domingo, 26 de marzo de 2017

(KiHyuk) Tell Me Why -Mini Serial- Capítulo 2


        Notas: Hola a todos, ¿qué tal vais? Se que he tardado bastante en traeros el siguiente capitulo de Tell Me Why, pero es que ahora tengo muchas cosas por hacer. Al menos ya tenéis el segundo aquí disponible. Espero que os guste de todo corazón y que lo disfrutéis. ¡Que tengáis buena lectura!


        Un nuevo día estaba a punto de finalizar y Minhyuk se sentía pleno.

        Había llegado temprano al comedor social. Lo cierto es que estaba especialmente motivado y con muchas ganas de ir. Pero antes, decidió pasarse por una tienda de ropa de hombre para buscarse una nueva chaqueta, debido que al darle la suya a un vagabundo, ahora no tenía nada con lo que protegerse contra el frío.

        Luciendo su nueva chaqueta, Minhyuk llegó al comedor social, donde sólo encontró a Jooheon.

        -Vaya, que temprano has llegado -Jooheon le lanzó un delantal al recién llegado, quien lo cogió al vuelo.

        -No quería que estuvieras mucho tiempo solo.

        -Ni que me fuera a suceder algo.

        -Quien sabe -Minhyuk sonrió ampliamente tras la carcajada que soltó su amigo.

        Entre los dos dejaron el lugar completamente preparado, e incluso Jooheon comenzó a hacer la cena. Otros de sus compañeros fueron llegando poco a poco para poner algo de orden en el lugar también. Pero no fueron los únicos, ya que algunos de sus indigentes más habituales aparecieron por allí.

        -Minhyuk, hay un hombre que quiere hablar contigo -le comentó una de sus compañeras.

        -¿Quién? -pregunto el chico, dejando a un lado lo que estaba haciendo.

        -Es uno de los indigentes más nuevos, no sé qué quiere exactamente, directamente no me ha hablado. Solo me ha señalado tu foto en el mural de los voluntarios. He supuesto que sería porque quería decirte algo.

        Minhyuk, extrañado, salió de la zona donde se encargaban de la comida hasta la sala donde todos esperaban pacientemente su cena. Allí de pie, le estaba esperando el vagabundo al que le cedió su abrigo. Cuando lo vio, le tendió la prenda que anteriormente era suya.

        -Oh, no, quédatela. La necesitas mucho más que yo -pero el hombre insistió en que lo cogiera-. De verdad te lo digo, es para ti. Yo ya me he comprado una nueva.

        -Yo no te he pedido ningún abrigo -pronunció por primera vez ese chico. Minhyuk quedó anonadado ante la profunda voz que tenía.

        -Bueno, yo no te la he dado directamente ¿cómo sabes que es mío? -inquirió.

        -Porque recuerdo verte ayer con el puesto. Y lo has admitido al principio al decirme que me lo quede.

        En eso tenía toda la razón, no podía responderle a tal argumento.

        -Pues quédatelo, en serio. Anoche te vi pasando mucho frío y quise ayudarte, ya que en mi situación no puedo hacer mucho más. De verdad.

        -No me interesa.

        -Insisto en que te lo quedes. Ya tengo otro. Por lo que ese ya no me sirve a mí -con sus palabras consiguió dejarlo en silencio, pero su mirada intensa estaba fundiéndole. Minhyuk la mantuvo como pudo. A duras penas.

        -Me lo quedaré, pero no quiero nada más de ti -y dejándolo con la palabra en la boca, el indigente se dio media vuelta, alejándose.

        Minhyuk se sintió mal al instante, pensó que lo que hizo la anterior noche era una buena acción y que no se lo fuera a tomar como una ofensa o algo similar. Decidió que tenía que hacer algo para disculparse por si le había molestado su actitud, además que tenía una extraña sensación de que debía ayudarlo. Esto no le había sucedido antes con ninguna otra persona con su misma condición.

        Volvió al trabajo, que lo había dejado sin más. Sin embargo su mente no estaba con él, sino con el pobre hombre que se le había presentado y en los sentimientos que despertaba en él.

        Tras repartir la comida a cada indigente, tras cruzar su mirada con la del chico de antes y sentirse muy ansioso, Minhyuk decidió que era lo que haría para disculparse. De la comida que había sobrado, rellenó varios taper de plástico a escondidas de sus compañeros. Los metió en una bolsa muy cutre y salió a la zona donde todos terminaban de comer. Salteó algunas mesas hasta llegar a una muy pequeña, de dos personas, que se encontraba bastante arrinconada. Allí estaba el susodicho que buscaba.

        Minhyuk se sentó en la silla de enfrente de él. El vagabundo lo miró fijamente, preguntándose qué era lo que estaba haciendo exactamente. Minhyuk estaba nervioso, muy inquieto. Hasta le sudaban las manos.

        -Bueno, quiero disculparme por si el hecho de que te diera mi abrigo ha sido como una ofensa para ti. Esa no era mi intención -consiguió decir tras tomar aire.

        -No es ninguna ofensa. Pero me siento endeudado contigo -murmuró el chico bajo su espesa y enredada barba.

        -Pero eso es una tontería. No me debes nada por algo como eso. Yo lo he hecho porque me ha salido de muy dentro de mí, no porque quisiera que me lo pagaras después -a Minhyuk se le escapó sin querer una risa tonta, la cual no le gustó mucho al otro.

        -Para mí no es ninguna tontería.

        -Bueno... Entonces es muy probable que te enfades conmigo de nuevo...

        -¿Por qué lo dices? -la voz del chico era fría como un tempano de hielo, pero Minhyuk se quería arriesgar.

        -Esto... -puso la bolsa con la comida sobre la mesa. Los ojos del vagabundo pasaron de la bolsa a taladrar la mirada del otro.

        -No necesito que me des más comida -protestó cortantemente.

        -Ya lo sé. Pero es comida que ha sobrado -insistió-. Además, si no te la diera, iría directamente al contenedor de la basura. Para eso, te lo llevas y te la comes cuando te de el hambre. Es una forma de mostrarte mis disculpas por si te ha molestado el hecho de que te diera mi abrigo.

        -No lo quiero. Te meterás en un lio....

        -Me da igual -le cortó Minhyuk, muy seguro de lo que estaba diciendo-. Quiero dártelo.

        El chico no dijo nada. Pareció asentir con la cabeza sin pronunciar palabra. El silencio entre ambos se tornó incómodo. Minhyuk miraba a todos lados, buscando entre sus pensamientos algo que pudiera decir más. Pero con los nervios no encontraba nada. Aunque fue el otro quien dio el paso.

        -No quiero estar en deuda contigo, así que toma esto -el indigente se quitó una pulsera que portaba y se la tendió-. Es lo único que tengo. Tómala.

        -No, es tuya -Minhyuk levantó las manos, mostrando su intención a no tomar la pulsera.

        -Al igual que yo acepto tus cosas, acepta tú las mías.

        Sin palabras para discutirle, Minhyuk no tuvo más remedio que aceptarla. Sus dedos rozaron los suyos cuando fue a tomar la pulsera. Un escalofrío le provocó un sentimiento muy extraño en el cuerpo con tan solo ese contacto con él.

        Intentando no darle mucha importancia a ese sentimiento, apreció que la pulsera de cuero era realmente hermosa. Ahora un pensamiento apareció en su mente.

        -¿Cómo te llamas? -no sabía su nombre y ya le había hecho dos regalos.

        -Me llamo Kihyun -confesó el chico tras pasar unos segundos en silencio.

        -Y bueno, Kihyun, sé que es una pregunta fuera de lugar pero ¿qué te ha traído hasta esta vida? Quiero decir ¿cómo...? -no supo cómo seguir la pregunta para que no resultase tan descortés, pero Kihyun pilló al momento lo que le quería preguntar.

        -No lo sé.

        -¿No lo sabes?

        -No. Simplemente estoy así. No recuerdo nada. Ni quien era antes, ni la vida que tenía. Solo que aparecí con estas ropas en un callejón. Desperté sin recordar absolutamente nada, solo mi nombre y porque viene en la parte posterior de la pulsera que te he dado.

        Una sensación de vacío embargó a Minhyuk tras conocer parte de su historia. Al menos la que recordaba. Ahora sentía que debía ayudarlo sí o sí. Tal vez su familia estaba buscándolo o le sucedió algo terrible para acabar así. No sabía cómo lo haría, pero lo ayudaría en todo lo posible.

        -Muchos están aquí porque fueron estafados, repudiados por sus amigos y su familia o bien acabaron completamente arruinados, pero nunca he visto un caso similar al tuyo.

        Kihyun guardó silencio mientras lo observaba detenidamente. Ese silencio no sabía Minhyuk si era algo bueno o le había molestado sus palabras. Con miedo a volver a meter la pata, prefirió callarse y volver a lo suyo antes de que lo echasen de menos. Pero cuando se puso en pie, dispuesto a marcharse, Kihyun le tomó del brazo haciendo que se detuviera.

        -No necesito que me ayudes más, pero aun así quiero agradecértelo. Al menos te has sentado conmigo y me has dado los motivos por lo que lo has hecho -sus palabras eran sinceras, Minhyuk lo notaba. Le sonrió ampliamente a modo de respuesta.

        Por lo menos, no se fue con mal sabor de boca por la situación que esperaba un poco más tensa. Sin embargo sí que acabó sintiéndose algo desubicado al final. No esperaba que fuera una persona que no recordarse ni a su propia familia, y mucho menos que acabará teniendo el único objeto que traía de su anterior vida.

        Pero por otra parte, una buena sensación lo embargó al haber podido entablar una conversación con él. Aunque todo lo bueno desapareció al instante cuando entró en la parte trasera del local, donde sus compañeros acaban de organizar todo para el día siguiente.

        -Oye Minhyuk ¿a dónde has ido? -escuchó tras de sí a Jooheon.

        -A comprobar que todo iba bien -dijo de enseguida. Al final sí que alguien noto su ausencia.

        -Sí, claro. Y voy yo y me lo creo -la desconfianza que mostraba en sus palabras, comenzó a ponerlo muy nervioso.

        Cuando vio que su amigo le pasaba un brazo por los hombros atrayéndolo, Minhyuk supo al momento que se le venía encima una buena charla con Jooheon.

        -Mira, el resto se lo va a creer fácilmente pero yo te he estado observando y parecías estar manteniendo una profunda conversación con uno de los chicos -Jooheon le clavó la mirada en los ojos. Eso provocaba escalofríos a cualquiera-. ¿Lo conoces de algo?

        -No, no. Solo estaba preguntándole si le gustaba la comida y si se sentía cómodo, ya está -Minhyuk intentó escapar de su agarre, pero desgraciadamente para él, el cuerpo de Jooheon era mucho más fuerte y grande que el suyo.

        -Ya, y dime ¿por qué lleva puesto tu chaquetón?

        -Ah, es suyo. No es el mío.

        -No me lo creo, ayer te vi con ese mismo chaquetón y hoy no lo llevas -insistió Jooheon.

        -Hoy llevo otro. Además, ese chaquetón llevaba varios años estando de moda, se vende en cualquier tienda.

        -¿Y cómo un vagabundo puede pagarse un chaquetón si supuestamente no tiene ni para comer?

        -Lo tendría de antes o bien se lo han dado en alguna ONG.

        -Sabes de sobra que no dan ropa tan nueva.

        -Ay, no lo sé. No le he interrogado sobre dónde ha sacado el chaquetón ¿y tú porque insistes tanto? ¿Es que acaso estas celoso de que le haya hecho más caso que a ti? -Minhyuk utilizó la única baza que le quedaba, que era intentar desviar el tema hacia otro. Pero no le sirvió de mucho.

        -Escucha bien, habla con quien quieras, pero ve con mucho cuidado. Es un consejo que te doy. Si los demás ven que tienes preferitismo por ese chico, no sabemos qué es lo que le puede acabar pasando.

        Minhyuk sabía perfectamente a lo que se refería Jooheon. Hace unos diez meses hubo un problema. Intentaron ayudar a una mujer embarazada, que cuando dio a luz, la seguridad social se llevó al bebé porque no veían adecuada su crianza entre basura y miseria. Ellos dos se encargaron de ayudarla, buscándole ropa adecuada y un trabajo a media jornada para que pudiera recuperar a su pequeño antes de que lo dieran en adopción.

        Cuando algunos vagabundo se enteraron de la ayuda que esa mujer tuvo y ellos no, fueron en su busca para atacarla. Esa mujer se tuvo que ir de la ciudad una vez que recuperó a su bebé debido al acoso que estaba recibiendo por parte de aquellos que en su momento fueron sus amigos y compañeros.

        -No te preocupes, porque no va a suceder nada así -aseguro Minhyuk.

        -Eso espero, no quiero más líos.

        Cuando Jooheon lo soltó, Minhyuk no se sentía tan seguro de lo que acababa de decir. Con sus finos dedos, rozó la pulsera de cuero que Kihyun le había dado. Su mente viajó automáticamente a la historia de ese muchacho y su amnesia.

        Lo sentía mucho por Jooheon, pero tenía la necesidad de ayudar a Kihyun con su problema. Y lo haría. Aunque con mucha precaución para que nadie descubriera sus intenciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!