Llevaba varios días eufórico, nervioso e irradiaba felicidad por todos lados. No dejaba de sonreír y ponía cara de bobo cuando recordaba todo lo sucedido días anteriores.
Ganaron el concurso de rap ganaron a los mejores de la ciudad, pero lo mejor de todo, fue que Amber lo besó delante de miles de personas, besó sus labios y todos fueron testigos de ello.
Sintió su cuerpo estático, permaneció como en una nube, volando, soñando. No supo como reaccionar después, pero logró ver la feliz cara de la chica, y el rostro de Taemin, cargado de ira y de celos. Habían ganado y ahora ellos estaban muy por encima de él.
Pero incluso cuando bajaron del escenario, estuvieron festejando con todas aquellas personas que los felicitaban por su gran actuación. Pero ya nada los ataba a estar juntos ¿no? Cuando pasaron varios días, sin verse, su madre le pidió que llevara unos cacharros a casa de Amber. Era su oportunidad para hablar con ella.
Corría por la calle, feliz, procurando que nada se le cayese por el camino.
Durante todo el trayecto, había estado planeando que decirle cuando la vea, mil formas de sacar tema de conversación y poder quedarse más rato, pero al encontrarse ante su puerta, y tras tocar al timbre, su mente se quedó totalmente en blanco.
-Hola, Zelo, tú por aquí, que raro -Bromeó la chica al abrir la puerta y encontrárselo allí parado. Este no sabía como reaccionar. Ninguna palabra salía por sus labios.
-Eh, esto, esto...
-¡Ah! Traes los cacharros de mi mamá.
-¡Sí! -Zelo le dio las cosas a Amber sin saber que más decir. Estaba muy nervioso y le sudaban las manos.
-¿Quieres entrar un rato?
Ahí si que lo pilló. No sabía que hacer. Miraba a todos lados, nervioso, buscando que decir. La chica se percató de ello y cogió su brazo para tirar de él al interior de la casa.
Una vez dentro, ambos se dirigieron al salón, pero Zelo se quedó a la espera de que ella volviera, ya que había ido a llevar los cacharros a la cocina. Estaba allí con ella...
-Esta noche cuando mi madre vuelva le diré que los has traido.
¿Qué estaban solos en la casa? Sin quererlo, Zelo se sonrojó cuando Amber volvió diciendo aquellas palabras, con una sonrisa en el rostro.
-Sí.
-¿Qué te pasa? Te noto raro.
-No, n-nada.
-Está bien, siéntate, te voy a enseñar algo -La chica se marchó dejando a Zelo solo. Este se sentó sobre el sillón, y como un niño chico, recorrió con la mirada la habitación. Todo parecía igual que siempre, nada había cambiado, excepto una cosa que le llamó la atención.
Se levantó y cogió una libreta que reconoció al instante. Era una libreta que él mismo le regaló hace tiempo a Amber. Curioso, ojeó la libreta y descubrió que estaba escrita, y para su asombro, descubrió que ella lo utilizaba como diría personal.
Las manos le comenzaron a temblar. Aquello estaba mal, lo sabía, pero algo en su interior le pedía a gritos que lo leyese, pero si ella lo pillaba, no se lo perdonaría nunca. La vista se le bajó por un momento a las hojas escritas y lo primero que leyó fue su nombre. Eso fue lo que le dio el impulso a seguir leyendo, la curiosidad por lo que había escrito de él.
"Creo que he dañado a Zelo. No era mi intención, pero no quiero que esté enamorado de mi, ha sido por su bien, para que no sufra. Yo tengo mi corazón para Taemin, a demás, es muy pequeño para mi. Espero que con el tiempo lo entienda y me pueda dejar tranquila y él ser feliz sin mi"
Zelo, pasó un par de paginas más adelante. Leer eso le había dolido, para que engañarse. Se detuvo de nuevo en una página al azar y comenzó a seguir su lectura.
"Estoy demasiado feliz, desbordo felicidad. Taemin me ha pedido ser su novia, y yo, claro, he aceptado más que encantada. Me ha propuesto ir al cine, a pasar una tarde solamente con él. Un sueño que se estaba cumpliendo y no podía evitar estar feliz. Es lo que siempre he querido. Y más sin que nadie nos molestase.
He vuelto del cine, y algo disgustada. me ha sorprendido encontrarme allí a Zelo, en una película de amor, y para colmo me ha fastidiado la tarde. Estaba a punto de besarme con Taemin cuando el tonto este, que estaba justo detrás nuestra, se levantó y tiró "sin querer" sus palomitas encima nuestra, fastidiando aquel momento mágico que podía haber tenido con Taemin.
Le voy a dar una paliza como vuelva a hacer algo parecido, se va a enterar ese."
Él chico comenzó a reír, de manera divertida, al recordar el momento. en realidad, él fue allí a propósito para fastidiar e impedir que se besaran. Volvió a pasar las paginas, lleno de curiosidad por seguir leyendo.
"A Taemin no le gusta que vista con ropa ancha y tampoco que monte en skate, ni rapee, así que lo tendré que dejar, a pesar de que me da mucha pena. Es lo que más me gusta hacer y no podré.
Ahora mismo he visto pasar a Zelo por mi calle con su skate y me muero de envidia.
Desearía coger una, pero eso me costaría una pelea de nuevo con Taemin y no quería tener de nuevo una disputa con él, me dolía mucho verlo enfadado conmigo."
Unas páginas más adelante y lo dejaba, no vaya a ser que lo pillara.
"Me cansa mucho.
Todas las chicas van tras Taemin, intentan ligar con él, y él mismo, no sé si es porque es demasiado bueno o que, les sonríe y es tan amable con todas. las trata como si las conociera de toda la vida. Y eso hace que me hierva la sangre.
Estoy muy cansada de tener que aguantar todo ello."
Zelo suspiró profundamente. le dolía aquello, más que nada porque las palabras de Amber le transmitían dolor y sufrimiento. estaba más que seguro que lo había pasado muy mal y quería cambiar todo ello para que se sintiera por fin bien, como se merecía. Así que siguió leyendo.
"Hoy... Ha sido un día mortal.
Todo se resumen en que he dejado a Taemin ¿por qué? Lo he descubierto, a la salida de las clases, besando a otra chica. Estaba muy enfrascado y se notaba que era un beso muy pasional.
No he podido más.
Yo lo amo con todo mi corazón pero me ha dañado mucho más de lo que yo puedo soportar, o creía soportar. No será para nada fácil de superar.
Ahora no tendré que sufrir por lo que él causaba en mi, ahora tendré mi propio dolor de soledad"
Más páginas.
"Zelo esta siendo un pesado. ¡Lo veo por todos lados! Y siempre sonriendo como un tonto. Me pone histérica. menudo pesado."
El chico rió ante eso. Era verdad que se comportaba como un incordio y un niño chico cuando quería, pero lo único que buscaba era verla bien y hacerle ver que estaba con ella para todo, y que mucho menos, era como los demás.
Escuchó un ruido tras él y dejó el diario en el lugar de donde lo había cogido con temor. Volvió a sentarse en el sillón y miró sus manos, con las que jugaba debido a los nervios que en ese momento recorrían su cuerpo entero.
-Bueno, espero no haber tardado mucho -Amber apareció con su skate nuevo, ganado en el concurso, en las manos. Él pudo ver que había mandado a dibujar en ella una gran A.- Ahora es como la tuya.
Sonreía como un bobo, no lo podía evitar ¿cómo con algo tan mínimo le podía hacer sentir algo tan grande? Se le iba a salir el corazón del pecho a ese paso, de lo rápido que le palpitaba.
Pasaron parte de la tarde hablando, creando planes para tener, por así decirlo, motivos por los que verse. Amber seguiría dando clases de inglés, ya que recibió otras llamadas para ello, mientras Zelo iba al instituto.
Pero en sus ratos libres, acordaron en quedar para practicar y hacer sus hobbies en común, que era como en realidad disfrutaban.
Amber había acabado aceptando la presencia del menos. No se sentía para nada sola con él, es más, quería estar con él. Esos días había estado buscando una manera de verlo, ya que inevitablemente, lo necesitaba y no sabía porque. Solo su presencia la calmaba y alegraba. No quería aceptarlo, pero la idea de estar enamorada de él, le vino a la mente y lo descartaba, pero algo en ella le decía que si lo estaba ¿Pro cómo?
Llevo la mirada a la sonrisa que adornaba el rostro de Zelo y fue cuando lo entendió todo.
Era su sonrisa y la felicidad que le aportaba lo que la había enamorado, pero no solo eso, todo él, la había conquistado completamente.
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