(KyuMin) Te amo, siempre lo he hecho -Oneshot-

Titulo: Te amo, siempre lo he hecho

Pareja: KyuMin (Kyuhyun + Sungmin)

Tipo: Yaoi

Genero: Drama, lemon

Clasificación: NC-17

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No sabría como empezar, era todo tan hermoso pero tan doloroso. Doloroso para mi, claro, creo que soy demasiado sentimental, demasiado posesivo y demasiado celoso. Desde el primer día que puse la vista en él quise tenerlo para mi. ¿Cuando he sido yo tan posesivo? Desde nunca, no entiendo porque ahora si lo soy. Aparte era muy tímido, más bien vergonzoso y siempre tengo miedo. Si, soy un miedica, que le voy hacer.

Al poco tiempo descubrí que él era menor que yo, eso no me importaba. Tampoco se notaria mucho. Él es más alto que yo, además, siempre me dicen que tengo cara de niño, parecería más pequeño.

¡Oh! Todos esos sueños y todos esos momentos que me imaginé junto a él. Que feliz era... Pero si algo me pasa es que cuanto más imagino menos me ocurre y duele, claro que duele, he aprendido a amarlo desde el silencio y cuando se le ve tan feliz y tan ensimismado con otra gente o cuando está con otras chicas coqueteando.. No lo quiero decir, pero un dolor me ataca el corazón, duele demasiado no tener su atención. Me tendría que hacer el cuerpo ¿no? Un ser tan perfecto nunca llegará a darse cuenta, que un ser imperfecto como yo, le puede dar todo para que sea feliz eternamente, que el amor que yo le puedo dar no se lo dará nadie.. Tal vez el tenga una idea de mi, pero si este miedo se esfumara podría ver que yo soy una grandísima persona, alegre, buena y con mucho que dar.. Pero siempre el físico atraerá más que el interior y todo lo que sea porno para él me ganará.

Incluso después de haberme atrevido a hablarle, me costó lo mio, no quería que huyese de mi. Él fue amable conmigo, se comportó y yo fui tan enormemente feliz. Pasaron los días y yo me moría de ganas de decirle cuanto lo amaba pero no me atrevía a decirle nada, temía estropearlo. Siempre estaba mi miedo por delante. Pero es que el verle tan feliz con otros y no conmigo... Quería su atención, quería ser importante para él.. Pero incluso él me hacia daño como todos.. Bien, os contaré como ocurrió todo y como acabé siendo feliz.

Una tarde decidí dar un paseo, las cuatro paredes de mi casa me ahogaban ya. Hacía buen tiempo, así que no me abrigue mucho. La gente paseaba y yo acabé en un parque. ¡Estaba todo tan precioso! Y una suave brisa corría. Jo. Cuanto me gustaba aquello.

Algo me llamó la atención. Una pequeña jugaba con pompas de jabón. Me quedé eclipsado observando su sonrisa. ¡Que hermosa! Sin darme cuenta me acerqué a ella sonriendole y esta me la devolvió.

-¿Me dejas probar?

Y sin responderme, la pequeña me pasó su bote donde guardaba el agua con el jabón. Metí mis manos dentro y al sacarlas, solté aire de mis labios suavemente y una pompa salió creando en la niña una preciosa sonrisa. Me estaba divirtiendo. Cogiendo aire, volví a hacer otra pompa y más después. Me dejé llevar completamente por aquella sensación tan relajante. Veía las pompas nacer, viajar por el cielo y acabar muriendo. Tan absorto que estaba que no me percate de que alguien se me acercaba por La espalda y me tapaba los ojos. Pegué un salto asustado intentando girarme para averiguar quien era, pero una risa me lo hizo descubrir antes de que me girarse para verlo.

-¡KyuHyun!¡Me asustaste!

-Lo siento, SungMin. -Su voz me retumbaba los oídos y se introducía en mi cabeza hasta hacerme estremecer.- ¿Qué estás haciendo aquí?

-Vine a dar un paseo.

-Oh, bien, así me acompañas.

-Pero... -No me dio tiempo a reaccionar cuando ya estaba tirando de mi. No dije nada, me limite a seguirlo, feliz y contento por ello. Me llevó por un lindo camino. ¡Ay! Estaba como en un sueño. Todo tan hermoso. Y su sonrisa llenándolo todo, mi corazón también.

Se paró en seco y yo choqué con su espalda.

-Ah, Kyu ¿qué pasa?

-He pensado en que podría comprar unos helados para los dos ¿qué te parece?

-Oh, fantástico. Me parece fantástico.

-Bien. Espérame aquí.

Lo vi alejarse hasta un pequeña heladería. Yo, tan feliz que estaba lo esperé.. Y lo esperé.. Y lo esperé.. Y pasó más de una hora y no aparecía.. Me acerqué hasta la heladería para ver si estaba allí y para mal para mi y mi corazón, lo descubrí sentado en una mesa junto a una chica.. Se le veía tan feliz.. Parecía haberse olvidado de mi.. Normal, yo era tan interesante para él ni para nadie.

Las lagrimas empezaron a inundar mis ojos, y cuando la primera cayó por mi mejilla, me alejé de allí muy dolido. Intentaba borrar esa imagen de mi mente pero de mi corazón no la podría borrar.

Pasaron los días y no tuve noticias de él ¿A caso no notó mi ausencia? Yo lo echaba mucho de menos, su sonrisa, sus palabras, deseaba acariciar su rostro, quererle, darle felicidad, deseaba que él sintiera lo mismo que yo sentía.. Pero eso era nada más que un sueño, algo que se quedará en mi ¿por qué dolería tanto?

Un ruido en mi ventana me sacó de mis pensamientos. Me acerqué a esta y me asomé. Lo vi allí en la calle, mirando hacia mi posición. Temí por un momento, pero que podía perder ya, si había perdido lo que mas amaba. Abrí la ventana y me asomé.

-Min.. Quiero hablar contigo y pedirte disculpas. -Su voz sonaba apagada.

-Kyu..

-Baja.

-Pero Kyu..

-Baja, por favor.

-Yo bajo.. Incluso si me pides que me vaya contigo, yo lo dejo todo por ti. -¿Por qué salieron aquellas palabras de su boca? Sus mejillas se sonrojaron y cerró la ventana, bajando hasta la calle.

Al verlo allí mirándolo fijamente hizo que se sobrecogiera un poco. Se acercó hasta él con temor.

-SungMin.. Quiero pedirte perdón...

-¿Por qué?

-Por lo del otro día.. En el parque.. Ya sabes...

-No pasa nada, ya está todo olvidado..

Lo último que dije lo murmuré suavemente, pero a los segundos sentí sus brazos abrazándome.

-Quiero que me escuches.. Conejito.. Tengo que pedirte perdón.. Me dejé llevar y por eso hice aquello... Pero.. No me di cuenta.. Hasta ahora.. No puedo estar sin ti.. Haces que mis días sean llevaderos... Haces que no piense en aquello que me atormenta y quisiera hacerte sonreír.. Perdona a este tonto pervertido y déjale que siga adelante a tu lado.

-¿Qué quieres decir..?

-Pues que me he dado cuenta que te necesito.. O sea.. Que te quiero.. O sea... Que.. Que te amo, Min.

Se me encogió el corazón al oír aquellas palabras con las que siempre había soñado oír. Mis mejillas ardían de felicidad, no sabía como reaccionar pero las palabras salieron de mi boca solas.

-Yo te amo también, Kyu...

-¿Desde cuando?

-Desde que te vi por primera vez..

-Eres demasiado mono..-Y antes de que me diera cuenta había tomado mi rostro entre sus manos y me besó.. Yo pude reaccionar rápidamente y se lo devolví con ganas. Eso era lo que mas quería, que me besara y que me amara.

Poco a poco fuimos entrando dentro de la casa, a fuera hacía frío. Sus manos se deslizaban por mi cuerpo, deshaciéndose de mi ropa lentamente mientras sus labios parecían querer devorar los míos. Yo le correspondía, lo abraza por el cuello con fuerza, no quería que ahora que lo tenía me separaran de él. Algo dentro de mi empezó a controlarme.. Unas deseos ganas de que me hiciera suyo me abordaban... Lo empuje como pude hasta la cama, y me subí encima de él. Su cara de sorpresa me decía que no se esperaba aquello, ni yo tampoco, la verdad, pero así era. Desabroché su camisa, dejando al descubierto su hermosa piel, aquella con la que había soñando tantas veces.. Descendí por esta lentamente, besándola, lamiéndola con mi lengua con timidez. Me acerqué a uno de sus pezones para morderlo con lujuria, acabando por hacer unos pequeños circulitos con la lengua alrededor de este. Notaba su respiración agitada y eso me llenaba de satisfacción. Quería más, no me bastaba con aquello. Seguí bajando por su piel, llegando hasta sus pantalones. Notaba que algo allí había despertado, algo que yo quería degustar. Con un rápido movimiento de dedos, desabroché sus ajustados pantalones y los bajé junto a sus boxers, deshaciéndome de ellos al completo. Me quedé observando su ya erecto miembro y.. No sé el porque, pero unas ansias que nunca había sentido se apoderaron de mi, y sin dudarlo agarraré su miembro con firmeza y, algo juguetón, comencé a lamer su glande.

Lo oía, si, oía como le costaba respirar y como suaves jadeos atravesaban sus labios. Aquello me estaba gustando más de lo que parece. Quien lo diría.. El inocente y mono SungMin.. Ni yo me lo creía, pero es que lo deseaba y lo amaba tanto que estaba dispuesto a dejarme llevar por lo que fuera. Introduci su miembro de una sola vez en mi boca, sin esperarme a mucho, comencé a darle placer, un placer que nadie le podría dar. Los sonidos que salían de sus labios eran una melodiosa música para mi, no podía dejar de seguir masturbandole y con el vaivén de mi cabeza. Su mano, se posó sobre mi cabeza, agarrándome de los pelos, él marcó el ritmo que debía seguir, y yo me deje llevar simplemente. No lo podía evitar, me gustaba. De un tirón echó mi cabeza hacia atrás, obligándome a mirarlo.

-Eres un conejito muy sucio ¿lo sabias? yo no sabía nada de esto.. Si lo supiera antes hubiera venido a buscarte antes...

-Y lo que te queda por descubrir...

-Una caja de sospesas... Me gusta.... -Se incorporó y plantó sus besos con los míos, mientras, me terminaba de desnudar a mi. Sus manos parecían juguetonas y deseosas de recorrerlo todo. Yo me dejé, simplemente, quería que él fuera quien me controlará eternamente.

Suavemente, me empujó contra la cama, dejándome bocabajo. No me dio mucho tiempo a reaccionar cuando ya me cogía de las caderas y comenzaba a frotar su miembro contra mi trasero. Parecía muy ansioso y deseoso. Yo solo quería que me poseyera.

-No me voy a demorar mucho más... Lo necesito ya... -Esas fueron sus palabras justo antes de que, con un bruto golpe, introdujera su miembro dentro de mi. No sentí dolor alguno, solamente como penetraba en mi cuerpo. Echó su cuerpo sobre el mío y apoyando una de sus manos en el colchón empezó a mover sus caderas, entrando y saliendo de mi tembloroso cuerpo. Con su mano libre, agarró la mía, y con sus labios, besaba uno de mis hombros. Yo me sentía en otro mundo ¿de verdad que aquello no era un sueño? Si lo era no quería despertar nunca.

Aumentando algo la velocidad de sus estocadas, los gemidos empezaron a salir con fuerza de mi garganta. Sus labios se habían acercado peligrosamente a mi oreja, la cual mordía con deseo. Entonces, fue cuando oí algo que me susurró.

-Min... Gime mi nombre... Gime que me amas...

Y como un mecanismo que reaccionó tras sus palabras, su nombre atravesó mis labios acompañado de una sonoro gemido. Tras ello, un "Te amo" fue lo que termino por provocar que él me embistiera, dándome en un lugar de mi cuerpo que ni siquiera sabía que existía, haciéndome estremecer y gemir furiosamente. Soltó mi mano, y con la suya comenzó a masturbarme con fluidez. Aquello me estaba volviendo loco, su olor, sus labios, su brusquedad, sus manos, su todo acabaría conmigo aquella noche. En esos momentos lo deseaba más que nunca. Sentí como sus dientes se clavaban en mi cuello con fuerza y aquello me pillo de improvisto, provocando que terminara por correrme en su mano. Al hacer esto, un gemido de los más uke salió de mis labios, y pude notar una sonrisa en su rostro al oírme. A los pocos instantes, él también termino, marcando mi interior con su esencia. Era fascinante sentirlo..

Dejó caer su cuerpo, agotado sobre el mío, y mientras intentaba respirar acariciaba mi pelo.

-Eres precioso, conejito...- Yo tan solamente me limite a mirarlo con mi respiración entrecortada. Él con un ágil movimiento salió de mi, y se tumbó a mi lado. Yo, como un niño chico, me abracé a él, temiendo porque se fuera de mi lado para siempre, pero se limitó a abrazarme y besarme la cabeza.

-Te quiero...

-Pues yo te amo.

-Eso no vale..

-Claro que vale.

-No, no vale, es trampa, porque yo también te amo.

-Pero yo más.

-No, yo mucho más.

-Eso es imposible, conejito tonto.

-Fú, está bien, pero solo si no te vas de mi lado nunca.

-Nunca me iré de tu lado... Ya no.. ¿Quien cuidará de ti y de tu lindo trasero sino?

-.. Gracias, bebé, te amo.