Titulo: Teacher
Pareja: ZeBer (Zelo + Amber) BAP & F(x)
Tipo: Hetero
Genero: Romantico, lemon, drama
Nota: Este fic ha sido un pedido, por lo tanto, va dedicado a Sofía Torres, espero que tanto ella como los demás que lo lean, lo disfruten.
Y allí estaba ella, frente al campo de fútbol observando como los chicos jugaban. No negaba que le gustaría estar entre ellos, pero algo se lo impedía. Entre todos esos chicos, había uno, que no quería que la viese. Desde hace semanas que no se han vuelto a ver, desde su ruptura, pero Amber no ha dejado de querer a Taemin en todo ese tiempo. En su interior, sabía que no podría olvidar todo lo que le hizo sentir, y que nadie lo podría superar jamás. O eso le decía su corazón.
Con un suspiro escapando de entre los labios, marchó de aquel lugar. Pronto terminarían de jugar y no quería ser vista por alguien allí. No tenía ninguna prisa por llegar a casa, nada pendiente por hacer, así que con paso tranquilo, iba caminando, sin preocupaciones, Pero por el camino, alguien la entretuvo.
-¡Amber!
-¿Qué quieres, Zelo?
-Mira, tengo una nueva skate -El joven chico que había aparecido tras ella, se puso en su camino, haciéndola parar. Con una amplia e ilusionada sonrisa, le mostró su skate brillante y nueva, decorada con una gran "z" de diferentes tonos.- ¿Te gusta?
-Es muy bonita y parece buena.
-¡Si!¿Quieres verme utilizándola? He mejorado bastante y aprendido diferentes trucos, te van a encantar.
-Lo siento, Zelo, pero no tengo tiempo -Amber le mintió al menos. En realidad no tenía nada que hacer, pero sabía que el chico andaba tras ella siempre, que le gustaba y no quería ilusionarle más de lo que podía estarlo ya, pero a pesar de eso, testarudo, Zelo insistía.
-Pero te voy a sorprender, ya mismo seré reconocido el mejor de la ciudad -El chico no dejaba de sonreír, esperando que aceptara, pero Amber no tenía pensado ceder.
-Lo siento, de verdad, otro día.
Amber siguió caminando, dejando atrás a un joven desilusionado, pero no abatidos. Lo había intentando una vez más, pero no dejaría de hacerlo. Quería realmente hacerle ver a la chica que era mucho más que el tonto de su ex novio, lo intentaría todas las veces que necesitara, las que hicieran falta.
Amber ya se encontraba bastante alejada de él, por el contrario, más cerca de su casa. Su madre la estaría esperando para ayudarle a limpiar o a cualquier cosa que se le ocurriera hacer, así que no se retuvo más y pronto acabó ante la puerta de la casa. nada más entrar, su madre se acercó a ella, con una voz chillona y los pelos bastantes alborotados, recogidos con un pañuelo.
-Amber ¿pensaste ya sobre lo que te dije?
-Sí mamá.
-¿Alguna idea?
-La verdad es que
no -Ambas se miraron un momento en silencio. unos días antes, la madre le
dijo a su hija que debía de trabajar en algo si no quería seguir estudiando y
así pagarse las cosas que quisiera, pero por muchos puestos de trabajo que mirase
o buscase, no daba con uno que fuera con ella. De pronto, su madre chilló de
manera aguda, como una loca recién salida del psicólogo.
-¡Ya está!
-¿Qué pasa?
-Amber se había asustado ante aquella acción por su parte.
-Puedes dar
clases de inglés.
-¿Clases de
inglés?
-Sí, exacto,
gente que quiera aprender viene, le das clases, aprenden y tú ganas dinero
¡Todo resuelto!
-No sé, mamá, no
me veo capaz de hacerlo yo sola -Lo dijo de verdad, algo asustada, ella no
creía que pudiera dar clases, ni tan siquiera de ingles.
-Que si, boba,
que yo sé que podrás, y sin moverte de casa, como a ti te gusta -Su madre se
marchó a seguir cocinando, no si antes girarse un momento para terminar de
hablarle.- Ah, no me tienes que ayudar, no hace falta, crea unos carteles y sal
a ponerlos por la calle.
Resignada, sin
otro remedio que hacer y sin saber como hacerlo, Amber fue hasta su propia
habitación, arrastrando sus pies, para buscar algún ejemplo de como poder hacer
los carteles, a buscar alguna ayuda.
Habían pasado ya
varías horas entre crear aquellos carteles y pasearse por la
ciudad, colgándolos en los lugar con más relevancia. Fue directa a
poner uno en el instituto al que ella asistió, por si algún padre
interesado en que su hijo aprendiese, lo viera y así tener más oportunidades
para conseguir algo.
Justo cuando
terminaba de pegarlo junto a otros carteles de otras diferentes cosas, un
persona bastante conocida para ella, pasó por detrás suya, la
cual, al percatarse de quien era la llamó. Amber al girarse, sintió
como la sangre huía de su rostro y su respiración se detuvo durante un momento.
-Taemin... ¿Qué
haces aquí?
-Vengo a recoger a mi hermano menor de clases -El chico que acababa de aparecer, llamado Taemin, se acercó hasta el cartel que Amber había colgado.- ¿Clases de inglés?
-Sí, hace falta el dinero.
-Parece interesante, si mis padres están de acuerdo, mi hermano podría ir.
Amber no sabía que decir, se sentía realmente feliz al escuchar sus palabras, tendría oportunidad de ver y hablar frecuentemente con Taemin, su ex novio.
-Buena suerte con las clases.
-¡Gracias!
Estática, observando como Taemin se alejaba de ella, Amber veía su figura cada vez más borrosa, hasta que desapareció. Ahora, la idea de dar clases de inglés la estaba emocionando, se sentís muy alegre por ello. Llena de fuerza y determinación, volvió a casa, terminando de colgar los carteles por el camino, sin percatarse que una sombra la había estado siguiendo en todo momento. Dicha sombra, se paró frente a uno de los carteles colgado por ella. Al leerlo, sonrió. Una nueva oportunidad. Se fue montado en su skate nuevo, de vuelta a su propia casa, con el número de teléfono que había en el cartel bien grabado en su cabeza.
Cuando la chica llegó a su casa, su madre, se abalanzó sobre ella, chillando de nuevo como una histérica.
-¡La primera! ¡la primera!
-¿La primera qué, mamá?
-¡La primera llamada para que des clases!
-¿En serio?
-¡Sí!
Ambas se abrazaron, ninguna se esperaba que la primera solicitud fuera tan pronto, en tan poco tiempo, si hace una hora que había estado pegando carteles ¿ya los habían leído? ¿y si había sido Taemin? A Amber solo le faltaba llorar de la alegría que sentía en su cuerpo. Hacía mucho tiempo que no se sentía así de bien y esperaba que siguiera así por mucho más.
***
Nervios y más nervios. tenía que dar aquel día su primer clase de inglés, sin saber siquiera a quien. Por lo que le había dicho Taemin de su hermano, días antes, podía imaginar que era él. ¿y si lo acompañaba? Podía volver a ver y hablar con él, una vez más. Su cuerpo era puro nervio. Sus manos sudaban como nunca antes y no dejaba de pasear por la casa, recorriéndola entera.
-¡Relájate! O los nervios te comerán.
-No exageres, mamá.
-Vale, vale, te dejo sola, que yo he de irme a trabajar.
Con una linda sonrisa, su madre se marchó de la casa, dejando a la pobre Amber sola. Esta se dejó caer en una silla y consultó la hora en un minúsculo reloj que decoraba una de las paredes más amplias de la habitación. Era ya la hora en la que debía empezar su clase ¿y si se retrasaba? No creía que pudiera aguantar mucho más, los nervios la controlaban totalmente ya.
Tras un momento más de espera, el sonido del timbre la sobresaltó. Corriendo alcanzó la puerta, se colocó bien la ropa, se peinó el cabello con los dedos e intentó tranquilizarse. Parecía tonta, sí, pero ansiosa, respiraba profundamente. Con una mano temblorosa, abrió la puerta antes de quien estaba tras esta se pensara que no había nadie en el interior de la casa.
-Buenas tardes.
-Hola, Amber.
-¿Qué? ¿Qué estás haciendo aquí, Zelo? -La chica se encontraba bastante asombrada, no entendía que estaba pasando. Miró al rededor, buscando a Taemin y a su hermano, pero él único que estaba ante ella, era Zelo.
-Tu madre me ha dicho que hoy me darías mu clase de inglés -El chico sonreía bastante alegre y contento, levaba a su espalda una mochila, algo colorida y una gran gorra sobre su cabeza.
-¿Mi madre?
-Exacto.
Ambos chicos, casi de la misma altura, pero con una edad diferente, se observaban. No se llevaban mal, desde chicos siempre estaban juntos, siempre habían jugado y habían aprendido a usar el skate. Pero cuando ella supo que a Zelo le gustaba, se alejó totalmente de él, por miedo, pero en ningún momento, Zelo cesó y empeñado, buscaba cualquier escusa para poder hablar o pasar un tiempo con ella, a su lado, como siempre había hecho.
-Bueno, entra.
Los dos entraron al salón de la casa, y como si lo hubieran hecho cientos de veces, ambos se sentaron al rededor de la mesa central, uno al lado del otro.
-Pues nada, dime, ¿en que necesitas ayuda?
-La verdad es que no se me da nada bien los tiempos verbales compuestos -Mintió.
A Zelo se le daba bastante bien el inglés, pero no le importaba gastar dinero y tiempo para poder pasarlo con Amber. Ella poseía algo, que por mucho que se esforzara, no veía en otras chicas. Mientras ella le explicaba, creando esquemas y ejemplos con bastante fluidez, él no podía dejar de observar, embobado, su rostro, su cabello rubio algo alborotado, sus manos blancas, moviéndose de manera ágil ante él.
-¿Zelo? ¿Sigues aquí? -Amber acabó llamándolo al ver que miraba la nada y no le estaba prestando atención.
-¿Eh? ¡Sí, sí! Es que no entiendo esto .Con un dedo, señaló una frase al azar al bajar la mirada hasta los apuntes que le estaba dando.
-Esto te lo acabo de explicar -Suspiró Amber resignada, se le estaba haciendo agotador. De una manera u otra, tenía la sensación de que Zelo no le estaba atendiendo. Cuando, al mirar la hora, se percató que ya había acabado sus dos horas, avisó al chico.- Creo que es hora de que vayas a casa, Zelo.
-¡Ah, es verdad! -Algo decepcionado por tener que irse, Zelo comenzó a recoger las cosas, metiéndolas con cuidado en su mochila, las que él había llevado y los apuntes que Amber había creado para él. De un salto, se despidió de ella y en un descuido, le dio un beso en la mejilla, simplemente un roce, pero se lo dio, y antes de que protestara o algo, salió corriendo de la casa, no sin antes dejar el dinero por las clases sobre la mesa.
-Este chico... -Amber suspiró, con una mano sobre la mejilla que Zelo había besado, no se hubiera esperando eso nunca, le había pillado por sorpresa.
Tomó el dinero de la mesa, y lo contó. No es que no se fiara de él, sino que con la mala cabeza que tenía podía haberle puesto más de la cuenta. Pero todo estaba correcto. Tenía que recoger aquello para comenzar hacer la cena para ella y su madre y por si alguien más venía.. Si, tenía la esperanza que Taemin apareciese por su puerta. Pero cuando despejó la mesa de papeles, de percató que Zelo se había dejado un CD allí. Lo tomó y leyó el título "Rap's Zelo" Por el nombre dedujo que Zelo estaba aprendiendo a rapear, podía escucharlo, pero cuanto menos supiera de ese chico mejor, ya tenía suficiente con verlo algunas horas a la semana a partir de ese día, y esperaba que no durase mucho más tiempo.
Agotada y con esperanza, se sentó sobre el sofá, esperando a que el timbre de la puerta volviese a sonar. Pero la pobre Amber, estuvo durante más horas esperando a alguien que no llegaba.
Nervios y más nervios. tenía que dar aquel día su primer clase de inglés, sin saber siquiera a quien. Por lo que le había dicho Taemin de su hermano, días antes, podía imaginar que era él. ¿y si lo acompañaba? Podía volver a ver y hablar con él, una vez más. Su cuerpo era puro nervio. Sus manos sudaban como nunca antes y no dejaba de pasear por la casa, recorriéndola entera.
-¡Relájate! O los nervios te comerán.
-No exageres, mamá.
-Vale, vale, te dejo sola, que yo he de irme a trabajar.
Con una linda sonrisa, su madre se marchó de la casa, dejando a la pobre Amber sola. Esta se dejó caer en una silla y consultó la hora en un minúsculo reloj que decoraba una de las paredes más amplias de la habitación. Era ya la hora en la que debía empezar su clase ¿y si se retrasaba? No creía que pudiera aguantar mucho más, los nervios la controlaban totalmente ya.
Tras un momento más de espera, el sonido del timbre la sobresaltó. Corriendo alcanzó la puerta, se colocó bien la ropa, se peinó el cabello con los dedos e intentó tranquilizarse. Parecía tonta, sí, pero ansiosa, respiraba profundamente. Con una mano temblorosa, abrió la puerta antes de quien estaba tras esta se pensara que no había nadie en el interior de la casa.
-Buenas tardes.
-Hola, Amber.
-¿Qué? ¿Qué estás haciendo aquí, Zelo? -La chica se encontraba bastante asombrada, no entendía que estaba pasando. Miró al rededor, buscando a Taemin y a su hermano, pero él único que estaba ante ella, era Zelo.
-Tu madre me ha dicho que hoy me darías mu clase de inglés -El chico sonreía bastante alegre y contento, levaba a su espalda una mochila, algo colorida y una gran gorra sobre su cabeza.
-¿Mi madre?
-Exacto.
Ambos chicos, casi de la misma altura, pero con una edad diferente, se observaban. No se llevaban mal, desde chicos siempre estaban juntos, siempre habían jugado y habían aprendido a usar el skate. Pero cuando ella supo que a Zelo le gustaba, se alejó totalmente de él, por miedo, pero en ningún momento, Zelo cesó y empeñado, buscaba cualquier escusa para poder hablar o pasar un tiempo con ella, a su lado, como siempre había hecho.
-Bueno, entra.
Los dos entraron al salón de la casa, y como si lo hubieran hecho cientos de veces, ambos se sentaron al rededor de la mesa central, uno al lado del otro.
-Pues nada, dime, ¿en que necesitas ayuda?
-La verdad es que no se me da nada bien los tiempos verbales compuestos -Mintió.
A Zelo se le daba bastante bien el inglés, pero no le importaba gastar dinero y tiempo para poder pasarlo con Amber. Ella poseía algo, que por mucho que se esforzara, no veía en otras chicas. Mientras ella le explicaba, creando esquemas y ejemplos con bastante fluidez, él no podía dejar de observar, embobado, su rostro, su cabello rubio algo alborotado, sus manos blancas, moviéndose de manera ágil ante él.
-¿Zelo? ¿Sigues aquí? -Amber acabó llamándolo al ver que miraba la nada y no le estaba prestando atención.
-¿Eh? ¡Sí, sí! Es que no entiendo esto .Con un dedo, señaló una frase al azar al bajar la mirada hasta los apuntes que le estaba dando.
-Esto te lo acabo de explicar -Suspiró Amber resignada, se le estaba haciendo agotador. De una manera u otra, tenía la sensación de que Zelo no le estaba atendiendo. Cuando, al mirar la hora, se percató que ya había acabado sus dos horas, avisó al chico.- Creo que es hora de que vayas a casa, Zelo.
-¡Ah, es verdad! -Algo decepcionado por tener que irse, Zelo comenzó a recoger las cosas, metiéndolas con cuidado en su mochila, las que él había llevado y los apuntes que Amber había creado para él. De un salto, se despidió de ella y en un descuido, le dio un beso en la mejilla, simplemente un roce, pero se lo dio, y antes de que protestara o algo, salió corriendo de la casa, no sin antes dejar el dinero por las clases sobre la mesa.
-Este chico... -Amber suspiró, con una mano sobre la mejilla que Zelo había besado, no se hubiera esperando eso nunca, le había pillado por sorpresa.
Tomó el dinero de la mesa, y lo contó. No es que no se fiara de él, sino que con la mala cabeza que tenía podía haberle puesto más de la cuenta. Pero todo estaba correcto. Tenía que recoger aquello para comenzar hacer la cena para ella y su madre y por si alguien más venía.. Si, tenía la esperanza que Taemin apareciese por su puerta. Pero cuando despejó la mesa de papeles, de percató que Zelo se había dejado un CD allí. Lo tomó y leyó el título "Rap's Zelo" Por el nombre dedujo que Zelo estaba aprendiendo a rapear, podía escucharlo, pero cuanto menos supiera de ese chico mejor, ya tenía suficiente con verlo algunas horas a la semana a partir de ese día, y esperaba que no durase mucho más tiempo.
Agotada y con esperanza, se sentó sobre el sofá, esperando a que el timbre de la puerta volviese a sonar. Pero la pobre Amber, estuvo durante más horas esperando a alguien que no llegaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!