Titulo: You are boy
Pareja: MinSul (MinHo + Sulli)
Tipo: Hetero
Genero: PWP
Clasificación: G/PG
Descripción: A Minho le parece extraño encontrar a su solitario vecino hablando con otro chico que no es él ¿de quien se trata? ¿Y de qué conoce a su amigo?
Advertencias: Ninguna.
Nota: ¡Buenas todos! Hoy os dejo por aquí este oneshot, pedido por JiNa y dedicado a ella. Espero que os guste a todos, y sobre todo a ella, he hecho lo que he podido entre clase y clase.
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La sirena estruendosa de una ambulancia lo despertó del sueño en el que había caído. Sin ser consciente aun, asustado, buscó con la mirada el reloj de la televisión. Eran las siete de la tarde. Su siesta había sido demasiado larga.
Minho suspiró. Se encontraba agotado y dormir solo había empeorado su situación. No tenía el cuerpo para moverse, pero tampoco podía quedarse allí tirado, tenía cosas que hacer.
Tenía el piso desordenado, completamente. Cansado, fue al balo a echarse agua en la cara, para así despejarse y empezar a moverse.
Comenzó recogiendo la ropa tirada por el suelo, y ordenando la sala de estar. No le llevó mucho tiempo, así que siguió con la cocina. Estuvo un rato fregando los cacharros y limpiando, hasta que hubo acabado.
Observó toda la cocina. Solo le faltaba tirar la basura y podría volver a tumbarse. Se puso una chaqueta para salir y cogió la bolsa. Ya había comenzado a hacer más frío en la calle y no le apetecía salir, pero no le quedaba más remedio que hacerlo.
Cargado con la bolsa de basura, descendió por las escaleras de su bloque, sin encontrarse con nadie por el camino. Mucho mejor.
El frio se le caló en los huesos nada más salir. No se había abrigado bien del todo, pero por suerte no se tardaría mucho rato en volver a la casa.
El contendor de la basura no le pillaba muy lejos, así que en poco llegó, y depositando la bolsa de basura en su interior, se dio media vuelta y se dispuso a volver cuando vio algo que le llamó la atención.
Su vecino, su amigo, que apenas hablaba con nadie más que su familia y él, estaba entablando una conversación con alguien que él no conocía de nada.
Minho se acercó más a ellos, ocultándose para que no le vieran. Quería ver mejor a esa persona. Parecía un chico, con su pelo corto, unos pantalones ceñidos y una sudadera que le estaba demasiado grande.
Su vecino parecía muy contento y entretenido hablando con aquello chico ¿de qué lo conocía? ¿Acaso ahora estaba celoso de él? No. Sin duda no debía ser eso. Simplemente le parecía muy extraña esa situación.
A pesar de tener cada vez más frío, Minho siguió observando a la pareja. No podía escuchar que decían, estaba lejos y no podía acercarse más o lo descubrirían.
Sentía una terrible curiosidad por saber de quien se trataba aquel chico, de donde había salido y de que lo conocía su vecino. El chico era bonito, lucía bien, eso no lo podía negar, pero le sonreía a su amigo de una forma coqueta ¿acaso ese chico estaba intentado ligar con su vecino? ¿Y este se había dado cuenta de ello? Y lo más importante ¿desde cuándo era tan cotilla sobre la vida de los demás?
Vio que ambos se despedían con un abrazo. Su vecino volvía al portal del edificio, mientras que el otro chico se marchaba en el sentido contrario.
Podría entrar junto a su amigo e interrogarlo, pero así solo se delataría como que lo había estado espiando. Decidió quedarse allí y esperar unos minutos antes de volver a su apartamento.
Estaba helado cuando entró de nuevo en el edificio, así que decidió llegar hasta su piso subiendo por las escaleras para entrar en calor. Pero lo que no se esperaba era acabar encontrándose con su vecino allí.
-Vaya, Minho, hace días que no te veo ¿de dónde vienes? –Le preguntó, cerrando la puerta de su casa, saliendo de nuevo.
-Pues de bajar la basura –Dijo sin pensar al momento.
-Ya veo, que te has quedado helado y todo –Su vecino, se rio y él hizo lo mismo para que no notara que sabía más de lo que debería.
-Sí bueno, será mejor que ya me vaya a casa, para coger calor –Minho siguió subiendo para huir de la conversación, pero no alcanzó a subir varios escalones, cuando se tuvo que detener.
-Oye Minho, esta noche voy a preparar una cena especial, ven y te invito a una persona muy importante para mí –Con la sonrisa que le dedico no puedo rechazar su invitación.
-Está bien, luego más tarde bajaré.
-¡Hasta luego!
Minho se jugaba en ese momento lo que fuese, a que esa persona tan importante, se trataba del chico con el que lo había visto antes ¿es que era su novio o algo similar?
La verdad es que no quería enfrentarse a esa situación tan embarazosa a la que tendría que hacer frente, pero por otro lado, tenía mucha curiosidad por aclarar el tema sobre ese misterioso chico, así que se acabó yendo, haciéndose el cuerpo de que tendría que cenar con su vecino y su supuesto “novio”
***
No había dejado de darle vueltas al asunto sobre el chico ese. Miles de preguntas le habían surgido mientras se preparaba para ir a la cena ¿Acabaría quedándose como sujeta velas? Esperaba que no.
Tocó el timbre nervioso. Los segundos que tardó su vecino en abrirle le resultaron eternos.
-Minho, te estábamos esperando –Le dijo sonriendo. Llevaba puesto un delantal, lo que significaba que estaba aún cocinando.- Pasa.
-Siento haber tardado tanto, estaba algo ocupado –Mintió a medias, porque no sabía que decir por los nervios que sentía.
Sin saber que más decir, entró dentro del apartamento y lo primero que vio fue al chico ese. Sentado en la mesa, lo miraba, saludándole con una amplia sonrisa. Él se quedó allí parado, observándole, y es que notaba algo raro en él.
-Os dejo que yo termino la cena. Que se me quema. Presentaros, seguro que os lleváis bien –Dedicándoles una traviesa sonrisa a ambos, su vecino los dejó solos ¿Y ahora qué? ¿Qué se supone que debía hacer?
Se acercó poco a poco al chico, sin poder mirarlo directamente, avergonzado. Decidió sentarse en un asiento, en frente de él.
-Hola –Dijo en voz baja, mientras se sentaba.
-Buenas noches –Le respondió con amabilidad el otro. Su voz era muy suave, y tenía la mirada puesta en él.
Su mente no daba abasto buscando una salida para aquel momento tan intenso e incómodo que se hubiera formado entre ellos dos. Pero por más que pensaba, no daba con ninguna solución.
Acabó dirigiendo disimuladamente la mirada hacia él. Seguía viéndole algo raro ¿pero el qué? Tenía una piel brillante y parecía suave. Unos ojos grandes y unos pómulos bien marcados. Vestía igual que cuando lo había visto anteriormente en la calle.
-¿Y de qué conoces a Taemin? –Acabó preguntando, cansado del silencio incomodo, y de la curiosidad que lo estaba matando por dentro.
-Bueno, somos primos, nos conocemos desde hace ya unos años –Le contestó directamente, soltando una leve carcajada.
-¿Primos? –Insistió Minho incrédulo ante sus palabras.
-Sí, claro –Le confirmó, extrañado por que le preguntara eso.
-No sabía que Taemin tuviera algún primo, no tenía ni la más mínima idea.
-No pasa nada, no le gusta mucho hablar de su familia. Si eres su amigo, seguro que lo sabes.
Minho asintió lentamente ya que conocía a su amigo lo suficiente y sabía cómo era en realidad. Pero el caso de que hubiera confundido a su primo con su “novio”, lo hacía sentirse mal. Que ideas tan raras tenia. Ahora se sentía muy estúpido.
-Taemin sí que me ha hablado de ti –Comentó el chico, tras unos segundos en silencio.
-¿Y qué te dijo de mí? –Soltó al momento, sin pensárselo. Que le dijera eso le resultó curioso ¿qué le había contado sobre él?
-Siempre está diciendo lo buena persona que eres y que te admira mucho. Realmente eres un gran apoyo para mi primo.
Quería a su amigo, pero nunca fue sabedor de lo que opinada acerca suya. Ese chico parecía saber más de lo que aparentaba.
Ahora que se fijaba mejor, sentía una buena sensación recorriéndole el cuerpo en su presencia, estaba cómodo y tranquilo, y no tan tenso como al principio de llegar allí lo había estado. Quería hacerle alguna otra pregunta, pero cuando se dispuso a hacerlo, Taemin apareció allí, trayendo platos con comida.
-Hey, chicos, ¿me ayudáis a traer todo?
Sin contradecirlo, ambos se pusieron en pie, directos a la cocina para ayudarlo. Cuando llegaron, vieron que había dispuesto una serie de platos sobre la encimera, así que cada uno fue a coger varios.
Cuando ya cargaron los platos y se disponían a llevarlos a la sala, casi chocaron y tiraban toda la comida.
-¡Lo siento! –Se apuró a decir Minho echándose hacia atrás con cuidado de no volcar la comida de los platos.
-Casi chocamos –Dijo el chico actuando como él.
Minho se sintió algo extraño cuando vio su sonrisa, y como se iba, dejándolo allí solo mirándole como un idiota ¿qué le pasaba? Veía muy bonito a ese chico.
-¡Hey, Minho! ¿Vienes ya? –Taemin asomó por la puerta, haciéndole salir de sus pensamientos.
-Claro ya voy –Murmuró, limitándose a seguirlo cabizbajo.
Al llegar a la sala, tanto el chico como Taemin ya estaban sentados, solo faltaba él. Al recordar que había pensado que eran novios, se sentía mucho peor, sobre todo, por desconfiar de su amigo por no habérselo contado.
Cuando se sentó, parecía ambos primos habían entablado una conversación de la que él no tenía idea, así que no dijo nada, solo comenzó a comer un poco, mientras los observaba.
-Oye, Minho ¿y qué tal con las pretendientes? –Le preguntó Taemin, metiéndolo en la conversación.
-Bueno, pues como siempre. No dejan de enviarme mensaje al móvil y todas esas movidas, pero paso mucho del tema.
-¿No quieres tener novia? –Le preguntó el chico, mirándole como si fuera lo más extraño del mundo.
-La verdad es que no, no me interesa mucho .Se limitó a decirle.
-¿Y por qué no? ¿Es que no te gustan las chicas? –Insistía el primo de Taemin en el tema. No le molestaba ¿pero porque estaba tan curiosos e insistiendo tanto?
-Claro que me gustan las chicas, el problemas es que no he dado con la adecuada para mí y por eso no tengo novia ni me interesa tenerla ¿entiendes? –Acabo aclarando mientras Taemin asentía ante sus palabras.
_Las chicas se puedes poner muy pesadas con él. Yo lo puedo confirmas, me ha tocado vivirlo más de una vez –Aseguró su vecino.
-¿Y tú? ¿Tienes novia? –Le preguntó Minho al chico, aunque al momento se arrepintió. Tanto él como su vecino se quedaron en silencio, mirándole, pero no entendía el motivo de porque ese silencio.
-Pero… -Comenzó a decir el chico.- Es que a mí me gustan los chicos.
-Ah, entiendo, lo siento –Se disculpó Minho un tanto avergonzado por haber preguntado eso.- No lo sabía, aunque sea gay no es nada malo, eh, yo los respeto, y mucho.
Las cara que ambos pusieron ante lo que dijo, desconcertaron a Minho ¿qué había dicho malo? Si había hablado desde su más sincero respeto.
Iba a intentar explicarse mejor y a disculparse cuando Taemin comenzó a reírse a carcajadas. Reía más fuerte por momento y con ganas, como si le fuera la vida en ello. Minho no le veía la gracia a la situación. Buscó en su primo la respuesta a su reacción, pero solo vio que tenía el rostro rojo y que miraba hacia abajo.
-¿Qué pasa? ¿Qué he dicho? –Preguntó ya angustiado el joven.
-¡Es una chica! –Balbuceó Taemin sin dejar de reír, a pesar de casi faltarle el aire.- ¡Es una chica, Minho!
-¿Eso es verdad? –Quiso saber, sintiendo como el que se sonrojaba era él.
-¡Pues claro que sí! –Taemin, estaba ya por el suelo, riendo como nunca, mientras rodaba por este.
Minho la miró a ella. Lo cierto es que sí, parecía una chica. Por eso mismo no dejaba de verle algo raro, diferente. Por eso se sentía de una manera más tranquila con ella. Siempre se había sentido bien con alguna mujer alrededor.
-Yo… lo siento mucho por la confusión… es que… -Comenzó a decir, deseando que la tierra lo tragase justo en ese momento.
-No tienes por qué disculparte. Yo tampoco dije nada –Comentó ella, pasando también un mal rato como él.
-Aun así, lo siento mucho, esto me pasa por no fijarme bien.
-Bueno, no importa, será una anécdota divertida que contar –La chica le sonrió con tranquilidad, y eso lo calmó un poco, a pesar de que Taemin seguía a su lado, sin dejar de reír.
La cena acabó sin más altercado. De vez en cuando, Taemin dejaba caer algún comentario para que ambos rieran. Sus miradas se cruzaban de vez en cuando, y Minho sentía, cada vez que pasaba, como si no estuviera en realidad allí. En realidad, no lo acabó pasando tan mal como había creído desde el principio.
Cuando la cena hubo acabado, al despedirse, le hizo prometer a la chica que volverían a verse, y ella lo hizo sin ningún problema. Taemin, lo acompañó hasta la puerta de la casa, para despedirse de él.
-Espero que hayas pasado una buena cena, porque divertida seguro que sí –Bromeó con una sonrisa Taemin.
-Ya, no me lo recuerdes más. Por cierto, ¿cómo se llama tu prima? No me lo habéis dicho.
-Sulli. Se llama Sulli.
-¿Y Sulli tiene novio?
-No ¿por qué lo preguntas ahora?
-Porque puede que me replantee eso de tener novia o no –Y dejando con la intriga a Taemin y una pregunta en la boca, Minho se fue, subiendo las escaleras hasta su casa, con una enorme sonrisa en la cara, como un enamorado bobo.
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