(YeWook) Seré tu sombra -Serial- Capitulo 14

-Usted...

-Sed bienvenidos, os estaba esperando.

Los dos chicos se miraron fijamente, sin entender lo que estaba sucediendo ¿Cómo que los estaba esperando? Ambos, cuidadosamente, se sentaron en unos cogiesen situados en el suelo, Yesung ayudando a Ryeowook a hacerlo para que no se cayera.

-¿Por qué...?

-Ya habrá tiempo para preguntas, Yesung -Ella los observaba detenidamente, cada uno de sus movimientos.

Ryeowook estaba alucinando, no podía creer lo que veía ¿qué estaba haciendo allí la adivina a la que le habían llevado Sungmin y Jessica hace apenas unos días?

-Os preguntaréis que está pasando aquí, pero como ya le dije a Ryeowook, tendría más relaciones con vampiros.

-Espera, espera -Interrumpió Yesung.- ¿Ya os conocíais?

-¿Y tú de que la conocías? -Ryeowook lo miraba de manera curiosa ante sus palabras.

-Bueno, el la líder del clan de vampiros de la ciudad vecina, los cuales nos están atacando a nosotros, y a la cual yo debo buscar.

Ryeowook no entendía lo que estaba pasando, miraba a Yesung y a la anciana adivina, que al sonreír por las palabras del mayor, pudo ver los colmillos que asomaban entre sus dientes.

-Tienes razón, Yesung, estamos ante una guerra, la cual vosotros dos tendréis que parar. Bien. es fácil. Si  yo estoy aquí y no con mi clan es porque necesito vuestra ayuda y Siwon no debe saber nada de esto.

-No entiendo nada.

-Escúchame bien. Siwon con sus intenciones de ser el mejor y el más poderoso, descubrió que el vampiro más fuerte de mi clan había encontrado su mitad. Un niño con apenas 9 años. Lo que él quería era cuidarlo y dedicar su vida a él, pero Siwon, con sus ansias de ser el mejor y su orgullo, mandó a asesinar a ese niño.

A Ryeowook se le encogió el corazón al escuchar esa historia, no entendía como podía haber gente tan cruel, Siwon era una bestia sin corazón. Yesung cogió una de sus manos para que no sintiera ningún miedo.

-Cuando se descubrió el cuerpo del niño muerto, el vampiro del cual era su mitad, entró en cólera. Empezó a crear vampiros, los cuales mandaba a buscar a Siwon, con sed de sangre. Esta guerra se ha producido por los intereses de Siwon, y si estoy aquí, a escondidas, es porque vosotros debéis derrotar  a Siwon y dárselo a mi clan. 

-¿Cómo vamos a hacer eso? -Yesung no sabía ni como hacerlo. Tenía información de que Siwon ha estado haciendo realmente atrocidades, algunas impronunciables, asesinando a gente para ser el mejor durante toda la eternidad. Recordó lo que le hizo a su pequeño Ryeowook. Lo miró. En esos momentos lo tenía a su lado, pero había estado separado de él durante mucho tiempo, incluso sin saber de su existencia. Apretó su mano entre las propias, con fuerza. No se iba a permitir perderle una vez más.

-Dime, Yesung ¿no te sientes un poco más fuerte, más poderoso, tras haber tomado el cuerpo y sangre de Ryeowook?

Yesung la observó un momento. Aquello era cierto, se sentía más poderoso, más invencible, con más fuerza, a partir de ese momento.

-Tú silencio nos dice que si. Cuando termines el proceso, tus instintos de vampiro se desarrollaran y serás imparable. Yesung, sin Ryeowook, hubieses podido frenar a Siwon, ahora, te será más fácil ¿no crees? -Las palabras de la adivina vampiresa, provocó un silencio en la sala. Ryeowook se sentía incomodo en esa situación. Millones de preguntas se formulaban en su mente, pero solo una escapó de sus labios, rompiendo el silencio.

-¿Y que pinto yo en todo esto?

-Buena pregunta -Yesung levantó la cabeza al escuchar su preguta. Le preocupaba como pudiera estar su pequeño.- Una vez que te haya convertido Yesung en un vampiro, le ayudaras y de la siguiente manera...

***

Estaba muy nervioso, mucho, ni su presencia, ni sus manos acariciando sus brazos, ni su mirada tranquila conseguían relajarlo.

-No te preocupes, no va a pasar nada malo.

Ni sus palabras. Lo miró a los ojos, sabía que le decía la verdad, pero había algo inquieto en él. Se encontraba sin camiseta, encerrado en una habitación con él, con tan solo apenas la luz que les proporcionaba una vela. Notaba sus besos por la piel del cuello, eran muy lentos, pero suaves, que lo estaban haciendo estremecer por completo. Sentía una calor emerger de su pecho. El calor que le proporcionaba, nunca antes lo había sentido. Era especial y estaba cargado de sentimientos, verdaderos.

-Recuerdas lo que hay que hacer ¿verdad?

-Sí, respondió con una voz débil, no sabía si estaba preparado para aquello, pero lo que si sabía es que tenía que hacerlo si o si. No le quedaba otra opción. Tragó saliva. Le acariciaba con los dientes la piel, le arañaba.

Contuvo el aire por un momento, justo cuando sintió como clavaba sus colmillos en su propio cuello.  Un gemido de dolor escapó de sus labios. Sentía como la sangre salía de la herida que le había hecho, pero él la absorbía, sin desperdiciar ni una sola gota.

Se separó y con los colmillos, se rasgó su propia muñeca, dejando una fina linea de sangre.

-Bebe.

Su voz  era ronca y áspera, y por los labios se le escapaba algo de sangre. Pero no se hizo de esperar. Acerco los labios hasta su muñeca y con la lengua recogió la sangre que borbotaba de esta. Sabía a hierro puro. Tragó esa sangre. Sintió como un fuego quemaba su garganta con cada trago de sangre, y como esta se expandía  por su cuerpo, le ardía. Se sentía morir en ese momento.

***

-Estoy muy cansado.

-Créeme, yo también.

-Tanto correr...

Ambos se miraron y una ladina sonrisa se dibujó en su rostro. Era hora de cazar. Habían quemado toda la sangre que podían haber tomado de aquellos inútiles vampiros. Algo de sangre fresca no les vendría nada de mal.

Se asomaron, por el tejado de una casa. A los pocos segundos, uno le hizo un gesto al otro, para que mirara en una dirección.

-¿Prostitutas?

-No están mal, y no tenemos nada mejor.

-Bueno está bien.

Tras aquella respuesta, ambos se lanzaron al vacío, cayendo al frío asfalto con mucha elegancia y gentileza.

-Que rápido has aprendido para ser novato en esto.

-Tengo al mejor maestro.

Sonriendo de  la misma manera que con anterioridad, se acercaron a las dos mujeres, vestidas con unas ropas demasiado llamativas, las cuales al verlos, se lanzaron a conquistarles, a que les pagaran por una noche de puro placer, pero lo que no sabían eran sus verdaderas intenciones.

Ambos vampiros se las llevaron a un callejón oscuro, con la escura de hablar y negociar que hacer. Ellas encantadas aceptaron. Pero su terrible final llegó, y acabó con un grito de desesperación por parte de una de ellas al sentir unos fríos colmillos en su cuello, desgarrándola completamente.

Dejaron los cuerpo dentro del contenedor de la basura, y seguidamente salieron de allí. Se miraron mutuamente durante unos segundos.

-Tenemos una cosa que hacer.

-Exacto.

-Mejor nos vamos de aquí antes de que amanezca de nuevo.

-Sera lo mejor.

-Mañana cambiará todo.

Ambos vampiros, rieron de manera malévola, desapareciendo en la fría noche que inundaba la ciudad.