Notas: InSeong hizo un trato con su amiga, ¿será capaz de cumplir ese trato o algo se interpondrá en el camino de su amistad? ¿O quizás alguien?
Chapter Four
Presentarle a Mina formalmente a SeungJun era una cosa
mucho más fácil de decir que de hacer, porque para InSeong estaba siendo casi
imposible poder hacerlo y, poder ganarse así el perdón de Mina. Nunca habían
estado enfadados de verdad, siempre habían sido pequeñas peleas lo que habían
tenido a lo largo de todos aquellos años de amistad, peleas breves que, si acaso
duraban un día, pero que arreglaban pronto porque, a pesar de lo diferentes que
eran, no podían vivir el uno sin el otro. Así había sido desde que estaban en
párvulos y así había esperado InSeong que fuera toda la vida, pero aquella vez
no estaba siendo así.
Desde que hacía unos días Mina había descubierto a Park
SeungJun en su piso, no le había vuelto a dirigir la palabra y, cada vez que
InSeong trataba de acercarse a ella, lo único que la chica le decía era “¿cuándo me vas a presentar a SeungJun?”
Y como InSeong no tenía respuesta para aquello, ella no se dignaba a decirla
nada más. Pero, aunque el chico había intentado encontrar una ocasión en la que
poder presentarle a SeungJun, ésta se le escapaba entre los dedos porque
generalmente por las tardes, el otro no estaba en casa… y, si estaba, se pasaba
la tarde durmiendo. La tarde, la noche, la mañana… Park SeungJun dormía más de
lo que InSeong creía que fuera posible dormir para una persona. el señor Park
le había explicado que aquello se debía a que por los horarios tan horribles
que tenía cuando estaba de comeback, apenas podía dormir, y solo en las pocas
vacaciones que le daban, recuperaba todo el sueño atrasado de varios meses.
A InSeong le parecía maravilloso que el chico recuperara
todo el sueño atrasado… pero aquello frustraba sus planes de reconciliación con
Mina y, aunque había pensado en varias ocasiones que quizás estaba mucho mejor
sin ella revoloteando a su alrededor, hablando de KNK y de Park SeungJun, o de
cómo iban sus planes con HyeYeon para escaparse de clases o de casa a horas
intempestivas y cuál era su papel en todos aquellos planes, InSeong no podía
evitar echar de menos a la chica porque habían sido pocos los días en los que
no se habían visto y habían sido muy pocos los momentos en los que no habían
estado juntos.
Por todo aquel lío con Mina y porque la fecha de la boda
de su madre con el señor Park se acercaba a marchas forzadas, InSeong estaba
bastante frustrado. No sabía qué hacer para solucionar el problema con Mina y
no sabía qué hacer para que el tiempo se detuviera y no tuviera que asistir a
la boda de su madre —porque
en el fondo, el chico seguía deseando con todas sus fuerzas que nada de aquello
fuera real; seguía deseando que todo siguiera siendo como siempre lo había sido
desde que su padre los había dejado—. Sin embargo, debido a deseos egoístas
como los suyos, el tiempo no se detendría ni iría hacia atrás, por eso, InSeong
simplemente podía apechugar con toda aquella situación y tratar de seguir
adelante.
—¿Y si le
dices a Park SeungJun que Mina está loquita por él y que quiere conocerlo en
persona porque es su ídolo? —dijo SangHyuk, tratando de darle una solución a
aquel problema.
InSeong había pedido una reunión de la hermandad y todos
sus amigos se habían reunido en torno a él en el descanso de la comida para
tratar de dar con una solución rápida a su problema con Mina, problema del que
ya se había enterado todo el instituto porque no verlos juntos era algo
demasiado raro. Tan raro era que
hasta sus profesores le habían preguntado si estaba todo bien con la chica y si
necesitaba ayuda con algo —InSeong había declinado obviamente toda la ayuda de
sus profesores porque sus insinuaciones sobre una relación mucho más profunda
que la de la amistad que tenía con Mina le echaron un poco para atrás y le
demostraron que éstos eran unos pervertidos de cuidado—.
—Queremos
que se reconcilie con Mina, no que asuste a SeungJun y que éste jamás quiera
verla —replicó JuHo a la propuesta de SangHyuk.
—Pero eso
sería una buena opción para mis oportunidades con Mina —dijo SeokWoo—. Si
SeungJun no le hace el más mínimo caso y yo me acerco a ella para darle mi
apoyo moral, igual me ve como algo más que “el
amigo larguirucho de InSeong”.
—Ni,
aunque Park SeungJun pasara de ella, tendrías opción con Mina —contestó
InSeong, un poco harto de que se estuvieran diciendo miles de ideas, pero que
ninguna de ellas solucionara realmente su problema—. Le gustan los guapos.
—¿Estás
insinuando que SeungJun es guapo y yo no? —preguntó su amigo.
InSeong abrió la boca para responderle a aquello, pero la
cerró inmediatamente después. ¿Qué había estado a punto de decir? ¿Había estado
a punto de afirmar que SeungJun era mucho más guapo que SeokWoo? ¿Por qué? El
chico movió su cabeza, tratando de despejar su mente de eso y enfocarse en el
tema en el que estaban.
—Necesito
algo que poder decirle a SeungJun para que no se vaya de casa una tarde o para
que no se eche a dormir y así poder presentárselo a Mina y tenerla contenta —dijo—.
Algo que sea lo suficientemente bueno y que no lo asuste porque, aunque parezca
que no, echo de menos a Mina y quiero que me vuelva a hablar.
—¿No será
porque estás enamorado de Mina que no quieres que yo salga con ella? —insinuó
SeokWoo. InSeong no pudo hacer otra cosa más que suspirar profundamente y
llevar su dedo índice y pulgar al puente de su nariz, cansado.
—He visto
a Mina desnuda más veces de las que puedo recordar y ni una de esas veces he
sentido por ella absolutamente nada —dijo, contando algo que no había contado
nunca antes a sus amigos—. Una de ellas no hace mucho y, aunque a vosotros os
encantaría, a mí no me hace nada de tilín —continuó explicando, pero al ver las
caras de babosos de sus amigos, seguramente imaginándose aquello que él había
descrito, añadió—: y ahora, si podemos seguir con el tema principal.
—Podrías
explicarle la verdad a SeungJun —comentó JaeYoon, saliendo primero del
ensimismamiento—. No que Mina es una fan loca, pero sí que es tu amiga desde
siempre y se siente muy dolida porque no le contaras que él estaba allí y que
para ganarte su perdón quiere conocerlo porque siempre ha querido conocer a
algún famoso.
—Gracias —dijo
InSeong, realmente agradecido porque al menos uno de sus amigos tuviera una
idea decente—. Esto sí que me sirve.
Y, justo después, les dio a todos sus amigos un coscorrón
en la cabeza para que dejaran de estar en las nubes, imaginándose a Mina
desnuda. No les había dicho aquello para que la chica se convirtiera en su
fantasía sexual antes de echarse a dormir, solo se lo había contado como
ejemplo del por qué, con Mina, él jamás se había imaginado nada más allá que la
amistad que compartían. Nunca se lo había imaginado y nunca se lo imaginaría.
Sabía demasiadas cosas embarazosas y raras sobre la chica que le mataban todo
el lívido, así que, para él era totalmente imposible una relación romántica con
Mina. Sin embargo, InSeong sí que quería conservar su amistad con la chica
sobre todas las cosas.
Por eso, cuando llegó aquella tarde a casa, el chico
aprovechó que SeungJun estaba despierto para plantearle la pregunta del millón.
Trató de plantearla para que no pensara que Mina era una de las locas que lo
solían seguir a todas partes —aunque
lo fuera realmente— para que el chico sacrificara una tarde de sueño y se
encontrara con su amiga.
—¿Es la
chica del otro día? —cuestionó entonces SeungJun. El chico asintió—. ¿Por qué
está tan enfadada? No es como si fuera tu novia y estuviera enfadada por
haberte encontrado en la cama poniéndole los cuernos.
—No es mi
novia —replicó InSeong—, es mi amiga. Y no quiero perderla simplemente por no
haberle contado que mi hermanastro era Park SeungJun de KNK.
Durante unos momentos, SeungJun permaneció callado, como
si estuviera cavilando lo que iba a decir como respuesta y, en ese tiempo,
InSeong estuvo casi rezando porque ésta fuera afirmativa. No es que le agradara
mucho la idea de tener a Mina en su salón bebiendo los vientos por el otro en
directo cada día, ni tampoco le entusiasmaba especialmente que, por algún
casual de la vida, finalmente ambos acabaran saliendo juntos porque eso le
traería un montón de dolores de cabeza; pero podía aguantar un poco de tiempo
aquello si SeungJun acababa rechazándola, lo que era más probable que
sucediera, si eso hacía que Mina le volviera a hablar.
—Está
bien —respondió finalmente. InSeong no pudo evitar la sonrisa que apareció en
sus labios—, pero tengo sueño, así que, me gustaría que fuera una reunión
rápida.
—Lo
prometo —dijo—. Prometo que será breve.
SeungJun
asintió y el chico no tardó ni un segundo en levantarse del sofá y salir
corriendo hacia la casa de Mina, con su corazón martilleando rápidamente dentro
de su pecho, la adrenalina recorriendo su cuerpo de arriba abajo porque por fin
iba a poder solucionar uno de sus mayores problemas del momento. Ni siquiera se
puso las zapatillas porque solo tenía que cruzar el rellano hasta la puerta de
enfrente. InSeong llamó con sus nudillos varias veces, rápido, un poco
desesperado porque la chica le abriera la puerta y fuera con él a casa. Sin
embargo, Mina nunca se había caracterizado por ser una persona rápida, ni
dentro ni fuera de casa, por lo que la puerta tardó un buen rato en abrirse.
Cuando lo hizo, una Mina con una expresión de enfado apareció en el quicio e
InSeong tuvo que poner el pie en medio para que no le cerrara la puerta en las
narices justo después de abrirla.
—¿Qué
quieres? —cuestionó Mina—. No tengo tiempo para tonterías.
—¿Y
tienes tiempo para conocer a Park SeungJun? —le dijo él.
—¿Qué?
—los ojos de la chica se abrieron por la sorpresa, probablemente sin esperarse
que hubiera conseguido aquello—. ¿De verdad?
—Sí
—replicó InSeong—. Está esperándote en casa para que lo conozcas, aunque me ha
dicho que tiene que ser rápido porque se muere de sueño.
—Espera
cinco minutos —dijo ella.
InSeong
asintió y quitó el pie de la puerta para que la chica volviera al interior del
piso y se arreglara un poco probablemente, porque sabía perfectamente que no se
presentaría ante Park SeungJun con los pelos tiesos y la ropa vieja que se
ponía para estar en casa. Apenas cinco minutos después, Mina apareció ante él
con el uniforme del colegio y con algo de maquillaje puesto.
—¿Estoy
perfecta? —cuestionó.
—Estás
decente —replicó InSeong, llevándose un golpe en el brazo—. No te preocupes por
eso.
—Si
Park SeungJun no se enamora de mi belleza seguirá siendo culpa tuya —le dijo
ella.
—Si
no se enamora de ti será porque le gusta otro tipo de chica —comentó él, pero
Mina simplemente le dio otro golpe y después se adentró en el piso sin siquiera
esperar a que InSeong fuera delante.
El
chico no pudo evitar esbozar una sonrisa porque aquel momento lo llevaba
esperando desde que Mina había decidido no volver a hablarle. La había echado
mucho de menos. Sin embargo, no tenía tiempo para ponerse sentimental, así que
entró a su casa siguiendo a Mina y al llegar al salón la encontró temblando
como un flan mientras SeungJun la tomaba de la mano al presentarse. Teniendo en
cuenta las muchas veces que la chica había ido a todo tipo de eventos de KNK y
las muchas veces que lo había visto en persona, InSeong creía que Mina podía
comportarse como una persona normal delante de él, pero se equivocaba bastante
porque su amiga estaba muy nerviosa. Así que, le tocaba a él romper el hielo.
Se
sentó en el sofá junto a SeungJun y dejó que Mina se sentara en el sillón que
había a su lado, para que estuviera un poco más lejos del otro y pudiera
aclararse un poco la mente; después, comenzó a hablar y a contar que Mina y él
eran amigos desde que habían nacido prácticamente.
Al
principio, solo él habló, pero tanto Mina como SeungJun estaban atentos a sus
palabras y, poco a poco, Mina se fue soltando y fue hablando con su ídolo
también. Sin embargo, cuando apenas debían de llevar media hora en aquella
pequeña reunión que significaba la resolución de su problema con Mina, InSeong
sintió cómo la cabeza de SeungJun se instalaba en su hombro y cómo su mano
derecha recorría su espalda hasta quedarse en su cintura y la izquierda hizo el
mismo recorrido, pero por su estómago, hasta dar con su otra mano y
entrelazarlas. InSeong fue plenamente consciente de aquel movimiento y Mina
también lo fue, porque frunció su ceño.
El
chico trató de que la conversación se animara, contando alguna anécdota
graciosa de cuando él y Mina eran pequeños y se metían en líos cada dos por
tres, pero a pesar de que todas sus anécdotas eran muy graciosas, InSeong no
pudo evitar que poco a poco SeungJun se quedara dormido abrazado a su cuerpo.
Cuando escuchó su respiración calmada cerca de su oído, el chico supo que se había
quedado frito y que no iba a poder hacer absolutamente nada más para que Mina
confraternizara con él.
—Lo
siento —fue lo único que pudo murmurar porque, aunque le había dicho que
SeungJun estaría cansado y que quería que aquello fuera corto, no había podido
alargar aquel encuentro más de media hora—. Por no poder hacer mucho.
—Has
hecho lo que has podido… —murmuró ella, levantándose del sillón, visiblemente
enfadada—. Aunque no lo suficiente.
—Mina…
InSeong trató de
levantarse e ir tras ella para preguntarle por qué seguía enfadada con él
cuando había hecho lo que le había pedido, pero no pudo hacerlo porque el
cuerpo de SeungJun sobre él se lo impidió. Bueno. No es que el cuerpo del otro
se lo impidiera de forma explícita, InSeong bien podría haberse desenvuelto de
los brazos del otro para poder ir tras la chica, pero no lo hizo porque sabía
que, aunque corriera tras ella, Mina iba a seguir enfadada con él porque
SeungJun no le había hecho ningún caso y se había quedado dormido, aunque él no
tuviera la culpa de aquello.
—¿Por qué tiene
que ser tan tonta? —preguntó en voz alta, aunque a nadie, porque SeungJun
estaba profundamente dormido y Mina se había ido ya.
InSeong se dejó
caer sobre el respaldo del sofá despacio para que no le doliera el cuello o la
espalda y para que SeungJun no se despertara y puso la tele con un volumen
bajito para tener algo que hacer mientras el otro volvía a dar señales de vida.
Sin embargo, aun con la tele puesta, InSeong no podía evitar que su cabeza no
parara de dar vueltas una y otra vez a la situación en la que se encontraba,
estando en medio de Mina y el ídolo de sus sueños, sintiéndose un poco mal
porque el otro le hacía más caso a él que a la chica y pensando en por qué era
aquello.
No llegó a
ninguna conclusión esa tarde, pero le dio tiempo a observar dormir a SeungJun
y, una pequeña parte de él, podía entender el motivo por el cuál Mina no podía
dejar de suspirar por el chico —aunque jamás dejaría que esa pequeñísima parte
de él lo dominara—.
—¿Entonces? —le
comentó a la mañana siguiente YoungBin—. ¿Mina no te ha perdonado a pesar de
que le has presentado a SeungJun?
—Correcto—
contestó, dándole un bocado al bollo de crema que se acababa de comprar en la
cafetería, para tratar de ahogar su frustración en el bollo.
—Mina está loca —dijo
YoungKyun desde el otro lado de la mesa—. La he visto varias veces hacer cosas
que una persona muy cuerda no haría.
—Me sorprende
que seas tú el único de este grupo, además de mí, que no beba los vientos por
Mina —comentó InSeong—. Sabes ver más allá de que es mona.
—Es que está
loca —repitió el chico.
InSeong pudo ver
cómo SeokWoo y YoungBin abrían la boca para desmentirlo, pero no pudieron decir
absolutamente nada, ya que, en ese mismo instante, se presentó ante ellos
HyeYeon, la mejor amiga de Mina, totalmente sin aire por haber corrido hasta
allí lo más rápido posible. A InSeong no le dio muy buena espina y, cuando la
chica pudo por fin respirar lo justo para poder hablar, InSeong supo que sus
instintos estaban bastante desarrollados para descubrir los problemas, porque
la noticia que HyeYeon les llevaba no era nada buena.
—Mina se está
peleando con SoJin porque ésta ha dicho que ASTRO es mucho mejor que KNK —dijo
la chica—. Rápido, hay que detenerlas.
InSeong no pudo
evitar suspirar, cansado, porque Mina de verdad que estaba loca, tal y como
había dicho YoungKyun; pero seguía siendo su amiga y le tenía que salvar el
culo. El chico echó a correr rápidamente hacia la clase de las chicas,
atravesando los pasillos velozmente, dejando a todos sus amigos detrás porque
ninguno era más rápido que él, y llegando a la clase en apenas unos minutos.
Cuando entró en el aula, abriendo la puerta de golpe, se encontró con las dos
chicas en el suelo, enzarzadas en una pelea que bien podría haber sido la pelea
del siglo, lanzando puñetazos y patadas sin ton ni son, la una a la otra.
Antes de que se
pudieran hacer más daño, InSeong se metió entre ambas, tratando de no llevarse
más golpes de los necesarios y agarró a Mina fuertemente, levantándola de
encima de la otra chica. Se llevó un par de arañazos y patadas de ambas, pero
el chico no dejó que eso lo afectara y se echó a Mina sobre el hombro como si
de un saco de patatas se tratara, para poder sacarla de clase. La chica
forcejeó y le pidió que la bajara un montón de veces, pero él no la dejó en el
suelo hasta que no estuvieron bien lejos de la conmoción, para evitar que
volviera a por la otra.
—¿Estás loca? —le
preguntó.
—Ha insultado a
SeungJun y ha dicho que EunWoo es mucho más guapo que él —replicó Mina—. No
podía dejarlo pasar.
—¿Te estás
escuchando? —cuestionó él, pensando que era totalmente irreal que se hubiera
liado a golpes con otra chica simplemente por esa tontería—. ¿Crees que a
SeungJun le gusta que sus fans se peleen con fans de otro grupo por una
tontería como esa?
—Como pasas
ahora mucho tiempo con él lo conoces ya para saber qué es lo que le gusta y lo
que no, ¿verdad? —dijo ella con desdén.
—No, no lo
conozco ni paso más tiempo con él del estrictamente necesario —replicó InSeong—,
pero sí sé que a ninguna persona con dos dedos de luces le gustaría algo como
esto.
La chica lo miró
fijamente a los ojos, con los suyos ardiendo de furia y respirando
entrecortadamente por la pelea y por el enfado. InSeong supo que nada bueno
estaba por venir y, cuando ella abrió la boca para decir lo que se estaba
callando, lo confirmó por completo.
—Te odio, Kim
InSeong. Te odio —fue lo que replicó Mina, alejándose del lugar y dejándolo
completamente frustrado porque no sabía qué hacer para que su amiga dejara de
ser tan cabeza hueca y para que volviera a ser la misma Mina de siempre.
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