lunes, 6 de junio de 2016

(Lunew) My beautiful wife -Oneshot-


Titulo: My beautiful wife

Pareja: Lunew (Luna + Onew)

Autor: Dayana Garrido

Tipo: Hetero

Genero
: Romance, WAFF

Clasificación: G/PG

Advertencia: Ninguna

Descripción
: Onew es un hombre casado, con Luna, una mujer que es muy cariñosa y amable, pero por culpa de sus empleos no pueden pasar mucho tiempo juntos. Esto ocasiona que ambos se estresen y a la vez se depriman, pero todo esto cambiara cuando Onew tiene un “sueño” en donde Luna ya no estará mas con el.

Nota: ¡Hola a todos! Este oneshot pertenece a Dayana Garrido, quien ha querido compartir su historia en el blog. Dejad un lindo comentario si os ha gustado. ^^

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Ya eran más de las 1:00 am y estaba tan cansado, haciendo este proyecto para que me ascendieran en mi trabajo y pudiera por fin quedar como jefe en la empresa de arquitectura en la que trabajaba.

-¿Onew cuando vas a ir a acostarte?, ya es bastante tarde, tienes que descansar – dijo Luna mi esposa bajando por la escalera.

-Iré en un rato más si, solo ve a dormir – le dije a Luna.

-Pero Onew, ve a dormir, necesitas descansar mañana puedes seguir con eso – dijo Luna casi suplicándome.

-Lo siento Luna, pero no puedo dejar mi proyecto hasta aquí, además me falta súper poco para terminar, solo dame unos minutos más te prometo que iré contigo a la cama.

-Siempre dices eso Onew… vamos solo te pido que te duermas conmigo y nos abracemos – dijo Luna con un adorable puchero, pero lo ignore por completo.

-No Luna, además sabes que tengo que entregar este proyecto en un par de días más, y aun me falta mucho, así que ve a acostarte y duérmete rápido – le dije a Luna un poco cansado y cabreado.

-Pero…

-¡Luna ve a dormir! Sí, mañana podremos pasar tiempo juntos. Ahora déjame trabajar.

-¡Siempre dices eso! Onew tú y yo sabemos que todo y todos los días estamos ocupados, tú con tus proyectos de arquitectura, y yo con mi trabajo de sicóloga, ya casi no tenemos tiempo para nosotros.

-¡Y tú crees que no lo sé!, escucha Luna lo único que quiero es que no te falte nada y poder darte lo que nunca tuviste.- le dije totalmente cabreado.

-Pero lo material no es lo más importante en este mundo, sino el cariño- dijo Luna con una mirada triste.

-Subiré en un rato más – le dije a Luna, esta aceptó con una mirada entristecida y decidió subir finalmente.

Luego de que se fue decidí seguir con mi proyecto, y avanzar en lo que más pueda, la hora avanzaba, ya había pasado como una hora desde que Luna subió. Ahora si me sentía cansado, apoye mi cabeza en el escritorio y sentía que mi vista se nublaba cada vez más.



***



Al despertar, me sentía totalmente relajado, ya había amanecido. Subí rápido a la habitación para ir a ver a Luna, pero al abrir la puerta no estaba, la busqué debajo de la cama, en el baño, en la cocina y en el patio, supuse que debió ir a comprar algo, estaba saliendo a la calle cuando de pronto vi a mi vecino Jonghyun.

-Hola Jong, ¿Cómo estás?- le pregunté de forma un tanto cínica, ya que siempre estuvo enamorado de Luna y quiso llevársela.

– Hola Onew bien ¿y tú?- me respondió con esa estúpida sonrisa de dinosaurio.

-Bien – le conteste amablemente – ¿oye de casualidad no has visto a Luna?- le pregunte mirándolo de reojo.

-¿A quién? – me contestó.

-A Luna, mi esposa – le dije.

-AJAJAAJAJAJAJA Onew ¿qué te fumaste? ¡Si tú eres la persona más solterona que conozco! En serio sea lo que te estés fumando, ¡tienes que darme un poco!

-Oye, hablo en serio. Has visto a Luna ¿sí o no? – le pregunté con un tono serio.

-¿Y quién carajo es Luna? – me preguntó con un rostro lleno de confusión.

Por un momento comencé a asustarme, Luna no llegaba y Jong no la conocía, por lo que les pregunté a los demás vecinos y a las amigas de Luna, pero todos decían lo mismo: ¿quién es Luna? Estaba realmente asustado así, que marqué el número de su mejor amiga: Amber. Era mi última esperanza para encontrar a Luna.

-Por favor que conteste… por favor – me decía a mí mismo en un susurro.

-Hola, ¿con quién hablo?- respondieron al otro lado de la línea telefónica.

-Amber, ¡¿sabes dónde esta Luna?!

-Está en el hospital internada…. ¡¡¡Espere un momento!!! , ¡¿Con quién hablo?!

No podía creer lo que había oído ¿Luna en el hospital? …¿Internada? Le di las gracias a Amber y le corte de inmediato ignorando sus preguntas. Fui lo más rápido que pude al hospital pregunte por Luna, y una secretaria me dijo que estaba en la habitación 106. Salí prácticamente corriendo.

Al llegar a la habitación, la puerta estaba semi-abierta, la abrí con cuidado y lo siguiente que vi me partió el corazón, ahí estaba Luna en una camilla rodeada por muchos cables, la mayoría de ellos estaban inyectados en sus brazos y tenía una gorra en su cabecita, me acerque rápidamente y tome una de sus manos, ella parecía asustada.

-Luna linda ¿qué te sucedió? – pregunté con mucha preocupación al verla en ese estado.

-Em… disculpa pero ¿quién eres?- esas palabras sí que me dolieron, comencé a sentirme mal, mi cabeza me dolía al igual que mi corazón y sentí que un nudo se formó en mi garganta.

-Luna… soy Onew – le dije en un tono triste

-¿Onew?…mmm a sí Onew ¿cómo has estado?- me dijo con una brillante sonrisa a pesar de su estado.

-Bien,…¡¡¡pero me reconoces!!! – dije con un tono de alegría.

-Como no reconocerte Onew si éramos compañeros de la escuela.

-¡¡Si, si!! Pero ¿qué te pasó? ¿Por qué estás aquí? En este hospital – le pregunté con un tono desanimado.

-Onew ¿tú no lo sabes? – me dijo Luna con un tono de voz desanimado y quebrado.

-¿Saber qué? ¿Qué ocurre Luna? – le dije, tomando una de sus manos, ella agacho su cabeza y con lágrimas en los ojos me dijo.

-Onew yo…. Yo te… tengo cáncer – me dijo llorando, yo no podía procesar esas palabras en mi mente. “Tengo cáncer”. En ese momento una lagrima cayo de mis ojos, Luna me miro y yo la mire a ella.

-¿Debe ser una broma no? … Tú estás jugándome una broma ¿no?- le dije pero ella solamente negó con su cabeza.

-Escucha Onew…. en realidad no sé porque te sorprendes tanto, si tengo cáncer de estómago hace más de un año, y comencé una quimioterapia hace siete meses.

-¡¿Eh?! – había quedado en shock ¿Hace más de un año? Pero como era eso posible si tan solo ayer ella estaba bien. Esto era una locura, en qué mundo extraño estaba. Luna al principio no me conocía, y al no conocerme jamás nos casamos y tampoco nadie se acordaba de Luna, ni sus amigas ni mis vecinos.

En ese momento entró una enfermera, y me pidió que me fuera, yo acepte pero sin antes decirle a Luna que volvería en un rato más. Al salir de la habitación me encontré con su doctor, lo supe porque acababa de nombrar su nombre. Me acerque a él y le dije:

-Disculpe doctor, em… soy un conocido de la paciente Luna, ¿podría explicarme cómo fue que ella llego aquí?

Él me miro y me dijo.

-Luna tiene cáncer estomacal, es un tipo de crecimiento celular maligno producido con capacidad de invasión y destrucción de otros tejidos y órganos, en particular el esófago y el intestino delgado, desde hace un año y tres meses. Nosotros queríamos hacerle una quimioterapia, ya que es la manera más segura de mantenerla viva, al final ella aceptó y comenzamos con la quimio hace 7 meses.

-Pero la quimioterapia, ¿no es peligrosa a tal punto de causar la muerte?- le pregunté un tanto asustado.

-Bueno la verdad es que depende de la persona, hay personas, que están con quimioterapias y pueden llevar de lo más felices sus vidas, obviamente deben tener un cuidado mucho mayor con su alimentación, su cuerpo y su resistencia física etc. Pero existen también aquellas personas que su cuerpo no les aguanta la cantidad de fármacos que tienen sus quimioterapias, si es así, en el peor de los casos seria la muerte del paciente. Escucha Onew sé que no es fácil escuchar esto, pero soy sincero contigo porque no quiero ilusionarte diciéndote que Luna va a estar bien y que la curaremos de su enfermedad, ya que desafortunadamente ella va empeorando día a día. Así que lo mejor será que vuelvas mañana y la dejes descansar por ahora.

Suspire.

-Ok pero podría decirle que volveré mañana, por favor.

-Por supuesto, y trata de descansar, nosotros nos encargaremos de ella.

Me despedí del doctor y me fui directo a casa, al llegar, me senté en el sofá y comencé a llorar, me sentía tan triste y deprimido, el solo hecho de pensar que Luna ya no estaría conmigo, me hacía querer matarme por lo tonto que he sido, y por no valorarla. Quería que Luna estuviera conmigo, que me abrazara, que me diera un beso, que se preocupara, pero lo más quería en el mundo es que ella me amara.

-Te extraño tanto Luna – me dije a mi mismo en la completa oscuridad de mi living. Trate de dormir y mañana a primera hora iría a visitarla, y compraría un ramo de bellas rosas. Si era necesario que Luna se volviera a enamorar de mí, lo haría.

Había amanecido, eran las 9:00h am, ya había comprado las rosas, e iba caminando, directo al hospital, cuando llegue a la entrada muchos enfermeros se dirigieron a las escaleras, en ese momento me asusté, y partí corriendo donde estaba Luna. Me quede en shock todos esos enfermero estaban sacando a Luna de su camilla, para trasladarla a otra habitación. Luego el doctor paso por al lado mío, yo lo tome del brazo y le pregunte que le había pasado. Él me contesto que ella estaba mal y tenía una hemorragia intestinal. Y se fue corriendo a la habitación donde llevaron a Luna.

Me sentía muy nervioso.

-Y si tal vez Luna…. No, no, no puede… ella es fuerte, muy fuerte y una tonta enfermedad no le ganara. – me dije a mi mismo tratando de calmarme. Las horas pasaban y mi nerviosismo no disminuía, todo lo contrario, aumentaba.

Vi por fin al doctor salir de la habitación, se estaba frotando los ojos con una mano, puso una mano en mi hombro y me dijo:

-Onew lo siento…. no pudo aguantar la enfermedad. Ella falleció, lo sentimos, hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance, y aun así no pudimos ganarle al cáncer.

Yo me caí de rodillas y comencé a gritar, a llorar, a maldecir. Por qué. ¡¿Por qué?! Esto era tan injusto, Luna, mi Lunita, una mujer tan buena y cariñosa como ella no se merecía esto, no se merecía tener una enfermedad terminal. El doctor me tomó del brazo y me levanto, me abrazó y me dijo:

-Onew realmente lo siento, se que ella era una buena persona, amable, cariñosa, afectuosa y sé que también tenía muchas cualidades buenas, en otras palabras era una mujer perfecta.

-Si…. gra-gracias doctor…. Realmente lo era. – dije como pude con lágrimas en los ojos y voz entrecortada. Camine como pude, hasta algún baño del hospital, me senté en la taza del inodoro y comencé a llorar más fuerte, repitiéndome una y otra vez: ¿porque a ella, y no a mí?

Eran como las 4:30 de la tarde, iba caminando por la vereda, mire el semáforo estaban en rojo, espere unos segundos y se puse verde, cruce, no con mucha rapidez, iba metido en mis pensamientos hasta que escuche una fuerte bocina, mire a la izquierda y lo último que vi fue un auto rojo muy cerca mío y todo se oscureció, escuchaba muchos gritos. De pronto vi una luz trate de estirar mi mano lo más que pude hasta alcanzarla, estaba cada vez más cerca. ¡Y PUM!! Sentí un gran golpe en mi cabeza, abrí mis ojos y estaba botado en el piso de mi living. Rápidamente me pare y comencé a mirar alrededor de mi casa.

-Estoy vivo… ¡¡¡estoy vivo!!!- dije con felicidad. Todo el lugar estaba en orden. Escuche unos gritos arriba, ¡¡gritos arriba!!!: Luna. Subí corriendo hasta el segundo piso abrí la puerta de nuestra habitación y no la encontraba, corrí hasta el baño, que estaba al lado y allí estaba la mujer más hermosa de todo el mundo… En toalla.

-Onew que fue tod – la interrumpí con un beso y un abrazo enorme.

-Luna, mi Lunita, hermosa- la seguí abrazando y ahora con los ojos llorosos.

-Onew ¿qué te paso? – me preguntó con preocupación y confusión a la vez.

-Ah, nada Luna, es solo que me acorde que tengo la mujer más linda de todo el universo – besé su frente.

-Oh – dijo Luna. Estaba sonrojada.

-¿Sabes algo Luna? Iré a comprarte un vestido, el más hermoso de todos, no me esperes despierta, sí, amor, te quiero mucho- dije abrazándola una vez más, iba saliendo del baño pero luego me devolví para besarla de nuevo, esta vez era un beso tierno y cálido, podía sentir sus suaves labios en mi boca, juntando nuestras lenguas, fue un beso que hace mucho tiempo no nos dábamos.

-¿Un vestido? ¿Pero…para qué? – me preguntó Luna.

-No me digas que ya se te olvido, nuestro aniversario.

-Oh Dios, se me había olvidado. – dijo Luna, con tristeza en su voz

-No te preocupes linda que con lo que te hare mañana no se te volverá a olvidar- Luna me miro con sus mejillas coloradas.

-Bueno ve acostarte Lunita, mañana es un gran día y tienes que descansar, no te preocupes por mí, volveré lo antes posible y llevare las llaves de casa.

Salí de la habitación, sin antes arropar a Luna, tome las llaves del auto y comencé a manejar por las calles de Seúl, buscando por las tiendas un vestido bello para una mujer bella, era la tercera tienda a la que entraba y en el mostrador había un vestido negro no muy corto con un escote de corazón, en simples palabras era el vestido perfecto. Volví a casa, con mucho cuidado de no despertar a Luna, guarde el vestido en un lugar secreto, me acosté a su lado, abrazándola por la espalda y comencé a pensar que todo lo que había pasado hace un par de horas atrás fue solo un simple sueño.

Al día siguiente, estaba en mi trabajo y Luna en el suyo. Pedí permiso para salir más temprano ya que a las 8:00 de la noche pasaría a buscar a Luna a la casa de Sulli, una de sus amigas, para llevarla a un restaurante. Espero que el vestido le guste (se lo pase a Sulli para que se lo diera a Luna). El día trascurría rápido, pero aun así estaba impaciente por que ya fueran las ocho, mire el reloj y eran las 6:55 de la tarde, tome mis cosas y fui a casa para arreglarme.

Ya estaba listo mire la hora y eran las 7:50 pm, tomé el auto y fui a casa de Sulli.

Al llegar salió Sulli, y me dijo:

-¿Estás preparado para ver a tu bella princesa, Onew? – asentí con la cabeza, estaba impaciente.

-Bueno entonces, Luna ya puedes salir – en ese momento salió Luna con su vestido negro, me quede boquiabierto, se veía hermosa y muy atractiva.

-Bueno Onew ¿nos vamos? – me preguntó, pero yo aún estaba hipnotizado por lo hermosa que se veía.- ¿Onew?

-Ah…sí, sí, vamos Luna – le guie hasta el auto y le abrí la puerta del copiloto.

Nos despedimos de Sulli y comencé a manejar. Luego de unos 15 o 20 minutos llegamos al lugar, Luna soltó un: “wow”, ahí supe que al menos el lugar le sorprendió.

-¿Te gusta? – le pregunté.

-Que si me gusta, me encanta Onew, ¡este lugar es hermoso! – dijo emocionada.

Nos adentramos en el restaurante y era aún más hermoso por dentro, pedimos la reservación que deje, y un muchacho nos guío hasta la mesa 4, que estaba al lado de una ventana gigante en el cual se veía casi toda la cuidad, junto con velas y candelabros, que le daban un ambiente muy romántico al lugar.

Nos sentamos y pedimos un plato italiano acompañado de una champaña.

-Luna…- ella dejó de mirar por la ventana, para concentrar su mirada en mi.- Escucha se que estos últimos meses no he sido el hombre perfecto para ti, pero quiero que sepas que lo siento y espero que puedas perdonarme por lo duro que he sido contigo -La comida ya había llegado, agradecí al muchacho y se fue.

-Onew, claro que te perdono, y sé también que estas estresado por tu trabajo y que muchas veces no podemos pasar tiempo juntos por nuestros horarios de empleo, pero aun así te sigo amando y queriendo. Y espero que también puedas perdonarme a mí también.

-¿Por qué? – le pregunté confundido.

-Porque algunas veces soy egoísta, y no me pongo en tu lugar, a pesar de que se que trabajas muy duro para poder llegar a jefe, igual nomas me enojo contigo sin poder entenderte – me dijo Luna.

Tomé sus manos y comencé a acariciarlas.

-Luna no te preocupes ¿sí? ahora comamos – le dije dedicándole una sonrisa, ella asintió e imito mi gesto.

Estábamos terminando, pero luego pedí un postre para ella.

-¿Onew no vas a comer postre? – me preguntó.

-No, mi querida Lunita, porque al llegar a casar tengo un postre más grande para mí – le dije en un tono meloso.

-¿Estás seguro?, porque antes de ir a casa de Sulli vi el refri y no había ningún postre.

-O estoy segurísimo, hermosa – le dije a Luna.

-Está bien pero luego no te quejes de que no comiste postre.

-Claro que no me quejare– le dije a Luna mientras se terminaba su postre.-Por cierto el vestido… ¿te gustó verdad? – le pregunte a Luna.

-¡O el vestido de veras! Por supuesto que me gustó, Onew, está precioso, aunque debió haberte salido muy caro.

-Y eso que importa amor, por ti hago lo que sea – le dije a Luna guiñándole un ojo.

-Ay que lindo Onew, me dan ganas de comerte a besos – me dijo Luna en tono juguetón.

-Entonces, ¿qué es lo que te lo impide? – le pregunté en tono seductor.

-Ajajajaja Onew, te ves gracioso haciendo ese tono “seductor” ajajaja – me dijo Luna, estallando en risas y captando la atención de casi todas la parejas, pero cuando vi a una pareja en particular me quede con la boca abierta: a una dos mesas más allá estaban Jonghyun y Amber, cenando juntos, al mirarme, se dieron vuelta rapidito y se taparon sus rostros con los menús.

-Mira quien está dos mesas más allá. – le dije a Luna

-¿Quién? – dijo Luna prácticamente gritando – Oh ahí está Amber con Jong, creo que hacen linda pareja – dijo Luna con una voz tierna- Hola Amber – dijo Luna levantando su mano.

-Ho-hola Luna – respondió Amber avergonzada.

Luna le levanto el pulgar y le guiño un ojo como diciéndole: ¡dale campeona! Y Amber no hizo más que taparse la cara con el menú.

Las horas pasaban y decidimos irnos, pasamos por al lado de la mesa de Jong y Amber y nos despedimos. Al menos estaba más seguro de que Jonghyun no se volvería a fijar en Luna, y eso me ponía feliz.

Al llegar a casa Luna se dirigió a nuestra habitación y comenzó a sacarse los zapatos, se sentó en la cama y yo me senté a su lado, y le di un beso en los labios, me separé de ella, y ella me devolvió el beso con un poco más de intensidad, mientras nos besábamos comencé a acariciar su hombro, nos separamos por la falta de aire, y empecé a besar de su cuello hasta su hombro derecho, mientras que ella emitía gemidos, no muy fuertes , por el momento.

-O- onew…- me dijo ella – creo que deberíamos parar.

-Luna no te preocupes si no te pasara nada – le dije acariciando su cabecita

-Pe-pero esto es vergonzoso – me dijo ella con una carita angelical, y eso me excitó.

-¿Luna recuerdas cuando dije hace unos momentos que no quería postre, porque ya tenía uno en casa?

-¿Si pero eso que tiene que ver? – me preguntó ella, con su carita angelical

-Pues tú eres mi postre, y como buen postre debes dejar que te coma – dije lanzándome a ella y haciéndole cosquillas en su estómago y cuello.

-Ok, ok JAJAJAJAJA, tú- tú ganas, ¡¡Onew detente!! JAJAJAJA.

-Siiii ¡gane! – dije entusiasmado, iba a dirigirme a sus labios, pero antes ella me detuvo.

-Onew, prométeme por favor, que siempre te quedaras a mi lado pase lo que pase – me dijo Luna con un tono de preocupación.

-Lo prometo Lunita, siempre estaré a tu lado sin importar que suceda, como dije en nuestro matrimonio: hasta que la muerte nos separe.- le dije dándole un tímido beso en sus labios.

Esa noche Luna se entregó a mí, y yo me entregue a ella, como dije, sin importar lo que pase jamás la dejare y mucho menos por otra persona. Ella es una mujer perfecta, mi mujer perfecta y la amaré y protegeré toda mi vida.



***



Había amanecido, tomé mi celular vi la hora y eran las 8:30 de la mañana, lo bueno es que era sábado y podría pasar todo el fin de semana junto a mi hermosa Luna. Aproveche que Luna estaba durmiendo, para besarla, comencé de su cuello y desabrochando el primer botón hasta llegar a su hombro. Formando un camino de besitos.

-Onew, para, me da cosquillas – dijo Luna riéndose un poco, pero yo seguía. – vamos Onew quiero dormir después podemos seguir con esto.

-Pero después no vas a querer – dije con un puchero en mi cara. Luna me miro y me dijo:

-Ah, vamos no coloques esa carita, me vas a convencer – seguía con mi puchero – oh está bien, puedes seguir, ¡pero sin pasarte de la raya! – me dijo con tono autoritario.

-Está bien linda, no te enojes, además con la nochecita que tuvimos, créeme que también quede cansado.

-¡¡Onew!!! – gritó Luna – no digas esas cosas, son vergonzosas – dijo en un susurro.

-Ok, hermosa no te enfades – la abracé por la espalda apoyándome en su hombro.

-Bueno, no estaba enfadada – dijo ella acariciando mi mano.

-Sí, como no – le dije con ironía fingida.

-Pero si es verdad Onew – me dijo ella con un puchero.

-Sí linda, te creo – le dije besándola. Últimamente he estado muy adictivo a sus besos, pero no la culpo, quien no querría besar esos suaves labios.

Fin.

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