Título:
February 14th
Pareja:
DoJae (DoYoung + JaeHyun) [NCT]
Tipo: Yaoi
Géneros: Romance | Fluff
Clasificación:
PG–13
Descripción: Durante la estancia de SMROOKIES en Bangkok, es el cumpleaños de YoonOh… y como
ya hicieran días antes con el de DongYoung, ambos lo celebraran de una forma
especial.
Aclaraciones: Segunda parte de este fic (February 1st), pero se puede leer tranquilamente sin
haber leído el anterior.
Notas: Dije que ya que había hecho algo sobre el cumpleaños de mi ratilla, también me
gustaría hacerlo sobre mi niño sensual y éste es el resultado. Espero que os
guste esta moñez.
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El catorce de febrero comenzó siendo un día
de locos para todos. Estaban en un país desconocido, delante de un montón de
cámaras que los grababan prácticamente a todas horas y teniendo que atender a
los medios tailandeses, además de a las fans, y preparando el show que iban a
mostrarles aquella tarde noche que era para lo que habían ido a aquel lugar, en
realidad.
Para todo el mundo, el catorce de febrero era
el día de la celebración del amor o de la amistad, un día en el que todo se
llenaba de corazones rojos y de rosas, de chocolates y de regalos más o menos
acertados… pero para los chicos que conformaban el proyecto SMROOKIES, y sobre
todo, para dos de ellos, era un día todavía más especial aparte de aquello. Ese
día, era también el cumpleaños de uno de los miembros del grupo, el cumpleaños
de YoonOh, por lo que, además de todo lo que tenían que hacer, también debían
celebrar el cumpleaños del chico.
Cuatro veces fue celebrado aquel cumpleaños.
Una por la mañana temprano, de la que solo fueron testigos los miembros de
SMROOKIES; otra por la tarde, durante el SMROOKIES Show, para que las fans
pudieran celebrar con ellos; otra por noche al llegar al hotel, para las
cámaras de aquel programa que iban a empezar a emitir cuando la primera
subunidad del grupo que conformarían debutara; y la última, en las calles de
Bangkok, bajo el amparo de la oscuridad, en la que solo dos de ellos estuvieron
implicados.
A pesar de que ya era de madrugada cuando
DongYoung y YoonOh pudieron salir del hotel sin alertar ni a sus compañeros ni
a la gente del staff que los acompañaba, ni a las fans que se habían quedado
dormidas en la puerta principal del hotel y que estaban reventados después de
todo lo que habían tenido que hacer ese día y los anteriores que llevaban en
aquella ciudad, los dos chicos no dudaron en que debían salir ellos solos a
celebrar aquel evento, al igual que habían hecho solo unos días antes con el
del mayor de los dos.
Las calles de Bagkok seguían siendo un
hervidero de personas yendo y viniendo de un lugar a otro y de coches y taxis
transitando por el asfalto. Era una gran ciudad que no dormía, como Seúl, así
que, los chicos que paseaban por ellas estaban acostumbrados a esa clase de
ambiente. Sin embargo, había algo a lo que no estaban acostumbrados, y eso era
a ver a personas del mismo sexo tomarse de las manos, abrazarse o besarse sin
pudor. Aquello en Seúl no era algo que se pudiera ver todos los días, pero allí
estaba bastante extendido el tema de que cada uno podía amar a quien quisiera,
dando igual de quien se tratara. Por aquel motivo, los dos chicos, amparados
por el anonimato que les daban allí sus mascarillas, habían decidido disfrutar
de cogerse de las manos en la calle, aunque fuera solo por una vez.
—¿Qué es lo que quieres que haga por ti? —le
cuestionó DongYoung a YoonOh cuando se detuvieron en un semáforo en rojo.
El silencio había sido su compañero durante
prácticamente todo el trayecto que llevaban andado desde el hotel hasta la zona
en la que se encontraban, así que, YoonOh no esperaba que el otro le hablara en
ese momento. Tampoco se había esperado que éste le hiciera aquella pregunta, ya
que pensaba que se le había olvidado lo que había prometido apenas dos semanas
antes, pero al parecer, su memoria seguía siendo muy buena.
—Mmmm... no sé qué es lo que puedo pedirte
—acabó contestando.
—Aun así, tienes tres deseos que debo
concederte —respondió DongYoung—. Uno por tu graduación, otro por tu cumpleaños
y otro por el día de San Valentín... aunque ya hayan pasado todos —murmuró
después de mirar el reloj de su muñeca. YoonOh se fijó en la hora que éste
marcaba y no pudo evitar sonreír debajo de la mascarilla. Ya hacía horas que
era 15 de febrero.
—Eres mi genio de la lámpara, ¿entonces?
—preguntó—. ¿Puedo pedirte lo que quiera y tú lo harás realidad?
—Si está dentro de mis posibilidades, claro
que sí —dijo el mayor, mirándolo fijamente a los ojos.
—¿Tengo que frotarte entonces?
YoonOh comenzó a sobar un poco el cuerpo de
DongYoung, haciéndole cosquillas y éste se retorció un poco, comiéndose casi el
poste del semáforo que se acababa de poner el verde para ellos. Los chicos
dejaron de jugar y cruzaron la carretera. Al llegar al otro lado, retomaron la
conversación.
—Creo que mi primer deseo ya está cumplido.
—¿Y cuál era? —cuestionó el mayor.
—Poder estar un rato contigo en mi cumpleaños
—le respondió.
—Maravilloso —susurró DongYoung—. Todavía te
quedan otros dos que pedirme.
—Mmm... qué difícil es pedir deseos
—comentó—. Déjame pensarlo un momento.
DongYoung asintió y ambos siguieron su
camino, dándole la vuelta a la manzana que rodeaba al hotel para no perderse y
tener que dar explicaciones innecesarias. YoonOh no dejó de pensar en qué era
lo que quería que el otro pudiera hacer por él durante todo el rato, dándole
vueltas una y otra vez a aquello, desechando cosas que sabía que éste no iba a
poder cumplir por falta de medios técnicos o económicos. El camino fue
silencioso de nuevo hasta que el menor por fin encontró las dos cosas que
quería hacer y que el otro podía cumplir.
—Ya lo tengo —dijo, cuando ya se podía
vislumbrar la imponente silueta del hotel a apenas unos quinientos metros.
—Bien, soy todo oídos —respondió DongYoung.
—Mi segundo deseo es que cuando tengamos un
poco de tiempo libre, pasemos por la casa de mis padres —le dijo, haciendo que
el mayor abriera sus ojos como platos, asustado—. No te presentaría como novio
—lo intentó tranquilizar—, solo como mi mejor amigo.
—No sé si estoy preparado para cumplir eso
—murmuró DongYoung—. Estaría muy nervioso todo el rato que estuviéramos con
ellos.
—Pero ellos no sabrían que eres mi novio —le
respondió—. Te conocerán como a uno de mis amigos, uno de mis próximos
compañeros de grupo... eres de los pocos que todavía no conocen y me haría
mucha ilusión.
YoonOh aprovechó que, aunque no sabía
realmente cómo poner caras monas, el mayor se derretía cuando lo intentaba y le
puso una serie de carillas a las que el otro no pudo resistirse, haciendo que
finalmente asintiera a su petición.
—¿Cuál es tu último deseo? —le cuestionó—. Y
espero que no sea algo que no pueda cumplir.
—No, tranquilo —le dijo—. Puedes cumplirlo
perfectamente y creo que se podría hacer en un plazo razonable de tiempo.
—A ver. Dime —le pidió.
—Quiero que nos acostemos juntos.
DongYoung se cruzó de brazos y se detuvo una
vez terminó su petición, expresando perfectamente que no estaba muy conforme
con aquel último deseo tampoco. YoonOh suspiró. Ya llevaban mucho tiempo
saliendo juntos y todavía no habían ido más allá de unas pocas caricias —en
parte porque no habían podido encontrar un momento en el que estar a solas el
tiempo suficiente, en parte porque el mayor se había negado a ir más allá
debido a que YoonOh seguía siendo todavía menor de edad—. Pero ya hacía un año
que había dejado de ser menor y todavía seguía negándose a ello.
—¿A qué le tienes miedo? —le cuestionó—. ¿Por
qué siempre te niegas a hacerlo conmigo? —DongYoung desvió su mirada al suelo.
—Tengo miedo a que en cuanto nos acostemos,
lo que tenemos se desvanezca... —murmuró.
YoonOh no pudo evitar sonreír debajo de la
mascarilla después de escuchar aquellas palabras de su inseguro novio. El menor
tomó su rostro en sus manos e hizo que lo mirara a los ojos antes de
responderle.
—Eso no va a ocurrir —dijo—. Yo te quiero y
tú me quieres y que nos acostemos no hará que las cosas cambien entre nosotros
—y aprovechando que era un poco más alto, le dio un beso en la frente—. Te
quiero mucho, Kim DongYoung.
—Yo también te quiero, Jung YoonOh —susurró
éste, abrazándose a su cuerpo fuertemente, en lo que era la confirmación de que
le concedería su último deseo—. A cambio tienes que hacer algo por mí... por
San Valentín —murmuró contra su cuello.
—Dime qué quieres que haga, lo haré
—prometió.
—Quiero ser pitcher.
YoonOh se tuvo que morder la lengua para no
replicar a las palabras del mayor y simplemente suspiró. Podría hacerlo, podría
hacerlo por él la primera vez. Después ya habría tiempo de cambiar las tornas.
Notas finales:
—Probablemente
no lo sepan muchas, pero DongYoung es el nombre real de DoYoung y el 1 de
febrero es su cumpleaños. También, el nombre real de JaeHyun es YoonOh y el 14
de febrero (el día de San Valentín) es el cumpleaños de JaeHyun. Decidí mejor
usar sus nombres reales, a pesar de que la mayoría los conoce por los
artísticos, porque siempre me ha gustado mucho más hacerlo de esta forma.
—Durante
los días previos al 14 y unos cuantos más después, los chicos de SMROOKIES
(ahora ya, NCT), estuvieron en Tailandia para realizar una serie de actividades
aprovechando que es el país natal de Ten y que allí, el chico tiene muchos fans
por haber salido en un concurso de talentos por la tele.
—Pitcher
es el término que generalmente se utiliza en Corea del Sur para hablar de la
persona que es la activa en las relaciones sexuales entre hombres. El término
para quien es pasivo es cátcher. En el mundillo del yaoi japonés, a esto se le
conoce como seme y uke.
Gracias por la cotinuacion uwu <3 <3 <3
ResponderEliminarNo hay de qué ^^ <333
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