Título: The wood between the worlds
Pareja: KaiXing (Kai + Lay)
Tipo: Yaoi
Géneros: Fantasy!AU, adventures, romance
Clasificación: R
Descripción: cuando Jongin vuelve de clase de baile,
a pesar de que a esas horas el autobús va siempre casi vacío, él siempre se
sienta en el mismo sitio: la tercera fila contando desde el fondo a la
izquierda, junto a la ventanilla. Pero, un día, ese asiento está ocupado.
Notas: fanfic escrito para la quinta edición del SN y que he acabado corrigiendo para poder re-subir. Espero que os guste esta historia tan extraña.
•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•
Prelude
La noche había caído como un tupido
manto hacía bastante tiempo y, en aquellos momentos, la oscuridad total solo
era combatida levemente por millones de puntos brillantes que apenas podían
alumbrar el camino que dos figuras recorrían con rapidez; pero a estas no les
hacía falta ver lo que se extendía a sus pies porque podrían seguir adelante
con los ojos cerrados incluso. Habían realizado aquel camino tantas veces que
no necesitaban nada que los guiara y la luz solo era un estorbo para ellos en
aquella misión que debían llevar a cabo. Sus pisadas eran ligeras contra el
suelo de tierra seca y sus pasos eran veloces, intentando no dejar huellas que
los delatasen. El sigilo y la sorpresa eran sus mejores bazas para poder completar
lo que se les había encomendado.
Debían de llegar a su destino
rápidamente o todo estaría perdido.
Su caminata los llevó a través de un
bosque otrora frondoso y verde, sano y lleno de vida, que había comenzado a
morir y en el que ya no se encontraban los pequeños animales que antes habían
hecho de él un lugar cálido, ahora era un sitio frío, lúgubre y oscuro, un
sitio que moría lentamente y en el que el silencio lo dominaba todo. Las dos
figuras tuvieron cuidado de no delatarse, de no pisar ninguna hoja seca, de no
caer en ninguna de las trampas que habían sido situadas allí para no dejar
pasar a nada ni nadie, para que no pudiesen llegar hasta lo que se encontraba
más adelante, una vez se dejaran los árboles atrás. Por eso, habían estudiado
qué lugares debían evitar y cuáles eran seguros para seguir avanzando.
Una vez llegaron a la linde del
bosque, la persona que iba delante se detuvo, escondiéndose detrás de uno de
los árboles, quien lo seguía repitió aquello mismo, pero ocultándose en otro
lugar. Cuando estuvieron seguros de que su llegada no había alertado a nadie,
se atrevieron a mirar aquello que se extendía más allá de los árboles: las
ruinas del castillo. Sobre una colina se encontraban los bloques de piedra
tallados que alguna vez formaron parte de un castillo, del cual apenas quedaban
más vestigios que algunos arcos de medio punto que aún se mantenían en pie y
unos pocos muros que no superaban el metro de altura. Su silueta era visible
desde cualquier punto de la región, no obstante, por ser uno de los pocos
puntos elevados en aquella extensa llanura.
El más joven de los dos miró a su
alrededor, buscando algo que supusiera cualquier peligro para llevar a término
su misión, pero al no hallar nada le hizo una señal a su acompañante y ambos salieron
de las sombras, cruzando la poca distancia al descubierto que separaba su
refugio de los árboles del amparo de la sombra de la colina. Cuando se
encontraron otra vez a cubierto de cualquier observador, siguieron adelante,
tomando el camino más largo, pero el más seguro para ascender, teniendo claro
en su mente el lugar al que debían de ir. La ascensión fue fácil, se habían
acostumbrado a realizarla, al igual que el anterior trayecto, en los últimos
meses y no tardaron demasiado en llegar a la cima, donde les esperaba lo más
complicado de su misión.
Ante ellos se alzaba uno de los pocos
arcos que quedaban en pie de la fortaleza, el más especial de todos ellos,
aquel que los llevaría al lugar que deseaban; pero guardándolo, se encontraban
algunos de aquellos seres a los que querían derrocar.
—Lay —dijo el hombre, del cual el
nombrado solo podía ver la incipiente barba que le crecía en su afilada
barbilla por la capucha que le cubría el rostro, pero del que conocía sus
rasgos mejor que los suyos propios—. Intentaré crear una distracción para que
puedas llegar hasta el arco —el chico quiso protestarle, pero antes de poder
pronunciar una palabra siquiera, su acompañante siguió hablando—. Esta es una
misión muy importante y no hay tiempo.
—Si los dos luchásemos contra ellos…
—No hay tiempo, Lay —repitió el
hombre, posando sus manos sobre sus hombros y apretándolos fuertemente—. Debes
seguir adelante tú antes de que la brecha se cierre, si los dos peleamos, darán
la voz de alarma y no podremos cruzar al otro lado.
—Esto no es lo que habíamos planeado
—murmuró el chico, mirando con sus ojos de color azul al hombre que se
encontraba ante él.
—A veces los planes no salen como
esperamos —contestó—, tú más que nadie deberías saberlo —Lay tragó saliva ante
aquellas palabras que fueron directas a un lugar dentro de su pecho, donde se
clavaron profundamente—. Realiza con éxito tu misión… y regresa.
Diciendo aquellas palabras, la
persona que lideraba la Resistencia se desplazó por las sombras de las ruinas hasta
llegar a otro punto, lejos de donde se encontraba Lay, para realizar un ataque
sorpresa y para darle la oportunidad de una vía libre que lo llevara hasta el
arco que debía de cruzar. El chico esperó la señal que siempre utilizaban
cuando tomaban por sorpresa a un grupo de aquellos seres y echó a correr, justo
cuando el hombre salió de entre las sombras llamando la atención de sus
enemigos.
Lay sabía que no le quedaba mucho
tiempo, así que corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a aquel arco que parecía
igual que los demás, pero que era el más especial de todo el conjunto y, sin
mirar atrás ni una sola vez, atravesó su vano, desapareciendo al otro lado.
Interesante introducción! 😄
ResponderEliminarMe voy a leer el primer capi.
Me alegra que te haya parecido interesante ^^
EliminarAllí te espero <3