sábado, 30 de noviembre de 2013

(2Shin) I'll miss you -Oneshot-



Titulo: I'll miss you

Pareja: 2Shin (Soohyun + Dongho)

Tipo: Yaoi

Genero: Romance

Clasificación: G/PG

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Aún no era capaz de creerlo. Su pequeño maknae se marchaba. Dejaba totalmente el grupo. No tenía más remedio que aceptarlo pero su corazón gritaba ansioso no separarse de él, suplicarle que se quedara a su lado.

Soohyun se encontraba en su habitación, sentando en el suelo, con la forma de un escriba, es decir, con las piernas cruzadas. Dongho había comunicado a todos que dejaría el grupo, por temas de salud, e incluso a ellos, eles dijo él día que definitivamente se iba de la casa que compartía. Mañana se iría para siempre.  Y él iba a dejarlo ir, sin poder decirle lo que sentía, por miedo.

Suspiro profundamente. El pecho le dolía a horrores, sí, demasiado. Iba a perder tal vez al único que podría querer de tal manera. Lo peor de todo es que nunca se lo había dicho, nunca se había declarado a Dongho. No porque no quisiera, sino porque nunca ha sido capaz de hacerlo.

-Toc, toc ¿se puede? -El sonido de la puerta abriéndose , le saco de su mente.- Líder, estamos ya listos.

-En seguida voy, Kiseop.

Soohyun se puso en pie con dificultad ya que las piernas se le habían quedado dormidas y le estaba costando moverlas. Se miró al espejo, se había vestido con una ropa carea, iba bien vestido, como a Dongho le gustaba. Salió de la habitación, con paso pesado. Todos los esperaban en la calle. Procurando dejar la puerta de la casa bien cerrada, se reunió con todo el grupo, incluido Dongho. Iban a ir a  cenar por última vez como un grupo de siete.

Se montaron en el coche que los recogía para llevarlos hasta el restaurante. Durante el trayecto, nadie pronunció ni una sola palabra, ni sonido.. Todos ausentes, se encontraban tristes por el suceso que los acontecía, pero el que más sufría en silencio era Soohyun.  De vez en cuando, miraba al más pequeño de todos, intentando que no se percatara de ello. Esa noche estaba realmente hermoso, vestido con un traje azul oscuro y con su pelo totalmente alborotado, bueno, para él siempre estaba hermoso.

Una vez llegaron al lugar, todos entraron, uno por uno, situándose alrededor de una mesa que estaba reservada solo para ellos.

-Bienvenidos todos, muchachos. Vuestro menú está por llegar.

El camarero los atendió con rapidez, ya que llamaron con antelación, pidiendo lo que querían para que cuando llegasen no tuvieran que esperar, que que era un lugar muy concurrido por diversa gente, de la ciudad y extranjeros.

-Chicos, que conste, somos los mejores -Soltó de pronto AJ para romper el hielo, todos se sentían muy incómodos con ese silencio rodeándolos.

-¿Ya has empezado a beber, Jaeseop?

-No, Hoon, aún no, pero estoy en proceso.

-Mientras no te tengamos que atar.. -Comentó el líder, produciendo que los demás estallaran a carcajadas, recordando lo pegajoso y ñoño que se volvía AJ al beber más de la cuenta.

-Sí, mejor, que no quiero acabar besuqueado -Consiguió decir Kiseop entre risas, mientras AJ, indignado, protestaba.

Dongho se estaba riendo y Soohyun adoraba su risa. Era como una melodía angelical. Era muy empalagoso, sí, pero o lo podía evitar, le salía ese lado suyo cuando se trataba del maknae.

Todos comieron tranquilos, entre bromas y risas, recordando todos los momentos que vivieron juntos. Pero había algo que ni Dongho ni Soohyun sabían, y eran las miradas cómplices que de vez en cuando se lanzaban los otros cinco miembros.

-Vamos a pasear antes de volver -Propuso Eli.

-No, hace frío.

-No te quejes tanto, Kevin.

Tirando del pobre Kevin, los siete salieron del restaurante, caminando por las frías calles. A los poco metros recorridos, se encontraron a lo lejos un puesto de golosinas, entonces fue cuando Hoon se acercó a Dongho.

-Sé que hay en ese puesto una golosina gigante de Winni the Pooh.

-¿En serio?

-Sí y tiene muy buena pinta.

-Peo Hyung, yo ya no soy un niño.

-¿Seguro?

Cuando pasaron delante de este puesto, Dongho no lo pudo evitar, al ver el colorido de Winnie the Pooh se paró a obsérvalo con los ojos muy abiertos y  brillosos. Los más mayores se miraron entre sí, decidiendo darle aquel capricho, viendo que casi se le caía la baba.

-No tengo dinero.

-Ni yo.

-No me queda nada de nada.

-Está bien lo compraré yo -Soohyun sacó su cartera acercándose hasta el lado del menor. Le regalaría aquella gigantesca gominola.- Por favor, póngame ese Winnie the Pooh.

-Hyung... -Murmuró Dongho, observando como Soohyun sacaba dinero y lo miraba con una tierna sonrisa.

Ambos  esperaron a que el vendedor les cobrara cuando Dongho tuvo a Winnie the Pooh entre sus manos, el cual sonreía de manera dulce y tierna, al poder observarlo de cerca, sonrisa que mató de amor a Soohyun.

-Hyung, muchas gracias.

-No-no ha sido anda -Al mayor no le salían las palabras de lo nervioso que se había puesto de pronto.

Al darse la vuelta los dos para reunirse con los demás, se encontraron solos. El resto de los miembros del grupo desaparecieron, dejando al líder y al maknae solos. No sabía porque, pero Soohyun  se olía que lo habían hecho a propósito para dejarlos solos, con más intimidad.

-¿Donde están?

-Pues no lo sé, Dongho, vamos a sentarnos por aquí a esperar que aparezcan.

Encogidos por el frío, se acomodaron en un banco, intentando estar resguardados. Soohyun, observaba como Dongho, iba devorando, muy lentamente la gominola. Se mordió el labio inferior, no podía evitar imaginar sus labios sobre los de él. Se veían tentables y si imagen era adorable. Demasiado.

-Hyung... -La voz del menor le sacó de sus pensamientos. Le encantaba que lo llamase "Hyung".

-Dime.

-¿Me olvidaras?

Soohyun no se esperaba aquello, ni mucho menos.

-Pues claro que no, no podría.

-Hyung....

-¿Qué ocurre?

-¿Me sustituirás?

-¿Por qué me estás preguntando todo esto? Sabes que no lo haré.

-Hyung... Te quiero mucho, no me olvides nunca. -Dongho se puso en pie, dispuesto a irse, pero el mayor lo agarró de una mano, sin entender del todo lo que estaba ocurriendo.

-Dongho, yo también te quiero, pero ¿qué pasa?

-Mañana ya no viviré más con vosotros ¿no volveré a veros nunca más?

-¿Qué estás diciendo? -Soohyun lo abrazó con fuerza por la espalda, de manera impulsiva, sonrojando a Dongho.-No vuelvas a decir eso.

-Pero...

-No, que te vayas no quiere decir ni que te vaya a olvidar, ni que no volvamos a vernos, eso no, me moriría si no puedo volver a verte sonreír.

Dongho se quedó en silencio ante sus palabras ¿qué quería decirle? Lentamente se giró, para quedar  frente al mayor, sin que este suelte su abrazo. Se miraron directamente a los ojos durante unos largos segundos, muy juntos.

-Hyung ¿qué me quieres decir? -Dongho tímido, titubeó a la hora de formular aquella pregunta que se le atrancaba en la garganta desde hace rato, y que se le costaba decir.

-Que te quiero, Dongho, más de lo que crees, más que un amigo o un compañero de grupo, mucho más -Soohyun ni pudo esperar más, deseaba hacer  algo, desde hace mucho tiempo. Despacio, unió sus labios a los de él. Lo besaba, de manera dulce y con mucho amor, dándole a entender con eso todo lo que sentía si es que podía expresarlo todo con un solo beso. Dongho, sentía sus mejillas ardiendo, a más no poder, al notar los sedosos labios del mayor, rozando los propios. No iba a engañarse, le gustó, más de lo que en sus sueños había imaginado.

Acariciando con los dedos, las ardientes mejillas del menos, Soohyun se separó, clavando la mirada en sus ojos.

-Lo siento si te ha molestado pero... -Dongho no le dejó terminar.  Besó de nuevo sus labios, con ganas. Volvió a hacerlo. Otro beso. Y otro. No quería dejar de hacerlo. Sus labios, su tacto, le había gustado, demasiado. Soohyun sonreía como un bobo, apretando al menor contra él.

-Hyung, prométeme que aunque no esté contigo en casa, esos besos y los brazos y todo serán solo para mi.

-No te preocupes, maknae mío, solo van a ser tuyos.

-Bien.

Abrazados, para no pasar mucho frío, sonreían de manera feliz y amplia, no le importaban que se congelaran o que estuvieran totalmente solos, para ellos, estar así, era lo mejor. Poco a poco se fueron separando, pero mantuvieron sus manos unidas, con los dedos entrelazados, caminando de vuelta a casa, dejando atrás, en el suelo, la chuche de Winnie the Pooh, que Dongho había dejado caer cuando se besaron. Ya no quería ser un niño con una chuche. Prefería ser un hombre, cogido de la mano del ser que quería, pata el que siempre había tenido ojos.

Sin mucha prisa, llegaron a la casa. Sería la última noche que Dongho pasaría allí, pero no quería hacerlo solo. Así que, una vez que llegaron, la casa estaba vacía, no había nadie en su interior. No se preguntaron donde podían estar los demás, simplemente se limitaría colarse en la habitación del mayor.

Los dos, a los pocos minutos, se encontraban en el interior de la cama, abrazados, dispuestos a descansar juntos, sin separarse.

Ya estaban más que dormidos, completamente, ambos soñaban, uno en los brazos del otro, sonriendo, cuando los cinco chicos asomaron por la puerta.

-Tú plan ha salido redondo, Hoon.

-¿Y que te esperabas?

-Menos egos.

-Hoon, Kevin, pelearos más bajito o los despertaréis.

-Lo sentimos, Eli.

-Bueno, dejarlos solos ha  sido perfecto, por fin se han atrevido a declarar sus sentimientos.

-Procuremos que no nos descubra el líder o tendremos problemas.

-Vamos a dejarlos dormir tranquilos.

Los cinco chicos se fueron, cerrando la puerta tras sí, dejando que el líder y maknae, juntos, pasaran la primera noche de sus vidas juntos.



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