Nota: ¡Siguiente capítulo! Espero que lo disfrutéis.
Pero con el paso de las semanas
Hongbin había empezado a pasar menos tiempo en el exterior, y ya a penas salía
de su cuarto. A veces Taekwoon se acercaba hasta la escalera principal y se
sentaba sobre los escalones para poder oír su dulce voz que emanaba de la
cocina llena de risas en medio de una divertida charla con el cocinero.
El mayor sabía que Hongbin no
quería estar allí, nadie querría trabajar para él si pudiera evitarlo. Pero, al
parecer, la familia Lee pasaba por dificultades económicas y este se había
sacrificado por ellos. De modo que Taekwoon se preguntaba cómo de mala debía de
ser su situación financiera.
No empezaron de la mejor manera, y
el mayor ahora se arrepentía de ello. Tras despedir a su padre había intentado
asustar a Hongbin, pero este no se rindió y de alguna forma eso le pareció
interesante.
Era cierto que necesitaba a alguien
en la casa, puesto que el señor Park ya era muy mayor para ir y venir todos los
días. Pero no imaginó que acabaría por contratar a un jovenzuelo sin experiencia
y demasiado atractivo. Se estaba convirtiendo en un viejo verde y ni siquiera
había cumplido los treinta y cinco años.
Taekwoon había creído que podría
contentarse con ver al menor desde la distancia, y soñar con que algún día
aquella brillante sonrisa que siempre esbozaba a otros fuera dirigida a él.
Pero todo se torció por culpa de Wonsik, el odio y temor que habían nacido en
su corazón al verlos juntos cegó su buena intención.
Esa tarde pudo ver perfectamente el
pánico y terror en su mirada, cuando intentó acercarse a él. Comprendió que se
había construido un castillo de ideas y esperanzas que él mismo se había
encargado de derrumbar como si fuera arena. Había perdido su oportunidad de
acercarse a él, y este siempre le tendría miedo.
Pero, pocas horas después, algo
maravilloso ocurrió, Hongbin mostró que estaba preocupado por él a pesar de
todo. Incluso le llevó la cena que no había pedido para que no pasara hambre.
Taekwoon no quería permitirse sentir nada por el menor, pero una agradable sensación
inundó su pecho y una pequeña llama de felicidad se encendió dentro de este.
No pudo evitar caminar hasta el
estudio esa misma noche y encerrarse dentro. Siempre lo hacía cuando estaba de
buen humor o necesitaba un momento para relajarse. Y, en esos momentos,
precisaba de ambas cosas.
Durante años se había encerrado
en la vieja casa de campo con un único propósito y ese chico
estaba echando por tierra todo su trabajo. No quería volver a
perseguir quimeras y acabar cómo hacía ocho años, ya había aprendido la
lección.
Así que para los próximos días
decidió dejar al menor en paz y centrarse completamente en su trabajo. Pero no
podía evitar reprimir con rabia un quejido cuando Wonsik venía a visitarle y
perseguía a Hongbin por toda la casa. El menor solía rehuir de su compañía pero
su primo no se daba por vencido.
Al menos aprendió a seguir una
rutina y hacerse a la idea de que el menor y él no tendrían ninguna oportunidad
juntos. Poco a poco logró olvidarse de lo había empezado a sentir, o por lo
menos creyó haberlo hecho hasta que el menor volvió inesperadamente en una
tarde de tormenta a su puerta.
El mayor sacudió la cabeza
intentando no volver a rememorar ese momento. Era demasiado doloroso para él,
volver a pisar el suelo de esa habitación... Todo fue de mal a peor, Hongbin le
acabó viendo el rostro, luego le gritó y este huyó asustado, pero lo peor fue
verse reflejado en aquel tocador.
No pudo evitar echarse a llorar
en silencio, tremendamente desolado. Iba a salir corriendo de aquella estancia
pero entonces finalmente consiguió escuchar aquel débil piar. Y tras
debatirse durante unos instantes acabó acercándose hasta una de las puertas de cristal
que daban al balcón.
Era cierto, allí había un pájaro
y junto a él su nido destrozado. Quiso que aquello no le importase, de verdad
que sí, pero el peso de su conciencia le impidió abandonar al pobre animal a su
suerte. Abrió la puerta justo cuando un trueno anunciaba el regreso de la
tormenta y se apremió para recoger al ave y ponerse a cubierto cuanto antes.
Cuando cerró la puerta tras él y
volvió a estar en la triste habitación principal sus ojos volvieron a vagar por
el lugar, y esta vez se posaron sobre un fino y pequeño cuaderno que había
sobre una de las mesitas de madera. Sabía a quién pertenecía y el solo
recordarla le producía escalofríos.
Se acercó a ella y pasó un
dedo ligeramente sobre su superficie quitándole el polvo que había
acumulado. Sobre su mano izquierda el pájaro había empezado a revolotear y
necesitaba ponerlo en algún lugar seguro. Entonces volvió a mirar al librito y,
a pesar de saber que luego se arrepentiría, lo cogió y llevó con él a su
cuarto. Al igual que aquella estúpida ave.
~*~*~*~*~*~
Todo puede cambiar en un sólo
día.
Si le hubieron dicho eso a
Taekwoon hacía un par de horas él hubiera respondido que sí, triste y
desalentado. Pero ahora, acostado en su cama admirando aquella rosa blanca,
habría adoptado un significado completamente diferente para el mayor.
Ni el mismo se creía todo lo que
había ocurrido, parecía un extraño sueño. Pero ahí estaba la rosa blanca, esa
que Hongbin le dejó la primera noche que se conocieron, que le recordaba que
era verdad. El menor se había colado en su vida y le estaba cambiando, incluso
a pesar de poner distancia no había podido evitar caer rendido por él.
La tormenta había parado y el
silencio volvía a reinar en la casa, bueno salvo por el piar del tonto pájaro
que tenía sobre su escritorio. Se irguió para observarlo y vio que se
había acurrucado junto a su máscara.
Estupendo.
Pero aquello no le importó
realmente, no tardaría en deshacerse del animal lo más pronto posible y una
noche en su compañía no le mataría. Se volvió a recostar y cerró los ojos
recordando como Hongbin había cuidado de su herida y había cenado junto a él. Recordaría
esa noche durante mucho tiempo, sino eternamente.
Pero a la mañana siguiente el
miedo acudió a él nada más despertar. Sí, había decidido acercarse más a
Hongbin, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo.
¿Lo llamo? ¿Bajo yo? ¿Estará
ya despierto?
Pronto las preguntas se agolparon
en su cabeza y se sintió tonto por no saber cómo responder. Para él su relación
había cambiado, pero podría ser que Hongbin volviera a sentirse incómodo en su
presencia. No podía dejar de recordarse que el menor la había visto el rostro y
había salido despavorido, aunque no podía reprochárselo otros muchos
ya lo habían hecho antes.
Estuvo dando vueltas sin parar
por toda la habitación hasta que el final logró armarse de valor y bajar hasta
la cocina, que estaba completamente vacía. Suspiró aliviado agradecido de tener
un poco más de tiempo para calmarse, y aprovechando que estaba ahí se acercó
hasta la ventana rota para examinar la gravedad del desastre. No contó con
que al otro lado había alguien haciendo prácticamente lo mismo.
- Señor Jung. - dijo de repente
Hongbin al ver a Taekwoon asomarse por la ventana.
El menor estaba bajo esta,
arreglando el rosal de rosas blancas que había sufrido la furia de un intruso
ansioso por alcanzar la ventana. Tenía el pelo revuelto y las mejillas
ligeramente coloradas por el frío de la mañana pero parecía recuperado del sobresalto
del día anterior. Eso le alegró.
- Buenos días, estaba a punto de
entrar para empezar a preparar el desayuno. - continuó este recogiendo varias
rosas aplastadas o con el tallo roto.
Taekwoon torció el rostro con
desagrado al comprobar el desastre, y Hongbin pudo averiguar lo que pasaba por
la mente del mayor solo con ver como observaba con ojos tristes el rosal.
Aunque temía por un arranque de furia teniendo en cuenta su historial con las
rosas.
- No se preocupe, solo unas pocas
han sufrido. - dijo intentando tranquilizarle -. Las demás están sanas y
salvas.
El mayor asintió y luego
desapareció de la ventana, así que Hongbin no tardó en correr y meterse en la
cocina para vigilarlo. Pero se sorprendió al encontrarle sentado en la pequeña
mesa de la esquina bastante tranquilo.
- Esta mañana se ha levantado
temprano, siento no haber estado atento al intercomunicador. - se disculpó
Hongbin mientras iba al fregadero a lavarse las manos -. Si quiere puedo volver
a su habitación yo le subiré el desayuno.
Pero justo en
ese instante Taekwoon negó con la cabeza y carraspeó un poco
intentando aclararse la garganta.
- No, - dijo este con autoridad
pero dio cuenta de que lo había dicho con una voz demasiado seria
y volvió a carraspear - me gustaría hacerlo aquí si no te
importa.
Notó al menor bastante
sorprendido y se preguntó si no había sido demasiado brusco. Quizá debería
haber empezado más despacio, o este en verdad solo fue amable con él la noche
anterior por que le había salvado y ahora no quería tenerlo cerca.
- Para nada. - respondió al final
Hongbin, cuando logró recuperarse del asombro -. Esta es su casa, puede
desayunar donde le apetezca.
Notaba a Taekwoon muy raro. Había
oído por boca del cocinero que era un hombre de costumbres y desde hacía años
nunca había bajado a desayunar. Además, no hacía más que esquivar su mirada
cuando estas coincidían.
Se atrevería a decir que el
aterrador, dominante y frío señor Jung había desaparecido como una cortina de
humo, esfumándose de golpe y dejando al descubierto un desconocido y
tímido Taekwoon.
- Por cierto, - dijo el mayor
mientras Hongbin preparaba el café - buenos días. Se me había olvidado
saludarte.
El menor no pudo evitar girarse y
observar con los ojos bien abiertos a su jefe, pero rápidamente intentó ocultar
su estupefacción.
- Gra-gracias...
Taekwoon no podía saber si
aquello realmente le había gustado a Hongbin, ya que tan pronto como se giró a
mirarlo, volvió a darle la espalda y seguir cocinando. Pero intentó pensar que
estaba siendo sincero.
- Esta tarde vendrá Wonsik. -
anunció el mayor tras un tiempo en silencio.
- Oh, está bien. - dijo Hongbin
consciente de lo que aquello significaba.
- Esta vez no quiero que le
ignores, - solicitó Taekwoon - será mejor que hables un poco con él o pensará
que te he obligado a que le rehúyas.
Hongbin estuvo tentado de
volverse y comprobar si aquello realmente era una broma. Pero se reprimió a
tiempo y asintió obediente con la cabeza a pesar de no saber que se tramaba el
mayor entre manos.
- ¿Alguna cosa más? – preguntó mientras ponía las
tostadas a calentar y se giraba para observarle.
- No, eso es todo. – dijo Taekwoon con cierto tono de
burla en la voz y esta vez Hongbin pudo apreciar que este en verdad sí que
estaba divirtiéndose con él
- Muy bien, entonces hablaré tanto que el mismo señor Kim
querrá alejarse de mí.
Los ojos del señor Jung brillaron con malicia e incluso
pudo ver como se removía sobre su asiento inquieto. Al parecer le gustaban ese
tipo de cosas.
- ¿En serio? – preguntó emocionado con la idea - ¿Podrías
hacer eso?
Hongbin no pudo evitar soltar una sonrisa incrédula. Y
Taekwoon notó como su corazón empezaba a latir muy rápidamente. Le había sonreído.
- Sí, claro. – respondió el menor.
Ese desayuno fue el más delicioso que Taekwoon probó
jamás. Hongbin y él hablaron calmadamente sobre muchas cosas: flores, música…
Nunca se había divertido tanto con nadie, incluso con Hakyeon.
Pero aquello terminó en poco más de media hora y Taekwoon
pensó que le había sabido a poco.
- Hongbin, sí que puedes hacer algo más por mí. – dijo cuándo
el otro abandonó su silla para limpiar los trastos.
El menor se le quedó mirando un instante y luego le
preguntó con la mirada de qué se trataba y el mayor con voz tímida continuó
hablando.
- ¿Esta tarde me harías el favor de acompañarme en una
partida de ajedrez en la galería?
Siempre espero con ansias este fic. Debo decir que supera mis expectativas. Me encanto!!!!!! Este capítulo ha sido el mas tierno hasta el momento 💓 esperare el siguiente!!
ResponderEliminarAy, muchas gracias Mila >///<. Me aseguraré de ponerte muchos más momentos románticos en adelante.
EliminarGracias por comentar siempre y seguir tan de cerca la historia. <3
En serio, tu manera de escribir me encanta, me gusta esta historia y comons Eva desarrollando, lo espero con ansias cada semana, mil gracias por actualizar ❤💞
ResponderEliminarOhohoho... Ya me estás sacando los colores. Aún me queda muuucho para escribir cómo esta historia se merece, pero mientras intentaré seguir mejorando.
Eliminar¿Cada semana? Wahh... Eres demasiado buena para mi, ¡No te merezco!
Es broma ^^. Gracias por ser taaan fiel y por comentar, de verdad.
Hola !!! Yo también, siempre estoy mirando adelante a este fic !!! Autor Gracias !!!!
ResponderEliminarMe encanta sus héroes !!!
Se está a la espera de que se besen! Creo que esta vez será la más suave en toda la historia))) Autor fighting!!!
Me alegra que siempre estés pendiente de cada actualización y que a cada una comentes. Es un honor recibir tantos, y tan buenos cumplidos ^^.
Eliminar¿Qué se besen? Bueno, ya lo verás en el próximo capítulo. Muchas gracias por tu apoyo <3