jueves, 3 de noviembre de 2016

(YoonSeokHyung) Love dreams -Serial- Capitulo 19


   Nota: ¡He aquí el último capitulo del serial! -Aplausos-. Por fin os lo puedo traer y comentaros la buena noticia que os dije en el anterior. (?) Como comprobareis, hay algo que llevo dándole cierta importancia a lo largo del Fanfic que no se va a resolver aquí. Por eso mismo, voy a hacer un epílogo. pronto os lo dejaré. Es cortito, pero terminará todo ahí. ¡Pero disfrutad de este final para Love Dreams!


   Hoseok tragó saliva con bastante dificultad. Se encontraba en un verdadero aprieto. Ni siquiera supo decir cómo había llegado a esa situación. Ante él tenía a las dos personas que más quería, a las que más apreciaba, y solo tendría que elegir a una.

   -No te lo pienses mucho, querido primo. No vayas a tomar la decisión equivocada. Haz lo que te dicte el corazón -Jungseo dijo aquellas últimas palabras con un tono empalagoso que arrancó risas estúpidas en sus lacayos que le reían las gracias sin sentirlas.

   -Por lo menos, yo tengo corazón -murmuró muy bajito, siendo consciente de que su primo lo escucharía, aunque de poco le importó.

   -Elige y acaba con esto de una vez. Tengo mejores cosas que hacer. Y seguramente tus amiguitos no lo estarán pasando bien. En especial ese -con la mirada, señaló a Taehyung.

   Tenía el corazón encogido de verlo así. Siempre tan recto, tan guapo y sonriendo que verlo tan demacrado y herido le causaba más dolor. Pero tampoco podía dejar a Yoongi a la merced de su primo. No después de lo que pasó la noche anterior y saber lo que sentía.

   La solución era simple. No podía elegir salvar a ninguno de los dos, porque deseaba con todo su corazón que los dos estuvieran bien.

   -Suelta a uno y yo reemplazaré al otro -Hoseok tomó aire antes de confesar lo que había decidido. Él había metido a sus amigos en esos problemas, él quiero que se solucionase así.

   -¡Ni hablar! -escuchó decir a Yoongi, que volvía a zafarse de sus opresores, llevándose un nuevo golpe.

   -¿Me estás diciendo que suelte a los dos y que tú te quedas aquí?

   -Sí, exacto.

   -Me da que no, querido primito.

   -¿Es que no soy más valioso yo que ellos dos?

   -Mucho -Jungseo paseó la mirada por Yoongi y Taehyung, deteniéndose en él-. Pero lo que pasa es que necesito un conejillo de indias, y como comprenderás no quiero que seas tú, no me lo perdonaría.

   -¿Después de amenazarme y mandar que me dieran una paliza, me dices que no te perdonarías usarme a tu antojo? -Hoseok estaba alucinando, ni siquiera conseguía entenderlo. Pero estaba claro que lo único que quería era hacerle daño, aunque se escudase con que no.

   -Dime la localización del sitio ese… ¿El Puerto? Y podrás salvar a uno de ellos.

   -No pienso elegir entre ellos. Quiero que los dos salgan de aquí bien.

   -No sea más idiota… -la frágil voz de Taehyung, llegó hasta él apenas audible-. ¿No ves que no lo va a aceptar? Salva a Yoongi e iros de aquí. Yo no podría salir de aquí bien.

   -¿Qué dices? ¡No pienso abandonarte aquí! ¡Y mucho menos después de lo que te han hecho! -Hoseok seguía encabezonado en no dejar a los dos, pero Taehyung no creía lo mismo.

   -¡Debes abandonarme! Deja ya de pensar en quedar como un héroe, en hacerlo todo bien para los demás y piensa un poquito más en ti. Sé lo que sientes, se ve en tu mirada, siempre lo he visto. Abandóname aquí y vete con Yoongi.

   -¡No lo voy a hacer! ¡No voy a abandonar a mi mejor amigo! -Hoseok se estaba poniendo nervioso, inquieto y con mucho miedo. No quería hacerlo, se negaba a hacerlo.

   -Que le digas el maldito lugar y te vayas con Yoongi. Hazlo por mí…

   -¡Me niego a hacerlo! ¡No voy a hacerlo!

   -Si no lo haces tú, lo haré yo por el bien de todos -Taehyung intentó mover la cabeza para poder mirar a Jungseo. Al darse cuenta de eso, Hoseok se temió lo peor.

   -No, no… No lo hagas Taehyung, no… -murmuró, Hoseok, pero de nada sirvió, su amigo había tomado ya la decisión.

   -El Puerto se encuentra cerca de los barracones, en la misma calle donde se dice que por las noches se llena de prostitutas y gente de las mafias -se lo había dicho. Taehyung se lo había dicho-. Si no te importa, que se vaya Hoseok con Yoongi, seré yo quien se quede.

   -¡Eso lo decido yo! ¡No puedes elegir por mí! -Hoseok estaba cabreado porque hubiera actuado por su cuenta, haciendo que lo tuvieran que abandonar.

   -¡Déjalo ya! -Taehyung volvió a dirigirse a él. Lo miraba serio y seguro de lo que estaba diciendo-. Olvídate de esto, y vete con él. Hazlo por mi. Yo quiero que las cosas sean así.

   Hoseok no dijo nada y su primo parecía estar disfrutando de la escenita que habían formado en unos minutos.

   -El chico es listo -Jungseo se frotó la barbilla con una de sus manos-. Se nota que te quiere mucho, primito. Se ha vendido por ti. Creo que lo mejor es que aceptes su decisión.

   No podía hacer nada más que apretar los puños por la rabia de la situación, por la estúpida idea de Taehyung y por su odioso primo. Quería estallar, gritarle a todos y destrozar lo que estuviera a su paso. Golpear a Taehyung por hacerle aquello. Sin embargo, ni su cuerpo le reaccionaba bien del todo como quería.

   No pudo decir nada. Se sentía impotente. Ni siquiera podía mirar a los rostros de Taehyung y Jungseo cuando todo acabó.

   -Muy bien, nos quedamos con el alborotador. Comprobaremos que la información es cierta, si no, volveré a por ti, Hoseok -su primo hizo una señal con los dedos para que soltaran a Yoongi. Pero no fue necesario, ya que esté se removía para que lo soltaran.

   Cuando estuvo libre salió corriendo a rodear con los brazo a Hoseok.

   -Que se lleven al otro -esas fueron las palabras que destrozaron el alma de Hoseok.

   -Vendremos a por ti -fue lo que Yoongi le quiso a decir a Taehyung moviendo solo los labios, sin pronunciar palabra.

   Taehyung, por lo contrario, se le veía un rostro tranquilo y sereno, como si hubiera hecho algo que le hizo sentir bien

   -Vámonos de aquí, ya -Yoongi no quiso esperar a que le dijera nada Jungseo. Quiso llevarse a Hoseok por las buenas, pero en cuanto desapareció Taehyung de la sala, algo despertó en él.

   -¡Esto no va a quedar así, maldito desgraciado! ¡Juro que haré todo lo posible por que te hundas! -los gritos de Hoseok se oían por todo el cuartel de Jungseo, que se reía ante la ingenuidad de su primo.

   -Aquí te estaré esperando -dijo este con toda la tranquilidad del mundo.

   A Yoongi le estaba costando llevarse a arrastras de allí a Hoseok antes de que Jungseo se arrepintiera y no dejara irse a ninguno.

   -Escúchame, ¡escúchame! -le tuvo que gritar a medio camino para que reaccionara-. Aquí, chillando como unos locos no podemos hacer nada por Taehyung. Haremos más por él fuera ¿vale?

   Cuando sus ojos entraron en contacto, las palabras de Yoongi hicieron más efecto en él. Sabía que tenía razón, pero su corazón no quería dejar a Taehyung a su suerte. Sin embargo, se dejó llevar hasta salir de allí y alejarse todo lo posible.

   Gracias a eso, Hoseok lo había entendido todo a la perfección.


***


   “Una red de droga muy extendida ha sido desmantelada tras un duro seguimiento y estudio de su forma de actuar. Aunque no ha sido la única, ya que otra más pequeña también ha sido eliminada.

   Los responsables han sido llevados al calabozo, a la espera de un juicio donde saldrán posiblemente acusados y se les impondrá 30 años de cárcel a aquellos que hayan estado más involucrados, como los son los jefes de las redes.”


   Una pequeña sonrisa se le dibujó en el rostro cuando leyó la noticia en la aplicación de la prensa en su teléfono móvil. Dejó caer este a un lado, satisfecho. Después de más de un año, tras sufrir y planear todo cuidadosamente para que no pudiera relacionarlos nadie, los chicos y él habían conseguido que las dos mafias de droga, la de Yoonseung y la de su primo, fueran desmanteladas. y que los culpables cumplieran un castigo por todo lo realizado.

   Solo quedaba una cosa pendiente, aquello que los había motivado desde un principio a emprender dicha acción que les podía costar la vida a todos ellos.

   La puerta de la casa se escuchó y él miró ansioso al amor de su vida, la persona de la que estaba enamorado hasta las trancas, a quien era su compañero de vida y dueño de su corazón, de sus sentimientos y su alma.

   -¿Y bien? ¿Lo habéis encontrado?

   Yoongi solo se lanzó a besarle apasionadamente. Cualquier beso suyo le enamoraba un poco más de él si eso era posible. Quería una respuesta inmediata, pero no importaba si tenía que esperar un poco si tenía sus besos solo para él.

   -Son buenas noticias -sus palabras produjeron un torbellino en su interior.

   -Dímelo ¿qué sabes?

   -Él no estaba allí cuando la policía entró -Yoongi le acarició con los dedos una de sus mejillas, un acto muy cariñoso que lo derretía.

   -¿Y eso qué quiere decir? -insistió, sin saber que era exactamente lo que le quería decir.

   -No estaba allí, en ningún lado. Estuve preguntando por los alrededores y unos pobres indigentes me contaron lo que sucedió. Pero no sé si estás en condiciones para saberlo todo.

   -Por favor, lo necesito saber. Por favor…

   Yoongi lo miró, con una sonrisa divertida. Le pasó un brazo por los hombros para traerlo a él y apoyar sus frentes. Sus miradas unidas en una, haciendo de ese momento más íntimo.

   -Después de haberse dedicado a matarle de hambre y seguir con los golpes, lo dieron por muerto -Yoongi se detuvo unos segundos, esperando que lo fuera asumiendo bien-. Lo tiraron por un vertedero acerca del lugar y unos mendigos lo encontraron. Creyeron que estaba muerto, pero no, estaba vivo.

   El subidón que le comenzó a recorrer por las venas provocaba que le ardiera la sangre y las ganas de salir en su búsqueda.

   -¿Qué sucedió después?

   -Se lo llevaron a un centro para gente sin hogar donde al parecer lo curaron. Y se pudo recomponer.

   -¿Y por qué no volvió con nosotros?

   -Cielo, entiéndelo. Teniendo aún a Jungseo al mando, si él volvía se arriesgaba que tu primo decidiera hacer de nuevo de las suyas con todos nosotros. Por lo que me contaron se fue de la ciudad y sigue a salvo.

   -Entonces debemos ir a buscarlo y traerlo de vuelta -Hoseok se levantó al momento del sillón en el que estaban sentados, dispuesto a todo.

   -Anda, ven aquí -tras una carcajada por su ímpetu, Yoongi le indicó que volvería, palmeando el sillón

   -Pero…

   -Relájate, que hay más -Hoseok se sentó junto a su novio-. He podido contactar con él.

   -¿Has hablado con…?

   -Sí -asintió varias veces con la cabeza, provocando más emoción en él-. Y tengo un recado para ti. Pero no te lo diré hasta que me convenzas.

   -¿Por qué? ¿Qué he de hacer para que me lo digas?

   -Me siento celoso con todo esto. A ver si lo vas a querer más que a mí -esta vez, las palabras de Yoongi fueron serias, pero Hoseok rio.

   -No seas idiota. Lo eres todo para mí, eres el amor de mi vida. No me veo viviendo sin ti, directamente, creo que no podría -poniéndose empalagoso, le robó varios besos de los labios.

   -Uhm… No sé si estoy convencido del todo, eh.

   -Deberías. En mis sentimientos solo mandas tú.

   -Demuéstramelo.

   -¿Cómo?

   -Échale imaginación.

   La pareja sonrió cómplices. Hoseok tenía su mente despejada y clara. Sabía a la perfección, que a la única persona que amaba y que amaría el resto de su vida, sería Yoongi. Solo él, y nadie más.

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