martes, 7 de junio de 2016

(YeWook) Loco por amor -Serial- Capitulo 8


Nota: ¡Hola! ¿Qué tal van todos? Hoy os dejo por aquí este nuevo capitulo de Loco por amor, y pronto os traigo más. Espero que les guste, y no se les olvide comentar que eso nos llena de emoción y de ganas de escribir a todos los que escribir. Ya saben, si quieren que haya más antes actualizaciones, a comentar todos.(??)

¡Muchos besos! ¡Nos leemos!

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RyeoWook despertó varias horas más tarde. Aún costándole abrir los ojos, echó un vistazo a la habitación y recordó lo que había pasado. A su lado, sentado en el suelo junto a la cama estaba YeSung, concentrado en uno de sus dibujos.

El estar toda la noche anterior sin dormir había acabado pasándole factura a RyeoWook y YeSung le dejó descansar un rato en la cama de su celda. Era un poco incómoda, pero con el sueño que tenía se habría conformado con menos.

Abrió los ojos de par en par y se incorporó un poco, mirando hacia la puerta.

-No habrá venido alguien ¿Verdad?

YeSung simplemente negó con la cabeza y le miró, sin decir nada.

RyeoWook suspiró, aliviado. Los dos habrían tenido un grave problema si lo hubieran encontrado allí, dormido. Sobre todo después de lo que había pasado. A su cabeza vino la imagen de LeeTeuk insinuando que era él quien provocaba a los internos. Si lo hubieran pillado, habría tenido buenos motivos para pensarlo.

Se sentó en la cama, un poco más despejado. Le dolía muchísimo la espalda y todo por culpa del colchón.

Miró a YeSung, que mantenía la mirada sobre él y recordó todo lo que le había dicho antes de dormirse. Se sonrojó de nuevo al pensar en ello y sentir la intensa mirada del otro sobre él. Curiosamente, ya no le intimidaba tanto que lo observara de aquella forma.

-Será mejor que me vaya ya. -Dijo, levantándose de la cama y poniéndose en pie frente a YeSung.

Tampoco le habría importado quedarse un rato más. Pero se hacía tarde y quizás lo estuvieran buscando.

-Pero vas a volver ¿Verdad? -Comentó YeSung desde el suelo, con la libreta en la mano y un lápiz en la otra.

RyeoWook dudó unos instantes. ¿Sería eso buena idea?

-Claro, volveré a verte. Pero será mejor que nadie lo sepa.

-¿No quieres que sepan que estás conmigo?

El menor miró a YeSung incrédulo, sin esperarse para nada esa pregunta. ¿Desde cuándo estaba con él?

-YeSung… Tampoco te confundas. -Le dijo, inseguro. Aquello sonaba a rechazo y no quería provocar su ira de nuevo.

-Pero eres mío. Y… yo soy tuyo. Tienen que saberlo.

RyeoWook quedó sin palabras después de escuchar eso. Ahora era él quien miraba a YeSung sin ser capaz de apartar la vista. Sin saber qué responderle. Ya estaba acostumbrado a que el mayor se proclamara su dueño pero ¿Había dicho que él era suyo? Eso era nuevo y le costaba asimilarlo.

YeSung le miraba sin moverse, expectante. Parecía estar esperando algún tipo de confirmación.

-Mira… Volveré mañana ¿Vale? Te lo prometo. Hasta entonces, por favor, no hagas ni digas nada.

-¿Pero por qué?

RyeoWook suspiró, nervioso. Pero no era el tipo de nervios que estaba acostumbrado a sentir cuando estaba junto a él. Estos no eran tan malos.

Se agachó para quedar a la altura del mayor y puso una mano a cada lado de su rostro, sobre sus mejillas. Clavó la mirada en los ojos de YeSung, oscuros y penetrantes, y antes de decir nada se fijó en ellos cómo nunca antes lo había hecho. Jamás se había percatado de lo hermosos que eran.

-¿Quieres que esto salga bien? -Le preguntó.

YeSung no dijo nada. Lo miró durante unos instantes como si desconfiara de sus palabras. Pero acabó asintiendo.

-Entonces, haz lo que yo te diga. Confía en mí, por favor. No eres tonto. Sé que sabes lo que pasará si alguien se entera de esto. Por favor, lucha contra todas esas ganas que tienes de hacer saber que soy tuyo… Y usa la cabeza antes de hacer nada.

-Está bien. Confío en ti. -Le respondió YeSung tras unos segundos más de silencio en los que estuvo reflexionando sobre las palabras de RyeoWook.

RyeoWook esbozó una pequeña sonrisa cuando vio que había logrado hacerle entrar en razón. Antes de levantarse y apartar las manos de su rostro, levantó un poco la cabeza y depositó un beso en la frente del mayor, con mucha ternura.

YeSung puso sus propias manos sobre las de RyeoWook y las acarició con las suyas cuando el menor las retiró lentamente de sus mejillas. Levantó la mirada de nuevo para verle cuando se levantó y le miró atentamente hasta que se fue. Su corazón latía con fuerza gracias a aquel beso y el instante en el que sus manos se tocaron. Estuvo a punto de decirle algo, pero incluso él sabía que el momento había sido perfecto tal y cómo había sucedido. No era necesario nada más.

RyeoWook se aseguró de que no hubiera nadie cerca antes de salir de la habitación y volver a cerrar la puerta. Avanzó por el pasillo y salió de la zona de alta vigilancia.

Por las ventanas del centro se veía que ya había anochecido. Miró la hora en su reloj. Ya era casi el momento de irse a casa. Decidió ir a recoger sus cosas e ir preparándose para marcharse. Si por el camino alguien le preguntaba donde había estado, ya se inventaría alguna excusa.

Ni él mismo sabía qué sentía. No dejaba de darle vueltas a todo lo que había pasado. Lo que YeSung le había dicho, lo que él mismo había hecho… Ni siquiera comprendía a qué había venido ese beso. ¿Es que se estaba volviendo loco él también? La noche anterior estaba deseando no volver a verle, asustado de él, y ahora todo había cambiado tan repentinamente que casi no parecía real.

Pensaba una y otra vez en ello y se sorprendía al descubrir que no se arrepentía de nada. Incluso volvió a sentir que un sonrojo crecía en sus mejillas cuando recordó el momento del beso y aquellas caricias… Deseaba más de ellas.

Mientras caminaba por el aparcamiento de camino a su coche, intentaba una y otra vez alejar aquellos pensamientos de su cabeza. Pero le era imposible. ¿Por qué? Le costaba comprenderlo.

A lo lejos se escuchaban las voces de EunHyuk y otro chico. Miró hacia allí para ver a qué distancia estaban y aceleró sus pasos hasta el coche para no ser alcanzado. Ni interrogado. Seguramente se habrían estado preguntando donde se había metido y no quería tener que dar explicaciones. Ya tendría que hacerlo al día siguiente y no le hacía ilusión pensar en ello.

Logró llegar al vehículo antes de que llegaran a verle. Se subió en él y puso la calefacción. Estaba empezando a hacer mucho frío aquellos días. Puso algo de música para intentar distraer alejar sus pensamientos de YeSung con ella, pero nada. Nada podía hacerle dejar de pensar en él.

RyeoWook llegó a su casa cansado de pensar y confundido. Tan solo quería irse a la cama a dormir y olvidarse de todo por unas horas. Le habían ocurrido tantas cosas en tan poco tiempo…

Mientras cenaba cogió su ordenador portátil y se entretuvo revisando los pocos perfiles que tenía en las redes sociales. En una de ellas le salió una publicación de EunHyuk. Era una foto con DongHae. Se les veía contentos a los dos, a pesar de los momentos que sabía que estaba pasando su compañero.

Se sintió fatal al darse cuenta de que con todo el tema de YeSung había olvidado por completo a DongHae. Había estado tan concentrado en el mayor que no había estado pendiente de su amigo. Y entonces el remordimiento se hizo más fuerte. Parecía que también había olvidado el hecho de que había sido YeSung quien le había pegado. El otro había obligado a base de golpes al chico a tomarse un descanso y estar postrado en la cama, herido. Y él iba y recompensaba al atacante con mimos. Ahora se sentía aún peor que antes respecto a DongHae. Si se enterase, seguramente no querría volver a saber nada más de él. Había intentado ayudarle, había salido mal parado por hacerlo, y él ignoraba todo y seguía acercándose a YeSung. Sería mejor no contarle lo que había ocurrido.

Y pensó en llamarle. Aún no era tarde y DongHae seguramente seguiría despierto. Era lo mínimo que podía hacer, teniendo en cuenta que había recibido una paliza por su culpa.

Cogió su móvil y marcó el número de su amigo. Por un momento pensó que no iba a contestarle la llamada, conforme iban pasando los segundos. Pero al final, la adormilada voz de DongHae se escuchó al otro lado del teléfono.

-¿Sí?

-Hae, soy Wook. Llamaba para saber cómo estabas. Espero no haberte despertado.

-¿Eh? Ah, no, no. No me has despertado, tranquilo.

-Por tu voz parecía que sí.

Se escuchó a DongHae reír.

-Puede ser. Estoy bastante cansado. Pero no pasa nada, habla. Ya creía que te habías olvidado de mí.

RyeoWook rió ante el comentario, incómodo. El otro solo bromeaba, pero él sabía que no iba mal encaminado.

-¿Cómo estás? ¿Aún te duele tanto?

-Bueno, ya va pasando. Aunque sigo con un moratón muy feo en mi hermosa cara.

-Hermosa dice… -RyeoWook rió, esta vez con sinceridad.- ¿Quién te ha dicho eso para que te lo creas? -Bromeó.

-Mi mamá siempre me lo dijo. -Le respondió DongHae entre risas.- Y EunHyuk también.

-Pues siento decirte que te han engañado.

Ambos chicos rieron de nuevo por las bromas.

-Me alegra ver que al menos estás animado. -Le dijo RyeoWook cuando las risas cesaron.

-Si no me lo tomo con humor ¿Qué hago?

RyeoWook no dijo nada a aquello. En cambio, volvió a sentir la culpabilidad sobre él.

-¿Y qué tal van las cosas en el trabajo? Le he preguntado a Hyuk, pero nunca me da muchos detalles.

-Van… bien.

-Eso no ha sonado muy convincente. ¿Has vuelto a tener problemas con el loco ese?

RyeoWook sabía muy bien a quien se refería y se sorprendió al darse cuenta de que se sentía ofendido al escuchar que llamaba a YeSung de esa forma. Pero lo intentó ignorar y mintió.

-No. Bueno, lo han acabado encerrado en una celda de aislamiento. Ya no creo que moleste mucho.

-Bien. Se lo merece. A ver si así te deja ya tranquilo y no tienes que soportarlo de nuevo. Y yo me ahorro más palizas.

DongHae se estaba tomando aquello a cachondeo. Pero RyeoWook empezaba a sentirse incómodo con aquella conversación y los comentarios de su amigo.

-Sí… Oye, estoy muy cansado. Hablamos mañana ¿Vale? Me alegra mucho que estés mejor, de verdad.

-Vale, vale. Buenas noches, Wook. Hasta mañana. -Le respondió DongHae con ánimo antes de colgar.

Dejó el móvil sobre la mesa y apagó el portátil, molesto. No le habían gustado para nada las cosas que le había dicho. YeSung tampoco tenía la culpa de haber actuado así ¿No? Por unos instantes se lo planteó, pero si él estaba encerrado en un lugar así, era por algo. No era consciente de algunos de sus actos y lo que necesitaba era ayuda y comprensión, no desprecio.

Aquella noche se acostó pensando en DongHae y lo mucho que le habían dolido sus palabras. Se acabó durmiendo con el recuerdo de YeSung y sus caricias.

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