Nota: ¡Hola! ¿Qué tal van? Hoy por fin, les traigo el final de Italia. Siento que me ha quedado un poco soso, pero tenía que acabarlo ya y me faltaba inspiración, pero si no lo acababa ya, no podía empezar con otros que tengo pendientes. Espero que les guste y no olviden dejar su comentario bonito. ^^
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Ya hacía semanas que había vuelto a Corea de Italia, y no había tenido ni una sola noticia acerca del paradero de BR.
Nada más volver a su país, lo primero que hizo fue volver a la zona donde vivía antes, preguntando por ella y donde vivía, pero solo del decían que hacía ya tiempo, se marcharon, su familia, de allí, a vivir a otro lugar que desconocían totalmente.
Sus amigos y compañeros no dejaban de decirle que lo veían muy raro. Hasta él se sentía raro.
Si tuviera que descubrir como se sentía, diría que estaba como si le hubieran arrancado de manera fría las ganas de estar alegra y de hacer cosas.
En esas semanas en Corea, había tenido mucho trabajo por delante, incluso sus compañeros se lo llevaban a pasarlo bien cuando tenían algún momento libre, pero nada conseguía que se sacara a BR de la cabeza.
No dejaba de preguntarse que sentía de verdad por ella y que había pasado, para que ahora no tuviera ni ganas de hacer una mísera broma.
BR, se podría decir que no era más que una chica que había conocido por casualidad en un viaje, que la conocía de apenas unos días y que no sabía en realidad mucho de ella. Esa era la cruda realidad, pero lo que había en su corazón era algo mucho más diferente.
En su corazón, BR era algo más, era una persona que con apenas unas horas, le había bastado para conseguir que no se la pudiera quitar de la cabeza.
Que lo que sentía por ella, jamás lo había experimentado por nada ni por nadie, y se sentí muy extraño, no sabía cómo comportarse ni que hacer. La necesitaba, estaba seguro que si ella estuviera a su lado, sabría que decirle para entenderse a sí mismo.
-Eh, Sehun ¿nos vamos? –Kai asomó por la puerta del baño, sacándolo de sus pensamientos.
-Sí, claro ¿Ya están todos preparados? –Se terminó de acomodar el cabello, antes de dejar de mirarse en el espejo. Hasta él se veía una mirada triste.
-Sí, creo que falta Xiumin que estaba haciendo algo, pero nos vamos ya.
-De acuerdo.
Ambos chicos se marcharon de allí, saliendo del apartamento que compartía con algunos de los miembros del grupo.
Un furgón los estaba esperando para llevarlos a un fanmeting que tenían programado, aunque a él no le apetecía nada, solo tenía ganas de meterse en la cama, echarse las mantas hasta la cabeza y no salir en unos cuantos días.
-¿Cómo has amanecido hoy, campeón? –Le preguntó Baekhyun, dándole una palmada en la espalda, a modo de complicidad.
-He amanecido, eso es lo importante –Intentó sonreír, pero solo le salió una mueca.
Siguiendo a sus compañeros al interior del furgón, se limitó a contestar solo lo que le preguntaban directamente, sin andarse con ningún rodeo.
A su parecer todos estaban contentos por hacerle una vista a sus fans, pero él pocas ganas tenía. Para su desgracia, cada chica que veía le recordaba a ella, y eso le provocaba un poco más de dolor.
El trayecto no se le hizo muy ligero. Sin decir nada, solo hacia lo que los encargados le mandaban y lo que sus managers le indicaban.
Vio un grupo de chicas en la entrada del pabellón donde tendría lugar el encuentro ¿Cuánto tiempo habían pasado ahí para poder ser las primeras en entrar y en coger los mejores sitios?
-¿Lo tenéis todo claro? –Les preguntó uno de los encargados tras recitarles las normas de seguridad.
Rodos dijeron que sí, hasta él, a pesar de que no se había enterado de nada. Haría lo que los otros hiciera y no tendría ningún problema.
Cuando entraron al interior del pabellón, las fans alzaron carteles creados por ellas mismas, donde se podían leer sus nombres, y alguna que otra gritaba de la emoción algo que no se le entendía.
Sonrisa, inclinación y saludo. Siempre sin dejar de sonreír, aunque le fuese muy duro. Pero en ese momento, de cara a muchas personas que lo adoraban no podía flaquear ni aparentar debilidad. Eso le habían explicado siempre, desde un principio.
Lo ideal y lo que supuestamente debería hacer él, era presentar al grupo y dar un pequeño discurso inicial antes de comenzar el evento, pero al no encontrarse con muchos ánimos, se lo había cedido a Kai, quien sin ningún problema, aceptó encantado.
Estuvo ausente en todo ese tiempo, pasaba la mitrada por todas las chicas que los miraban ilusionadas. Como deseaba que una de ellas fuera BR. Pero eso sería imposible, sino, ella ya hubiera aparecido desde hace unas semanas.
-Esta noche te vienes conmigo –Chen le susurró al oído, de manera disimulada.
-¿Ir a dónde? –Preguntó extrañado por su misterio.
-Te da igual donde, pero hay que hacer contigo algo ya –Chen sonría, pero su tono de voz era muy duro y serio.
-No es necesario, ya se pasará esto.
-Lo que tú digas, pero te llevaré de las orejas si es necesario.
Inevitablemente, al imaginárselo, una pequeña y sincera sonrisa apareció en sus labios. Sus amigos hacían el esfuerzo, pero lo único que conseguían era eso, una pequeña sonrisa.
Era el momento de firmas autógrafos, por lo menos estaría entretenido y no le daría tantas vueltas a la cabeza.
Una a una, las chicas fueron pasando por delante de cada uno. También había algún que otro chico, pero la gran mayoría eran chicas. Todas emocionadas de estar allí.
No era consciente de cuánto tiempo llevaban allí firmando cosas, pero lo dolía la mano a rabiar. Había firmado todo tipo de cosas. Desde discos, a bufandas, postcard, camisetas y más cosas que creía imposibles de firmar.
Ya ni veía lo que firmaba. Solo lo hacía, saludaba y sonreía, y dejaba paso a la siguiente de manera cortes.
Saludó a la siguiente chica, ni siquiera la miró directamente al rostro. Tomó la fotografía que le estaba dando, y cogió el rotulados y firmo a un lado. Cuando terminó de hacerlo se quedó mirando fijamente la foto.
Esa imagen la había hecho él, era una en la que BR lucia muy hermosa, la mejor que le hizo de todas ¿Por qué la tenía esa chica?
Alzó la mirada para verla y preguntarle de donde la había sacado, pero al hacerlo se quedó sin palabras, sin consciencia de lo que había a su alrededor.
-Tuve tiempo de robártela y llevármela, pero la quería firmada, al fin y al cabo, es tuya.
Por unos segundos se quedó mirando a BR, como si algo en él no se creyera que estaba allí de verdad. Pero lo era, estaba ante él, con la mirada insegura y nerviosa.
-Lo siento por irme y ahora aparecer tan tarde, no me atrevía por miedo a como pudieras reaccionar después de lo que hice –Volvió a hablar la chica, al ver que él no decía nada.
Chen pareció darse cuenta de la situación, y aunque no sabía a ciencia cierta de quien se trataba ella, le propinó a Sehun un codazo para que reaccionara. Al parecer funcionó.
Aun atónito, Sehun se puso en pie, y a pesar de tener una mesa de por medio, se echó un poco sobre esta, haciendo que BR hiciera lo mismo, para así poder abrazarle.
La había echado de menos, y sentir su calor y aspirar de nuevo su dulce aroma. La abrazaba con tanta fuerza, como si solo estuvieran ellos dos solos allí.
-Te estuve buscando en cuanto llegué aquí –Fue lo único que dijo, susurrándole al oído.
-Lo siento mucho, tenía mucho miedo y no me armaba del valor suficiente –BR parecía estar a punto de llorar, y eso lo notó en seguida Sehun.
-No te preocupes por eso, lo que importa es que estás aquí, que has venido a buscarme.
Algunas de las chicas que estaban presenciando la escena, se sentían algo celosas, y murmuraban unas entre otras, por lo cariñoso que Sehun se estaba mostrando con esa chica.
-Sehun, aunque quisiera, no podemos quedarnos así mucho más tiempo –Acabó diciendo BR, siendo algo más consciente de la situación y de lo que los rodeaba.
-Tienes razón, no te vayas a ir, cuando el evento acabe, mandaré a alguien a buscarte ¿vale?
Ella asintió con la cabeza, separándose muy a su pesar. Por un momento, sus miradas se cruzaron, y sonrieron a la misma vez.
Por primera vez en semanas, la sonrisa de Sehun era amplia y feliz. Su actitud cambió mucho, de manera radical, ahora no dejaba de sonreír y de hacerles bromas a las fans.
Chen lo miraba extraño por su repentino cambio, parecía no entender nada de lo que pasaba por la mente de Sehun, quien ahora tenía un motivo más para desear que se acabase aquello pronto.
***
Estaba muy nervioso. Ya había acabado todo. Se habían despedido de sus fans con otro pequeño discurso de agradecimiento por asistir, y en cuanto estuvo fuera, mandó a alguien a buscar a BR.
-¿Qué pasa contigo? Desde que has abrazado a esa chica se te ve mejor -Dijo a su lado Lay.
-Si solo necesitabas un abrazo, haberlo dicho y te lo hubiéramos dado desde el primer momento –Baekhyun comentó, dejándose desmaquillar por una encargada.
-Ya os comentaré, y mejor me salgo, que sois demasiado cotillas.
Salió de la sala en la que estaba, escuchando alguna que otra protesta por parte de sus amigos. Se pondrían muy pesados con él después.
En el pasillo se quedó esperando, apoyado en la pared, hasta que BR apareciese, pero los segundos se le hacían eternos.
Cuando se levantó esa mañana, lo único en lo que no pensó, era que la vería por fin pero las dudas comenzaron a llenarle el corazón ¿Y si se había ido y volvería a no saber nada de ella?
Pero todas las dudas se disiparon cuando la vio aparecer al final del pasillo. Salió corriendo hacia ella, abrazándola contra su cuerpo con más ganas que nunca, dispuesto a no soltarla ahora que la tenía entre sus brazos.
-Ya pensaba que te habrías ido –Le dijo nada más estrecharla.
-No te iba a dar ese placer.
Una pequeña sonrisa se le escapó por sus palabras. Se sentía tan feliz w ilusionado, como nunca antes.
-¿Por qué no pudiste venir antes? –Preguntó, separándose tan solo un poco de ella, para poder mirarla a los ojos mejor.
-He tenido que trabajar, y cuando estaba libre, no me atrevía a hacerlo.
-Bueno, eso no importa ya –Cogiéndole el rostro con una mano, le plantó un intenso beso en los labios.- Te he echado mucho de menos ¿eres consciente de lo mucho que te amo?
-No, porque estoy segura que yo te amo mucho más –Le susurró ella sobre los labios, antes de volver a darse un beso.
Sehun la volvió a estrechar entre sus brazos, diciéndose a sí mismo que por nada en el mundo la dejaría ir sin saber dónde buscarla de nuevo.
Mientras la abrazaba, vio de reojo que la puerta de la que él había salido estaba entre abierta. Le resultó muy raro, porque se había asegurado de cerrarla bien.
Al fijarse un poco más, pudo apreciar que sus compañeros estaban amontonados y semi ocultos observando todo lo que pasaba fuera, como si fueran unas marujas.
Sehun sospechaba que haría algo así. Rio para sí mismo, y asegurándose que todos lo vieran, besó con amor y pasión los labios de la chica que le había robado el corazón en Italia.
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