(YeWook) Seré tu sombra -Serial- Capitulo 11

Después de haber pasado toda la tarde durmiendo y de la charla que Sungmin le había dado, Ryeowook había pasado un buen rato meditando, asumiendo todo lo ocurrido desde días anteriores. Ojeaba y leía aquel libro de vampiros tan extraño. Sobre su forma de vida, sobre todo lo relacionado con sus mitades, sobre su comportamiento, incluso los diferentes clanes que había. El sello de uno de ellos le llamó la atención. Una calavera con serpientes. la había visto antes, en sueños, en sus recientes desmayos y en el anillo que Yesung llevaba. Se quedó mirándolo fijamente, curioso, cuando la puerta de la calle se abrió de una sola vez.

-¡Kyu!¡Estás aquí! -Sungmin, feliz y sonriendo, se giró al ver entrar al vampiro, pero se sorprendió cuando vio que tras él, había otro vampiro totalmente desconocido para él. Una vez que ambos se encontraban dentro de la casa y con la puerta cerrada tras ellos, el nuevo vampiro se lanzó sobre Ryeowook, quedando ambos echados sobre el sillón color marfil.

-¡Mío, mío! -Murmuraba el vampiro estrechándolo entre sus brazos.

-¡Jongwoon, me haces daño! -gemía Wook como podía, contándole respirar debido al peso del otro, que lo aplastaba. Yesung se separó un poco preocupado, momento que Ryeowook no desaprovechó y le atacó con uno de los cojines.- ¡Me abandonaste en el basurero!

Yesung comenzó a reír ante se osadía, y lo abraza con mucha fuerza contra su cuerpo, encantado de tenerlo de nuevo, sin pensar en soltarlo.

Kyuhyun y Sungmin los miraban, sin saber bien si reír o callar, ya que les parecía una pareja muy mona y graciosa.

-Espera...-Yesung soltó el abrazo, e hizo que Ryeowook estirara el cuello, para poder mirarlo mejor. Pasó los dedos por allí, analizando los moratones que cubrían parte de la piel del menor- ¿Quien te ha hecho esto?

-La voz de Yesung, junto con su mirada, se volvieron totalmente frías. A Sungmin le había causado algo de miedo, se había sobrecogido, mientras Ryeowook estaba muy quito, sin saber que hacer ni moverse bajo la mirada del mayor, aunque, casi de manera inconsciente, llevó sus ojos hasta Kyuhyun y Yesung se dio cuenta de esto.

-¿Kyuhyun?

-Bueno.. Pensé que era un intruso... -No le dio tiempo a terminar la frase ni a reaccionar cuando ya tenía a Yesung agarrándole por el cuello, contra la pared, sin que pudiera tocar el suelo con los pies. Los ojos del mayor lanzaban chispas, furioso.

-Vuelve a ponerle una mano encima y no vivirás para contar si lo viste o no.

-Jongwoon... -La voz dulce y asustada de Ryeowook lo hizo reaccionar. Soltó a Kyuhyun sin dejar de mirarlo de manera amenazante.

-¿Estamos aquí a salvo? -Murmuró volviendo a sentar al lado de su niño.

-Por ahora sí -Le respondió Sungmin, que había ido al encuentro de Kyuhyun para asegurarse que estaba bien.

-Pero tendremos que irnos a un lugar más seguro -Yesung habló mirando de nuevo a Ryeowook, acariciando con una mano su mejilla. estaba bastante embobado con su suave y tibia piel. Ryeowook se estremeció bajo su contacto, intentando hablar.

-¿Tenemos que escondernos?

-No nos queda otra.

-¿Y donde iremos?

Kyuhyun y Yesung cruzaron sus miradas. Era un tema que habían estado tratando por el camino que les había llevado hasta allí. Le habían estado dando muchas vueltas y tan solo llegaron a una conclusión. Era la única que tenía.

-Nos internaremos en el bosque que hay al sur de la ciudad- Comentó Yesung.

-¿Ese tan profundo?

-Sí allí hay un sitio donde podremos ocultarnos.

Ryeowook no volvió a decir nada más, seguía asumiendo todo aquello como podía. Se encogió sobre sí mismo. Sentía miedo por todo lo que le estaba ocurriendo. Él no quería que le ocurriese aquellas cosas tan malas y dolorosas.

-Wook... -Sungmin se acercó hasta él, poniendo una mano sobre su hombro.- Todo va a estar bien, ya lo verás.

Sin ninguna palabra más, se levantó  y en una mochila que cogió, de camino a la cocina, Sungmin fue metiendo comida y el libro sobre los vampiros, para dárselo a Ryeowook cuando se fuera, mientras, Yesung y Kyuhyun, discutían sobre un plan, dejando al pobre Ryeowook de lado, en su mundo. Se sentía más por él, pero ni siquiera podía hacer nada por mejorar la situación.

Ryeowook se puso en pie, dirigiéndose hasta una ventana. La abrió de par en par, con la necesidad de que el aire frío de la noche, golpeara su rostro, y lo ayudase a despejar su mente de tanto problema. Suspiraba profundamente, cansado, solo quería descansar un poco, y no notar como su cuerpo, se encontraba tan magullado. Fijó su mirada en la oscuridad de la ciudad ¿cómo podía haber cambiado tanto su vida en tan poco tiempo? Ni él mismo se lo explicaba. Se quedó con la mirada perdida en la noche, sin moverse lo más mínimo.

Entonces fue cuando sintió una mirada fija en él, un movimiento fuera de la ventana. Queriendo separarse de la ventana, no le dio tiempo a evitar que le hiciera un arañazo en una mejilla, cuando se percató que algo estaba ahí fuera. El olor de la sangre que comenzó a brotar de esa herida,  llegó hasta Yesung, que no tardo ni segundo en colocarse frente a Ryeowook, evitando un nuevo golpe por el agresor que ahora, subido en el alfeizar de la ventana, se descubría. No le daba tiempo a Ryeowook a seguir los movimientos de  ambos vampiros, que mantenían en frente suya.

En cuestión de segundos, Yesung tenía en el suelo, medio ahogándose, a un vampiro con los ojos rojos, desencajados, que no apartaba la mirada de Ryeowook.

-¿Qué haces aquí? -Yesung escupió las palabras en un gruñido, apretando su mano sobre el cuello del agresor, ahora abatido y bajo él.

-Él nos ha enviado.

-¿Cuantos más hay?

El vampiro se rió maliciosamente, haciendo enfurecer más a Yesung, el acaba abriendo una herida profunda en su hombro para hacerlo hablar. Un grito desgarrador, se escapó de sus labios, debido al dolor que estaba sintiendo.

-Habla.

-Cuatro más, somos cuatro más.

-¿Quien os mandado?

-Siwon.

-¿Y que busca, maldita sea?

-Quiere al chico -Con la voz entrecortada, seguía mirando a Ryeowook, y la sangre de su rostro. Sentía terribles deseos de tomarlo y absorber hasta la última gota de su cuerpo. Yesung se dio cuenta de eso, sonriendo de medio lado, con furia.

-Míralo, míralo bien, es deseable ¿verdad? Pues graba su imagen en tu mente, será lo último que veas, porque él es mío y solo yo lo puedo desear -Con aquellas frías palabras, acabó degollando al vampiro, sin ninguna piedad.

Ryeowook temblaba de miedo, no pensaba que lo atacarían ni que serían seres tan terroríficos. Una vez que Yesung dejó el cuerpo inerte, se acercó al menor. Pudo ver la sangre de su mejilla, su olor dulce le tentaba a probarla, pero temía que si la probaba no pudiera parar, no estaba preparado para eso, así que la apartó con un dedo e hizo que Ryeowook mismo, limpiara su dedo con la lengua.

-Tenéis que iros -Murmuró agitado, Kyuhyun, al ver  lo que había ocurrido, temeroso porque volvieran y pudieran hacerle algo a Sungmin.

-Vamonos.

Yesung cogió de la mano a un asustado y paralizado Ryeowook, tirando de él para salir de allí lo más rápido posible, cuando Sungmin se les acercó, tendiéndoles la mochila que él mismo había cargado con suministros para el menor.

-Gracias -Murmuró Yesung, cogiéndola y pasándosela a Ryeowook por los hombros, mientras Kyuhyun también se acerba a ellos.

-Tened cuidado.

-Lo mismo te digo.

-¿Crees que estaremos a salvo?

-Yo creo que volverán y no sé si pasaran de vosotros.

-¿Qué quieres decir?

-Que vendrán y os cogerán a los dos, lo mejor es que os vayáis de aquí.

Sin nada más que decir, Jongwoon y Ryeowook salieron de la casa, a paso ligero. Una vez en la calle, cogiendo al menos, Yesung comenzó a correr por las calles a la velocidad que le permitía el llevar al otro encima, siempre por callejones oscuros y desiertos, con la intención de no encontrarse con nadie. Dirección sur, en poco tiempo, se encontraba en el linde del bosque, el cual, sin dudarlo ni un momento, lo cruzaron, introduciéndose en el interior de este sin mirar atrás.

Cualquiera, vampiro u hombre, podría perderse, pero Yesung conocía aquellos bosques mejor que nadie. Sabía por donde debía moverse y a donde dirigirse. Tardarían varios días en encontrarlos, eso les proporcionaba tiempo a recuperarse y buscar un lugar al que irse y que no los encontrasen jamas.

***

Siwon salía de su baño, rodeando con una toalla su cintura, dejando que unas leves gotas de agua recorrieran su escultural torso, perdiéndose en la toalla. Unas manos comenzaron a acariciar sus hombros, haciéndolo un sinuoso masaje.

-Tienes los hombros muy tensos.

-Demasiadas cargas.

-¿Y porque no descansas un poco?

-No puedo hacerlo, Tiff -De  manera brusca, Siwon se  separó de la chica.- Los enfrentamientos del clan de la ciudad vecina son más frecuentes y Yesung me está causando problemas, más de lo normal.

-Olvida al pobre chico idiota ¿qué te puede hacer?

-Mucho, míralo, sin su mitad y puede ser más fuerte que yo, a pesar de que yo si te tengo.

-Bueno... -Tiffany, la mitad de Siwon, dudaba de sus palabras. Desde que la había hecho suya y convertida en vampiresa, estaban muy unidos, él la protegía como lo más preciado y frágil del mundo, se amaban de verdad. Por eso, Siwon se dio cuenta que algo le estaba ocultando.

-Dilo.

-Yoona no llegó a matar al bebé...

-¿¡Qué!? -Siwon, enfurecido, se giró hacia ella.- ¿cómo es eso? ¿por qué no me lo has dicho antes?

-No me lo has preguntado -Se defendió Tiffany ante la desesperación de él.- No lo hizo, porque, el bebé comenzó a llorar descontroladamente, lo íbamos a dejar muerto y abandonado pero un grupo de jóvenes, atraídos por su llanto, se acercaron y nos descubrieron. Dejamos el cuerpo allí y huimos , mientras que, por lo visto, los jóvenes recogieron al bebé.

De la furia contenía, Siwon golpeó una de las paredes, haciendo temblar el lugar y hundido parte de la pared. Tiffany  no se atrevió a decir nada más. Pero justo en ese instante, otro vampiro, los interrumpió, parecía algo ansioso.

-Siwon, Yoona a perdido a Yesung.

-¡INÚTIL! -Siwon, lanzó una jarrón decorativo y lo lanzó a la pared contraria, haciéndolo añicos..

-Pero tenemos noticias de su paradero y quien era el chico que buscaba.

-¿Cómo?

-Seguidme, por favor -Tras decir esto, el vampiro, guió a Tiffany y a Siwon hasta la zona más profunda de la ciudad subterránea, donde se hallaban las celdas y habitaciones para experimentos peligrosos. Introduciéndose en una de las celdas, lo primero que vieron fue a Kyuhyun atado, totalmente encadenado, de rodillas en el suelo y con heridas por todo su cuerpo. Lo habían estado torturando. Al seguir mirando por la estancia, pudieron observar como sujetaban, unos vampiros, a un joven humano, abatido, torturado. De la manera en la que Kyuhyun lo miraba, Siwon se percató de quien era, y sonrió ladinamente antes de hablar.

-Vaya, Kyuhyun, has encontrado a tu mitad -Bajo los gruñidos de Kyuhyun, Siwon se acercó hasta Sungmin.- es realmente hermoso, que pena que se rostro fuese destrozado.

-¡No lo toques! -gritó Kyuhyun, agitado, enfurecido.- ¡Déjalo libre!

-Lo haré si me dices lo que quiero saber -Tras unos segundos en silencio, Siwon retomo la palabra.-  Dime, ¿donde está Yesung?

Kyuhyun no decía nada, sería traicionar a su amigo, pero no se demoró mucho en hablar ya que Siwon lo estaba amenazando con desgarrar el cuello de Sungmin con una mano.

-La casa oculta del bosque -Dijo el menor con mucha angustia al ver como amado temblaba del miedo. Aunque sabía que en su mirada había algo más. Algo que solo ellos dos sabían y Siwon se arrepentiría de todo aquello.

-Muy bien -Siwon estaba satisfecho con aquello.- ¿Y quien es el chico que buscaba?

Kyuhyun iba a volver a hablar, pero la mirada de suplica de Sungmin para que no hablara lo retenía. Siwon se percató de esto y ordenó que le propinaran al humano una fuerte patada en el estomago que lo hizo doblarse, sintiendo arcadas. Kyuhyun, por miedo, no aguantó más en decirlo.

-¡Es su mitad! ¡Pero suéltalo, déjalo, él no tiene nada que ver!

-Ya sabéis  lo que hay que hacer -Murmuró Siwon a los vampiros que sujetaban a Sungmin, los cuales no tardaron en desaparecer por la puerta en busca de Yesung y su humano. Mientras, él, agarró el pelo del humano, haciéndolo echar la cabeza hacia atrás, dejando su cuello al descubierto.

-¡NO! ¡Suéltalo! -Kyuhyun se revolvía gritando, mientras Siwon se  relamía los labios, observando el níveo cuello de Sungmin, dispuesto a morderlo y a alimentarse de su sangre. Pero lo que no pudo ver, fue la sonrisa traviesa que se dibujó en Min al verlo tan cerca.