martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) A second chance to make you happy -Serial- Capitulo 1


Título: A second chance to make you happy

Pareja: YeWook (Yesung + Ryeowook)

Tipo: Yaoi

Géneros: Romance, drama, lemon, angst

Clasificación: NC-17

Descripción: Tras algunos años sin saber nada el uno del otro Jongwoon descubre que el amor de su vida, al que creía haber olvidado, y su mejor amigo están juntos. Las cosas empeoraran conforme pase el tiempo y los sentimientos de ambos florezcan de nuevo, no teniendo las cosas muy a su favor ¿Traicionar a su amigo o perder la ultima oportunidad de recuperar el amor de esa persona?

Advertencias: El lemon es lo único así fuerte.

Notas: Este fanfic empecé a escribirlo hace bastante tiempo, durante una “pequeña” crisis personal que me inspiró a hacerlo. Después estuve alrededor de un año sin seguirlo. Hace poco lo encontré, lo releí y me animé a seguirlo y compartirlo con vosotros. Espero que os guste y lo disfrutéis.

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Nada más verle supe a quien tenía frente a mí. Sus hermosos ojos oscuros, sus tentadores labios, aquella adorable nariz con esa pequeña peca adornando con gracia. Esa sonrisa que podía iluminar mi mundo entero en tan solo un segundo. No había cambiado nada. Pero al mismo tiempo, todo era diferente.

¿Cuantos años habían pasado? ¿Cuatro? ¿Cinco? En algún momento perdí la cuenta. Y por azar o destino, allí estaba. Siendo presentado como el novio de mi mejor amigo.

-Él es RyeoWook. -Me dijo KyuHyun con una alegre sonrisa en los labios.- RyeoWook, él es JongWoon. El amigo del que te hablé. -Le dijo a él.

Ambos sonreímos lo mejor que supimos y fingimos un primer encuentro.

-Encantado de conocerte, JongWoon. -Allí estaba. Esa voz que tanto había echado de menos. ¿Estaría disimulando al igual que yo o realmente ya había olvidado quien era?

-Igualmente. -Me limité a decir, con educación. No debía dejar ver mis sentimientos delante de ellos. Mucho menos delante de KyuHyun. Si él hubiese sabido a quien me iba a presentar, seguramente no lo habría hecho. Era muy celoso. Igual que yo. Ya empezaba a presentir que a la larga nos traería problemas.

Los tres entramos al bar y pedimos algo de cena tras escoger una buena mesa. KyuHyun empezó a contarnos como le había ido el día. Intenté parecer interesado, pero toda mi atención estaba puesta en RyeoWook. Qué hermoso se veía. Creo que estaba incluso más bonito que cuando salía conmigo. Aunque a mí siempre me pareció un chico muy bello.

-¿Y tú qué, JongWoon? -Me preguntó Kyuhyun al acabar de contar sus cosas. Me pilló desprevenido ya que aunque parecía que le escuchaba, apenas le había estado prestando atención.

-He salido de trabajar poco antes de la hora a la que habíamos quedado. Hoy tuve que hacer horas extra. Ha sido un día complicado. -Le expliqué.- No creo que vaya a irme muy tarde una vez cenemos, estoy agotado.

-¡Venga ya! Casi no nos vemos últimamente. -Se quejó él, aunque se notaba que aquello no empañaba su buen humor.

-Eso es porque tú estás demasiado ocupado. -Le contesté, disimulando mis pocas ganas de estar allí y sonriéndole un poco. Sí. Últimamente mi amigo estaba muy centrado en otras cosas como para quedar conmigo más seguido. Y ahora que sabía por qué, prefería no imaginar a qué dedicaba su tiempo libre.

KyuHyun pareció sonrojarse. No quise saber más.

-¿Y a qué te dedicas? -Me dijo RyeoWook de repente, salvándome de detalles innecesarios. KyuHyun no pareció notarlo, pero yo percibí su necesidad por cambiar rápidamente el tema.

-Trabajo en la cafetería de mi madre. Ella ya está un poco mayor así que voy, la ayudo y de paso gano mi dinero. -Le respondí, intentando que no se notasen los nervios que recorrían mi cuerpo al dirigirme directamente a él.

-Eso es muy bueno y bonito por tu parte. -Contestó antes de sonreírme con sinrecidad, aparentemente.

-Gracias. -Le devolví la sonrisa y ya no supe qué más decir. No hizo falta. Allí estaba KyuHyun de nuevo.

-Pues Wook trabaja en la radio ¿Sabes? Lleva un programa. Seguro que más de una vez lo has escuchado y no sabías que era mi novio. -Rio como si aquel comentario fuese lo más ingenioso que había dicho en su vida.

-Seguramente habrá sido así. -Mentira. Lo habría reconocido.

-Es todos los viernes a la noche. A eso de las diez. -Me informó KyuHyun.

-Pero seguro que le parece aburrido. -Comentó RyeoWook.- La mayor parte del programa es gente llamando y contando sus experiencias sobre el tema del que toque hablar esa semana.

-JongWoon no es muy amante del drama ajeno. -Dijo KyuHyun entre risitas. RyeoWook ya lo sabía. Por eso había dicho aquello.

Se miraron, se sonrieron y yo tuve que apartar la vista de ellos con disimulo, incómodo.

Por fin nos trajeron lo que habíamos pedido para cenar. Bien. Así la tortura acabaría antes.

La cena fue de mal en peor. KyuHyun se empeñaba en hacer pequeñas bromas sobre su vida privada con RyeoWook. El otro se las reía todas, aunque a veces se veía tan incómodo como yo. O incluso más. O quizás eran solo imaginaciones mías y realmente no le importaba que yo escuchase esas cosas y lo que pudiera pensar o sentir al hacerlo. Tampoco me habría sorprendido.

-Creo que me voy a ir ya. -Dije cuando no habíamos ni pedido el postre.- Estoy demasiado cansado.

-Tú te quedas y te tomas algo con nosotros antes de irte. -Me pidió KyuHyun. Aunque pareció más una orden.

-Déjale. Realmente se ve cansado. -Le dijo RyeoWook. No sabía si alegrarme o no. ¿Me estaba echando? Me empezaba a emparanoiar. Necesitaba marcharme.

-Nos veremos pronto, Kyu. De verdad. -Intenté convencerle para que me dejase ir. Yo allí ya no pintaba nada.

Al final pareció aceptar y no insistió más en que me quedara con ellos. Pagué mi parte de la cena, me despedí y me fui a mi casa no queriendo saber más del tema y olvidarlo todo.



***



Cuando llegué a casa ya había pensado suficiente en todo. Quería olvidarme de lo que había pasado, fuese como fuese. Aquella noche echaban en televisión una de mis series favoritas y con un poco de suerte aún quedaría un rato para que acabase el episodio. Ni siquiera sabía qué hora era.

Cuando me tiré sobre sofá y encendí la televisión, tras cambiarme de ropa y ponerme más cómodo, me alegré al ver que aún quedaba por lo menos medio capítulo. Esperaba que eso fuese suficiente para distraerme. Me recosté, acabando por tumbarme completamente y subir una pierna al respaldo del sofá, pero pronto cambié de posición. Y después otra vez. Y más tarde de nuevo. Aquella noche hacía una calor sofocante y no estaba cómodo de ninguna forma.

El capítulo estaba realmente interesante, eso sí. Casi me hizo olvidar a RyeoWook y con quien estaba saliendo. Después de tanto tiempo tampoco me costaba tanto sacarlo de mi cabeza cuando acudía a esta. Ya era costumbre. Aunque siempre acababa volviendo. La diferencia era que durante los años que no nos habíamos visto yo apenas había sabido nada de su vida ni visto una sola foto reciente. Y verle de repente, tan guapo, hablar con él, tenerle frente a mí, fingir que no nos conocíamos y que encima estuviese saliendo con KyuHyun, me descolocó muchísimo.

Tenía mi móvil en silencio y lo escuché vibrar sobre la madera de la mesita del salón. Me extrañó porque ya era bastante tarde. Estiré el brazo hacia él y cuando lo cogí y lo desbloqueé para ver quien era, vi el mensaje de un número que desconocía.

“Me alegra haberte visto hoy y saber que estás bien. Pero siento que hayas tenido que aguantar esto. Supongo que a partir de hoy volveremos a vernos más seguido. KyuHyun ya estaba hablando de vernos contigo otra vez. Espero que no haya ningún problema con eso. Buenas noches”

Fruncí el ceño al leerlo. Seguramente había cogido mi número del móvil de KyuHyun para mandarme aquel mensaje, ya que hacía un tiempo me había cambiado el número y no tenía el mismo que cuando estaba con él. Una parte de mí se alegraba enormemente de recibirlo. Por otro lado sentí una gran tristeza al recordarlo todo. A pesar de eso, decidí responderle.

“Yo también me alegro de que nos hayamos visto. Y no te preocupes, estoy bien. Buenas noches”

Dejé de nuevo el móvil en la mesa, soltando al mismo tiempo un pesado suspiro. Lo cierto es que no me entusiasmaba tener que volver a verles. Al menos juntos. Volví a intentar concentrarme en la serie.

El móvil vibró de nuevo.

“No mientas”

“No lo hago”

“Lo haces. Habrás podido engañar a KyuHyun, pero no a mí”

“¿Tanto se notaba?”

“Al menos yo sí que lo he notado”

“Qué listo eres y qué bien me conoces”

“Siempre”

Sonreí con debilidad mientras miraba aquel último mensaje y pensaba qué responderle a continuación.

“Así que la radio, eh”

“Sí. Desde hace medio año más o menos”

“Me alegro por ti”

“No vas a escucharlo ¿Verdad?”

“¿Quien ha dicho eso?”

“No sé, imagino que no”

“Era a las 10 ¿No?”

“Shi”

“Lo tendré en cuenta”

Tras aquello no volvió a responderme. No me extrañaba. La conversación parecía un poco forzada e incómoda. Pero no había sido yo quien la había empezado.

La serie terminó, pero ahora entraba una agradable corriente de aire por la ventana y se estaba bastante bien allí tumbado. Me dio muchísima pereza moverme así que me quedé viendo un documental sobre asesinos en serie que echaban a continuación. Al menos era interesante.

Pasado un rato tuve que haberme quedado dormido, porque cuando abrí los ojos ya era de día y lo que había en la pantalla era un programa de noticias matutino del que tan solo había escuchado hablar. Me incorporé poco a poco con los ojos entrecerrados por el sueño y miré un poco a mi alrededor. Vaya. Menos mal que ese día no tenía que trabajar, aunque más tarde fuera a pasar por la cafetería de todas formas para ver como le iban las cosas a mi madre.

Me dolía la espalda muchísimo. Quedarme dormido en el sofá toda la noche no había sido lo mejor. Me levanté con cuidado para no hacerme más daño. Me estiré un poco y antes de llegar a salir por la puerta del salón para ir al baño, fue cuando recordé todo lo que había ocurrido la noche anterior. ¿Me habría vuelto a responder tras el último mensaje? Lo dudaba mucho. Pero como un idiota volví para buscar mi móvil y echar un vistazo a los mensajes, por si acaso. Y no me equivoqué. Había un mensaje, sí. Pero no era de RyeoWook.

“Hooolaaa! Espero que hayas dormido bien, precioso. Te echaba de menos ¿Dooonde te metes? Contestaaa ;)”

Hice una mueca de disgusto al leerlo y volví a dejar el teléfono en la mesa sin siquiera molestarme en contestar. Yura era buena chica, a veces. Pero por lo visto no le entraba en la cabeza que no estaba interesado en ella en el sentido que estaba buscando. Llevaba meses detrás de mí, había sido rechazada incontables veces y ahí seguía, mandándome mensajitos como ese. No me molestarían mucho si no fuese porque se notaba que estaba buscando tontear conmigo. Odiaba que se hiciese eso. Y tenía unos buenos motivos para ello.

El día transcurrió bastante normalito y aburrido. Hice algunos recados, preparé algo fácil para comer, perdí un poco el tiempo frente al PC y me duché para ir a la cafetería. En algún momento del día le respondí a Yura. Me bastó con un simple ”Estaba ocupado”. No quería ser tan duro, pero ya estaba cansado de decirle que no estaba interesado. Quizás así se acabaría cansando ella sola. Después me volvió a responder, pero no lo leí hasta mucho más tarde.

Estuve ayudando a mi madre un poco a pesar de ser mi día libre. Ella insistió varias veces en que me fuera a descansar. Decía que tenía mala cara y la verdad es que no se equivocaba. Entre lo mal que había dormido y el encuentro con RyeoWook, no podía tener un mejor aspecto aunque quisiera.

Cuando volví a casa ya eran las nueve y media de la noche. Cené algo ligero y busqué los auriculares para ponérselos al móvil y encender la radio de este. Estaba decidido. Iba a escucharlo. Quizás no sería de mucha ayuda pero le había dicho a RyeoWook que lo haría, aunque seguramente estaría pensando que no iba a hacerlo.

No me habían dicho la emisora en concreto así que pasé un buen rato cambiándola constantemente hasta dar con su voz. De vez en cuando, en algunas escuchaba temas de conversación que podrían coincidir con el contenido de su programa y me detenía en esa emisora unos segundos para ver si era ahí, por si acaso había coincidido que la ponía en un momento donde a él no le tocaba hablar. Pero nada. No aparecía. Ya estaba a punto de rendirme cuando le escuché.

Estaba hablando sobre relaciones a distancia, pero pronto dejé de prestar atención a sus palabras para centrarme simplemente en su voz. Hasta la noche anterior, había pasado años sin escucharla. Dolía saber que me hipnotizaba tanto como antes. Que podía pasar horas escuchándola sin cansarme.

Recordé los momentos cuando estábamos juntos, echados en la cama de mi dormitorio y él me abrazaba y me cantaba con aquella voz tan hermosa hasta quedarme dormido. ¿Haría también eso con KyuHyun? No. No podía pensar en ello. No debía.

Sin saberlo ya llevaba alrededor de una hora tumbado en la cama, simplemente escuchándole hablar. Había cerrado mis ojos y me había dejado llevar por su voz, dejando que el tiempo pasara sin apenas darme cuenta. Empecé a sentir un gran vacío dentro de mí, pero no podía apagar la radio y dejar de escucharle hablar. Era superior a mí. Y dolía.

El programa acabó media hora después y yo quedé liberado de aquel extraño hechizo que me obligaba a seguir escuchándole. Sentí la inmensa necesidad de buscar en el móvil la conversación que habíamos mantenido la noche anterior y escribirle un nuevo mensaje.

“Me ha gustado mucho el programa. Se te da muy bien y conectas con la gente con facilidad. Espero que pronto se haga más conocido porque lo merece”

Dejé el móvil a un lado y me levanté de la cama, desganado, para quitarme la camiseta y ponerme unos pantalones cortos viejos que usaba para dormir. Estaba desanimado y se notaba en cada uno de mis movimientos. Suspiré y me tumbé otra vez, dispuesto a dormirme. No iba a quedarme esperando una respuesta. A saber si al final me contestaría o no.

Pero para mi sorpresa, pasados unos pocos minutos lo hizo. Me sentí tonto al levantarme como una bala a coger el móvil y ver la respuesta.

“No pensé que fueras a hacerlo. Me alegra saber que sí”

Estuve a punto de responderle, pero quizás no fuese buena idea. Al final me contuve las ganas de hablar con él y dejé las cosas como estaban. No quería que ahora empezase a pensar que era un pesado e iba a estar detrás de él todo el día.

Volví a dejar el móvil donde estaba y me tumbé en la cama de nuevo. Estuve dando vueltas en ella durante largo rato antes de poder dormir, pensando demasiado. Maldita voz. Maldito RyeoWook. Malditas coincidencia.

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