sábado, 2 de julio de 2016

(Varias) El instituto de la Muerte -Serial- Capítulo 9

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Notas: poco a poco esta historia está llegando a su fin, los chicos cada vez están más y más cerca de poder encontrar a sus amigos y la tensión se puede cortar con un cuchillo. Estad atentas porque las cosas realmente importantes están a punto de suceder.

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Al final, KyungSoo había decidido quedarse en su casa a pesar de que RyeoWook y HyoYeon no parecían estar todavía de muy bien humor para que al chico le fuera bien quedándose y ChanYeol no sabía cómo tomarse aquello. Sabía que su decisión de quedarse la había tomado después de que él lo besara repentinamente en mitad de la calle y el chico se arrepentía a medias de aquello.

En el momento, no había pensado con claridad y simplemente había hecho aquello por impulso, pero una vez sus labios se tocaron y KyungSoo le correspondió el beso, se sintió completo y feliz. Por eso no se arrepentía del beso, se arrepentía de haberlo hecho de aquella forma tan brusca que al parecer había asustado a KyungSoo una vez se separaron.

ChanYeol suspiró, dejándose caer sobre la cama de su habitación, cama que había compartido con KyungSoo los últimos días y que todavía olía a él. El chico no se había dado cuenta hasta el momento de que lo que sentía por KyungSoo no era solo amistad, pero ahora que lo sabía, no iba a dejar escapar a aquel enano gruñón.

Su móvil vibró y el chico rápidamente se incorporó de la cama y lo buscó por la habitación, viéndolo sobre el escritorio. Con el corazón latiéndole al ritmo de varios tambores, se acercó pensando que quizás fuera KyungSoo. Sin embargo, lo que se encontró al desbloquear la pantalla y entrar a la aplicación fue un mensaje de YiFan en el grupo que los diez tenían.

"Preparaos para ir esta noche a cazar fantasmas. Nos vemos a las 23:00 en el agujero de la valla".



Lu Han había salido de su casa corriendo y sin darles explicaciones a sus padres aunque estos parecieron preocupados, pero MinSeok le había dicho que tenía información que podía ayudar a encontrar a su hermano y el chico no se lo pensó ni un segundo en vestirse e ir a su encuentro. Llegó a la casa de MinSeok en pocos minutos, a pesar de que no estaba precisamente cerca de la suya, y jadeando, se acercó a su chico para preguntarle qué era lo que había encontrado.

—Cuando íbamos a devolver los periódicos sentí que necesitaba encontrar lo que había sucedido en el 83, así que me puse a buscar por aquella corazonada —le explicó—, y vi que de los dos chicos que desaparecieron, uno sobrevivió: Kim KiBum.
—¿Y por eso...?
—Creo que conozco a ese KiBum —lo cortó—, por eso estamos aquí.

Lu Han no entendía muy bien lo que sucedía pero sabía que si su novio había llegado a aquella conclusión era por algo y que confiar en él era acertado. Por ese motivo, simplemente asintió y dejó que el chico se adelantara y llamara al timbre de la puerta de enfrente de su casa. Pasaron unos segundos hasta que la puerta finalmente se abrió y por el hueco apareció un hombre que rondaría los cuarenta.

—MinSeok-ah, ¿que te trae por aquí? —dijo al verlos allí.
—Mi madre ha cambiado la clave de acceso y no puedo entrar a casa —respondio. Si Lu Han no conociera a su novio tanto como lo conocía, se habría tragado aquella mentira—. ¿Podemos quedarnos en tu casa hasta que llegue? Hace demasiado frío en la calle y Lu tiene un resfriado bastante gordo.

El hombre los miró de arriba abajo unos momentos y luego asintió, echándose a un lado para que pasaran.

—Está todo un poco desordenado, pero la pequeña no para y no me da tiempo a poner las cosas bien cuando ya ha desordenado algo —les advirtió.

En ese instante, una niña que no tendría mas de tres años apareció corriendo desde el salón y el hombre la cogió en brazos, aupándola para que viera a los dos chicos y presentándoselos. Después, los invitó a pasar al salón y los hizo sentarse en el sofá. Una vez estuvieron todos instalados, el hombre volvió a hablar.

—Ahora que estamos fuera de los oídos indiscretos de vecinos —dijo—, contadme la verdadera razón por la que habéis venido a verme.

Lu Han vio cómo su chico se removía algo incómodo en el sofá, así que fue él quien tomó la palabra en aquel instante, a pesar de que no sabía exactamente qué sucedía.

—¿Ha oído lo de la desaparición de dos chicos en la Shindongshin Industrial High School? Uno de ellos es mi hermano menor.



—¿Dónde están MinSeok y Lu Han? —preguntó JunMyeon, llamando la antención de los demás chicos que se encontraban con él junto a la valla rota del instituto—. Deberían de haber llegado ya.
—MinSeok me mandó un mensaje diciendo que tardarían un poco, pero que venían para acá —le respondió YiFan—. Al parecer han estado hablando con alguien sobre esto.
—Estuvimos buscando hoy información sobre los chicos desaparecidos del 1983 y MinSeok encontró que uno de ellos había sobrevivido —contó JongDae a su lado—. Decía que lo conocía, así que probablemente haya ido a hablar del tema con él.
—Vaya —murmuró YiXing—. Eso no me lo esperaba.
—Nosotros tampoco —reconoció JunMyeon, esbozando una pequeña sonrisa.

Todos se quedaron en silencio de nuevo, meciéndose de de un lado a otro para así intentar entrar en calor. JunMyeon veía que YiFan y YiXing parecían ocupar prácticamente el mismo espacio que una sola persona de lo pegados que estaban, al igual que él y JongDae; pero también advirtió cómo KyungSoo y ChanYeol a pesar de estar tan helados como ellos no habían buscado en el otro calor. Eso lo extrañó, porque aunque no se sabía si realmente aquellos dos eran pareja, pasaban la mayor parte del tiempo pegados el uno al otro.

La voz grave de una de las personas que observaba lo sacó de sus pensamientos y lo hizo prestar atención.

—Creo que sería mejor entrar —dijo ChanYeol—. Avisad a los chicos de eso y listo, así dejaremos de estar a la interperie.

Todos estuvieron de acuerdo con aquellas palabras y YiFan se encargó de mandarle un mensaje a MinSeok con su nueva situación para cuando llegaran.



Después de pasar por el agujero de la valla con mayor o menor dificultad según sus tamaños, los chicos se dirigieron hacia el interior del edificio, guiados por KyungSoo y ChanYeol, que eran los únicos que sabían cómo entrar a aquel lugar. YiFan iba a la zaga de los demás, en la retaguardia, observando a su alrededor atentamente por si aparecía alguien que pudiera interponerse en los planes que tenían. Al chico le había dado un poco de neura con aquello, pero una vez entraron a través de la ventana que estaba abierta, se le pasó un poco y se dedicó a seguir a los demás chicos lo más silenciosamente que pudo.

Algunos minutos más tarde, llegaban al sótano y abrían la puerta con un chirrido, para después ingresar en la gran sala. No habían encendido las luces al entrar porque no querían que nadie pudiera advertir su presencia allí dentro y, porque para lo que tenían que hacer, no eran necesarias las luces. Por ese motivo avanzaban con lentitud ayudados solo por las linternas de sus respectivos teléfonos móviles. Había un montón de cosas allí abajo, la mayoría trastos viejos e inútiles que no servían para nada y podían chocar en cualquier momento, así que se mantuvieron todos ojo avizores hasta que finalmente se encontraron en el centro de la gran sala, donde estaba un poco más despejado.

—¿Y bien, YiFan? —comenzó JongDae—. ¿Qué es lo que vamos a hacer aquí?
—Os lo dije en el mensaje —respondió.
—Pues no veo cómo vamos a hacer eso —murmuró el chico.
—Muy fácil —dijo, esbozando una sonrisa—. Tenemos que invocar al espíritu que aquí se encuentra para hablar con él.
—¿Invocar...? —JunMyeon era el que había preguntado aquello y ya se encontraba temblando de miedo.

Aquella actividad no era apta para personas miedosas, pero era lo único que podían hacer para comunicarse con aquel fantasma y para pedirle que les regresara a ZiTao y SeHun lo más pronto posible.



—Dicen que están ya en el sótano —murmuró MinSeok mientras miraba su teléfono.

Los dos habían llegado a la valla metálica hacía unos segundos y, al no ver a sus amigos allí habían dado por supuesto que debían haber entrado y que los estarían esperando allí, pero hasta que no tuvieron la confirmación no se atrevieron a adentrarse en los terrenos del instituto aquella noche. MinSeok todavía le estaba dando vueltas a lo que acababa de escuchar y sabía que lo primero que tenían que hacer cuando llegaran allí abajo era hablarlo con los demás.

MinSeok y Lu Han caminaron por el patio hasta llegar a la ventana y luego se colaron por esta para después dirigirse al sótano. La puerta estaba abierta cuando llegaron al lugar, así que simplemente entraron y buscaron a sus amigos allí. No tardaron más que dos minutos en dar con ellos porque estaban en el centro de la habitación, sentados sobre el suelo de hormigón, formando un círculo en el que faltaba ellos dos para que estuviera completo.

—¿Qué hacéis? —cuestionó MinSeok al llegar hasta ellos.

Sus amigos se giraron hacia él y algunos levantaron la mano a modo de saludo, aunque silencioso. MinSeok aprovechó aquel momento para sentarse junto a YiFan y ayudar a Lu Han a hacerlo entre él y KyungSoo.

—Ya que estamos todos podemos ir empezando —dijo YiFan.
—Preferiría que escuchárais antes lo que nos ha dicho el superviviente del 83 —lo cortó y el más alto se giró hacia él—. Resultó ser mi vecino, así que hemos estado hablando un rato con él antes de venir.
—¿Qué os ha dicho? —preguntó JunMyeon frente a él.
—Nos ha contado que el fantasma los mantuvo presos a él y al que en aquel entonces era su chico durante tres semanas —comenzó—. Él pudo sobrevivir porque estaba acostumbrado a comer poco y porque el otro hizo todo lo posible para que él pudiera salir con vida de aquello —MinSeok vio cómo todos estaban atentos a sus palabras, así que prosiguió—. Su chico murió varios días antes de que los encontraran y él se desmayó por culpa del hambre, por eso cree que el fantasma lo dio por muerto también y dejó de ocultarlo.
—También nos contó que el sótano se convirtió en un lugar cerrado para ellos, que aunque entrara alguien y ellos pudieran ver a todas las personas, no podían interactuar con ellos porque el fantasma se lo impedía —completó Lu Han—. Así que probablemente SeHun y ZiTao nos estén viendo en estos momentos aunque nosotros no a ellos.
—Entonces tenemos que ir haciendo esto rápidamente —murmuró YiXing—. Así conseguiremos contactar con el fantasma y ayudarlo a él y a los chicos.

Todos asintieron y se acomodaron en el suelo. Frente a ellos había un tablero de algún juego dado la vuelta en el que había sido dibujada con bastante precisión una ouija con una tiza de color blanco. MinSeok sospechó que había sido YiXing quien había hecho aquello porque los demás que allí se encontraban no tenían talento alguno para el dibujo. El chico vio cómo YiFan sacó un vaso pequeño y de cristal de uno de los bolsillos de su abrigo y lo colocó bocabajo sobre el centro del tablero.

—Poned todos vuestros dedos índices sobre el culo del vaso —dijo y todos hicieron aquello sin perder un solo segundo—. Ahora, recordad que no debéis mover el vaso, sino que será el vaso solo siguiendo la voluntad de Kim JongIn el que se moverá por el tablero.



—¿Hay algún espíritu en la habitación?

YiXing hizo aquella pregunta de una forma sencilla y en un coreano bastante más claro que el que solía hablar normalmente, además de hacerlo en un tomo más alto que el que acostumbraba a utilizar. Durante unos segundos, el vaso que sujetaban no se movió ni un solo milímetro, pero después de algo de tiempo, comenzó a moverse lentamente hasta llegar a la casilla que ponía "Sí". YiXing tragó saliva antes de seguir preguntando.

—¿Tú nombre es Kim JongIn?

El vaso se movió unos milímetros hacia atrás antes de regresar a la casilla del "Sí", lugar en el que había quedado anteriormente. Al parecer sí que se trataba de Kim JongIn, el chico que había muerto hacía tantos años en aquel lugar, y no se habían equivocado con eso. YiXing esperaba sinceramente que no se hubieran equivocado con lo demás para así poder ayudarlo a él y hacer que dejara libres a SeHun y ZiTao.

—¿Cuándo moriste?

En aquella ocasión no hubo ningún lapso de tiempo entre la pregunta y la respuesta del fantasma, que comenzó a mover el vaso por el tablero deletreando lentamente el día, el mes y el año que había muerto hasta que completó su mensaje: 5 de noviembre de 1963. Aquella era la fecha que aparecía en el artículo del periódico que contaba la noticia sobre su muerte. Ahora solo quedaba la pregunta más importante.

—¿Cómo moriste?

YiXing cerró los ojos porque no quería ver aquella respuesta y simplemente dejó que su dedo se moviera con el vaso hasta que se detuvo. En aquel momento, abrió sus ojos, a la vez que escuchaba la voz de YiFan a su lado decir lo que había sido deletreado.

—"Me asesinaron".



Cuando YiFan dijo aquellas palabras, JongDae sintió a JunMyeon temblar a su lado, así que usó el brazo que tenía libre para apretar su cuerpo contra el suyo y transmitirle seguridad. En los últimos tiempos su chico había sido tan valiente como para atreverse incluso a hacer aquella sesión de espiritismo con ellos, todo para ayudar a SeHun y ZiTao... pero todo aquello era demasiado para él.

—Tranquilo —le susurró—. Yo estoy aquí contigo.

JunMyeon asintió y se recargó en él, buscando algo de seguridad al hacerlo, así que JongDae se prometió que haría todo lo posible por no asustarse sucediera lo que sucediese porque debía proteger a JunMyeon de todo aquello.

—¿Quiénes te asesinaron? —siguió preguntando YiXing al fantasma.

Aquella vez tampoco tardó nada en comenzar a moverse el vaso hasta formar las palabras: "Mis compañeros de equipo". JongDae se figuró cuál iba a ser la pregunta de su amigo antes de que este la realizara incluso porque era de lo más obvia, aunque también era la única forma de llegar a conocer los motivos del fantasma por mantener secuestrados a SeHun y ZiTao.

—¿Por qué?

El vaso comenzó a moverse rápidamente por el tablero de nuevo y JongDae no pudo evitar ir murmurando las letras una a una hasta que la frase estuvo formada.

—P-O-R-S-E-R-H-O-M-O-S-E-X-U-A-L.
—Dios mío... —jadeó Lu Han, que parecía no creerse aquello.
—Ten en cuenta que aun estando en pleno siglo XXI las relaciones homosexuales no están bien vistas —comentó KyungSoo—. Imagina cómo sería en los '60.
—Pobrecillo —murmuró sin embargo el chico.
—¿Por qué retienes entonces a dos chicos homosexuales ahora? —preguntó YiXing al fantasma, sin dejar que los comentaros de los demás arruinaran el ambiente que se había creado y asustaran a Kim JongIn ahora que estaba siendo bastante cooperativo.

Una vez más, casi antes de que YiXing terminara su pregunta el vaso comenzó a moverse, formando unas palabras que JongDae sabía que aparecerían: "Por venganza".



KyungSoo se sentía bastante asombrado por todo lo que estaba sucediendo en aquel sótano. Jamás había pensado que algo como aquello pudiera suceder y además de su asombro tenía algo de miedo por lo que el fantasma pudiera hacer o decir. Aun así, no quería reconocerlo abiertamente ni buscar el cuerpo de ChanYeol como había hecho JunMyeon con JongDae porque se sentía bastante violento con él desde que se habían besado antes. A KyungSoo le había gustado aquel beso, pero estaba muy confuso acerca de sus sentimientos por el mayor.

—Ellos son como tú, ¿por qué los retienes?

La pregunta de YiXing lo sacó de sus pensamientos y el movimiento del vaso formando la respuesta lo dejó de piedra: "Quiero que sufran como yo. Quiero que todos vosotros sufráis como yo".

KyungSoo estuvo tentado a retirar el dedo del vaso inmediatamente, pero ChanYeol lo retuvo posando su otra mano en su brazo. El chico se giró hacia él y vio en sus ojos oscuros una negación. No podían retirar el dedo hasta que YiXing no lo indicara y tenían que hacerlo lentamente.

—Creo que no vamos a conseguir nada más de él hoy —murmuró YiXing—. Quiere venganza y hasta que no la obtenga no va a parar. Parece estar bastante enfadado por su última respuesta —añadió—. Es mejor que lo dejemos por hoy.

Los dedos comenzaron a ser retirados lentamente del vaso hasta que ya no quedó ninguno sobre él y luego comenzaron a recogerlo todo. KyungSoo se preparó para levantarse del suelo de hormigón cuando de repente notó las conocidas manos de ChanYeol en su cintura, alzándolo sin problemas. Se giró hacia él y éste lo miró con una sonrisa triste antes de comenzar a seguir a los demás, que empezaban a salir del sótano. KyungSoo solo había visto aquella mirada triste una vez en ChanYeol y había sido cuando lo había decepcionado profundamente unos días atrás con lo de la pelea. En ese momento, el chico decidió que no quería volver a ver aquella mirada triste, significara lo que significase aquello en la conformación de su relación.

mrs daisy

2 comentarios:

  1. Estoy encantada con el capitulo.La verdad que no esperaba que JongIn se los pusiera fácil, pero me resulta muy cruel que quiera seguir la venganza contra los chicos sabiendo que ellos comparten su condición. Evidentemente, no quiere razonar por el momento y me intriga que es lo que se le pueda ocurrir a los chicos para poder desatar este dilema y por fin recuperar a SeHun y ZiTao.
    Por otro lado me pareció muy lógica la reacción que tuvieron KyungSoo y ChanYeol después de besarse, es como que ambos sienten algo y son unidos pero es típico no saber si es algo mas o simplemente un impulso que surge de una amistad, siempre me imagine que hacer ese tipo de acto el después se debe sentir así...INCOMODO, pero me gusta que al final KyungSoo saltara esa barrera.

    PD: lo que lo haces soportar al pobre de JunMyeon.

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    Respuestas
    1. Me alegra que estés encantada con él ^^ JongIn no se lo pone fácil porque es un malvado espíritu XD Evidentemente... pero ellos tampoco se van a rendir en recuperar a sus amigos.
      Es que es incómodo al principio, porque no sabes qué esperar, pero en realidad sí que quieres ver qué pasa y es todo muy raro XD
      PD: se lo tiene merecido... por cuco XD

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