martes, 21 de marzo de 2017

(YeWook) Destiny -Serial- Capítulo 5


       Notas: ¡Hola! ¿tenéis curiosidad por saber qué pasará después del interesante final del capítulo anterior? Aquí tenéis este nuevo donde por fin podremos ver un poco de los verdaderos sentimientos de cada uno y sus reacciones a lo que pasó ❤️


       No dejaba de dar vueltas y más vuelta en su cama, sin poder detener los pensamientos sobre lo ocurrido aquel medio día en casa de JongWoon. Estaba atrapado en ese recuerdo. El momento en el que sus labios habían entrado en contacto con los del otro no salía de su cabeza, provocándole insomnio.

       Obviamente no había hablado de ello con nadie, ni siquiera con JongWoon. Desde que se fue de su casa no habían mantenido ninguna charla sobre el beso, aún sabiendo que era necesario y que tarde o temprano tendría que ocurrir. No era algo que pudiera ignorarse con facilidad, sobre todo para él.

       Nunca había pensado en JongWoon de esa forma... Jamás le había visto como a alguien que le pudiera atraer, sino más bien como una figura fraternal a la que admiraba y quería con todo su corazón. Si embargo el beso había provocado en él ciertas dudas y sensaciones desconocidas.

       Cada vez que cerraba los ojos con la intención de dormir, la imagen se repetía en su cabeza como una escena de película, una y otra vez.

       La forma en la que miró sus ojos justo antes de lanzarse a besarle en los labios había sido arrebatadora. Tan profunda y atrayente que no había podido evitar perderse en sus oscuros ojos. Sus labios... Eran cálidos y suaves, había sido agradable sentirlos encima de los suyos. Y por supuesto, estaba el hecho de que sentía los brazos del mayor como el mejor lugar donde estar ¿es que acaso se estaba volviendo loco? ¡Solo había sido un beso!

       Su primer beso...

       Se levantó de la cama, frustrado. Quería dormir. Había sido un día largo y agotador, lo necesitaba. Pero parecía que no iba a poder hacerlo hasta aclarar lo que había ocurrido y ni así estaba seguro de poder hacerlo tras hablar de ello.

       Buscó a oscuras su móvil el cual tenía sobre el escritorio. Al principio le molestó un poco en los ojos la luz de la pantalla, pero en cuanto se acostumbró buscó el chat que compartía con JongWoon y escribió un mensaje.

       “¿Estás por ahí? No puedo dormir...”

       Aun así no lo mandó al momento y pasó varios minutos planteándose si era una buena idea. Sabía que si JongWoon dormía no iba a despertar a nadie, pues el mayor se encargaba de que nadie lo hiciera con esas cosas al quitarle el sonido, así que no temía molestarle. Lo que le daba era vergüenza.

       Lo hizo con su corazón latiendo acelerado, no sabiendo si prefería que hubiera o no respuesta por parte de JongWoon. Lo mejor era volver a la cama, aunque fuera con el móvil al lado por si acaso respondía. Aun así, sabía que le iba a ser imposible dormir.


***


       Lo primero que hizo al recibir el mensaje fue mirar la hora ¿Qué hacía RyeoWook despierto pasadas las tres de la madrugada? Aunque se hacía a una ligera idea de lo que se trataba.

       “Sí, aquí estoy ¿por qué no puedes dormir?”

       Quería actuar con él como si nada hubiera ocurrido. Se sentía realmente avergonzado por haberse atrevido a besar sus labios tan descaradamente. Hasta él mismo estaba sorprendido.

       Normalmente tenía problemas para dormir, pero esa noche era una de las peores. Por eso mismo comprendía que RyeoWook también estuviera despierto e intuía los motivos de su desvelo. Ese maldito beso no dejaba de rondar por su cabeza.

       Se echó en la cama dejando el teléfono móvil encima su pecho, esperando la respuesta del más pequeño. A su vez escuchaba algunas de sus canciones favoritas por los auriculares que iban del móvil a sus orejas, luchando por distraer sus pensamientos un poco. Aunque ahora que había aparecido RyeoWook con su mensaje iba a ser mucho más complicado hacer eso.

       El teléfono no tardó mucho en vibrar sobre él, llamando su atención.

       “Ya sabes por qué, no me hagas decirlo... ”

       Claro que lo sabía. Dejó salir de sus labios un cansado suspiro, pues no quería tener que sacar el tema. Pero debían hablar de ello porque no era algo que pudiera quedar sin una aclaración.

       “No sé por qué lo he hecho”

       Y era verdad, no lo tenía claro. Sabía que no era la respuesta que estaba esperando y que RyeoWook quería una explicación, pero es que no se la podía dar en ese momento tan confuso.

       “¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¿Me besas y no sabes decirme el motivo?”

       De nuevo suspiró agotado al leer la respuesta, comprendiendo que no le había sentado demasiado bien la contestación. Por ello intentó explayarse un poco más.

       “No puedo decirte más. Estaba muy bien contigo y de repente sentí la necesidad de hacerlo, sin más. Lo siento por besarte, sé que estuvo mal y no volverá a repetirse”

       Realmente se sentía mal. RyeoWook había sido su niño, su hermanito, desde el primer día en el que le conoció. Siempre habían tenido una conexión especial e innegable, pero de ahí a besarle... No, eso no estaba bien. Le veía aún muy pequeño para esas cosas, además de que se sentía extraño al pensar en él como algo más. Incluso se sentía como un pervertido en el peor de los sentidos.

       “¿Entonces no lo hiciste porque te gusto?”

       JongWoon pasó varios segundos releyendo la pregunta recibida, asombrado por lo directo que había sido. Aunque, pensándolo bien, esa era una duda que debería haber imaginado que tendría ¿no? De normal si una persona besaba a otra era por eso.

       No, no me gustas en ese sentido. Pero no me sorprende que lo hayas pensado”

       No quería que ahora su relación empezara a resultar incómoda por culpa de su impulsividad. Pensó en la pregunta a la que acababa de responder y de nuevo él mismo trató de saber por qué le había besado.

       Recordó el momento exacto en el que lo había hecho, una vez más ¿Se acababa de sonrojar al hacerlo? Eso no le podía estar pasando.

       “Pues sí... Lo pensé... Sería lo normal ¿no?”

       “Sí, lo sería. Pero eres pequeño y no quiero hacer contigo cosas que no debería... Además, sería raro para los dos ¿no crees?”

       Se levantó agotado y dolorido de la cama, dejando el móvil sobre el colchón. Necesitaba ir al baño.

       Su cuerpo todavía se resentía por los golpes recibidos en la pelea. De hecho, el de su rostro no tenía mejor aspecto. Se miró al espejo, analizándolo. Qué mal se veía y cuánto dolía, al igual que el resto de su cuerpo. Era la última vez que se metía en una pelea, pues no le salía demasiado rentable si después apenas podía moverse.

       Al volver a su dormitorio y agarrar el móvil para ver la respuesta del menor, no esperaba ni por asomo lo que se encontró.

       “¿Que soy pequeño? ¿Pero cuántos años te crees que tengo? ¿Cuántos te crees que tienes tú? Tan solo eres tres años mayor así que no te las des de adulto. Además ¿acaso piensas que por tener trece años no sé como funcionan las cosas? ¡Ni que aún pensara que los niños los trae una cigüeña! Ya no soy tan inocente como te crees ¿lo sabes? Te sorprenderían las cosas que ya sé, aunque no haya llevado a la práctica ninguna de ellas.”

       JongWoon leyó el mensaje varias veces antes de digerir por completo las palabras del chico. Desde luego era una reacción que no había presagiado durante su visita al baño.

       Iba a responder de inmediato, pero justo en ese instante el menor escribió de nuevo, no dándole opción a explicarse.

       “No, no respondas. No me apetece seguir hablando contigo. Buenas noches.”

       ¿Pero qué le había dicho para que se pusiera así...? ¿Era el hecho de que no le gustaba lo que le había provocado tal enfado? ¿Acaso él deseaba que sí le hubiera querido de esa forma?

       Bufó, exasperado. Estaba cansado, golpeado, expulsado y castigado ¿y ahora RyeoWook se enfadaba por decirle que no quería nada con él? Por su cabeza empezó a pasar la posibilidad de que su amigo sí estuviera enamorado ¿pero era eso posible? Nunca le había dado la sensación de que RyeoWook sentía algo más. Siempre fue muy atento y cariñoso, pero al igual que él mismo. No pensaba que las bromas de los niñatos del instituto acabaran siendo verdaderas en cierta medida, pero tampoco se le ocurrían muchas más opciones por las que RyeoWook hubiera reaccionado de tal forma.

       Definitivamente, esa noche podía ir olvidándose de dormir.


***


       Había pasado una noche horrible y le esperaba un día todavía peor. Al final sí que le llamaron para hacerle un pequeño interrogatorio debido a la pelea del día anterior. Con suerte aquellos matones recibirían su merecido castigo por lo que habían hecho.

       Definitivamente las cosas habían cambiado y la actitud hacia él era otra por parte de sus compañeros. Eso se lo seguía agradeciendo a JongWoon, quien se había sacrificado para que fuera posible.

       JongWoon... ¿Qué estaría haciendo en ese preciso instante, solo en su casa? Se arrepentía de haberse despedido de tal forma la noche anterior ¿pero cómo esperaba que reaccionara con las tonterías que le había dicho? ¿¡Cómo no podía saber por qué le había besado!? Y para colmo, lo había hecho sin gustarle ¿Así era como había sido su primer beso después de todo? ¿No se suponía que debía ser algo hermoso? ¡Le había robado ese momento y lo había convertido en una porquería!

       No quería volver a saber nada del tema, nunca más. Ese beso no había existido y el siguiente sería el primero. Sí, así sería. JongWoon nunca le había besado, todo había sido parte de un sueño.

       Con esa idea en la cabeza, tratando de autoconvencerse de que no había sido real, continuó su día hasta la tarde. Ya en casa y sin tener pensado ir ese día a ninguna parte, su padre irrumpió en la habitación con la inoportuna noticia de que iban a ir a cenar a casa de JongWoon.

       ¿Es que no había más días? En cuanto su padre abandonó el dormitorio, quiso gritar de frustración. Y todo por ver un partido de fútbol que no le interesaba en absoluto ¿No podía quedarse en casa solo por una vez? No quería verle...

       Al final fue arrastrado a casa del mayor. En realidad no puso demasiada resistencia porque aunque no quisiera reconocerlo, tenía ganas de verle. Pero solo de pensar en estar cara a cara con él, su rostro enrojecía por la vergüenza. Después de como se había comportado la otra noche ¿qué iba a pensar JongWoon de él? Seguramente que era un niñato inmaduro que no sabía aceptar una negativa.

       Al llegar por suerte no estaba en casa, pero siguió alerta porque en cualquier momento entraría por la puerta y no podría evitar un encuentro. Según dijo la madre, había tenido que salir a comprar unas cosas que faltaban para poder hacer la cena que tenía prevista. Enseguida empezaron a hablar de él y el incidente del instituto, como era de esperar.

       Quería abandonar la sala al ser un tema en el que no quería pensar más, pero no tenía dónde ir. No iba a subirse a solas al dormitorio del mayor y de todas formas ¿qué hacía cuando llegara él? Cada vez estaba más incomodo, deseando marcharse a su casa.

       La puerta principal se abrió y allí estaba él, con un semblante serio. Le observó durante algunos segundos, antes de que JongWoon se acercara a saludar y darle a su madre lo que le había enviado a comprar. Parecía molesto por algo ¿y si era porque él estaba allí? Ese pensamiento le hizo sentirse aún peor, pues parecía que ni siquiera le quería cerca.

       -¡Qué golpe más feo! -Exclamó alarmada su madre al ver el moratón en la cara del chico-. ¿Te lo hiciste en la pelea?

       JongWoon asintió por educación sin decir una sola palabra, dejando claro que no quería hablar de dicha pelea. RyeoWook notó que le costaba mirar hacia él y al mismo tiempo, evitar hacerlo. Algo así le pasaba a él mismo, parecían tontos.

       -Esas cosas no están bien. -Le reprendió la mujer. RyeoWook la miró preguntándose por qué tenía que meterse ella. Se notaba que a JongWoon no le gustaba, pero no diría nada por respeto.

       Entonces y sin ser intencional, las miradas de los chicos se cruzaron por un breve instante. El corazón del pequeño empezó a latir acelerado mientras deseaba desaparecer de allí y que la tierra se lo tragara.

       Cuando la madre de JongWoon empezó a cocinar la cena mientras hablaba con la suya que a su vez la ayudaba, RyeoWook pensó que si permanecía allí con ellas en cualquier momento JongWoon se aburriría e iría. Una vez más las cosas no fueron como esperaba, pues el chico cogió una silla y se sentó tan tranquilo para hacerles compañía. No lo entendía ¿por qué no se marchaba?

       Pasaban los minutos y todo era más incómodo. Quería empezar una conversación con él, pero no tenía ni la más mínima idea de como hacerlo ni sobre qué hablarle. Se miraban de reojo, en silencio y pensando que el otro no se daría cuenta cuando realmente ambos eran muy conscientes de que se estaban observando. Finalmente, uno de los dos dio el paso que era necesario.

       JongWoon se levantó de la silla ante la disimulada pero atenta mirada de RyeoWook, quien pensó que por fin iba a largarse de la cocina. Lo que no esperó es que fuera a acercarse a él, que estaba de pie a un lado de sus madres.

       -Necesito hablar contigo. -Dijo en voz baja, poniéndose peligrosamente cerca del menor y provocando que a este casi le diera un ataque.

       -Vale...

       JongWoon le condujo hasta el jardín. Una vez en el exterior, bajo las estrellas y tan solo iluminados por las luces que salían por las ventanas de su casa, se sentaron en un banquito de madera que tenían allí instalado.

       RyeoWook había pasado de no ser capaz de mirarle a no poder apartar los ojos de él, expectante por lo que tuviera que decirle mientras su corazón se agitaba. Cuando ya estuvieron los dos sentados, JongWoon empezó a hablar tranquilamente, esforzándose por no mostrar lo verdaderamente nervioso que estaba.

       -Sé que decirte que no sabía por qué lo había hecho no fue la explicación que merecías. -Comenzó. RyeoWook pensó en la razón que tenía. No, definitivamente no era lo que había esperado a cambio de un beso robado-. He estado pensando mucho en lo que pasó ayer y creo que puedo aclararlo un poco mejor.

       RyeoWook asintió sin hablar, deseando escuchar más y poniendo toda su atención en él. Al ver que no decía nada, el mayor continuó.

       -Eres una persona muy especial para mí... y los dos pasamos por algo difícil juntos. Temía que te hicieran daño y al final me lo estaba tomando yo más en serio que tú. Ayer, en mi habitación, quería ser yo quien te diera apoyo y al final fuiste tú quien me lo acabó dando a mí. Me sentía realmente cómodo contigo cuando por fin había pasado todo. Supongo que esa fue la forma en la que me salió ese agradecimiento y el gran cariño que te tengo... -Antes de continuar, hizo una pequeña pausa en la que le miró, viendo que el otro chico no le apartaba la mirada-. Lo siento si te hice creer cosas y te confundí, yo también me rallé muchísimo anoche pensando en lo ocurrido ¿sabes? Y temo mucho que nuestra relación no vaya bien por esto, no quiero perderte.

       En vez de responder con palabras, lo hizo con actos. Se acercó más a JongWoon y le rodeó con los brazos, buscando de nuevo un cariño que fue correspondido de inmediato.

       -No me vas a perder por eso. -Dijo el chico con la cabeza apoyada en el mayor y los ojitos cerrados mientras sentía que JongWoon le apretaba hacia él con más ganas-. Pero creo que será mejor que no volvamos a hablar de esto...

       -Sí, yo también lo creo. -Mucho más tranquilo al ver que el malentendido estaba medianamente solucionado, se atrevió a bromear-. Creo que es la conversación más seria que hemos tenido desde que nos conocemos.

       -Ya no soy un niño, te lo dije anoche. -Le recordó con una sonrisa en los labios, todavía con los ojos cerrados y el rostro pegado al pecho de su amigo.

       -Ya me di cuenta, ya ¿Qué eran esas cosas que decías que ya sabías? No me habías contado nada de eso, pervertido ¿Desde cuando empezaste a ver porno? -Le preguntó intentando no reír, como si lo dijera con toda la seriedad del mundo.

       RyeoWook se separó inmediatamente de él, abriendo los ojos como platos ¡Había olvidado esa parte! Con las mejillas sonrojadas empezó a darle golpes como venganza por hacerle pasar vergüenza recordándoselo, aunque no demasiado fuerte porque sabía que estaba débil y no buscaba hacerle daño.

       Al final, entre bromas y risas, acabaron abrazándose una vez más antes de entrar a la casa. Todo quedaría en una curiosa anécdota que solo ellos sabrían, era lo mejor para su amistad.


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