martes, 7 de marzo de 2017

(YeWook) Destiny -Serial- Capítulo 4


       Notas: ¡Hola! Hoy os traigo un nuevo capítulo del yewook y antes de empezar os aviso de que las cosas empiezan a ponerse más interesantes a partir de aquí e_e ¡Que lo disfrutéis!

       Tan solo habían pasado unos meses desde que comenzaron las clases y ya todo era un infierno en la tierra. No, la broma no había quedado allí. Más bien se había extendido por culpa de aquellos niñatos y ahora RyeoWook era un chiste con patas.

       JongWoon ya había vivido varias discusiones fuertes en defensa de su amigo, pero cada cosa que hacía lo empeoraba todo todavía más. Parecían no tener límite en nada ni aunque un supuesto amigo lo estuviera suplicando.

       El mayor podía medio soportarlo si lo hacían con él ya que no había tenido más remedio que acostumbrarse a aquel tipo de trato, pero RyeoWook nunca había tenido problemas tan graves con nadie y aún le seguía viendo como a un niño inocente y puro ¿cómo iba a aguantar algo así? El acoso y derribo de aquellas personas era inhumano.

       Esa mañana estaba transcurriendo de forma tranquila, dentro de lo posible. RyeoWook había tenido la suerte de no encontrarse con esos indeseables con los que JongWoon ya ni quería juntarse. Al final se había ido alejando de ellos hasta el punto de dirigirles la palabra solo cuando era estrictamente necesario por temas de estudio. Habían ido a preguntarle a qué venía alejarse de esa forma, algo que ellos ya deberían saber debido a la cantidad de veces en las que les había expresado lo poco que le gustaba ese comportamiento tan lamentable con RyeoWook.

       Estaba apunto de suceder el cambio de clase y era en esos momentos en los que JongWoon se sentía más nervioso, cuando el grupo y el menor podían cruzarse.

       La sirena sonó y los alumnos se levantaron de sus asientos, comentando entre ellos todo lo que no habían podido decir en voz alta durante la aburrida clase de matemáticas. Entre todo el pequeño caos que se formó al finalizar la clase, JongWoon vigilaba a aquellos chicos sin acercarse mucho a ellos. Cogió su propia mochila, se la cargó a los hombros y salió del aula en silencio para ir a donde les tocaba a continuación.

       Durante el recorrido les dejó atrás y se olvidó un poco de todo, distrayéndose viendo la gente ir y venir. Estaba tan cansado...

       -¡Mira por donde vas, maricón! -Escuchó cerca de él, haciéndole girarse y detener sus pasos inmediatamente.

       Sus ojos se abrieron de par en par cuando vio lo que estaba pasando. La rabia que sintió cuando vio a aquel estúpido empujar a RyeoWook no se compraba a ninguna que hubiera sentido cuando él mismo era la victima.

       En ese momento fue como si algo dentro de él estallara, algo que había estado esperando por explotar durante demasiado tiempo. Sabía que el día iba a llegar y en el fondo había soñado con este incontables veces. El día en el que todo llegara a tal límite que la ira le cegara y aquellos putos desgraciados recibieran su merecido.

       -No vuelvas a tocarme, que seguro que me pegas algo. -Aseguró quien había empujado al menor de forma burlona. Y todo porque RyeoWook había tenido la mala suerte de chocar con él sin querer.

       Los chicos rieron en coro e hicieron bromas aún peores, sin saber lo que se les venía encima. RyeoWook simplemente agachó su cabeza y aceptó los insultos en silencio, no atreviéndose a responder porque por desgracia ya había aprendido que las consecuencias de defenderse.

       El chico con el que había chocado cayó al suelo con sangre chorreando desde la nariz. El cabezazo que había recibido en la cara, sumado a un empujón, había sido suficiente para dejarle fuera de juego y aturdido unos segundos.

       El pasillo no tardó mucho en llenarse de gente cotilla que quería enterarse de a qué venía tanto escándalo. En medio de todo el alboroto JongWoon y el chico se peleaban sin importarles absolutamente nada el lugar donde estaban. La gente gritaba a su alrededor, animando y prácticamente pidiendo sangre. En cuestión de segundos se había formado un corrillo alrededor de ellos, como si de una pelea de gallos se tratara. Solo les faltaba apostar por su ganador y seguro que más de uno lo estaría haciendo.

       RyeoWook había quedado atrapado en una esquina, prácticamente sin poder ver lo que estaba ocurriendo por mucho que intentara esquivar las cabezas que tenía frente a él y que no dejaban de moverse ¿¡Pero cómo se le ocurría meterse!? ¿¡Es que estaba loco!? Quería saltar en medio de la pelea y tirar de él hasta sacarle de allí, pero cada vez lo empujaban más hacia atrás.

       -¡JongWoon, para ya! -Le gritó, suplicando que le escuchara y con ello detener la pelea. Pero estaba totalmente cegado, lo sabía. Lo había notado solo con mirarle una vez. Jamás le había visto así y eso era algo que le asustaba...

       Pero el mayor no le oía. Ni a él ni a nadie. Todo el odio, los golpes, las humillaciones, los años de sufrimiento, el daño a su mejor amigo... Todo estaba saliendo a la luz en forma de ataque. Tenía al chico acorralado en la pared mientras le daba un golpe tras otro y él mismo recibía unos cuantos. Puñetazos, patadas, daba igual... Quería destrozarle y no se arrepentía de nada.

       Un camino se abrió entre el público de la pelea, dejando pasar a uno de los profesores con la cara totalmente descompuesta por el espectáculo tan lamentable que se había formado. RyeoWook lo miró espantado, sabiendo lo que venía a continuación y sin poder hacer absolutamente nada por evitarlo.

       -¿Qué está pasando aquí? ¡Parad ya! -Sin embargo, tuvo que ser él mismo quien separase a los chicos ya que parecían no estar dispuestos a escucharle-. ¡Kim JongWoon, ya basta! -Gritó, cogiéndole del cuello de la camiseta y tirando de él con brusquedad hacia atrás para obligarle a separarse del otro.

       El chico con el que se había estado peleando se tiró al suelo de inmediato, viendo la oportunidad perfecta para hacerse la victima total de la situación y salir sin un castigo. Tenía parte del rostro golpeado y también había recibido golpes en el estómago. Era verdad que le dolía, sí. Tenía que serlo por la gravedad de los golpes, sin embargo nunca estaba de más exagerar un poquito para favorecerte.

       -¡Está loco! ¡Me ha atacado sin motivo! -Acusó histérico y con los ojos llorosos.

       -¡No vuelvas a acercarte a Wook y no volverá a pasarte, hijo de puta! -Gritó furioso, tentado a volver y patearle el rostro. Pero el profesor que había intervenido le frenó de cometer tal brutalidad.

       -¡He dicho que paréis! Kim, tú vienes conmigo. Y tú vete a la enfermería inmediatamente, que te acompañe uno de tus compañeros. Vamos. -Dicho aquello, todo empezó a movilizarse de nuevo. Poco a poco el pasillo se fue vaciando, en cuanto no hubo más que ver.

       Cuando RyeoWook por fin tuvo la oportunidad de salir de todo el montón de gente, se dirigió apresuradamente hasta el mayor y aquel profesor que se lo estaba llevando mientras le repetía una y otra vez la magnitud del castigo. Quería ir con ellos y saber qué pasaba con JongWoon.

       -Vete a clase, aquí ya no hay nada que ver. -Ordenó el profesor de mala gana cuando vio que iba tras ellos.

       -Pero yo tengo que ver en todo esto, él mismo lo ha dicho antes. -Le recordó, viendo ahí su oportunidad.

       El profesor reflexionó en silencio aquella nueva información. En ese momento RyeoWook miró a JongWoon, quien no se atrevía a levantar la vista del suelo y tenía un preocupante golpe en la mitad izquierda del rostro.

       -Si es necesario se te llamará, ahora ve.

       No tenía nada que hacer, era imposible. Preocupado e indignado, sin poder sacar al mayor de sus pensamientos, no tuvo más remedio que ir allá donde originalmente se dirigía antes de chocar tan torpemente con aquellos matones estúpidos que lo habían provocado todo.


***


       Tras la pelea las clases se le habían hecho interminables. Necesitaba buscarle y saber qué había ocurrido. Estaba dividido ya que, por una parte quería gritarle que era un inconsciente por hacer lo que había hecho y por la otra deseaba abrazarle con todas sus fuerzas y no soltarle jamás, sabiendo por qué había reaccionado de esa forma.

       Se sentía fatal. Aunque sabía que no era su culpa que esas personas la hubieran tomado con él, todo había empezado en su defensa.

       Salió de allí impaciente por ir con JongWoon. Desde luego, había notado un pequeño cambio desde entonces y eso que tan solo habían pasado unas horas. Sentía que la gente al pasar por su lado no le miraba igual, al menos aquellos que siempre estaban jodiendo. Agachaban la mirada si sus ojos se encontraban y le trataban con un poco más de respeto ¿Es que acaso estaban asustados del mayor? ¿Temían ser golpeados también por él?

       Algunos compañeros, de entre aquellos con los que se llevaba bien, se acercaron a decirle lo sorprendente que había sido todo y como les gustaría tener a alguien que reaccionara así por ellos. Sobre todo las chicas, ellas parecían las más entusiasmadas con lo ocurrido. Sin embargo RyeoWook no le veía la emoción a lo que había pasado, no era algo divertido.

       En vez de ir directamente a la salida para irse a casa, fue a la zona donde se encontraban la sala de los profesores. Con suerte allí alguien podría decirle algo, pero no esperó que fuera a topar precisamente con aquel que se había llevado a JongWoon como un detenido.

       -Ha sido expulsado durante cuatro semanas. No podemos permitir ese tipo de comportamiento, no importa cual sea el motivo. -Le explicó cuando preguntó por JongWoon.

       -Pero... ¿y los otros? -Aquello fue lo primero que le salió preguntar, en plena sorpresa por su respuesta ¿Es que acaso los verdaderos culpables iban a salir bien de la situación?

       -JongWoon nos lo ha contado todo, así que mañana serán llamados a dirección y se considerará lo que hacer con ellos. Seguramente también te llamemos a ti. -Informó, haciéndole saber que era mejor ir preparándose para ser interrogado.

       -Está bien... Gracias. -Le dijo en voz baja antes de abandonar la sala con desgana. Expulsado... sus padres no lo iban a tomar demasiado bien.

       Durante el camino a casa no pudo sacarse de la cabeza lo ocurrido. El embrollo que se había formado en un momento había sido tan inesperado que apenas pudo reaccionar cuando JongWoon le propinó el cabezazo en la nariz al idiota de turno.

       Pensó en la emoción que habían mostrado algunos de sus compañeros. En cierto modo tenían razón, había sido increíble y gracias a ello parecía que había un cambio de actitud respecto a él. Sin embargo, las consecuencias... Quería verle. Lo primero que iba a hacer al llegar al pueblo era pasarse por casa del mayor y comprobar como se encontraba.

       Le mandó un mensaje a su madre diciendo que llegaría a comer un poco más tarde para que no se preocupara y en cuanto se bajó del autobús, fue impaciente en busca de JongWoon.

       La expresión con la que la madre de su amigo le recibió fue suficiente para saber en qué situación estaban las cosas. Aun así la mujer no le rechazó la entrada a su casa y trató de mostrarle una amable sonrisa, como siempre hacía.

       Ya una vez frente la puerta del mayor, tuvo dudas. Sabía a la perfección que JongWoon prefería que le dejaran solo en ciertas ocasiones y seguramente esa era una de ellas.

       -Puedes pasar, te he oído hablar. -Se escuchó desde dentro con una voz débil, algo que sorprendió al menor quien no tardó en abrir la puerta.

       -Si lo prefieres puedo venir en otro momento... -Comentó en voz baja y con cautela, mientras cerraba de nuevo la puerta del dormitorio tras él.

       -No... quería verte.

       Sabía que iba a ir. Lo tuvo claro desde que salió del instituto sin tener permitido volver. Había llegado a casa sin saber como explicarle a su madre que había sido expulsado por una pelea. La mujer había puesto el grito en el cielo, recordando una y otra vez el disgusto que iba a llevarse su padre cuando volviera del trabajo y tuviera que darle la noticia. JongWoon aceptó todas las palabras y reprimendas en silencio, sin que hiciera falta que le dijeran lo exageradamente agresivo que se había puesto. Sin embargo, seguía sin arrepentirse. Aceptaba que había actuado mal pero no tenía pensado disculparse con nadie. Había hecho lo que se habían ganado.

       RyeoWook se acercó despacio a la cama, donde estaba el otro echado. En lo primero que se fijó fue en el llamativo y enrojecido golpe del rostro, debía ser doloroso.

       -¿Estás bien? ¿Te duele mucho...? -Le preguntó con preocupación mientras se sentaba a su lado, en el borde de la cama.

       -Es soportable. -Respondió, tratando de tranquilizarle. Lo cierto es que era realmente molesto y doloroso, pero no quería mostrarlo delante de él.

       -Pues que sepas que te han salido unas cuantas fans en mi clase. -Le comentó con la intención de bromear con ello y quitarle un poco de seriedad al asunto.

       -Entonces no deben estar muy bien de la cabeza. -Al responder se le escapó una leve sonrisa que desapareció al instante-. Oye... tengo que decirte una cosa.

       -¿El qué? -Tenía verdadera curiosidad por ello. Al preguntar le miró con cariño, estaba realmente agradecido con él aunque también pensara que no debería haberlo hecho.

       JongWoon se removió un poco hacia un lado, dejando más espacio cerca de donde estaba sentado el menor.

       -Ven... Túmbate conmigo. -Le pidió, prácticamente en un susurro y sin atreverse a mirarle a la cara.

       ¿Qué era lo que tenía que contarle para estar tan avergonzado? En todo caso, cumplió su petición y se echó en la cama junto a su cuerpo. Iba a girarse en su dirección para poder mirarle, pero antes de darle tiempo a hacerlo el mayor se acercó por detrás y le abrazó desde allí. RyeoWook, conmovido por la actitud que estaba tomando el chico, se dejó abrazar sin ningún problema. De hecho, se sentía bastante cómodo y protegido.

       -Esto solo lo sabe mi madre y algún que otro psicólogo... -Aclaró sin haber comenzado aún. No sabía con exactitud como empezar, así que estuvo unos segundos en silencio reflexionando antes de volver a hablar-. Han estado metiéndose conmigo desde que tengo memoria... Bromas de mal gusto, golpes, dejarme en ridículo delante de todo el mundo.. Cuanto más mayores eramos peor era todo. Intenté mil cosas y nada me ayudó, tan solo dejar de ser yo mismo. Por eso reaccioné así, no podía permitir que también pasaras por eso.

       A RyeoWook se le encogió el corazón con tan solo escuchar eso y la forma en la que se lo estaba contando. No podía verle, pero tan solo con su voz era notable lo mucho que le dolía el solo hecho de hablarlo. De repente, mil detalles saltaron a su memoria. Recordó aquella vez hace años, cuando perdieron su amado muñeco... O el horrible golpe que descubrió una tarde jugando con él. Todas esas veces en las que no quiso acompañarle a la piscina en verano porque se negaba a quitarse la ropa, su odio al instituto y esa forma que había tenido siempre de esquivar los temas en los que hubiera que nombrar todo lo que estaba relacionado con aquel lugar...

       -Así que era eso... -Musitó el pequeño, casi sin voz.

       En realidad nunca lo había pensado, aunque ahora que lo sabía era demasiado obvio como para no haberse dado cuenta antes. Eso le hizo sentir mal ya que habría deseado poder apoyarle cuando todo sucedió, como JongWoon estaba haciendo con él en ese mismo momento.

       -Sí... -Confirmó una vez más, apretando ligeramente más fuerte al chico entre sus brazos-. Sé que fui un idiota y un cobarde... -Se dijo a sí mismo.

       No, eso no. RyeoWook se negaba a escuchar esas cosas tan feas. Se incorporó un poco, solo para girar sobre sí mismo y darse la vuelta con la intención de quedar cara a cara con el mayor. Al hacerlo, pasó uno de sus brazos sobre su cintura tal y como el otro había estado haciendo con él, queriendo devolverle aquel cariño.

       -No has sido esas cosas. Cada persona reacciona distinto y lleva mejor o peor ciertas cosas... No le sigas dando más vueltas ¿vale? -Trató de tranquilizarle, hablándole en un tono suave y amigable. Mientras tanto miraba sus ojos, viendo que estos estaban enrojecidos y al borde del llanto. Quería cambiar eso.

       JongWoon quedó impresionado por la madurez de las palabras del chico. Después de todo, empezaba a dejar de ser un niño y aquellas eran las acciones que lo demostraban.

       Le gustaba estar así. Tranquilos y alejados de todo, en su mundo. Era todo un alivio después de la pesadilla que habían vivido juntos. Ni siquiera quería responderle por no estropear el momento.

       De fondo no se escuchaba absolutamente nada. Si eso, el cantar de algún que otro pájaro lejano. Por lo demás era como si todo se hubiera detenido y calmado mientras mantenían sus miradas fijas en los ojos del otro. El único sonido que había quedado entre ellos era el de sus respiraciones.

       No era la primera vez que los dos se tumbaban en la misma cama. Habían dormido juntos en varias ocasiones, pero por alguna razón esa vez se sentía como algo nuevo y muy diferente.

       El beso pilló totalmente desprevenido a RyeoWook, quien abrió los ojos de par en par debido a la sorpresa cuando sintió los cálidos labios de su amigo presionando sobre los propios. Fue rápido pero realmente intenso. Cuando JongWoon echó la cabeza hacia atrás y pudieron mirarse, ninguno daba crédito a lo que había ocurrido. Ni siquiera aquel mismo que se había lanzado a hacerlo.

       JongWoon se alejó e incorporó acelerado, como si de repente le fuera muy incómodo aquella intimidad y cercanía. RyeoWook aún estaba estupefacto por el beso, casi parecía que ni respiraba y su rostro se había puesto tan rojo como un tomate.

       -Lo siento. -Fue lo primero y único que pudo pronunciar JongWoon, sin siquiera poder mirarle a la cara al hacerlo. Sus propias mejillas también habían tomado un color rojizo y ardían, completamente avergonzado de lo que acababa de hacer. En realidad ni entendía los motivos, simplemente le salió hacerlo de esa forma.

       -No pasa nada... -¿Qué más podía decirle? estaba sin palabras. Le había besado ¡Le había besado en los labios! JongWoon. Su mejor amigo. Alguien que era prácticamente como un hermano mayor para él.

       Se sentó también en la cama en cuanto consiguió reaccionar, aunque aún no lo creía. Y encima ese había sido el primer beso en toda su vida, pues nunca antes había tenido la oportunidad de hacerlo con nadie. A sus trece años pensaba que era algo que no viviría hasta mucho después y de repente, allí lo tenía.

       -Creo que será mejor que me vaya... -Sabía que no era el mejor momento para estar juntos. De golpe la presencia del otro era incómoda, más que nada porque ninguno de los dos sabía qué decir a continuación y el silencio entre ellos era un tanto extraño.

       -Está bien. -Escuchó decir al mayor, quien aún no asimilaba que se había lanzado a besar los labios de RyeoWook como si de una chica que le gustase se tratara. No sabía como sentirse exactamente respecto a eso.

       Al salir de la casa de JongWoon casi ni pudo mirar a la madre del chico al despedirse. ¿Por qué...? ¿Con qué motivo había hecho eso? ¿Es que acaso le gustaba? Sus mejillas enrojecieron de nuevo al pensar en la posibilidad ¿JongWoon y él juntos? Se sentiría un poco raro si eso pasara. Sin embargo debía reconocer que no se disgustaba cuando recordaba la sensación que le había producido aquel beso ¿quería eso decir que le había gustado?

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