sábado, 4 de marzo de 2017
(WooRi) Friday -Oneshot-
Titulo: Friday
Pareja: WooRi (WooHee + Serri) [DAL SHABET]
Tipo: Yuri
Genero: Ansgt
Clasificación: T/T+
Descripción: Desde hace unos años, Woohee y Serri se vieron obligadas a trabajar para un magnate de la trata de personas. Firmaron un contrato ilegal y tenían que trabajar para él y cubrir un dinero. Pero cuando parece que ya van a conseguir su ansiada libertad, todo se tuerce...
Advertencias: Comentarios sobre prostitución y trata de personas.
Notas: En un principio no tenía pensado que la historia fuera acabar así, pero bueno, tenía muchas ganas de escribir algo de las chicas de Dal Shabet porque son geniales y creo que todos deberíamos leer algo de ellas ¿no? ¡Qué disfrutéis de la lectura!
-Hoy es nuestro último día ¿lo sabes? -Woohee parecía estar muy contenta con ello, Serri lo sabía. Ella estaba también feliz, pero sobre todo eran nervios lo que sentía.
-No me lo puedo ni creer. Es como si este día nunca fuese a llegar.
-Pues venga nena, que hoy es tu último baile y nos vamos a casita -las dos chicas se dieron un casto pico en los labios.
Serri salió del backstage de ese club al que se debía desde hace dos años, pero tras ese día recibiría la paga con la que por fin cubriría todo el dinero que le debía al dueño del club, ese hombre que las tenía explotadas. A su querida Woohee y a ella misma.
Con la minifalda bien puesta y el corpiño ajustado, Serri estaba preparada para salir al escenario donde una barra y un público expectante la esperaban. Allí sólo había hombres hambrientos que no tenían la atención suficiente de sus mujeres o directamente no tenían nada y acudían buscando algo de atención.
Tomó aire y lo mantuvo en sus pulmones antes de soltarlo poco a poco. Estaba preparada. Con el cambio de música Serri salió al escenario acompañada por aplausos. Era la estrella del viernes noche. Muchos acudían esa noche al club sólo para verla a ella.
Con una brillante sonrisa en el rostro y la música de su espectáculo, Serri se agarró a la barra, subiéndose a la parte más alta. Guiándose por la música, la chica se fue desenvolviendo. Movimientos lentos y sensuales, una mirada profunda y completa concentración en cada gesto. Subía y bajaba, daba vueltas en la barra con maestría.
Cuando quiso darse cuenta, la canción había acabado junto con su baile. Serri estaba cansada, pero satisfecha. Nunca antes había estado tan contenta después de un baile. Por fin Woohee y ella serían libres y no estarían atadas a un tipo que las prostituía y las obligaba a trabajar de malas maneras sólo por tener deudas con él. Pero esas deudas acabarían esa noche.
-¡Has estado estupenda! Tu última actuación ha sido lo mejor ¡lo has bordado! -Woohee estaba esperándola. La abrazó como nunca había hecho. Ambas chicas estaban a rebosar de felicidad.
-Vamos a cobrar mi actuación de hoy -Serri tomó su mano y se la llevó a la zona más alejada del club, donde estaba el despacho del que llamaban el jefe. Iban tan contentas e ilusionadas que ambas chicas no pensaban que algo malo pudiera pasar.
Unos hombretones en la puerta del despacho las miraron de arriba abajo antes de dejarlas entrar. El jefe estaba con la compañía de una de las jóvenes compañeras que tenían. Parecía estar tan entretenido con su presencia que ni las vio entrar.
-Chicas, qué alegría de veros ¿qué queréis de mí? Estoy bastante ocupado como bien podéis ver -con una de sus asquerosas sonrisas, le palmeó el trasero a la chica que tenía a su lado, ella parecía estar molesta. Demasiado bien estaba aguantando todo.
-Ya he terminado mi baile, vengo a por mi dinero -Serri no se cortó a la hora de ir al grano. Cuanto antes lo hiciera antes podrían volver a su casa.
-Claro, ahí lo tenéis -con sus dedos gordos agarró un fajo de billetes y se lo lanzó sobre la mesa a las chicas. Woohee lo tomó, miró a Serri y le tendió el dinero junto a otros billetes que guardaban en un bolso-. ¿Qué se supone que es esto?
-Todo el dinero que te debemos, nuestra fianza -ambas chicas se agarraron las manos deseando con todas sus fuerzas que todo saliera bien, pero la sarcástica risa del bastardo de su jefe las inquietó.
-¿Y creéis que esto es así de sencillo? -soltó una horrible carcajada, mostrando sus podridos dientes-. No se paga todo con dinero. Sí, podréis haber dado todo el dinero que me debéis, pero os habéis olvidado de algo.
Hizo un gesto a la chica que estaba junto a él. Ella se levantó y fue a buscar algo en unos cajones. Tras rebuscar, puso ante ellas un papel que al verlo, ambas supieron que era. El contrato que se vieron obligadas a firmar hace unos cuantos años.
-En vuestra cláusula pone que además del dinero, tenéis que aportar unas 100 sesiones y creo que solo lleváis 87 -el jefe parecía estar muy satisfecho con aquello-. Aunque hayáis pagado la deuda aún no habéis cumplido vuestro contrato. Y que no se os pase por la cabeza huir o buscar medios legales para quitarle valor al contrato, ya que os recuerdo que es ilegal y podéis tener muchos problemas.
Serri trago saliva. Sabía que estaban entre la espada y la pared. Poco más podían hacer. Tenía ganas de echarse a llorar, aquello no estaba bien, no era lo que ellas habían planeado. Tantas ilusiones puestas en ese día y ahora nada de lo que habían hecho servía.
-Pero eso no lo decía cuando lo firmamos -comentó Woohee atrás revisar los contratos.
-Ah, se me olvidó avisar que lo añadí posteriormente - dijo el jefe tan tranquilo, volviendo a toquetear a la chica que estaba sentada en su regazo.
-Pero eso no es justo. Cuando firmamos eso no estaba, por lo que no debemos atenernos a eso, no debemos hacerlo -volvió a insistir Woohee. Serri no se veía con las fuerzas necesarias para decir cualquier cosa.
-¿Y qué vais a hacer? No podéis hacer nada ¡solo trabajar para mí! Siempre podéis iros, pero ya sabéis lo que os espera -estaba claro, buscaría unos sicarios que se encargaran de eliminar a las dos de la faz de la tierra.
-¡Pero es que…! -un apretón de mano, fue lo que detuvo a Woohee de volver a protestar. Por mucho que fueran a decir no serviría de nada. Estaban dentro de un hoyo imposible de salir.
-Ya podéis ir trabajando. Nos vemos la semana que viene chicas, ah, y me quedo con todo el dinero.
El jefe volvió a lo suyo. Las dos chicas salieron a regañadientes y decepcionadas de allí, no sin antes lanzarle una mirada de odio y desprecio al horrible hombre.
-Qué hemos hecho para esto… -fue lo único capaz de decir Serri una vez que estuvieron fuera del club, dispuestas a marcharse a su casa.
-No lo sé, pero te juro que se desgraciado pagará por sus asquerosas patrañas y actos -Woohee estaba muy cabreada, cualquiera sin conocerla se daría cuenta con tan solo verla.
-Vámonos a casa o me echaré a llorar aquí mismo.
Woohee la tomó de la mano como intento de reconfortarla, aunque de poco le sirviera ya que mientras caminaban por la calle, un nubarrón comenzó a descargarse sobre ellas.
-¡Oh, no! ¡Lo que nos faltaba!
Comenzaron a correr pero veían muy complicado avanzar ya que calzaban unos altos tacones. Poniéndose las manos sobre el cabello para que no se mojara, intentaron buscar un sitio donde refugiarse, pero no les sirvió de nada, ya estaban demasiado empapadas.
La lluvia había cogido fuerza, no llevaban un paraguas y estaban bajo un portal.
-¿Es que no había otro momento para ponerse a llover? -protestó Woohee comprobando que en efecto, estaban ya muy empapadas.
-Hoy no va a salir nada bien… -murmuró Serri observando la calle mojada-. No tiene pinta de que vaya a parar pronto…
-Bueno, no pasa. Es sólo agua, podía ser peor -en ese momento que Woohee pronunció las palabras, un trueno llegó a sus oídos. Serri tenía mucho miedo a los truenos y a los relámpagos.
-¿Qué decías?
Woohee abrazo a la chica, siendo conocedora del pánico que tenía. Tal vez en sus brazos se sintiera algo más protegida.
-¿Quieres que nos vayamos a casa corriendo aunque nos mojemos más? Allí te sentirás mejor a pesar de los truenos -con una caricia de Woohee, asintió con la cabeza, no quería seguir en la calle con aquello por el cielo oscuro.
Juntas, volvieron a lanzarse bajo la lluvia. Por suerte quedaba poco para que llegaran a su casa donde ambas vivían, pero llegarían chorreando eso seguro.
Tras unas calles más y casi una caída al encharcado suelo, ambas chicas llegaron a su vivienda. Pero frente a la puerta de la casa, tuvieron otro problema.
-Mierda, mierda -Woohee rebuscaba entre su bolso las llaves para poder entrar, pero parecía no dar con ellas.
-¿Qué pasa ahora? -pregunto una Serri aterrada por seguir en la calle.
-Que no doy con las malditas llaves ahora.
-Directamente hoy no es nuestro día -tras sus palabras, un nuevo trueno atravesó el cielo, asustándola más-. ¿Qué tal si te das un poco de prisa?
-Hago lo que puedo, no me agobies más, que ya lo estoy yo de por sí -al no dar con las llaves, Woohee comenzó a sacar las cosas de su bolso y dejarlas en el regazo de la otra. Todo con mucho cuidado de que no fueran a mojarse con la lluvia.
Otro trueno, acompañado por un chillido de Serri, mezcla del susto y del miedo. Sin querer, hacía que Woohee se alterara más. Ya pensaba que había perdido las llaves en algún lugar, que no podrían entrar en la casa y se pasarían toda la noche en la calle, bajo la tormenta. Si no pillaban un buen constipado sería algo peor.
Una luz se encendió en la mente de Woohee. Otras veces habían dejado una llave de repuesto escondida bajo el felpudo, algo muy típico pero que en casos como ese podría ser realmente útil.
-Sujeta -le dio directamente el bolso a Serri mientras ella se agachaba para levantar el felpudo empapado. Poco veía con la oscuridad de la noche, pero gracias a un relámpago que iluminó todo, pudo ver la fina llave.
Serri gimió aterrada, no lo estaba pasando realmente bien, pero cuando vio que la otra chica introducía la llave en la puerta casi se abalanzó al interior de la vivienda buscando refugiarse.
-Ahora lo vamos a poner todo perdido… que asco de día -refunfuñando, Serri fue directa al baño donde se desprendió de toda la ropa empapada. Con una toalla secó su cabello como mejor pudo y buscó ropa seca y limpia que ponerse.
Mucho mejor y más tranquila a pesar de que la tormenta seguía, fue en busca de Woohee que aún permanecía con las ropas mojadas. La encontró en el salón, frente al televisor.
-Deberías ir a cambiarte antes de que cojas una pulmonía, o peor, que pongas la casa mojada y tengamos que ponernos también a limpiar a estas horas.
-Shhh. Calla y escucha lo que están diciendo en los informativos de última hora -Woohee no despegaba la mirada del televisor, así que curiosa por lo que tenía a la otra tan embelesada, Serri se acercó para ver la pantalla mejor.
-”Como seguimos informando, al parecer tras el incendio causado por una mala instalación y un rayo, se ha destapado una trata de personas donde un hombre de unos 50 años de edad convencía a jóvenes desfavorecidas para que trabajan para él, abusando de ellas y explotándolas. Los contratos que tenían eran falsos, sin valor y al tener amenazadas a esas chicas había ganado mucho dinero negro a su costa…” -mientras la mujer del informativo iba dando la noticia, las imágenes del club donde ellas trabajaba y donde habían estado hacía una hora, eran caóticas.
-¿Pero qué…? -comenzó a decir Serri observando como las llamas aún devoraban parte del edificio donde estaba el club. Unos policías llevaban a rastras a un hombre que estaba esposado y muy alterado-. ¡Ese es el jefe!
-¿Lo están deteniendo? -murmuró la otra, impactada aún por lo que estaban viendo.
-”El dueño de este club será llevado a comisaría y las chicas que se encontraban en el momento del incendio en el lugar, serán llevadas al hospital a causa de algunas quemaduras leves. Se informa que todo está siendo consumido prácticamente por el fuego y la policía cree que el dueño del club irá a prisión esta misma noche. Estaremos pendientes de dar más datos cuando se sepa algo más. Buenas noches.” -con la imagen del jefe entrando a la parte trasera del vehículo de la policía, acabó todo y comenzó algo nuevo en la vida de ambas chicas.
-Esto quiere decir… ¿somos libres por fin? -se atrevió a pronunciar Serri después de un silencio que se estableció entre ambas tras la noticia de la detención del jefe y de la quema del club.
-Eso parece… -Woohee estaba tan estupefacta como la otra. Era una noticia que ni por asomo hubieran imaginado que pudiera suceder. Ni siquiera que fuera una forma de quedar libres de sus manos.
-¡Somos libres! -de la alegría tras asumir lo sucedido, Serri abrazó con lágrimas en los ojos a Woohee-. Se acabó todo, ya podemos hacer lo que queramos, ya puedes estudiar y hacer lo que siempre habías querido.
-Se acabó ver cómo unos hombres con manos asquerosas te sobaban -Woohee decidió robarle un beso en sus finos labios.
-¿Eso es de lo único que te alegras?
-De eso y de que no babearán más por ti. Ahora solo babeo yo.
-Pues babea todo lo que quieras, pero ahora ve a cambiarte de ropa que me estás mojando de nuevo.
-A sus órdenes -y con un nuevo beso, ambas chicas se dieron cuenta que todo había acabado. Ya no les debían nada a nadie, que eran libres y que estaban juntas.
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Primera historia que leo de Dal Shabet, a pesar de que adoro ese grupo. Cabe destacar que, de paso, esa es mi couple favorita :D ¡Y demás está decir que me encantó!
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarNo sabes cuanto me alegra que te haya gustado. Ya es casualidad que sea una historia mía la que lees de ellas. Espero que si vuelvo a escribir en otro momento de Dal Shabet, también te guste. ^^