
BaekHyun entreabrió los labios cuando el menor acercó a estos sus dedos, dejando que los tocara y disfrutara de su tacto tanto como quisiera. A su vez movió sus manos a través de los muslos del chico, sin llegar a rozar su entrepierna. Tan solo repartía leves caricias a lo largo de sus piernas, por la parte interior.
Sus sucias palabras le hicieron sonreír. Echó un momento la cabeza hacia delante unos centímetros, introduciendo así algunos de los dedos del menor en el interior de su boca. Los lamió de la forma más provocativa que conocía y echó de nuevo la cabeza hacia atrás para sacarlos, todo sin dejar de observar directamente sus ojos.
-Quiero que me des lo que me merezco por ser tan putón contigo. Si soy una de esas zorillas que solo buscan calentarte la polla, entonces párterme en dos y no pares.
ChanYeol dibujó una traviesa y complacida sonrisa por las atrevidas palabras de su chico, entonces se inclino hacia él hasta poder sentir su respiración. Mientras tanto acercó una mano a su torso y empezó a acariciar la zona con los dedos, sin detenerse en ningún lugar concreto.
-Pues ve haciéndote el cuerpo, porque vas a suplicar más de una cosa -terminó bajando la mano hasta su miembro y lo rodeó sobre la tela del tanga sin ningún tipo de miramiento, justo mientras le susurraba aquellas indecencias. Apretó un poco más pero tampoco queriendo pasarse al ejercer presión. Lo único que buscaba era causarle algo de pacer y provocar.
BaekHyun luchó contra las ganas de suspirar al sentir dicha presión, excitándose más de lo que ya estaba. La tela empezaba a molestarle y su miembro sentía la necesidad de ser liberado, todo por aquella traicionera mano que le estaba tocando.
-¿Qué voy a suplicarte según tú? ¿Que me folles hasta que no pueda más? ¿Que me des con todas tus fuerzas? ¿Que no pares? -acercó el rostro un poco más al del menor, provocando el roce de sus labios y dejando escapar de los suyos aquel suspiro que tanto había tratado de contener, sin éxito.
-Exacto... todo eso y más vas a suplicar -le dijo unos segundo antes de lanzarse a besar sus labios, sin poder evitarlo cuando los tuvo tan cerca de los propios.
Mas que besarlos, los devoraba con ganas. Tantas que nunca había imaginado que llegaría a besar a alguien de esa forma tan ansiosa. Pero pronto se separó dejando un ultimo apretón en su entrepierna antes de alejarse. Aquel toque terminó de hacer que el más mayor de los dos perdiera la cabeza por él como otras tantas veces.
ChanYeol se puso en pie dejando a BaekHyun arrodillado delante de él y observando con atención todo lo que tuviera pensado hacer a continuación con él. Se deshizo de su camiseta con una ladina sonrisa y cogió ambas manos de BaekHyun las atarlas entre sí con la prenda e impedirle moverlas demasiado.
-Así mejor -le obligó a levantarse como pudo y le arrancó el tanga de un solo tirón hacia abajo, dejándole completamente desnudo e indefenso ante él-. Tienes un culo demasiado precioso. Lástima que te lo acabe rompiendo -dijo descaradamente, poniendo una mano sobre una de sus nalgas y acariciándola con mimo.
-No seas mentiroso. Ambos sabemos que no te da ninguna pena hacerlo y que tú lo disfrutas tanto como yo -llevó una vez más la mirada a los ojos del menor, tentándole con esta-. Además, tienes permiso para hacer con él lo que te de la gana. Es tuyo y solo tuyo, así que solo pide y lo tendrás -con las manos unidas rozó cómo pudo la entrepierna de ChanYeol sobre la tela del pantalón que aún vestía, provocando.
ChanYeol apretó su trasero con gana, causando que el cuerpo del mayor se pegara más al propio, buscando sentirlo. Tuvo que contener el aliento un instante cuando notó las traviesas manos del otro, excitándose más de la cuenta y sintiendo una gran molestia entre las piernas.
De nuevo no le dejó actuar y se separó, empujándole boca abajo contra el sofá donde pocos minutos antes estaba él sentado disfrutando del agradable espectáculo por el que ahora estaban en esa íntima situación.
-Vas a tener un gran problema -se empezó a desabrochar los pantalones y a quitárselos, quedando tan solo en ropa interior-. Uno bien gordo.
Pensaba hacerle el amor como pocas veces se lo había hecho, excitado enormemente por la situación en la que habían terminado y todavía pensando en la imagen de su cuerpo moviéndose con sensualidad al ritmo de la música ¿Cómo se le podía haber ocurrido que no iba a gustarle y que acabaría burlándose de él? A esas alturas BaekHyun ya debería tener claro lo mucho que le gustaba y encendía a la mínima, prácticamente sin esfuerzo alguno.
Agradecía el hecho de estar solos en casa, porque pensaba hacerle gemir de tal forma que cualquiera que hubiera estado cerca terminaría por escuchar sus gritos de placer por cada una de las embestidas que ofreciera al tan querido trasero de su novio.
Desde ese momento BaekHyun se dejó llevar totalmente por él y por sus acciones, sabiendo lo que le esperaba y no resistiéndose a ello. Lo deseaba. Ansiaba el cuerpo de ChanYeol junto al suyo, dándole calor y placer como nunca otra persona había sabido hacer. Su forma de hacer las cosas era lo más excitante y morboso que había visto y sentido en años.
Como era de esperar terminaron acostándose allí mismo, sobre el sofá del salón de la casa. Al mayor le sorprendía un poco el hecho de como algo que pensó que iba a ser vergonzoso había terminado por ser el mejor polvo en mucho tiempo. La pasión con la que ChanYeol se lo había hecho, como había manejado su cuerpo a su antojo y le había sostenido entre sus brazos en todo momento, haciéndole sentir en el paraíso... iba a tener que plantearse provocarle así en más ocasiones para seguir disfrutando de orgasmos tan intensos como el de ese día.
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