sábado, 16 de julio de 2016

(WooHarem) Seven Deadly Sins -Oneshot-

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Título: Seven Deadly Sins

Pareja: WooHarem (WooHyun + INFINITE)

Tipo: Yaoi

Géneros: exploración personal, drama, angst y lemon

Clasificación: NC–17

Descripción: cada miembro de INFINITE representa un Pecado Capital.

Advertencias: contiene actividad sexual intensa por parte del protagonista.

Notas: hace algunos años desde que escribí esta historia, pero siempre me gustó cómo me quedó a pesar de que INFINITE no es un grupo tan conocido. Espero que os guste <3

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En los textos sagrados de la religión cristiana aparecen desde el siglo VI los que serían definitivamente los siete pecados capitales. Éstos son una enumeración y clasificación de los vicios para educar en la moral cristiana. Fue el Papa Gregorio Magno quien redujo los vicios de la humanidad a siete, eliminando uno de los ocho que hasta el momento formaba parte de la lista por considerarlo parte de otro, y cambió el orden según su parecer sobre el mal que causaban estos a los hombres.

La Gula, encontrada en el primer lugar en la lista de los vicios, cayó hasta el tercer lugar; la Avaricia, contemplada en el segundo lugar de los pecados capitales, descendió hasta la sexta posición; la Lujuria, que había estado ocupando el tercer lugar, pasó a ser el primer pecado capital; la Envidia, del cuarto lugar, cambió posición con la Ira, el quinto; la Tristeza comenzó a formar parte de la Pereza y esta subió desde la séptima posición hasta la segunda; la Soberbia, fue el único pecado capital que se mantuvo en el último lugar, siendo así el menor de los pecados capitales.

Y de esta forma, los vicios quedaron así: Lujuria, Pereza, Gula, Ira, Envidia, Avaricia y Soberbia. Después de esto, muchos han teorizado sobre ello a lo largo de los siglos, no obstante, nada ha cambiado. La Lujuria es desde entonces el primer Pecado Capital, aquel que está más penado por la religión.

Nam WooHyun lo sabe, pero no es capaz de contener su Lujuria.

Los días para INFINITE comienzan antes de que el sol anuncie la llegada de un nuevo día y finalizan muchas horas después de que el último rayo del astro rey se esconda tras los altos edificios de la metrópolis de Seúl, como los días de cualquier grupo de idols o chicos que ensayan para obtener su debut. La industria del entretenimiento surcoreana es un campo de batalla constante en el que solo los más fuertes sobreviven y para ser los mejores deben sacrificar sagradas horas de sueño, de descanso, de desconectar, de poder hacer lo que personas de su edad hacen.

Formar parte de un elenco selecto es algo que los afecta en sus vidas, tanto, que incluso sus caracteres comienzan a transformarse y dejan de ser las personas que eran cuando comenzaron, cayendo en los más oscuros de los vicios: los Siete Pecados Capitales.

La noche es joven para alguien que está acostumbrado a dormir tres horas escasas al día, y también es la capa de invisibilidad con la que se mueve por la ciudad. WooHyun camina despreocupadamente por la calle que alberga los clubs más prestigiosos de Seúl y a los que no pueden asistir más que selectos sectores de la sociedad. En aquel lugar donde nadie lo encontrará, puede dejarse llevar por sus instintos más primarios, desinhibirse y hacer todo lo que estos le ordenen que haga.

Una copa de alcohol le sigue a la otra en intervalos irracionalmente cortos, porque el tiempo corre en su contra. Un poco de baile en la pista, rodeado de varias chicas que quieren robar su atención y solo una consiguiéndola. El calor de su entrepierna, contra la que la chica frota su trasero incesantemente, y las necesidades que tiene hacen que sus deseos más animales son los que tomen el control de su cuerpo esa noche, en la que acaba empotrando a su acompañante contra la puerta de uno de los cubículos del baño y saciando su sed de sexo.

WooHyun llega a casa justo a tiempo para darse una ducha rápida y quitarse el olor a tabaco y alcohol antes de montarse en la furgoneta con las demás personas con las que vive y seguir con aquella rutina a la que llama vida.

—¿Dónde estuviste anoche? —le pregunta SungGyu cuando todos se encuentran en el sótano de su empresa, en la sala de ensayo que les ha sido asignada para sus prácticas diarias ante el comeback que se avecina—. Poco después de que llegáramos a casa te fuiste.

—Salí un rato —contesta WooHyun, quitándole importancia al asunto porque para él no la tenía. Había salido, sí, pero no se había saltado el ensayo por ello.

—Con el comeback tan cerca no es recomendable, WooHyun —le aconseja el líder.

No obstante, el chico simplemente se da la vuelta y se mira en el gran espejo que se encuentra en la sala, sin hacerle el más mínimo caso a aquellas palabras porque SungGyu no lo entiende. No lo entiende ahora y no lo entenderá nunca, ni él, ni ninguno de sus compañeros de grupo. WooHyun necesita la noche y los placeres que ésta le otorga para poder seguir viviendo. La Lujuria se ha apoderado de su cuerpo y no puede hacer nada para evitarlo.

—WooHyun —lo llama de nuevo SungGyu. A través del espejo, el nombrado mira la expresión del líder y nota que está enfadado—. No puedes hacer lo que te dé la gana siempre —le recrimina—, piensa en nosotros y no solo en ti, si alguien te ve en un mal ambiente nos perjudicas a todos.

—Tengo cuidado de que nadie vea lo que hago, hyung —responde, sin girarse—. No hay que preocuparse por ello.

—No lo entiendes…

—No, tú sí que no lo entiendes —replica.

—¡Nam WooHyun! —le grita, yendo hacia él y tomándolo por la sudadera que viste para girarlo y hacer que lo mire a los ojos, el chico puede ver estos hirviendo de ira—. ¿¡Acaso no entiendes qué es lo que sucede!? ¡Vamos a tener el comeback en apenas una semana! ¡No puedes simplemente hacer esto! —SungGyu aprieta más fuerte el agarre que mantiene sobre su ropa y WooHyun sabe que puede zafarse, pero no quiere hacerlo. Es mejor que el líder descargue toda su furia ahora—. ¡Estás tirando por la borda todos los sacrificios de estos meses por no saber mantener tu polla quieta durante unas semanas!

—Hyung, suéltame —pide. SungGyu lo mira muy enfadado todavía y traga saliva. Su petición ha sido breve, pero con fuerza.

—Te pido por favor que aguantes unos días —murmura—. No hagas que todo el esfuerzo de los siete no valga la pena.

—Tranquilo, hyung —contesta—. No va a pasar nada.

SungGyu no se queda tranquilo con su respuesta, WooHyun lo puede ver en su mirada porque ésta sigue destilando aquel fuego que ha mostrado durante toda su conversación. El chico lo siente por su líder, porque sabe que tiene razón, que no puede hacer lo que quiera, al menos no por el momento. Si tan solo pudiera hacerle caso a su mente y no a su cuerpo todo sería mucho más sencillo para WooHyun.

SungGyu se pasa ese día gritando, cabreado todavía por la conversación mantenida a primera hora. Salta con pequeñas cosas y se pica como si hubiera estado comiendo ajo en todo momento. Está enfadado, muy enfadado, la ira lo corroe por dentro y WooHyun sabe que él también ha caído. SungGyu se ha vuelto como él y, a partir de ese momento, ya no hay vuelta atrás.

Esa noche, el vocalista principal entra en la habitación del líder porque aquella personificación del cuarto pecado capital ha hecho que se encienda y su Lujuria no puede ser aplacada de ninguna otra manera. Con el sigilo propio de un felino, WooHyun avanza por el cuarto intentando no golpear nada con sus pies hasta llegar a la cama de SungGyu, en la que se sube despacio para no hundir el colchón demasiado rápido y despertar así a quien disfrutará de su toque en breves instantes, porque prefiere despertarlo a base de besos y caricias.

WooHyun está de suerte porque esa noche al parecer su líder está muy cansado y no se ha despertado. Así que se acomoda bien sobre él y se deja caer sobre su cadera, presionando levemente. SungGyu se remueve un poco debajo de él y hace que sus miembros se rocen. El moreno no está erecto, pero la Lujuria corre por sus venas en lugar de la sangre habitual y esto lo enciende, así que pasa a la acción.

Se inclina sobre el castaño y posa sus labios sobre los suyos en un roce más ligero que el de las alas de una pequeña mariposa. Esto no lo despierta, así que WooHyun sonríe, dispuesto a desatar su pasión esa noche hasta que la luz del día haga que tenga que retirarse de nuevo a su habitación, como si nada hubiera ocurrido entre ambos, tras explicarle a SungGyu que esa noche solo ha sido eso, una noche.

El siguiente beso es mucho más atrevido, hace presión contra la boca de su líder y lo besa, introduciendo además su lengua en aquella cavidad. SungGyu no es alguien que tenga el sueño muy pesado como le pasa a otros integrantes de INFINITE, así que esa acción sí que lo despierta y comienza a forcejear al instante, pensando que seguramente era una fan loca que se les había colado en el dormitorio, pero WooHyun lo inmoviliza aprovechando que es mucho más fuerte que él y se inclina sobre su oído para susurrarle:

—Soy yo… hyung~.

—WooHyun —su líder dice su nombre con una nota de asombro en su voz y, quizás demasiado alto, por lo que éste resuena en las paredes de la habitación.

—Shhh… —le pide silencio—. No querrás que los demás se enteren de que estoy aquí, ¿verdad? —WooHyun ve en la semioscuridad en la que se encuentran cómo su líder lo mira con sus rasgados ojos intentando determinar qué es lo que lo ha llevado allí—. Estoy aquí para hacerte disfrutar —le explica—, así que disfruta de mis atenciones —se inclina sobre sus labios de nuevo, pero es apartado.

—WooHyun, no podemos hacer esto —contradice su líder.

—Sí que podemos —el moreno agarra el miembro del mayor con fuerza por encima de la tela del pantalón y lo hace jadear—. Así que solo disfruta.

SungGyu nunca ha sido alguien de voluntad fuerte, intenta que nadie lo maneje a su antojo, es el líder de INFINITE y deben respetarlo, por eso siempre intenta utilizar sus enfados para ello. Pero es débil con WooHyun, siempre lo ha sido, y si encima este lo besa de una forma completamente extraordinaria y lo masturba mientras tanto, el líder no es capaz de resistirse y finalmente sucumbe, dejando que su vocalista principal haga lo que quiera con su cuerpo y, aunque se siente algo extraño, como si algo estuviera a punto de estallar dentro de sí mismo, SungGyu lo olvida con las intensas penetraciones de WooHyun.

A la mañana siguiente, Kim SungGyu está lleno de Ira.


Hablar con DongWoo siempre ha sido fácil para WooHyun. El mayor es alguien con quien puede comunicarse perfectamente y eso le gusta al vocalista principal, así que siempre acude a él cuando necesita desahogarse. Quizás DongWoo no es un gran consejero porque ve la vida de una forma completamente diferente a como la ven los demás y sus consejos no se pueden aplicar demasiado bien, pero sabe escuchar y WooHyun necesita alguien que lo escuche.

Hace semanas que no se siente bien, semanas en las que tiene que pasar la mayor parte de la noche despierto, sino toda ella para poder calmar lo que siente dentro de él. Lo ha intentado todo. Ha ido a las discotecas más selectas de la ciudad y se ha acostado tanto con mujeres como con hombres por igual, se ha masturbado en su habitación, en el baño, en la empresa —e incluso aquí ha buscado consuelo de alguna de las chicas que entrenaban para debutar—, pero lo único que lo había calmado lo suficiente como para pasar dos noches tranquilas había sido tener sexo con su líder. No obstante, cuando había querido volver a hacerlo con él, su cuerpo no había reaccionado en absoluto.

Todos estos sucesos lo tienen desconcertado y WooHyun necesita hablarlo con alguien para sentirse un poco mejor porque en aquellos momentos, a un día de su comeback, el vocalista principal se siente como una verdadera mierda.

WooHyun encuentra a su compañero de grupo en la cocina de la casa. Les han dado aquel día libre desde la empresa para que se relajen y descansen para el día siguiente, cuando tienen su primera actuación en directo. DongWoo está comiendo todo tipo de fritos aprovechando que el manager ha salido unos momentos de la casa para terminar algunos asuntos sobre su nuevo comeback y el moreno siente que algo extraño sucede.

A DongWoo siempre le ha gustado mucho comer, pero generalmente se controla y nunca antes se había apiporrado el día antes de un comeback de algo que pudiera hacer que al día siguiente no se encontrase bien. A WooHyun le extraña, pero en su interior sabe que el chico ha comenzado su cambio, tal y como les ha pasado a él mismo y a SungGyu. Siente la Lujuria recorrer sus venas al observar a su compañero y sabe que no va a poder contenerse hasta que no lo tenga en su cama y desate toda su pasión con él.

Con cautela, se acerca a DongWoo y se sienta a su lado en la mesa de la cocina. El otro alza la cabeza unos momentos para ver quién es su acompañante y al ver a WooHyun la baja de nuevo para concentrarse en acabar de recoger los pequeños trozos de patata que quedan al fondo de la bolsa de plástico. El moreno sabe que va a ser complicado por primera vez mantener una conversación con su hyung, pero lo necesita, así que carraspea para aclararse la voz y luego habla, captando por un segundo su atención.

—DongWoo… necesito hablar contigo —es lo que dice.

—Habla —esa simple palabra del mayor para que continúe le indica a WooHyun que no va a obtener esta vez ni siquiera alguien que lo escuche, pero aun así necesita hablar.

—Hace semanas que me siento mal —el otro asiente, dándole a entender que continúe, así que a partir de ese momento, el vocalista principal dice todo lo que tiene que contar de corrido—. La Lujuria se ha apoderado de mi cuerpo y no puedo pasar ni un solo día, ni una sola noche sin obtener placer de mí mismo o de otras personas. Solo pude pasar algunas noches sin necesitarlo después de acostarme con SungGyu, pero ya no me despierta ningún sentimiento.

Cuando acaba, ve cómo DongWoo alza la cabeza de nuevo y lo mira a los ojos de una forma tan clara que parece que le está leyendo el alma.

—Si te pasa eso —comienza—. Solo debes acostarte con otro —al oír estas palabras, WooHyun siente cómo la Lujuria comienza a apoderarse de su cuerpo y casi puede notar cómo ésta le dice que DongWoo es su próximo objetivo y que no lo retrase demasiado.

—¿Quieres acostarte conmigo, hyung? —pregunta. Tiene la garganta seca y espera su respuesta conteniendo la respiración.

—Solo quiero comer —le responde y WooHyun se siente eufórico cuando se acerca al cuerpo de su compañero y le susurra al oído.

—Entonces solo cómeme a mí.

La noche no tarda en llegar y WooHyun sale de su habitación sintiendo la anticipación por la gran noche que va a pasar en compañía de DongWoo. Con cuidado de no despertar a nadie, camina despacio en dirección a la cocina primero, porque hay algo en ese lugar con lo que debe chantajear al mayor para que finalmente acceda a hacerlo con él. Abre la nevera y encuentra el bote de la nata montada. WooHyun sonríe antes de cerrar la nevera y encaminarse a la habitación de DongWoo.

Con sigilo se adentra en el dormitorio y luego se sube a la cama del otro sin tener demasiado cuidado porque sabe que no se va a despertar tan fácilmente como SungGyu. Después, observa su perfil al dormir y lo traza con la yema de su dedo índice, con una sonrisa en su rostro porque lo van a pasar muy bien. WooHyun se mete bajo las sábanas y presiona su entrepierna contra la del mayor y luego las frota varias veces. Se siente demasiado excitado y no puede aguantarlo por mucho más tiempo.

Necesita a DongWoo y lo necesita ya.

Se inclina sobre su rostro para besarlo con rudeza desde el primer momento, mordiendo sus labios y adentrando su lengua en la boca ajena, mientras, no para de frotar sus mitades inferiores, deseando que DongWoo despierte rápido y completamente. El mayor lo hace y cuando ve que es WooHyun quien está sobre él, sonríe.

—¿Eres mi aperitivo de media noche? —cuestiona, separándose unos momentos de él para poder hablar y WooHyun asiente—. Entonces déjame disfrutar de ti.

DongWoo utiliza su fuerza para imponerse y girarlo en la cama, dejándolo debajo de su cuerpo, mirándolo con un deseo por su cuerpo que hace que WooHyun se estremezca de puro placer. Quiere que todo avance rápido, quiere estallar, quiere que su Lujuria se apodere por completo de su cuerpo y quiere que sea lo más pronto posible.

El mayor ve el bote de nata que WooHyun ha dejado sobre el suelo antes de subirse a su cama y DongWoo sonríe porque con la nata, el cuerpo del chico va a saber muchísimo mejor, así que lo coge, agita el bote y le quita el tapón. WooHyun sigue sus movimientos, expectante, y cuando nota las manos del otro subiendo su camiseta hasta dejársela por encima de los pezones, sabe que va a disfrutar mucho. DongWoo pulsa el distribuidor y la nata comienza a salir y a pegarse a su torso por todas partes. El contraste de la nata fría y de su cuerpo caliente lo hace morir de placer, pero es cuando el mayor decide que es suficiente nata y se inclina sobre su cuerpo para lamerlo, cuando WooHyun cree que va a explotar.

DongWoo siempre ha querido probar el cuerpo del vocalista principal porque siempre le ha parecido muy apetitoso y, a medida que va pasando su lengua por aquel trabajado torso, siente que algo extraño dentro de él se apodera de su cuerpo y de su razón, pero la parte que quiere detenerse y alejarse de WooHyun va muriendo poco a poco y desaparece completamente cuando tiene su miembro enterrado en el trasero del otro y ya no puede pensar con claridad.

A la mañana siguiente, Jang DongWoo siente la Gula en su estómago, asentándose para no irse de aquel lugar jamás.

Desde que HoWon grabó aquel dorama en el que aparecía haciendo el papel de un chico gay colado por su mejor amigo, el bailarín de INFINITE sufrió un gran cambio, una gran transformación. Muchas fans se han dado cuenta de ello, pero quienes más lo notan son los miembros del grupo, sobre todo WooHyun, porque sabe que hay algo más detrás de aquello, algo que solo él puede entender. Además de SungGyu, DongWoo y él mismo, HoWon está comenzando a representar a otro de los Pecados Capitales y eso atrae a WooHyun como la miel a las abejas, porque su Lujuria es demasiado poderosa y no puede contenerla con nada.

Ha pasado la primera semana del comeback y sus horarios están demasiado ocupados, por lo que WooHyun apenas puede saciar su Lujuria y en los últimos días ha estado demasiado sensible. Por ese motivo, cuando se encuentra solo en la sala de ensayo con HoWon, no puede detenerse.

―HoWon ―lo llama y el chico lo mira a través del espejo, donde estaba arreglándose el pelo.

―Dime, hyung.

―¿Puedo proponerte algo? ―pregunta. Tiene la garganta demasiado seca y puede que se deba a que ambos llevan toda la mañana solos porque los demás están haciendo otras actividades y HoWon no ha parado de bailar de forma sensual durante todo aquel tiempo.

―Puedes proponerlo ―sonríe―. Luego veré si lo hago o no.

―Creo que puedes hacerlo si te presiono lo suficiente ―murmura WooHyun para sí mismo, acercándose al espejo y colocándose junto al chico. Con una amplia y amable sonrisa, hace que el bailarín se relaje y antes de volver a hablar agarra su miembro por encima de la tela y mueve su mano―. ¿Te gusta?

―¿Qué haces? ―HoWon intenta librarse de su mano, pero WooHyun aprieta más fuerte y le arranca un gemido de sus labios.

―Te gusta, ¿verdad? ―cuestiona de nuevo―. ¡Contesta! ―pide, y HoWon asiente despacio, estremeciéndose ante el tacto. No entiende qué es lo que le ha llevado a su hyung a hacer eso, pero le gusta, mucho, y quiere más―. Quieres más, ¿cierto? ―el chico vuelve a asentir.

WooHyun sonríe y se coloca detrás de su cuerpo, sin dejar de rozar en ningún momento su miembro y le baja un poco los pantalones y los calzoncillos con la mano libre para sí tener acceso y contacto directo con su pene, que va creciendo en su palma a medida que lo toca. El vocalista principal ve el rostro de su acompañante en el espejo y siente cómo su Lujuria se va incrementando y necesita algo más.

Por eso WooHyun baja también sus prendas con su mano libre y comienza a simular penetraciones contra el trasero de HoWon a la vez que lo sigue masturbando. Ahora sí que se siente bien, ahora sí que nota cómo la Lujuria está siendo saciada.

HoWon nota los finos dedos de su hyung envolviendo su miembro, nota cómo este se está rozando sin vergüenza ninguna contra su trasero y también tiene su mirada clavada en sus ojos a través del espejo. Es completamente excitante y el chico quiere mucho más porque eso todavía no es suficiente, necesita mucho más.

Así que HoWon lleva su propia mano a su miembro y la coloca encima de la de WooHyun para que haga más presión sobre su hinchada erección y para que vaya mucho más rápido porque lo necesita. Siente que algo se apodera de su cuerpo y solo tiene ganas de más, de más y de mucho más porque todavía no es suficiente.

―Más, más ―jadea y su aliento caliente crea vaho sobre la superficie reflectante―. Más ―pide y WooHyun se lo da, aumentando la velocidad a la que mueve su mano y también aumenta el ritmo de sus caderas para su propio beneficio porque está próximo al orgasmo y quiere correrse entre aquellos apretados glúteos.

No tardan siquiera un minuto en estallar ambos, HoWon contra el espejo de la sala de ensayos y WooHyun sobre la camiseta morada del bailarín.

WooHyun por fin ha podido saciar su Lujuria tras tantos días, pero lo que no sabe es que ahora HoWon quiere más, mucho más, y no va a detenerse hasta que su Avaricia esté satisfecha.

WooHyun siente que todo se le está yendo de las manos. Ya se ha acostado con tres de sus compañeros de grupo y en su cabeza sabe que debe dejar de hacer eso porque no le va a traer nada bueno, pero no puede hacerlo. No puede dejarlo porque su Lujuria es demasiado fuerte y no puede controlarla.

El vocalista principal de INFINITE ve cómo los enfados de SungGyu se han agravado y en los últimos tiempos está insoportable, también ve cómo DongWoo ha tomado la comida como algo para quitarse el estrés y la frustración del comeback y HoWon está igualmente insoportable porque nada es ya suficiente para él.

Es todo su culpa, pero no puede evitarlo.

Por este motivo, no puede controlarse tampoco cuando nota cómo desde hace algunos días, MyungSoo es todavía más perezoso que de costumbre y tardan muchísimo más en despertarlo por las mañanas. Quizás la gente normal pensase que simplemente era porque estaba más cansado por todo lo que está haciendo en ese comeback, pero WooHyun sabe que no es así, que hay algo más detrás de aquello.

MyungSoo está siendo poseído por la Pereza y eso lo atrae irremediablemente hacia su cuerpo.

WooHyun sabe que para calmar su Lujuria de nuevo tendrá que acostarse con él también, pero no quiere hacerlo otra vez. Aun así, no puede parar de observarlo durante todo el día, cómo arrastra los pies cansado, cómo intenta poner buena cara y sonreír de vez en cuando, cómo se fuerza para quedarse despierto a pesar de que algo dentro de él lo obliga a quedarse tranquilo y dormido, y no puede contenerse.

Esa noche cuando regresan a la casa que todos comparten, WooHyun ve cómo MyungSoo se va directamente a su habitación, sin cenar, y él aprovecha para colarse en su dormitorio también.

Sin embargo, cuando entra, WooHyun se encuentra con que el chico está metido en la cama, vestido todavía con la ropa que se había puesto tras ducharse después de la última actuación que habían realizado aquel día y profundamente dormido. El vocalista principal sonríe al verlo porque va a ser un gran reto despertarlo y calmar su Lujuria con él.

O quizás no necesita despertarlo para hacerlo.

WooHyun apaga las luces y camina hacia la cama del chico, tropezando con algunas de las cosas que hay por el lugar, pero dándole igual porque sabe que el chico no se va a despertar por más ruido que haga. Después, cuando sus piernas chocan contra la cama, se detiene y se desnuda completamente antes de subirse al colchón de su compañero de grupo porque esta vez no necesita convencerlo de que se acuesten juntos, simplemente va a aprovechar la situación que se le presenta.

De este modo, WooHyun acaba quitándole los pantalones a MyungSoo, tirando de sus calzoncillos negros también y dejándolo completamente desnudo de cintura para abajo. El vocalista principal admira en la penumbra de la habitación aquello que tiene delante y no quiere tener que tardar demasiado antes de internarse por completo en él y así poder saciar su Lujuria al menos por unos días.

WooHyun se echa sobre el chico y apoya sus antebrazos sobre el colchón, uno a cada lado de la cabeza de MyungSoo y comienza a frotar sus flácidos miembros el uno contra el otro, intentando endurecerlos a la vez que besa los labios del visual y los muerde también a veces. No obtiene respuesta alguna por parte del otro, pero eso le da morbo porque es como si estuviera haciendo algo prohibido ―algo aún más prohibido que lo que ha hecho con sus anteriores compañeros porque no ha obtenido el consentimiento de MyungSoo y éste ni siquiera va a enterarse de lo que ha estado haciendo con su cuerpo a no ser que no sea demasiado cuidadoso―.

Su Lujuria le recorre las venas en grandes cantidades y no tarda en ponerse duro como una piedra. Así que, una vez está erecto, WooHyun introduce uno de sus dedos en MyungSoo, descubriendo con júbilo que no tiene que hacer demasiada presión para que pueda entrar y que al chico que duerme plácidamente bajo su cuerpo no le ha molestado en absoluto ni siente ninguna incomodidad porque sigue durmiendo como si nada estuviera pasando.

Por este motivo, WooHyun se atreve a ir mucho más allá, más rápido de lo que tenía previsto y acaba introduciendo otro dedo, para algunos minutos más tarde terminar sacando sus dedos e introduciendo su miembro en el recto de MyungSoo, gimiendo al hacerlo porque le encanta la fricción que crean sus paredes en torno a su pene cuando se mueve una y otra vez.

Cuando finalmente acaba corriéndose, viendo que Kim MyungSoo sigue tranquilamente en el mundo de los sueños sin haber notado nada de lo que le ha hecho, WooHyun sabe que la Pereza se ha adueñado por completo de su cuerpo tras el acto. Por eso se retira de su interior y se viste con rapidez.

WooHyun no puede creer que les esté haciendo eso a sus compañeros de grupo, pero no puede evitar hacerlo.

WooHyun se tira sobre la cama, agotado, después de un día en el que no ha podido descansar prácticamente nada. Ya no les queda mucho para acabar la promoción de aquella canción y lo único que quiere es echarse a dormir y no levantarse hasta tres o cuatro días después porque ya no puede más con su alma. Pero por el momento no puede hacerlo, además, hay algo que no lo deja dormir por las noches, aparte de los ensayos, las presentaciones, los viajes y los programas.

Su Lujuria cada día que pasa va a peor.

En su mente, intenta controlarla, porque después de lo que le ha hecho a MyungSoo y encima sin su consentimiento, se siente asqueado de sí mismo, por no poder controlarse, por no poder hacer que aquello remitiera y por arrastrar a sus compañeros de grupo con él. Ellos no tenían que haber caído en el Pecado, con que solo él lo hubiera hecho ya era suficiente.

Pero su Lujuria los está arrastrando a todos al abismo.

La puerta de su habitación se abre y por el hueco aparece SungYeol. WooHyun le dedica una mirada de soslayo y luego cierra sus ojos. Quiere descansar, no quiere que SungYeol caiga también, pero hace días que lo ha visto, que la Envidia le estaba corroyendo el corazón. Envidia porque él es el único que no tiene apenas líneas en las canciones, envidia porque los demás tienen varios talentos y él solo aporta la altura al grupo para que la media de éste subiera algunos pocos centímetros.

Se ha peleado con SungGyu por ello y también lo ha hecho con los managers, y aunque los demás lo han intentado calmar por todos los medios posibles, no lo consiguen. WooHyun piensa que SungYeol tiene muchos talentos y se lo ha dicho en varias ocasiones, pero el menor también tiene envidia de otra cosa, porque prácticamente todos lo han tenido, pero él no.

―Hyung… ―lo llama y el vocalista principal tiene que abrir sus ojos porque siente cómo el colchón sobre el que se encuentra acostado se hunde bajo el peso de SungYeol.

―¿Qué quieres, Yeol? ―le pregunta, sentándose, para no ser una presa fácil, aunque su Lujuria comienza a apoderarse de su cuerpo y casi no puede controlarse porque tiene a SungYeol en su cuarto, en su cama, y en su mirada ve que lo único que quiere es desahogarse con él.

―Quiero lo que los demás han tenido ―responde, acercándose a él―. Quiero tu cuerpo.

―SungYeol… ―susurra, casi a punto de dejar que el menor roce sus labios con los suyos, pero se aparta en el último momento, cuando escucha la puerta de su habitación abrirse de golpe.

―Estoy muerto de sueño ―comenta HoWon entrando al lugar con su pijama y sus gafas de vista, esas que solo utiliza en la casa―, pero SungJong se ha puesto a roncar y no me deja ―explica―, me vengo contigo, hyung ―y sin más, se echa sobre la cama. SungYeol mira al nuevo inquilino con mala cara antes de girarse hacia él.

―Vamos a otro lugar ―susurra WooHyun, porque ya no puede aguantar más, no puede retenerlo por más tiempo y no puede hacer nada con su Lujuria, solo intentar que esta se detenga después de acostarse con SungYeol.

El menor está de acuerdo con ello y se levanta de la cama, tirando de él. Después de esto, ambos salen de la habitación y dejan en ella a HoWon durmiendo plácidamente. La casa que comparten los siete no es demasiado grande y, aparte de las habitaciones, el único lugar en el que tienen un pestillo es en el baño, así que es allí adonde se dirigen, con cuidado para que nadie más se dé cuenta de lo que van a hacer.

Una vez se encuentran encerrados en aquel lugar, SungYeol no pierde el tiempo y hace que WooHyun apoye sus manos en el lavabo quizás de una forma un poco brusca para su gusto, pero en cuanto empieza a besar y a morder su cuello desde atrás, el vocalista principal se olvida de todo y se deja llevar por su Lujuria, porque ya no puede hacer nada para controlarla.

WooHyun nota cómo las manos de SungYeol se adentran bajo su camiseta y comienzan a tocar su piel, como si estuviera poseído por algo, como si necesitara sentir que aquel cuerpo que tenía entre sus brazos era solo suyo y de nadie más. El vocalista principal también nota cómo las uñas del menor se clavan en su piel y le arañan. Intenta gritarle que pare, que no le haga daño, que no deje marcas, pero lo único que sale de sus labios es un gemido, porque a su Lujuria le gusta que sea duro, que sea un poco bestia y le haga algo de daño, aunque no demasiado.

―Yeol… ―jadea, porque necesita más―. Más… más… más… ―pide.

El otro deja la parte superior de su cuerpo tranquila al escucharlo gemir por más y lleva sus manos hacia su trasero, toqueteándolo para hacer que su Lujuria ―y WooHyun―, se volviera loca. No pasa demasiado tiempo cuando ya se encuentran sin ropa y SungYeol lo penetra sin ningún cuidado, haciéndolo gemir una y otra vez, pedir por más hasta que ambos se corren, el menor en su interior y el mayor sobre el lavabo.

Tras el acto, WooHyun nota en la mirada de SungYeol en el espejo que la Envidia lo acaba de consumir después de haber estado con él y se siente muy culpable. No quiere que siga sucediendo, pero sabe que no va a terminar hasta que todos, los siete, hayan caído en el Pecado.

“Solo falta uno” piensa, y lo único que quiere es que si su Lujuria no va a detenerse hasta que aquello pase, todo termine lo más rápido posible.

Solo son dos días los que han pasado desde que WooHyun dejó que SungYeol poseyera su cuerpo de forma salvaje y su Lujuria está todavía bajo control. Se siente bastante bien en cuerpo porque por fin han terminado sus actividades como grupo, y también individualmente, y podían tomar ese descanso que se merecían tanto; pero en su mente, en su cabeza, en su alma, Nam WooHyun ya no se siente tan bien.

El vocalista principal de INFINITE se despierta por la mañana bastante tarde, casi podría decirse que se ha levantado a medio día porque es muy tarde. Se pone cualquier cosa que encuentra tirada por el suelo de su habitación y sale del dormitorio. Tiene algo de hambre porque desde la noche no ha comido nada y, ahora que ya no están con las promociones del comeback, tienen menos restricción sobre la comida y piensa comer todo lo que no ha podido en los últimos tiempos.

Su estómago le ruge nada más entrar a la cocina y busca en la nevera algo de comida para poder desalmorzar ―desalmorzar porque lo que come es una mezcla de desayuno y almuerzo, ya que es demasiado tarde para lo primero y quizás demasiado temprano para lo segundo―. Encuentra las sobras de la cena de la noche anterior y no tarda mucho en devorarlo. Casi, piensa, parece haber sido poseído por la Gula, pero sabe que eso no es posible porque él ya tiene su propio Pecado Capital y DongWoo es el portador de la Gula.

Sale de la cocina ya saciado y WooHyun se da cuenta de que no hay nadie en las zonas comunes de la casa. Busca por todas partes, pero está solo.

Piensa que quizás todos han salido a despejarse un poco, a descansar, a casa de sus padres para visitar a la familia a la que llevan tanto tiempo sin ver, o a cualquier otro lugar, pero cómo no está seguro y quizás esté un poco preocupado por ellos, va a su habitación y coge su teléfono móvil para comprobarlo. Encuentra en este varias notificaciones del grupo que los siete comparten y ve que tiene razón, que todos están descansando en casa de sus padres o dando una vuelta por la calle.

WooHyun se siente algo más tranquilo al saberlo y se tumba de nuevo en su cama a dormir porque está falto de horas de sueño.

No sabe cuánto tiempo ha pasado, pero a él le ha parecido muy poco cuando abre sus ojos de nuevo porque está sintiendo algo en su cuerpo que no es normal. Lo primero que ve es el flequillo castaño de SungJong y sabe que ya ha llegado el momento, que la última persona que le quedaba ha ido en su busca. WooHyun trata de incorporarse, pero el menor del grupo no lo deja, ya que está sentado sobre sus caderas y aprovecha aquella ventaja que tiene para poner sus manos en sus pectorales y hacer que se quede tumbado.

Una sonrisa Soberbia aparece en el rostro del chico al ver que lo tiene a su merced y WooHyun sabe que todo va a ser diferente con él, porque en su mirada aparece reflejado por completo el Pecado bajo el cual ha caído: la Soberbia.

―SungJong ―llama, pero el chico no le hace ni el más mínimo caso, está demasiado ocupado reteniéndolo para que no se mueva―. SungJong.

―Calla ―le ordena―. Yo soy el que manda aquí.

Y para hacerle ver que va a tener que hacer lo que el menor diga, SungJong lleva una de sus manos a su entrepierna y agarra su miembro con fuerza, a través de la tela de su pantalón, haciéndolo jadear.

―SungJong…

Quiere pararlo, porque por primera vez su Lujuria no ha sido la que lo ha llevado a buscar el placer con sus compañeros de grupo, sino que es aquello que posee al chico lo que lo está haciendo desearlo en el momento, pero no puede detenerlo por dos motivos. El primero es porque a su Lujuria le está gustando que SungJong lleve el control de lo que está a punto de pasar y el segundo porque WooHyun, en lo más profundo de su ser, sabe que una vez que empieza, ya no hay vuelta atrás.

Una vez él había sido poseído por la Lujuria, sabía que todo INFINITE iba a caer en el Pecado.

―¿Estamos solos? ―pregunta, rindiéndose a los movimientos de la mano de SungJong, ahora por debajo de la tela, tocando su miembro directamente. El menor asiente con una sonrisa de autosuficiencia.

―Me he encargado de que nadie nos molestara mientras estuviéramos juntos ―le responde―. Sé que ya te has acostado con todos los demás, así que ahora es mi turno de probar aquello que han tenido.

―Las noticias vuelan, al parecer ―murmura WooHyun, porque SungYeol también le dijo algo parecido, que él quería acostarse también con él porque sabía que lo había hecho con los demás y sentía Envidia.

―Calla ―SungJong utiliza la mano con la que ha estado masturbando su miembro para taparle la boca y WooHyun saborea su propio líquido pre-seminal―. No abras la boca más que para gemir o sin que yo te lo haya ordenado.

―SungJong… ―vuelve a decir, pero la expresión en el rostro del menor hace que se quede en completo silencio y también lo excita como nunca antes se ha excitado solo por una expresión.

Ve cómo el menor se encorva sobre su cuerpo y se quita de sus caderas, quedándose sentado sobre sus pantorrillas, para poder bajarle el pantalón un poco y así sacar su miembro, levemente erecto al aire frío de la habitación. Sin darle mucho tiempo a pensar cuál podría ser el siguiente movimiento del chico que ya ha sido poseído por la Soberbia, SungJong toma su pene con su boca y comienza a chuparlo como si fuera su famoso caramelo de limón hasta que logra hacerlo llegar al orgasmo.

WooHyun siente su Lujuria a flor de piel, pero ya no está tan desesperado como antes, ya no se siente tan desesperado por saciarse como antes. Sigue siendo alguien que ha caído en la Lujuria, pero ahora que ya todo ha acabado se siente mejor, aunque haya arrastrado a sus compañeros de grupo con él.

WooHyun ve en sus compañeros de INFINITE después de unas semanas que todo ha cambiado para ellos y sabe perfectamente que la culpa no ha sido de nadie más que de él. Pero no ha podido evitar hacerlo, era algo innato, algo que no podía controlar. Durante mucho tiempo se ha sentido culpable por arrastrar a los otros seis con él, pero ahora que todo ha acabado ya no se siente más así. WooHyun sabe que más tarde o más temprano, todos iban a caer en los más terribles de los Pecados porque todos en aquel mundo lleno de tentaciones y de tensiones acumuladas, lo hacen.



Notas finales:
—Introducción sobre los pecados capitales tomada del libro Historia de las religiones de Carlos Cid y Manuel Riu. Pero si queréis tener acceso a algo sobre el tema, puesto que el libro está descatalogado, en Wikipedia se encuentra también y no tiene demasiados fallos (click aquí).

—El dorama de HoYa del que hablo es “Answer Me 1997”, en el que salen también EunJi de A-Pink y Seo InGuk.

mrs daisy

2 comentarios:

  1. Me gusto la idea y la introducción muy buena que hiciste sobre el tema de los pecados capitales, es un tema mas que interesante para plasmar. Es mas por eso mismo quise leerlo...leí el titulo y dije esto puede ser entretenido.
    Bien, no esperaba que WooHyun sea el que llevara adelante el pecado de la lujuria (no se, él se me hace tan cute para un rol así....HASTA QUE LEÍ ESTO Y EL CUTE SE ME FUE POR EL DESAGÜE JAJA, sigo sonrojada).
    Sobre los integrantes solo diré que me sentí mal por MyungSoo fue el único que se perdió la diversión jajaja digo eso o tendría que decir que fue violado descaradamente por su compañero. Madre santa! chan-chan-chan!!!

    Muy picante... pero me entretuve mucho, y con DongWoo cuando estaba en la cocina con WooHyun, te juro que me saco una carcajada.

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    Respuestas
    1. Me alegra mucho que te gustara ^^ La verdad es que si no hacía bien yo la introducción para enganchar, no la podía hacer nadie (estudio historia y de estos temas entiendo XD)
      Jajajajajajaja XD Parece super inocente, pero en realidad es un pervertido en toda regla, nadie es tan inocente (?????)
      El pobre MyungSoo no se enteró de nada, pero no te preocupes, lo mismo en la próxima ocasión sí que se entera de todo lo que le hace, porque ahí no termina la cosa, esos tienen una endogamia ahí montada ya para siempre que mare mía (?)
      Me alegra mucho que te gustara ^^

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