(YeWook) A second chance to make you happy -Serial- Capitulo 11 [Final]

   Nota: Para este capítulo hay un detalle que debéis saber antes de comenzar a leerlo. Como sabréis si habéis llegado hasta aquí, está todo escrito desde el punto de vista de Yesung. Pero para este en concreto, al ser algo especial, lo veremos todo desde la perspectiva de Ryeowook. Dicho esto, espero que disfrutéis mucho del final de esta historia.

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   No podía creer que después de todo, se hubiese atrevido a venir. Tras todas las cosas que habían pasado entre nosotros, malas y buenas.

   Caminé entre los invitados sin saber como sentirme por el momento tan inesperado que acababa de pasar. Aún tenía su invitación a la boda en la mano ¿En serio se habría atrevido a hacer tal cosa? Sabía que a veces no era la mejor persona del mundo y que tenía sus momentos de crueldad ¿Pero tanto? Si era verdad, había sido un golpe muy bajo por su parte.

   Le vi a lo lejos, charlando animadamente con sus amigos y siendo felicitado por lo que iba a ocurrir en tan solo un rato. Agaché la mirada y observé mi mano, viendo aquel trozo de papel. Después dirigí de nuevo la vista hacia mi futuro esposo. Necesitaba saber la verdad y lo necesitaba ya.

   No me sentía precisamente bien ni feliz. La visita de JongWoon me había dejado muy tocado. Lo último que había esperado aquel día era verle allí y encima, sabiendo lo que yo había intentado hacer por él. Ahora me sentía una persona horrible por haberle respondido como lo había hecho. Tenía ganas de echarme a llorar. O peor aún, de lo que tenía verdaderas ganas era de dar media vuelta e ir corriendo a buscarle…

   Luché por quitarme esa idea de la cabeza. Era el día de mi boda, por favor ¿Cómo iba a hacer eso?

   Seguí caminando en la dirección donde KyuHyun se encontraba, el cual esbozó una amplia sonrisa cuando me vio aparecer.

   -Hey ¿No dicen que da mala suerte verse antes de la boda? -Bromeó sin borrar la sonrisa de sus labios.

   -Ya, bueno. -Le pasé la invitación sin entretenerme mucho más.- ¿Sabes tú algo de esto?

   Lo cogió y lo miró con interés, como si nunca hubiera visto algo igual. Tras esto vi como su sonrisa desaparecía y rompía la invitación en dos partes, sorprendiéndome. Lanzó los pedazos al suelo y refunfuñó algo que no llegué a entender.

   -En cuanto le he visto por aquí he sabido que iba a intentar algo. -Dijo con mucha seriedad.

   -No me cambies de tema ¿Sabes o no algo sobre eso? -Insistí. Si de verdad había sido él, ya no sabía qué pensar.

   -¿Pero de verdad me ves tan mala persona como para hacer algo así? -Me preguntó. Parecía realmente ofendido ante mi duda.- RyeoWook, ha sido mi mejor amigo. A mí tampoco me hace gracia esta situación.

   -Bueno… Lo siento. -Debía creerle ¿No? Aunque entonces no entendía de donde la había sacado JongWoon.

   KyuHyun se acercó a mí y pasó los brazos alrededor de mi cintura, atrayéndome a su cuerpo y apretándome contra él.

   -No quiero que vuelvas a verle. -Dijo cerca de mi oído, con voz de preocupación.- No después de lo que intentó. Casi te pierdo por su culpa. Te intentó meter en la cabeza cosas malas sobre mí, recuerda.

   Todo aquello lo dijo con un tono de voz que parecía que en cualquier momento iba a echarse a llorar.

   Sentí la necesidad de devolverle el abrazo al escucharle tan angustiado, pero no sabía qué decir a sus palabras. Entonces me apretó entre sus brazos con un poco más de fuerza y apoyó la cabeza sobre mi hombro.

   ¿Era eso verdad? ¿Había sido así como había ocurrido todo? Estaba hecho un lío y no quería pensar más ¿Pero por qué era tan difícil? Dejé salir un suave suspiro de mis labios. Por lo visto esa no fue la respuesta que KyuHyun estaba esperando.

   -¿Te ha dicho algo más? -Preguntó, separándose un poco de mí para poder mirarme a los ojos. Yo le devolví la mirada y tras unos segundos de silencio, respondí.

   -No, nada. Tampoco le dejé hablar mucho. Y creo que ya se fue. -Le expliqué. El detalle de los amigos de JongWoon podía pasarlo por alto. KyuHyun no necesitaba saberlo.

   Puso cada una de sus manos en mi rostro, sobre mis mejillas y me miró a los ojos con intensidad, obligándome a mirarle de paso. Yo no pude hacer otra cosa que mirarle a él también.

   -Bien. No dejes que te meta esas cosas tan horribles en la cabeza, por favor. Seguro que esto se lo ha inventado él para ponerte en mi contra. -Dijo, refiriéndose al tema de la invitación.

   Intenté no desviar la mirada de sus ojos, pues entonces es cuando sospecharía que algo iba mal. Asentí levemente, esforzándome por sonreír para él.

   -Claro. Así será. -Le respondí. Entonces me liberó de su abrazo.

   Me costaba muchísimo creer que las cosas que KyuHyun decía eran verdad. JongWoon no era así. O quizás era yo quien quería creer que no lo era.

   Se veía afectado y no me extrañaba. Que me hubiese ido con JongWoon aquella noche y todo lo que pasó en general había sido un golpe duro para él. O eso me decía. Y eso que no lo sabía todo. No quería ni imaginar su reacción si supiera que no solo me había metido malas ideas, si es que era eso verdad.

***

   Cada vez quedaba menos para el gran momento y yo estaba más y más nervioso. KyuHyun parecía estar totalmente tranquilo en cuanto a la boda, pero yo no podía estarme quieto. Necesitaba mantener mi mente ocupada con cualquier cosa. Si pensaba, malo.

   Ya todos los invitados se estaban sentando para ser testigos de la ceremonia y yo cada vez tenía menos claro si quería salir ahí. Odiaba estar tan indeciso sobre algo tan importante como eso. Quizás debería haberle pedido más tiempo a KyuHyun o anularlo todo por el momento. O no haber vuelto con él incluso. Ni con él ni con JongWoon. Sí, eso habría sido lo mejor.

   "¿Pero qué estás pensando, loco?" me dije a mí mismo. "Son las típicas dudas de antes. Lo verás todo más claro después y verás como fuiste a por la mejor opción."

   -¿Has visto a Kyu…? -Escuché tras de mí. Al girarme no me faltaron ganas de echarla de allí. Pero supongo que debía aguantar a esa tipa asquerosa ya que era amiga de mi novio y supuestamente lo mío con JongWoon no había pasado y debía disimular.

   -Está por aquí. -Le dije sin querer dar muchos detalles. Entonces me fijé en sus ojos enrojecidos y su rostro húmedo por las lágrimas. Aquello me extrañó bastante ¿Y buscaba a KyuHyun? Era un poco raro todo.- Si quieres dime por qué lo buscas y cuando lo vea y pueda se lo digo. -Dije en un intento de enterarme y cotillear un poco. Quizás había suerte y colaba.

   Pero Yura simplemente siguió mirando a nuestro alrededor, distraída y buscando a KyuHyun con la mirada. Creo que ni siquiera me escuchó. Entonces la vi salir corriendo y al seguirla con la mirada vi que había dado con él. No parecía precisamente contenta de verle.

   -¡No debería haberte hecho caso! -Le gritó histérica. Vaya, eso no lo había esperado.

   Gran parte de los invitados se giró hacia ellos dos, sorprendidos y curiosos, pues prácticamente estaban metidos en el altar, a la vista de todo el mundo.

   KyuHyun parecía el más sorprendido de todos.

   -Ahora me odia. Dijiste que conseguirías que estuviese conmigo pero solo has conseguido que me odie. -Siguió gritando. La gente empezaba a murmurar y comentar entre ellos.

   Yo los miraba con total interés y sin tener pensado detener la vergonzosa situación ¿A qué se estaba refiriendo exactamente Yura con esas palabras? Presentía que estaba a punto de enterarme de algo muy gordo.

   -No sé de qué me estás hablando. -Le dijo KyuHyun, nervioso. Porque sí, se notaba muchísimo que lo estaba.

   Por un instante mi mirada se cruzó con la de él y pude ver en sus ojos que algo no iba bien. Que había algo de lo que no quería que me enterase. Esa mirada solo me hizo estar más interesado en lo que estaba sucediendo. Me acerqué un poco para poder escuchar mejor la conversación. Aunque tampoco hacía tanta falta con los gritos de Yura.

   -¡Me dijiste que si lograba quitar a RyeoWook de en medio, sería mío!

   … ¿Qué?

   Yura calló al instante, dándose cuenta de lo que acababa de decir. Sin embargo, no se veía arrepentida. KyuHyun por el contrario no daba crédito a lo que acababa de escuchar. O más bien, parecía que lo que no creía es que Yura hubiera sido capaz de decir la verdad. Por mi parte, yo... Bueno... Estaba bloqueado ante tal revelación.

   No podía dejar de mirar a KyuHyun con los ojos muy abiertos, intentando creer que lo que había escuchado no era cierto. Que no había estado a punto de casarme con una persona tan manipuladora. Ahora incluso el tema de la invitación tenía sentido. Definitivamente, ya sabía a quien creer.

   KyuHyun pareció reaccionar y se dirigió a mí.

   -No irás a pensar que es verdad ¿No? Esta tía está liada con JongWoon y solo intenta dejarme mal. Seguro que le ha mandado él. -Exclamó, poniendo empeño en hacer su mejor actuación.

   -¡Tengo pruebas! -Gritó Yura en cuanto fue acusada. Entonces se acercó a mí mientras sacaba su móvil del bolso.- Mira, aquí están algunos de los mensajes que me envió.

   Pero no me hizo falta mirarlos. La cara de KyuHyun lo decía todo. Había sido descubierto, por mucho que estuviera intentando aferrarse a cualquier cosa para que no fuera así.

   Mi mirada cambió, pasando de sorpresa a enfado, decepción y sobre todo, rabia.

   De repente le vi acorralado y asustado como un perro con el rabo entre las patas traseras. Lo sabía. Sabía que la había cagado de una forma irremediable.

   Pero no fue eso lo que me hizo decidirme a abandonar el lugar. Fue su mirada a los invitados, descolocado y avergonzado, como si le importara más la opinión de todas esas personas a perderme a mí. Ni siquiera vino a mí porque estaba más pendiente de ellos y de ver como murmuraban entre sí.

   ¿Era eso lo que más quería? Siempre presumiendo, siempre queriendo hacer saber lo supuestamente perfectos que éramos juntos. ¿Es que no podía dejar que sus amigotes supieran que su prometido había vuelto con su ex y sufrir tal humillación? Si hubiera venido a decirme que lo hizo por mí, que persuadió a Yura porque me amaba y no soportaba verme en brazos de otro y menos de su mejor amigo… Quizás podría haberle perdonado. Pero estaba prácticamente seguro de que su interés estaba puesto en el qué dirían los demás.

   Pues bien. Iban a tener motivos para hablar.

***

   Había pasado muchísimo rato. Ya no estaría allí… Era imposible que se hubiera quedado por los alrededores después de las gilipolleces que le dije.

   A esa hora exacta yo ya debería estar casándome, por eso mismo la gente me miraba tan sorprendida cuando me veía pasar tal alterado a su lado, mirando a todas partes en busca de esa persona.

   Ya estaba claro. No podía tenerlo más decidido que en ese momento. Era definitivo y ya no habría vuelta atrás. Y que se pusieran por delante quienes les diera la gana, que absolutamente nadie iba a volver a separarme de ese hombre.

   Pero no estaba… Se había ido, como era de esperar.

   No sabía seguro si estaría allí, pero algo me lo decía. Tenía una corazonada clara sobre el paradero de JongWoon. Busqué una forma rápida en la que desplazarme para ir hacia allí.

   Al rato entré a la cafetería, aún vestido con mi traje de novio. Algunos clientes se me quedaron mirando por aquello, ya que vestía un poco llamativo para un lugar así. Demasiado formal.

   Miré hacia la barra, pero él no estaba. En su lugar, vi a su madre. Respiré hondo, nervioso. Me temblaba todo y creo que hasta me sudaban las manos. La mujer levantó la vista y me vio, quedando bastante sorprendida. Seguramente sabía lo de la boda y le extrañaba verme allí en ese momento.

   Caminé hacia ella, cruzando la cafetería. Entonces vi que se giraba hacia un pequeño almacén que tenían y le decía algo a alguien. El corazón se me detuvo por un momento al intuir de quien se trataba.

   Le vi salir de aquel cuarto, con los ojos enrojecidos y como platos. No se creía que estuviera allí… Igual que yo no me creía el haber ido. Era todo surrealista, pero al mismo tiempo una fuerte emoción recorría mi cuerpo, sobre todo cuando le vi a él.

   Logré acercarme del todo a donde ellos estaban sin que me temblara el cuerpo entero. Su madre fue a decir algo, pero él fue más rápido. Por un momento, no fui capaz de mirarle. Estaba avergonzado y arrepentido por mis palabras de hacía un par de horas. Pero al mismo tiempo me moría de ganas de lanzarme sobre él.

   -Vamos a un lugar más tranquilo. -Fue lo único que dijo antes de preguntar siquiera qué hacía allí. Pero tenía razón, no era plan de hablarlo todo delante de su madre y los clientes.

   Le seguí hasta aquella especie de almacén donde él había estado momentos antes y cerró la puerta una vez estuvimos los dos dentro. No era el lugar más romántico que había, pero nos daba la intimidad que necesitábamos en un momento tan delicado como ese.

   -¿Por qué has venido…? -Como había esperado, eso fue lo primero que dijo. Tal y como le veía, parecía que creía que no era real.

   -Yo… verás… -¿Cómo se lo decía? ¿Con qué debía empezar?- Lo siento por lo de antes…

   Le vi negar ligeramente con su cabeza para hacerme saber que supuestamente no pasaba nada por ello, mirándome fijamente. Me intimidó un poco, pero decidí seguir.

   -Y… Me he enterado de algo. Y lo siento aún más por haber dudado así de ti. -No sabía como seguir, me estaba costando muchísimo expresar esos sentimientos. Eran tan sinceros que no encontraba las palabras exactas para decir lo que quería.- Creo que ya te habrás dado cuenta de que no voy a casarme… Ni a seguir con él, ni nada que tenga que ver con esa persona…

   Seguía sin decir nada ¿Es que no me iba a responder…? ¿Estaba enfadado conmigo? No me habría extrañado en absoluto… Su mirada seguía fija sobre mí, indescifrable. Decidí continuar mientras notaba como los nervios y otros sentimientos me comían por dentro.

   -JongWoon... -Hice una pausa, tomado aire antes de ser capaz de pronunciar lo siguiente y luchando por que no me temblara la voz.- Te amo. Te amé y siempre lo haré. Eres maravilloso tal y como eres. Y me da igual si a veces eres un tonto o si tienes defectos o lo que sea... Porque a la hora de la verdad no existe en el mundo nadie que sea conmigo como lo eres tú... Y al final siempre te acabo echando de menos. Y por ello, eres tú con quien quiero compartir mi vida...

   Nos quedamos en silencio, mirándonos. Aquellas últimas palabras habían sido totalmente improvisadas, provocadas al haberme dejado llevar por mis sentimiento hacia él.

   Ya creía que no iba a responder y que le había perdido para siempre… Parecía tan claro, lo veía en su mirada… Entonces pasó algo que no me esperé y que me sorprendió, pero al mismo tiempo, emocionó y encendió.

   Sus manos se posaron sobre mis mejillas y sus labios sobre los míos, besándome como nunca lo había hecho. Transmitiéndome un amor, un cariño… No sabría como expresar como fue aquel beso. Simplemente, maravilloso. Indescriptible.

   Correspondí sin pensarlo dos veces, rodeando su cintura con mis brazos y apretando su cuerpo contra el mío con ganas y pasión, deseando sentirle cerca de mí. Que era mío y que nunca más iba a perderle.

   Cuando nuestros labios se separaron, nuestros ojos se encontraron al instante. Los suyos seguían enrojecidos por las lágrimas, pero ya no veía la misma mirada muerta de hacía un momento… Ahora había verdadera felicidad en ellos. Al igual que en los míos.

   -Te prometo que no volveré a decepcionarte… Ni a cometer esos errores. -Me dijo en un susurro, volviendo a abrazarme fuertemente, apoyando su cabeza sobre mi hombro y a punto de echarse a llorar el muy tonto.

   -No me prometas nada… Simplemente, no te separes de mí, por favor. -Le respondí, cerca de su oído, encantado de estar hundido en sus brazos. No había mejor lugar que ese.

   -Eso está hecho. -Aunque no le vi, supe que había sonreído al decir eso. Me provocó a mí la misma boba sonrisa que sabía que ocupaba sus labios en ese momento.

   Después de todo… Allí estábamos de nuevo, dispuestos a empezar una vez más. Ninguno de los dos éramos perfectos, eso estaba claro. Pero nos amábamos más que cualquier otra persona. Y ese amor, ese sentimiento mutuo, era algo irreemplazable que nos uniría para siempre.