Notas: ¡Buenas a todos! ¡Por fin traigo el último capitulo! Ha costado, pero ya podéis disfrutar del final y de una explicación a todo, que va haciendo ya falta ¿no? De verdad que espero que os haya gustado la historia y la hayáis disfrutado. Me gusta bastante esta couple y aunque traiga al blog de otras, seguro que escribo más de ellos. ¡Muchos besos!
-¿Por qué no prestas un poco más de atención a lo que estás haciendo? -le dijo Jooheon con un intento de ser cariñoso pero a la vez serio.
Después de pasar unos días perdido completamente entre sus pensamientos, Minhyuk no tuvo más remedio que confesarle todo a su amigo. Se enfadó mucho con él, pero acabó apoyándolo. Había pasado ya unas semanas desde que supo la verdad de Kihyun y se había ido con su esposa y aún él seguía con la mente en otras cosas. Simplemente no podía olvidarle.
-Mira, da igual, déjalo. Ya lo recojo yo -Jooheon lo pasó por alto, quizás era la tercera vez en ese día que se le caía algo al suelo. No estaba bien. Aquel lugar era donde peor estaba, porque hasta el último rincón llevaba a Kihyun hasta su mente.
-¿Por qué crees que lo hizo? -murmuró muy bajito para que solo Jooheon se enterara.
-No tengo ni idea. Pero para haberte engañado y haberse aprovechado de ti, no deberías darle tanta importancia.
-Pero tenía algo... era especial...
-Sí, todos parecen especiales hasta que te muestran como son de verdad. Mira... -Joheon se puso a su altura, y con una mirada seria, dejó clara su postura-. Te dije que no cogieras cariño a ninguno, a nadie de los que tratamos aquí. No es porque no lo merezcan, porque todos los merecen, pero acabamos nosotros mal. La experiencia debería hablar por ti, y lo sabes.
Con esas últimas palabras, lo dejó allí plantado. Minhyuk no sabía qué hacer. Tal vez Jooheon tuviera toda la razón y debía olvidar a Kihyun, meterse en la cabeza que no volvería a verlo y que todo había sido una mala pasada. Que ya no volvería a repetirse. Sin embargo una parte de él quería y deseaba seguir pensando en Kihyun. Como si así fuera a volver diciendo que todo era una broma y que nada era real.
Minhyuk sonrió como un tonto. Lo había engañado y ni siquiera se sentía como tal. No era capaz de culpar a Kihyun por lo que había hecho. Ya que gracias a eso había sido capaz de conocerlo. Era tan absurdo que le dolía en el fondo.
La noche en el comedor social pasó lenta, como una más. Incluso se quedaba a ayudar a cerrar por si en algún momento aparecía Kihyun, pero nunca lo hacía.
-Eh, Minhyuk, prométeme que lo dejaras pasar ya -le dijo Jooheon pasando a su lado. Él se limitó a asentir con la cabeza. No sería tan fácil cumplir con eso.
Al verse allí solo, fue cuando se animó a caminar hasta su casa. No tenía prisa alguna. No estaba casado por lo que no había nadie esperándolo al llegar y tampoco tenía mucho dinero que pudiera gastar en un restaurante para cenar acompañado por alguien. Él no tenía a nadie más que a sí mismo.
En mitad del camino a casa, no supo por qué, pero recordó la pulsera de cuero que Kihyun le regaló con su nombre. La seguía llevando puesta y no sabía exactamente por qué. Tal vez porque le hacía sentirse bien, por ser un regalo o porque así sentía que Kihyun no se alejaba de él.
Minhyuk se sentía muy estúpido. Consideraba que el destino le estaba haciendo pasar por un mal trago, por una prueba en la que estaba cayendo como un tonto. El destino se encargó de poner ante él una persona que cambiaría su monótona vida, que tendría un sentido cada día, para en poco tiempo arrebatársela. ¿Era un idiota si se quedaba esperando a que se lo devolviera? En su cabeza había una respuesta afirmativa.
Estaba claro. Kihyun era una persona rica, con reconocimiento, una vida que llevar y una familia con la que compartirla ¡incluso estaba casado! Él no pintaba nada, era una piedra insignificante en su brillante camino. Sin embargo, por otro lado su corazón embargaba una profunda duda ¿por qué dejó todo el confort y su familia con el fin de convertirse en un vagabundo para acercarse a él? No tenía sentido. En realidad nada tenía sentido.
Ahora lo maldecía todo. Tenía que haber hecho desde un principio caso a Jooheon y ahora no estaría de ese modo. Melancólico y pensativo. Odiaba mucho tener que darle la razón.
Estando próximo a su casa, golpeó una piedra por inercia y la siguió con la mirada. La piedra acabó junto a los pies que esperaba en el portal donde Minhyuk vivía. Era posible que estuviera esperando a algunos de sus vecinos, pero. A quien esperaba era él.
-No creía que fueras a tardar tanto... Si no hubiera pasado a buscarte al comedor -comentó Kihyun, con un semblante serio.
-Por mi parte no creo que sea lo adecuado que te presentes... así de la nada -Minhyuk no pudo pasar por alto que las ropas que vestía el ex vagabundo costaban mucho más de lo que él mismo podría costearse trabajando un año entero.
-Tienes razón -se limitó a decir el otro.
-¿Qué es lo que quieres? Yo no tengo nada para ti -a Minhyuk no le gustaba hablarle de esa manera, pero ahora la propia presencia de Kihyun le imponía y lo incomodaba-. No me quiero meter en líos con tu mujer.
-Ella no sabe que estoy aquí... Me he divorciado, esta mañana mismo he firmado los papeles junto a ella. No ha estado muy de acuerdo, pero no me importa, lo he hecho y estoy muy contento por ello -confesó Kihyun, siendo capaz de mirar a los ojos a Minhyuk, quien por lo contrario no era capaz de mantener su mirada.
-Uhm, me parece bien si era lo que querías -¿qué quería que le dijera ante eso? En cierta manera se sentía bien de que no tuviera relación matrimonial con una desquiciada como esa, pero tampoco entendía el motivo por el que aparecer allí a confesárselo.
-También... quiero pedirte perdón... considero que tal vez no fue lo mejor que pude hacer para conocerte, pero te pido por favor que me escuches durante unos instantes. Quiero darte mis motivos -aquellas palabras de Kihyun si que despertaron más interés en Minhyuk-. Si luego decides no volver a verme, lo entenderé. Sin problema alguno.
-Te escucho -dijo Minhyuk tras tomarse unos segundos de reflexión sobre si quería o no escuchar lo que tuviera que decirle.
-No me culpes por querer conocerte... Te vi un día que fui a comer para cerrar un negocio en el restaurante en el que trabajas. No eras nuestro camarero pero sí que te vi por allí y desde que posé mis ojos en ti no he podido olvidarte... Sé que suena muy cursi e incluso loco, soy consciente de ello, pero yo quería conocerte...
Kihyun tragó saliva observando la expresión que Minhyuk lucía. Si era alguien rico no le extrañaba que lo conociera allí, pero aún seguía teniendo muchas dudas al respecto.
-Bueno, me atreví a preguntar a tu jefe cuál era tu nombre y cosillas sobre ti. Cuanto más sabía, más quería conocerte y eso que tampoco aportó mucha información. Lo que sí que me dijo y me llamó la atención, es que por las noches no trabajabas ya que estabas como voluntario en un comedor social. Me pregunté cómo un chico como tú iría a ese lugar. Un día aparecí, no llegué a entrar, pero si pude verte a través de las puertas... En ese instante tuve la sensación que en ese lugar eras mucho más feliz que en el restaurante, como si ayudar a los demás te llenara por dentro...
-¿Entonces fue cuando decidiste hacerte pasar por un vagabundo? -cortó Minhyuk, más curioso que otra cosa. No se sentía molesto ni nada similar, solo quería conocer como seguía la historia.
-Básicamente sí... Pensé que si me hacía pasar por un vagabundo me aceptarías mucho más que si me presentaba ante ti con traje de chaqueta... Entonces fue cuando lo preparé todo para poder ausentarme sobre un tiempo... Siento haberte engañado -sus palabras parecían sinceras, pero aún costaba que Minhyuk lo asimilara.
-Entonces tu pérdida de memoria y tal... falso todo ¿no?
-Me temo que sí... Era la excusa perfecta para no tener que dar explicaciones sobre cómo acabé siendo un vagabundo... Lo siento mucho, te lo digo sinceramente.
-¿Y esto también el falso? ¿Me lo diste para acercarte a mí? -al preguntar, Minhyuk alzó su brazo para que el chico pudiera ver la pulsera de cuero que en su momento le regalo.
-No, ni mucho menos -dijo Kihyun negando con la cabeza-. Esa pulsera la tengo desde que era un niño, un regalo que me hice a mí mismo cuando conseguí mi primera paga por parte de mis abuelos, y el día te la regalé lo hice porque salió de mi corazón hacerlo. Deseaba que fueras tú quien la tuviera de verdad. Eso no tuvo que ver con el hecho de que quisiera acercarme a ti o que lo planeara con anterioridad. Y aún deseo que la sigas teniendo tú.
Algo en Kihyun, en su forma de expresarse, en sus ojos o incluso en sus palabras, conseguía que Minhyuk no tuviera ninguna duda más. Algo hacía que le creyera completamente.
-No voy a juzgar lo que has hecho y mucho menos tus motivos. Mejor que tú, nadie los conoce y no creo que necesites explicármelos todos... Yo solo me sentía mal, engañado y confuso. Aunque ahora estoy algo mejor, pero no sé qué decirte, la verdad. Me has pillado muy por sorpresa -dijo Minhyuk. Creía conveniente que Kihyun se merecía una explicación de lo que pensaba, pero no tenía mucho más que decir. Salvo una cosa-. Te he echado mucho menos.
-Lo cierto es que yo a ti también. Y quiero disculparme por si he vuelto para darte una explicación tan tarde... quería atar todos los cabos sueltos antes de volver a presentarme ante ti, antes de intentar convencerte para que me des una oportunidad. Lo he hecho mal, pero no quiero que te alejes de mí... puedo parecer egoísta pero...
-Déjalo ya, Kihyun -Minhyuk le cortó antes de que siguiera-. No es necesario que me sigas diciendo lo mucho que lo sientes o que estás arrepentido. Entiendo perfectamente tu situación, y por eso quiero que tú entiendas la mía.
Minhyuk tenía la necesidad de explicarse, de darle a entender sus sentimientos ahora mismo, pero ni siquiera sabía cómo empezar. No estaba molesto en sí con Kihyun, en parte lo entendía, aunque le molestaba las formas que había tenido de hacer todo.
-No estoy enfadado ni nada similar contigo, la verdad. Pero me siento algo incomodo con la situación. Para mí eras hace unos días un vagabundo al que quería ayudar. Y resulta que tienes mucho más dinero que la gran mayoría de la gente de toda la ciudad. Me engañaste. Y aunque he pasado todo este tiempo meditando sobre todo esto, supongo que necesitaba tu versión para terminar de asimilar todo.
-Puedes creerlo o no, pero te entiendo y voy a dejarte tu tiempo y espacio. El que necesites -Kihyun aún derrochaba algo de nerviosismo en sus movimientos. Sobre todo cuando se pasó una mano por su cabello.
El silencio se adueñó de ambos, era algo incomodo. Minhyuk quería decir algo ¿pero qué era lo adecuado para una situación como esa? ¿lo invitaba a entrar en casa? ¿le ofrecía ir a algún lado a tomar algo!? ¿o bien se despedía y lo dejaba allí solo?
-Esto...
-Mira, no tienes que decir nada más -ahora fue Kihyun quien lo cortó-. Pero solo quiero decirte algo antes de que me vaya... No voy a dejar que pase el tiempo sin verte como estos días... Voy a venir todos los días a verte hasta que decidas que es el momento de haber aclarado tus pensamientos y tus sentimientos. Mientras tanto no pienso dejarte solo. Así te demostraré que voy en serio con esto...
-¿A qué te refieres con esto? -preguntó Minhyuk sin entender exactamente a qué se refería.
-Que pienso venir todos los días a buscarte, por lo menos para verte y que tú puedas ver que realmente estoy interesado en conocerte. No quiero que pienses mal de mí, lo voy a hacer porque me atraes de verdad y quisiera tener algo contigo.
La confesión de Kihyun lo pilló por sorpresa. Podía pensarlo en algún momento, hacerse una idea de por donde iban sus intenciones, pero lo último que esperaba es que acabase confesando.
Sus sentimientos estaban revolucionados, estaba muy confundido y su corazón revoloteaba en su pecho ¿qué era lo que le estaba pasando? ¿por qué hace unos momentos estaba dolido, echando en falta a Kihyun y ahora que lo tenía en frente se sentía en otro mundo? Sin saber cómo ni por qué, acabó abrazando al chico. Era algo que necesitaba su propio cuerpo. E incluso apreciaba un sentimiento de tranquilidad y bienestar que lo inundaba por completo. Confesaba que se encontraba mejor que nunca en los brazos de Kihyun.
-Ven siempre que quieras, yo estaré encantado de recibirte -fue lo único que dijo Minhyuk. No consideraba que las palabras expresasen lo que sentía. Ese abrazo ya explicaba lo que ambos sentían en ese instante y lo que el destino les deparaba.
Me encantó, lo leí de u a, escribe más.
ResponderEliminarTienes alguna de Kihyun con una fan????
Moriría por leer algo así, por fis!!!!
Tengo intenciones de escribir más de los chicos de Monsta X pero no tengo nada de Kihyun con alguna fan y no sé si escribiré algo de eso, primero necesito algo que me inspire para que salga bien. ^^
EliminarMe ha encantado, esperaba algo más cursi al final como un beso JAJA pero quedó muy bien así, muchísimas gracias por escribir esto, te lo dice una fangirl del Kihyuk <3
ResponderEliminarSiendo sincera quería meterle algún beso en el final, pero hacerlo me parecía muy forzado, creo que así está bien. ^^
Eliminar¡Muchas gracias por tu cumplido! ¡Sobre todo por comentar! <3
Me encantó, adoro esta pareja y he leído muy pocos fics que estén tan buenos como este. Disfruté cada capítulo y realmente creí que iba a terminar mal, pero por suerte no fue así. Espero más historias de ellos. ♥
ResponderEliminar¡Hola!
Eliminar¡Me alegro muchísimo que te ha haya gustado! La verdad es que me costó decidir el final, e incluso pensé en que terminara mal pero al final creí que los chicos no se lo merecían. Me gustaría escribir sobre ellos más, pero tengo otras historias pendientes, pero seguro que habrá algo de ellos en un futuro.
¡Gracias por comentar! ^^