jueves, 19 de enero de 2017

(KiHyuk) Tell Me Why -Mini Serial- Capítulo 1


        Titulo: Tell Me Why

        Pareja: KiHyuk (Kihyun + Minhyuk) [Monsta X]

        Tipo: Yaoi

        Genero: Romance | Drama

        Clasificación: G/PG

        Descripción: Minhyuk ha crecido con la idea de que ayudar a los más necesitados es algo que debe hacer uno aunque no tenga recursos, y eso le acaba llevando a conocer a alguien muy especial.

        Advertencias: Ninguna

        Notas: Hacia tiempo que tenía esta historia pensada pero no encontraba una pareja que le pegara la suficiente, hasta que me surgió esta. Es bastante corto, con 5 capítulos, pero espero que os guste a todos la historia.

        Sus vacaciones fuera del país habían sido agradables y reparadoras, pero ya era el momento de volver a su tediosa rutina como camarero en un famoso restaurante de Seúl y sobre todo, volver a lo único que le daba sentido a su vida. Ayudar a aquellos que más lo necesitaban.

        Cuando dieron las cinco de la tarde de ese lunes, Minhyuk salió corriendo hasta su casa. Necesitaba darse un baño y prepararse para salir de nuevo. Le dolían terriblemente las piernas de pasar horas y horas de pie, pero poco le importaba.

        Ordenó su pequeña vivienda para que no estuviera patas arriba, se dio un baño y volvió a la calle. Hacía frío en pleno enero, pero con su abrigo nuevo de pelo iba de lo más calentito. Lo cierto es que no le importaba pasar ese frío en esos momentos, ya que lo que iba a hacer era un acto que le llenaba completamente.

        Se conocía el camino como la palma de sus manos, y en tan solo unos minutos ya se encontraba entrando en ese pequeño bajo con una gran sonrisa en los labios.

        -¡Hola a todos! -saludó, de lo más animado. Provocó que sus compañeros y amigos levantaran la mirada para saludarlo.

        -Ya era hora, te echábamos en falta aquí. Necesitamos bastante ayuda -su amigo Jooheon le estrechó la mano con fuerza.

        -No podéis vivir aquí en el voluntariado sin mí ¿eh? -bromeó Minhyuk, terminando de saludar al resto de voluntarios.

        Siempre que podía, iba cada noche a hacer voluntariado en un comedor social. Había mucha gente en las calles que no tenían para comer y como todos, era un derecho que nadie les podía quitar. Lo que más apenaba a Minhyuk era que esa comida les saciaba el hambre, pero después volverían a la calle a dormir bajo cartones y el frío de la noche.

        Los voluntarios poco podían hacer. Ofrecerles una comida caliente con una gran sonrisa y mucha amabilidad. A veces era lo único que esas pobres personas necesitaban.

        Minhyuk se puso un pequeño delantal que ató alrededor de su cintura y ayudó a aquellos que preparaban la comida. Con menos tiempo del que contaban, varios hombres totalmente desaliñados entraron en el comedor buscando algo de comer. La hora de sacar su lado más solidario había llegado.

        Se colocó, junto con Jooheon, tras una barra que formaban varias mesas, donde les iban sirviendo la sopa que se había preparado y algo de fideos. Lo mejor de todo era que se lo agradecían con total sinceridad. Los conocían a todos y fue por eso que se desconcertó cuando uno nuevo pasó ante él y ni siquiera lo miró.

        Siempre recibía una respuesta o una sonrisa, pero con aquel hombre, ni eso.

        -¿Qué le pasa? ¿Es que he hecho algo mal sin que me diera cuenta? -le preguntó muy bajito a Jooheon, lo justo para que él se enterara y nadie más.

        -No es nada personal contigo. Vino nuevo hace unos días y no habla con nadie. Se comporta así. Es como muy misterioso ¿verdad? -se lo estaba tomando como algo gracioso. Lo que sucedía es que él no le podía quitar esa importancia.

        No estaba acostumbrado a que esa gente no fuera amable con ellos. Tal vez se sentía cohibido y necesitaba sentirse bien y seguro antes de mostrarse como era, eso era. Minhyuk tomó la decisión de acercarse a ese hombre cuando acabara para saber qué le sucedía.

        Cuando tuvo un momento, no dudó en acercarse a ese vagabundo tan serio. Comía apartado de todos los demás, solo y con la cabeza agachada. Un sentimiento de tristeza lo embargó conforme se acercaba. Se veía tan solo como él mismo se encontraba.

        -¿Has comido bien? -preguntó Minhyuk nada más llegar. El desaliñado hombre levantó la mirada hacia él y sin pronunciar ni un solo sonido, volvió a bajar la cabeza hacia su plató.
Sin saber qué decir, Minhyuk se quedó allí plantado, observándolo. Su pelo era largo, sucio y muy enredado. Su barba totalmente descuidada y ocultaba gran parte de su rostro. Vestía unas harapientas ropas que desprendían un fuerte olor. Pero lo que más resaltaba eran esas zapatillas de deporte de tono naranja muy chillón, que a pesar de lo sucias que se encontraban, destacaban a distancia.

        Minhyuk se pasó la lengua por los labios, humedeciéndoselos mientras buscaba algo más que decirle.

        -Si necesitas ayuda, yo puedo ayudarte a lo que sea -y seguía sin una respuesta. Lo mejor era dejarlo tranquilo, no fuera a agobiarlo. Minhyuk volvió sobre sus pasó, pero un leve tirón en su delantal lo hizo parar.

        -No te preocupes, no dice nada -le dijo una mujer que comía acompañada por otras chicas-. Creemos que ha perdido la memoria y por eso está como nosotros. Pero no sabemos nada de su antigua vida.

        Si lo que esa mujer estaba diciendo era cierto por casualidad, aquel hombre estaría un duro momento. Necesitaba más ayuda de lo que Minhyuk pensaba, pero tampoco se dejaba ayudar.

        Le lanzó una apenada mirada antes de volver resignado a ayudar a recoger todo en la pequeña cocina del local. El resto de la noche la pasó dándole vueltas al asunto de ese hombre. Era muy apático con las personas y no podía evitarlo, los problemas de los demás los hacía suyos.

        -Oye, Minhyuk, baja de las nubes que tengo que proponerte algo -la voz de Jooheon lo sacó completamente de sus ensoñaciones.

        -¿Qué pasa? -preguntó casi sin interés es la voz.

        -Vamos a salir a tomar unas copas y como te veo de capa caída me da igual que te niegues, te vas a venir con otros -Jooheon sonrió de oreja a oreja. Una brillante y grande sonrisa que creía que nadie podría negársele así.

        -Sí, lo mejor es que vuelva a casa y ya. No intentes liarme más -Minhyuk sabía que por mucho que se negase, Jooheon no iba a parar hasta que accediera.

        -Di lo que quieras, te vas a venir con nosotros.

        -Que seguro estás de ello ¿no?

        -Sabes que me despierto el fin de semana a las 5 de la mañana para trabajar, porque yo trabajo esos días, ¿verdad? -Jooheon se miraba las uñas a la misma vez que hablaba muy serio. Sabía por dónde iba, siempre usaba la misma amenaza. Minhyuk soltó una carcajada por su seguridad en sí mismo.

        -Iré, no quiero que me despiertes en mitad de la noche.

        -¿Ves? Sabía que vendrías, si es que soy muy listo -Jooheon se marchó, muy contento por su hazaña.

        Eso sí, Minhyuk tenía clara una cosa. No tenía pensado estar más tiempo de lo necesario. Un par de copas y de vuelta a la casa. Se conocía y como se pasase, al siguiente día en el trabajo lo pasaría mal, a parte de la bronca que le podía caer. Tenía que ir impecable.

        Cuando todos los indigentes se marcharon de ahí a sus vidas en la calle, los chicos se fueron también. Tras cerrar el local, se fueron a un pub que apenas se encontraba a unas manzanas de donde estaban y que solían visitar a menudo para relajarse.

        Jooheon caminaba por la calle haciendo tonterías y provocando risas en el grupo. Era inevitable no reírse. Tenía un toque de humor que con una mirada provocaba la risa en cualquiera. Incluso en Minhyuk cuando se encontraba en sus peores momentos, y era por eso, que Jooheon se había vuelto su mejor amigo.

        Al terminar la primera copa, Minhyuk se dispuso a marcharse pero el camarero le llevó una copa que ni él había pedido. Era justo lo mismo que se había pedido anteriormente.

        -Perdona, pero yo no he pedido nada más -quiso darle a entender al chico que se había equivocado.

        -No, esta copa es de parte de la señorita que se sienta sola al fondo -extrañado por sus palabras, Minhyuk miró en esa dirección. Una chica de largo cabello que le caía sobre la espalda, con un vestido que se ceñía perfectamente a su bien proporcionado cuerpo y que realzaba sus finas piernas.

        -Oh, has ligado, Minhyuk -Jooheon pasó el brazo por sus hombros, sacudiéndolo mientras se unía a observar a la despampanante chica-. Anda, no seas maleducado y ve a agradecerle la invitación y te llevas su número de teléfono.

        Jooheon lo empujó para animarlo a ir. El resto de chicos esperaban impaciente a ver qué sucedía. Sin embargo, aquella situación no le gustaba a Minhyuk. Había un problema y es que a él no le gustaban las chicas. Eso no lo sabía nadie y tampoco quería gritar

        -Em… Bueno… No tenías por qué invitarme a nada. Bueno, gracias de todas maneras y tal… -comenzó a decir tras llegar a la altura de la chica, que lo revisaba con la mirada de arriba abajo para su inquietud.

        -Como no hacerlo con un chico tan guapo como tú -la chica se puso frente a él. No pudo evitarlo, los ojos se le fueron al escote pronunciado que llevaba. Un acto que a ella le encantó, pero para Minhyuk solo lo incomodaba más.

        -Era solo eso… Agradecértelo y no sé… -Minhyuk se pasó una mano por el cabello. Estaba muy nervioso y deseaba con todas sus fuerzas salir corriendo lo más lejos de allí.

        -Eres muy mono, te veo algo interesante y atractivo por lo que no puedo evitar querer descubrir más -ella comenzó a enredar un mecho de su cabello con su propio dedo-. Toma esto, estoy segura que le sabrás dar un buen uso -con un guiño, le tendió una servilleta doblada. Minhyuk lo cogió dudando.

        -Vale, gracias… -hizo una leve inclinación antes de darse media vuelta y volver a su sitio. Lo que le esperaba ahora era mucho peor.

        -¡Tío! ¿Qué tal? ¿Qué te ha dicho? ¡Cuéntalo todo! ¡Con pelos y señales! -siendo el cabecilla de la aglomeración que tuvo alrededor suya cuando volvió por parte de todos sus compañeros de voluntariado, Jooheon parecía más contento que él mismo.

        -No mucho. Solo me ha invitado porque dice que soy guapo y que tengo algo que quiere descubrir -comenzó diciendo. Después le enseñó la servilleta-. Y me ha dado esto.

        -¿Qué no es mucho? Menudo pivonazo te ha invitado a una copa. Deberías sentirte halagado -Jooheon le quitó el trozo de papel de las manos y lo desdobló-. Woo, lo que yo te he dicho.

"Moon Hyuna, 78xxxxxx”

        Con una fina escritura, le había dejado su nombre y número de teléfono. Lo sentía por Hyuna, pero no tenía pensado llamarla. Aun así le quitó la servilleta a Jooheon y se la guardó. Mejor que lo tuviera él, que a saber qué era capaz de hacer el otro.

        -Ya veré qué hago -Minhyuk se colocó rápidamente su abrigo, antes de que se lo pudieran evitar-. Tengo que irme, tomaros la bebida alguno de vosotros.
Escuchando las protestas de sus amigos, sobre todo las de Jooheon de fondo, Minhyuk se escapó de allí. El aire en la calle se había vuelto más frío, tuvo que encogerse en su abrigo para no helarse.

        El camino a casa fue lento y tranquilo. La noche estaba muy despejada y no dudaría que helaría para la mañana siguiente, y es por eso que él quiso disfrutar de la sensación de tranquilidad que le aportaba la noche.

        Pasando por una calle vio como un indigente en un portal se acurrucaba, presa del frío. Su corazón se encogió, por el mal momento que debería estar pasando esa persona. No podía llevársela a casa por lo que no tenía nada más que hacer.

        Poco a poco, paso a paso, se fue acercando a esa persona. Reconoció a ese hombre al momento, era imposible no hacerlo con esas zapatillas de deporte naranja tan fuerte. Era el indigente que había conocido hoy en el comedor social que ni le había hablado. Al estar más cerca suya, pudo comprobar que estaba sobre unos húmedos cartones en medio de un sueño, tiritando.

        Temblaba como un loco por el frío. Minhyuk se quedó sin respiración. La pena que había sentido en el comedor social volvió de nuevo. Había perdido la memoria, no sabía nada de su vida, ni quien era su familia. Estaba completamente solo en la calle.

        Lo poco que podía hacer era apoyarle y poco más, aunque no pudiera hacer más. Minhyuk se quitó el chaquetón tras vaciar los bolsillos, sintiendo el verdadero frío en sus carnes. Se acercó lentamente para no despertarlo y dejó caer su abrigo sobre su cuerpo. Estaba caliente por su propia temperatura y seguro que a él le hacía mucho más falta.

        Tras asegurarse que lo arropó bien, se fue marchando poco a poco. Rodeó su propio cuerpo con los dos brazos intentando darse algo de calor, pero era prácticamente imposible. Frotaba sus manos y aligeró el paso. Por suerte no vivía tan lejos, si no, cogería una pulmonía.

        Cuando al cerrar la puerta de su casa, sintiendo el calor del hogar, una sensación de vacío le embargó al completo. Algo estaba pasando en su interior y él no lo estaba entendiendo.

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