lunes, 6 de junio de 2016

(CLHarin) I’m jelly -Oneshot-


Titulo: I’m jelly

Pareja: CLHarin (CL + Harin)

Tipo: Yuri

Genero: Angst

Clasificación: T/T+

Descripción: Después de mucho tiempo, y tras tomar la decisión de presentar su nuevo novio a su familia, solo espera, que nada malo ocurra. Aunque haya algo que cambie todo esa misma noche del encuentro.

Advertencia: Incesto (?)

Nota: ¡Muy buenas! ¿Qué tal les va? Hoy os dejo este oneshot que os puede resultar un poco extraño ¿no? Ya que es entre CL de 2NE1 y su hermana Harin, pero Chaelimcl me comentó que le gustaría que escribiese algo de ellas dos y como se ha portado bien comentando y animándonos, pues he decidido hacérselo a modo de agradecimiento. Si no entendéis muy bien el titulo, “I’m jelly” es una forma que tienen los jóvenes de decir “Estoy celoso/a”. Espero que os guste la lectura. ^^

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Que nervios. Como le sudaban las manos. Cuánto estrés había tenido a lo largo del día. Cruzaba los dedos una y otra vez, deseando que ese día pasara lo más pronto posible. Era algo que tenía que suceder, pero cuanto más rápido fuese, mucho mejor para ella y para su salud.

Cualquiera diría que no es más que una tontería, que se estaba comiendo la cabeza por una nimiedad, pero para ella, que sus padres, y sobre todo su hermana, conociesen a su novio y lo aceptasen, era algo muy importante. De normal, cuando ocurren estas cosas, siempre te pones nerviosa, pero en su caso, había algo diferente, y es que su novio no era coreano, ni tenía rasgos asiáticos, así que tenía algo de miedo que sus padres no reaccionasen bien ante ello.

Aunque si lo pensaba bien, si la querían, debían aceptarlo, si le hacía feliz, todo iría bien, sin problemas ¿no? Eso le animaba en algunos momentos, pero a los minutos volvía a estar decaída por si todo salía mal. Por eso mismo, sólo ansiaba que esa noche pasara en seguida.

Él la había intentado tranquilizar, durante unas horas lo consiguió, pero conforme el momento se iba acercando, los nervios afloraban de nuevo. Eso de tener que cenar con su familia y su novio, quienes se conocían por primera vez, le atacaba los nervios.

Por suerte, su hermana conocía a Diplo, por lo que le podría echar una mano con la situación. Pero tampoco sabía si eso iba a ser posible, por el motivo de que ni ella sabía que era su novio, solo lo conocía y sabía que eran amigos, pero no que eran pareja ¿se lo tomaría bien? Seguro que sí, su hermana siempre la apoyaba en todo, la animaba y estaba junto a ella cuando más lo necesitaba. No le fallaría en ese día. Tenía toda su confianza en ella.

-¿Es la hora? -Con un acento americano, su novio intentó hablar en coreano. Era muy gracioso escuchar como lo hacía, porque aún no dominaba la lengua y tenía muchos fallos, pero se había estado esforzando mucho por ella.

-Sí, cielo, ya es el momento -Ella le respondió en inglés, para que le entendiese mejor, mientras le arreglaba la camisa tan floral que se había puesto para la cena. Saber que él iba a estar a su lado ante aquella situación, la reconfortaba.

Al mirarle por un momento a los ojos, se dio la cuenta de que ella no era la única inquieta allí. Aunque lo disimulaba muy bien, él estaba de los nervios, le temblaban las manos. Un acto que le causó ternura a ella, así que dejándole un casto beso en los labios, lo tomó de la mano y salieron de su apartamento para dirigirse a la casa de sus padres.

Todo el trayecto se le hizo eterno, solo pensaba en posibles escenas que podían ocurrir, todas malas. No podía seguir así, tenía que ponerse positiva. Si quería que funcionase aquello, tenía que aparentar seguridad. Miró a su chico, que estaba sentado a su lado en el taxi, buscando su apoyo, el cual le llegó con una amable sonrisa.

Eso era lo que le gustaba de él. Que con un solo gesto, todo lo malo desaparece, aunque sólo fuese temporal.

-Señores, acabamos de llegar -Fue el taxista quien la hizo volver a poner los pies sobre la tierra, cuando les habló al detener el taxi frente a la casa a la que iban.

-Muchas gracias, quédese con el cambio -Tras ver en el taxímetro lo que debía, CL le dio el dinero, y salió del vehículo, seguida de Diplo.

Detenida frente a la casa, tragó saliva. Allí estaba, detenida frente a su destino. No le quedaba otro que enfrentarse, y que fuese lo que tuviera que ser. Tenía que confiar en los suyos, era su familia, quienes mejor la conocían y a quienes le debían todo. Seguro que todo iba sobre ruedas.

Se le acabó el tiempo de salir corriendo de allí y huir, cuando tocó al timbre de la puerta y fue su padre quien la abrió, con su amplia sonrisa en el rostro. “Todo iba a ir bien” se repitió para sí misma.

-Buenas noches, padre -Sin miramientos, se lanzó a sus brazos. Necesitaba sentir el contacto tan cálido de su padre en esos momentos, sentir que no había nada que temer.

-Bienvenida, querida -Él la estrechó con todo el cariño del mundo. Era su hija y la quería con locura.

-¡Hija! -Su madre se acercó, sonriente también, para abrazarla. CL no dudó ni un momento en hacerlo. Como lo deseaba. Fue al separarse cuando presentó a su pareja, con algo de temor en la voz.

-Papá, mamá, quisiera deciros algo antes de todo, porque así me lo quitó de encima. Este es Diplo, os he hablado alguna vez de él -Comenzó hablando, le estaba costando aunque no lo pareciese. Pero la situación no podría con ella, lo diría, pasase lo que pasase.- Bueno, pues ahora él es mi novio, espero que no os cause una molestia, y aceptéis mi decisión.

Bajó la mirada al suelo. Ahora solo se escuchaba el agua correr en la cocina. CL ya pensaba que sus peores temores se estaban cumpliendo, cuando su padre rompió el silencio.

-Bienvenido tú también, muchacho -Como si lo conociese de toda la vida, el hombre mayor le estrechó la mano a su novio con ánimo, lo que impresionó a la chica.

-Eres bienvenido en la familia -Su madre, irradiando felicidad, también se acercó a él. No esperaba que sus padres fueran tan comprensivos y que fueran aceptarlo sin problemas. Había dudado de ellos por momentos, y eso estaba mal, ellos se lo habían demostrado. Se comportaron como los mejores padres del mundo.

Fue cuando pensaba que ya nada iría mal, escuchó el ruido de algo de cerámica rompiéndose. Su madre se giró al momento, asustada, y salió apresurada a la cocina. CL, fue tras ella, para ver qué era lo que pasaba.

Su hermana Harin estaba de espalda a ellas, agachada, recogiendo los trozos rotos de lo que antes parecía ser un plato.

-Harin, querida ¿Te has hecho daño? ¿Qué ha pasado? -Su madre se alarmó al momento con tan solo pensar que podía haberse hecho alguna herida.

-No pasa nada, solo que se me ha resbalado de las manos, lo siento por asustaros -Harin no sé movió de la posición en la que estaba, no se giró para hablarles, solo se limitaba a recoger los trozos rotos con cuidado y tirarlos a la basura.- Id con cuidado ahora por aquí.

-Saluda a tu hermana, está aquí con su novio -Las palabras de su madre detuvieron todo movimiento en Harin, que tras tomarse unos segundos, se giró lentamente, y sin mirarla a los ojos, le habló con toda la tranquilidad del mundo.

-Lo siento, bienvenida a casa CL, y enhorabuena por lo de tu novio -Y dicho todo, su hermana volvió con lo que estaba haciendo. Algo iba mal en ella. De normal se hubiera mostrado animada, de normal, hubiera salido corriendo a saludarla a la puerta.

CL no dijo nada, se quedó mirándola. De fondo se escuchaba a su padre contándole algo a Diplo, parecía que estaban entretenidos, pero seguro que su novio no se estaba enterando mucho de lo que le estuviera diciendo.

Miró a su madre, buscando en su mirada una respuesta, un ápice de que todo iba bien con Harin. La mujer le sonrió con ternura. Bueno, al parecer solo eran imaginaciones suyas, así que se fue, aunque algo inquieta al salón, donde estaban los dos hombres de la casa.

-¿Cómo lo lleváis? Veo que no hay ningún problema entre vosotros -Les comentó al llegar donde estaban, riendo.

-¿Pero qué problema va a haber, hija? Este hombre es muy simpático, y se ríe con todos mis chistes, me cae muy bien -Soltando una carcajada, su padre parecía estar de lo más cómodo.

CL no supo si decirle algo, o limitarse a reírse. Sus chistes eran realmente malos, nadie se reía con ellos, y si Diplo lo hacía, era porque no entendía lo que decía y por seguirle el juego, se reía. Lo miró por un momento, el pobre estaba muy nervioso, no sabía qué hacer ni que decir, todo lo contrario a ella, que después de esa calurosa bienvenida, se había relajado bastante.

-¿Qué tal lo llevas? -Le preguntó en su idioma, bajito, para saber cómo se sentía.

-Bien, bien, tu padre es bastante amable, y lleno de energías, pero bien -Le alegraba saber que Diplo y su padre habían congeniado tan bien.

Se sentaron sobre la mesa, en la cual su madre ya había colocado todo. Su padre les estaba contando algo, cuando su madre y su hermana se sentaron junto a ellos, en silencio. Dirigió la mirada a su hermana, que cabizbaja, se mantenía sin pronunciar palabra.

-¿Desde cuándo estáis juntos? -Su madre fue directa, aunque sin maldad. Sabía que le ganaba la curiosidad, o la preocupación. Pero sí seguro que era por conocer su historia.

-Pues… Bueno, nos conocimos cuando comencé a ir a EEUU para grabar allí. Nos hicimos al momento amigos, congeniamos muy bien, y a raíz de ahí, entre una cosa y otra, surgió algo más entre nosotros -Miró cómplice a Diplo, antes de pasar la mirada por sus padres y su hermana.- Harin lo conoció allí también cuando se vino conmigo en uno de los viajes.

-¿Eso es cierto? -Entusiasta, ahora su madre se dirigió a ella.- ¿Lo conocías de antes? ¿Y sabías que eran pareja?

-Lo conocía, pero no sabía nada de que eran algo más que amigos -El tono que su hermana utilizó para responder, le molestó. ¿Qué le pasaba para hablarle así? ¿Acaso era por el hecho de no haberle dicho que estaba con Diplo? Era una soberana estupidez si de verdad estaba cabreada por ese motivo.

-Bueno, queríamos que fuese una sorpresa, aunque es cierto que tenía algo de miedo porque no os lo toméis muy bien y hubiera problemas -CL quiso desviar un poco el tema de por dónde iba, ya hablaría más tarde con ella y tratar de solucionar lo que era que le pasaba.

-Deberías saber que no hay ningún problema con eso. Si tú decides compartir tu vida con él, y te hace feliz, entonces está bien para nosotros, lo acogemos como uno más en la familia -Ahora fue su padre quien habló, diciendo aquellas palabras que por un momento la emocionaron.

-Me siento algo mal por no haber confiado desde un principio en vosotros, lo siento, solo tenía miedo de lo que pudiera ocurrir -Se disculpó, con toda la sinceridad del mundo. Todo iba viento en popa excepto por una cosa que la desquició levemente.

Cuando sus padres le estaban diciendo que no se disculpara por eso, escucho un gruñido procedente de su hermana. A pesar de tenerla enfrente, la escuchó perfectamente, como si estuviera en contra de lo que estaban hablando ¿pero qué le molestaba tanto?

Estaba teniendo un comportamiento totalmente contrario a como solía ser ella. Ella pensaba que sería su hermana quien le apoyase, pero estaba de morros y no podía saber que mosca le picaba para estar de esa manera.

-Anda, Harin, cariño ¿podrías servirle algo de agua a nuestro invitado especial? -Atenta a como se levantaba Harin ante las palabras de su padre para hacer lo que le había pedido, CL intentaba que la mirase directamente y poder ver en sus ojos si todo aquello era por estar enfadada por no decirle nada. Quería intentar descubrir que era lo que le ocurría. A lo mejor estaba ya de antes así, y no tenía nada que ver con lo ocurrido esta noche.

Tan atenta que estaba con que la mirase, que se dio cuenta tarde de lo que iba a pasar, y es que Harin, con la jarra del agua en la mano, distraída, al comenzar a rellenar el vaso, acabó desbordando de manera accidental el agua sobre Diplo, mojando su camisa. En seguida todos en la mesa reaccionaron, incluso ella misma.

-Lo siento, se ha volcado el vaso lleno de agua -Harin, soltó la jarra sobre la mesa apartándose para que él pudiera limpiarse sin molestar.

-No pasa nada -Dijo él en coreano, sonriéndole a su hermana, mientras CL se apresuró a secarle lo mojado.

-Que torpe eres Harin, que esta camisa es muy cara -Con la adrenalina del momento, y algo ofuscada, CL no se cortó ni un pelo en decirle a su hermana lo que se le cruzó por la mente, y eso fue lo que faltó para que todo estallase.

-¿Sí? Qué pena, haberlo avisado antes. Ah, no, que tú no avisas -Y dejándoles a todos con la palabra en la boca, Harin se marchó del salón.

-¡Harin! ¡Qué pasa! -Preocupada, su madre que se había levantado a ayudar a Diplo, se quedó mirando cómo se iba Harin, al igual que el resto de los presentes.

Diplo, sin entender nada, se quedó mirando a CL con una expresión interrogante. Estaba claro que no había entendido muy bien lo que había dicho su hermana, solo que se le volcó el agua encima y que la hermana de su novia se fue por algo que había dicho, pero nada más.

CL sentía como le hervía la sangre en las venas. Su hermana se había comportado como una cría ¿Por qué? ¿Por qué justo cuando ella quería que sus padres conocieran a su pareja se comportaba así cuando nunca antes lo había hecho? Al ver que su madre se había quedado preocupada, se levantó de la mesa, disculpándose y siguió a Harin.

Subió cabreada las escaleras que llevaban al piso superior, donde estaban los dormitorios. Era al cuarto del fondo donde debía ir, el dormitorio de Harin. Abrió la puerta, sin tocar ni avisar que iba a entrar, y al avanzar por la habitación, fue directa a su hermana y le dio una bofetada en la mejilla.

-¿A qué viene todo este numerito? ¿Quieres ser el centro de atención? ¿Que todos estemos pendientes de ti? ¿Solo quieres estropearme la noche cuando papá y mamá, que eran los que podían darme algún problema, se están portando de manera excelente? Pensaba que me apoyarías, que te pondrías de mi lado, y harías que la noche fuese mejor, pero solo lo estás jodiendo con esa cara de amargada -CL fue tan dura con su hermana que jamás pensó que podría decirle todo aquello.

-Tú no sabes nada -Fue lo único que farfulló Harin, con una mano en la mejilla que le había golpeado y mirándola fijamente a los ojos.

-Sí que lo entiendo. Solo que estás molesta porque no te haya dicho nada, y has montado esta pataleta porque parece que no sabes cómo llamar la atención.

-¡Si crees eso es que no me conoces tanto como creía!

-¡Tienes razón! ¡Creía que te conocía hasta esta noche! ¡No entiendo cómo has podido hacerme esto!

-¡La que no entiende soy yo! ¡Que estés tan ciega y no te percates de nada! ¡Solo miras lo que te interesa!

-¿Ahora a que viene que me digas eso? ¿No tienes una mejor excusa?

-¡No! ¡Esta es mi mejor excusa! ¡Porque te quiero y me duele todo esto!

-¡Yo también te quiero, pero eso no es motivo para que montes todo lo que has montado por no sé qué

-¿Ves? No ves nada… Te quiero, sí, pero no como tú me quieres a mi -Harin dejo de gritarle, la miraba con los ojos inundados en lágrimas y negando con la cabeza.- Lo que siente mi corazón es algo más que el querer de unas hermanas, es algo mucho mayor que lo que sientes por tu ahora novio.

-¿Qué quieres decir, Harin? -CL intuía lo que le intentaba decir, pero una parte de ella se negaba a creer lo que la razón y los ojos brillosos de su hermana, le decían.

-Lo que te quiero decir es que estoy enamorada de ti, y estoy celosa, muy celosa. No pensé que fueras a hacerme esto, o que menos contármelo antes para que yo no estuviera aquí y evitar pasar este mal rato. Pero estás tan ciega, que incluso no has visto que me estabas haciendo daño. Y a ti te da igual, solo te importas tú misma y tu querido novio ¿no?

-Eso no es así… -Intentado salir del shock en el que sus palabras la habían metido, CL quiso decir algo que no le salía, mientras que Harin se dio la vuelta, dejando de mirarla.

-Vete. Abajo te están esperando. Aquí ya has hecho demasiado. Discúlpame ante papá y mamá, diles que me duele el estómago -El tono de su hermana, se había apagado, casi ahogado por el llanto.

CL no daba lugar a entender lo que le había confesado ¿era todo cierto? Y si era así, le había causado inconscientemente daño, incluso pegándole, pensando que era una egoísta, y es que estaba celosa por su culpa. ¿Qué hacía? ¿Se iba?

Volviéndose, se encaminó por donde había venido, pero en el umbral de la puerta se detuvo un momento. Miró por última vez a su hermana antes de marcharse.

-Lo siento mucho, Harin -Fue lo único que le dije antes de marcharse.

No recorrió muchos metros cuando comenzó a escuchar a su hermana llorar. Ella tuvo que contenerse por no hacer lo mismo.

Se quedó de pie en las escaleras, intentando controlar sus sentimientos. Quería volver, abrazarla, y decirle todo lo que habitaba en su corazón, pero por el bien de todos, no lo hizo.

¿Cómo decirle a sus padres que en realidad su corazón pertenecía a una chica, la cual, era su hermana? Aquello no estaba bien. Al decirle Harin que la amaba, sus sentimientos afloraron al instante. Es cierto que lo que sentía por ella era lo mismo, que ni por Diplo el sentimiento era tan fuerte, pero no podía ser así, no era lo correcto.

Si quería que las cosas fueran bien, tenía que hacer que su hermana se olvidase de sus sentimientos por ella, aunque para ella, Harin sería la dueña de todo su ser, en secreto.

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