sábado, 17 de noviembre de 2012

(KeyBer) Extraño -Serial- Capitulo 4


Aún lo estaba esperando. Volvía a mirar el reloj. Ya se retrasaba como… ¿media hora? Se volvió a colocar bien su mochila a su espalda. Miraba hacia una dirección y hacia otra. Nada. Este chico al estaba volviendo loca. Estaba ya pensando en darse media vuelta y volver por donde había venido, pero una conocida voz chillando su nombre al fondo de la calle la retuvo.

-¡Amber! ¡Tu rubio ya esta aquí!

-¡¿Mi que?! -fueron las únicas palabras que salieron de la boca de la sorprendida de Amber al escucharle. Key venia corriendo hacia ella. Llevaba unas gafas de sol, casi mas grandes que él, una bolsa media y le faltaba el aliento de tanto correr. Al llegar hasta ella se paró en seco intentando no caerse.

-Bueno… Ya estoy aquí, vamonos -Key apoyaba las manos en sus rodillas intentando respirar aun.

-Pero si aun no puedes ni respirar.

-Amber, y se que me has echado mucho de menos y quieres ver mi precioso rostro, pero si no nos amos nos cerraran la piscina- con esto ultimo la coge de una brazo y empezó a tirar de ella.

Con los ojos en blanco, Amber lo seguía sin rechistar. Eso mejor no hacerlo. Ni se le ocurría hacerlo. Solo lo siguió, ya que ella no sabia donde estaba la piscina a la que le iba a llevar. Él caminaba feliz tirando de ella. Sabia perfectamente que ese día sería especial. Él lo sabia. Lo había estado planeando todo. Pero no sabia que Amber le estropearía todo y tendría que cambiarlo. Aunque el fin fuera el mismo.

-Eh.. ¿de verdad que es aquí? -Amber preguntaba asombrada. Estaba ante uno de los hoteles mas lujosos de toda la ciudad. Key le asintió con la cabeza sin decir nada, simplemente la llevo a dentro. Saludó al recepcionista y siguió llevándosela a través de un pasillo.

-Mira, en los vestuarios no podemos estar juntos, es normal, aunque ya se que lo deseas, deseas estar conmigo y verme desnudo, pero no puede ser -aquello provoco que Amber acabara roja, acalorada, sin saber que decir. Key la dejó enfrente de los vestuarios de chicas.- Desde ahí sabrás ir a la piscina, allí te espero.

Con una preciosa sonrisa dibujada en su rostro, Key desapareció tras una puerta, dejando a Amber sola. No dudo mucho en entrar ella a los vestuarios. Pocas mujeres había allí. Se acercó hasta un banco algo alejado de las otras miradas y comenzó a cambiarse de ropa. Pensaba en como había acabado allí enredada por un chico que había perdido su gorra, y que ella, con buen corazón, se la quería devolver. Sin darse cuenta, al ponerse en pie, se dio un cabezazo contra una taquilla. Se frotaba la cabeza con una mano mirando con que se había dado “Que dolor, madre” se frotaba metiendo dentro de la taquilla su mochila.

Aun frotándose un poco, salió por otra puerta, la cual daba con la piscina. Alucinaba. Era bastante grande y muy lujosa. Estaba exquisitamente decorada. Y allí estaba él. De espaldas a ella. No la veía. Estaba justo en el borde. No lo podía evitar. La tentación era demasiado grande. Y así pagaría por lo que le hizo en el supermercado. Sin hacer mucho ruido se acerco a él por su espalda y sin dudar mucho más lo empujo dejándolo caer al agua.

-¡¿Pero que..?! -Key asomó la cabeza del agua y vio como Amber se destornillaba de risa fuera. Eso se suponía que tenia que ser al revés. frustrado, Key empezó a hacer como si se ahogara- Socorro ¡Me ahogo! ¡Socorro!

Amber lo mira aun con una sonrisilla, observaba el alboroto que estaba montando.

-Key no te ahogas, no mientas.

-¡Socorro!

-No bromees más.

-¡So-co-rro! -Key se dejo un hundir un poco asustando a la pobre que no dudo en tirarse a la piscina para socorrerlo. Pero al hundirse y abrir los ojos, vio a un Key sonriente. No se estaba ahogando de verdad. Era todo una broma. Iba a matarlo. Pero antes de que hiciera nada, Key tomó su rostro con ambas manos, acercando sus labios hasta posarlos en los de ella, dejandole un dulce sabor, dejando que Amber notará sus sedosos labios sobre los de ella. Al separarse Key para tomar aire, Amber no supo como reaccionar ni que pensar sobre ello, tan solo salió a la superficie dándole una colleja a Key. -No te estabas ahogando ¡Y yo ya estaba asustada!

-Lo siento, lo siento -Key huía de ella sin dejar de reír. Se acercó al bordillo y con agilidad salió fuera del agua. Eso fue la perdición para Amber, el ver su cuerpo mojado. El ver como las gotas de agua recorran lentamente parte de su piel. Su pelo mojado que caía sobre su frente y sobre su cuello. Aquello la estaba matando… Pero el beso… ¿la había besado? Se llevo un dedo a sus labios. Si. Aun sentía su calor ¿pero por qué? Sin saber porque, ahora tan solamente quería que la volviera a besar… Pero una voz chillona, una voz femenina la despertó de sus sueños.

-¡Key! -al girar la cabeza vio como una muchacha corría hasta Key, abrazándolo con fuerza. En esos momentos los celos estaban matando a Amber…- Te he echado mucho de menos sabes…




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