Título: Click your heart
Pareja: RoSeong (InSeong + RoWoon) [SF9]
Tipo: Yaoi
Clasificación: PG–13
Géneros: AU | High school | Romance | Fluff | Humor
Resumen: Kim InSeong atrae la mala suerte y todas las
personas que se cruzan en su camino sufren las consecuencias de ello… incluido
el capitán del equipo de béisbol del instituto.
Aclaraciones: Voy a usar los nombres reales de los chicos,
a pesar de que casi ni se les conozca por los artísticos, porque me parece
mucho más creíble usar los suyos si voy a hablar de una vida lejos del
escenario. En las notas finales aparecerán las equivalencias.
Notas: Me vi el dorama
‘Click Your Heart’ el año pasado y desde que lo vi le había estado dando
vueltas a hacer algo inspirado en él. Siglos después, por fin me animé y la verdad es que estoy muy contenta con el resultado. Espero
que os guste.
—¿Lo
has escuchado? —le comentó SangHyuk a JaeYoon, bajito, para que nadie más se
enterara—. Lo del chico nuevo, me refiero.
JaeYoon
lo observó fijamente a los ojos sin tener ni idea de lo que hablaba, esperando
que así, su compañero de clase le contara qué era lo que quería decir con
aquellas palabras. SangHyuk puso los ojos en blanco, en cambio. Toda la escuela
se había tenido que enterar, pero tenía que ser precisamente su amigo el único
que no tenía ni idea de aquel tema.
—A
ver… —comenzó, casi pidiéndole con el tono de voz que usó que se enfocara y lo
escuchara con las orejas bien abiertas porque no lo iba a volver a repetir—.
Hoy va a venir un nuevo alumno a clase, viene de la capital, y está aquí porque
en su antiguo colegio lo han querido alejar lo máximo posible.
—¿Era
tan conflictivo? —cuestionó JaeYoon, casi sin poder creerse que alguien que
diera tantos problemas a un instituto fuera simplemente mandado a otro lejos,
sin ningún castigo.
—En
realidad… simplemente es gafe —respondió SangHyuk.
—¿Gafe?
—Sí.
La mayoría de los alumnos de su anterior instituto sufrieron daños simplemente
por cruzarse con él por los pasillos —contó—, y algunos de los que además
establecieron contacto físico acabaron muy mal parados.
—¿Solo
porque es gafe? —cuestionó el mayor, sin creérselo todavía.
—Solo
porque es gafe —respondió SangHyuk—. Así que si no quieres romperte algo,
porque tú ya eres torpe de fábrica, no te acerques mucho a él.
—Entiendo.
Y… ¿sabes cómo se llama? —preguntó—, por curiosidad.
—InSeong.
Kim InSeong.
♥♥♥
El
pitido de un silbato resonando en todo el campo de entrenamiento hizo que los
chicos que se encontraban en él detuvieran cualquier movimiento que estuvieran
haciendo en el acto. Aquel pitido significaba que la práctica de aquel día
había finalizado, por lo que lo único que debían hacer era recoger las pelotas
que había desperdigadas por todo el campo hasta que éste estuviera libre de
ellas y después pasar por las duchas antes de irse a casa, por fin, tras aquel
largo día.
SeokWoo,
a pesar de ser el capitán del equipo de béisbol y también el as, tenía que
recoger al igual que el resto de sus compañeros todo el material que se había
usado en la sesión de entrenamiento y, además, revisar que éste estuviera en
condiciones antes de poder irse a casa. Porque era el líder de aquellos chicos
tenía que tomar muchas más responsabilidades y también tenía que irse a casa
más tarde que ninguna otra persona. Por este motivo, cuando sus compañeros se
fueron todos a las duchas, él seguía en el campo y, por este motivo, SeokWoo se
encontró con Kim InSeong cara a cara.
—Hola
—le dijo aquel chico, un chico que él no había visto nunca antes (tampoco es
que eso fuera una novedad, a pesar de ser un chico bastante popular, no podía
recordar las cara de la gente con facilidad),
y al que tampoco le echó muchas cuentas porque estaba ocupado—.
¿Necesitas ayuda?
SeokWoo
alzó su cabeza del inventario en el que estaba anotando que necesitarían un par
de bates nuevos antes del siguiente partido porque había algunos muy gastados
que no les iban a ayudar a ganar aquella contienda y miró al joven. La realidad
era que tenía una cara un poco peculiar, con todos sus rasgos algo afilados, por lo que si lo
hubiera visto antes, quizás sí que lo habría reconocido. Sin embargo, SeokWoo
no pensó mucho en ello. El chico quería ayudar y a él no le vendría mal un poco
de ayuda, así podría irse a casa antes a prestarle un poco de atención a su
hermano menor YoungKyun, que siempre se estaba quejando de que nunca tenía
tiempo para él.
—¿Por
qué no? —murmuró, haciendo que una enorme sonrisa apareciera en el rostro del
otro chico—. ¿Te importaría llevar esta bolsa hacia la caseta del material? —le
señaló la bolsa en la que estaban todos los bates—. Hacia allá —y le señaló el
lugar que le había indicado.
—Por
supuesto —respondió.
Rápidamente
se colocó a su lado para poder tomar la bolsa y la levantó del suelo. SeokWoo
lo observó durante un par de segundos y cuando vio que no tendría problemas
para cumplir el cometido que le había encargado, volvió a su tarea de
inspeccionar, ahora los guantes. Sin embargo, no tendría que haberle quitado la
vista de encima al otro chico, porque en el momento en el que lo hizo, éste
trastabilló con sus propios pies. SeokWoo lo vio por el rabillo del ojo y su
reacción inmediata fue la de intentar sostener al chico por todos los medios
para que no se diera la hostia del siglo, sin llegar a pensar que esto marcaría
su destino.
SeokWoo
tomó el cuerpo del chico más bajito con su mano izquierda para que no cayera,
pero la fuerza con la que el otro iba hacia atrás hizo que él también se
desequilibrara, por no haber tenido tiempo de poner bien los pies, y que,
finalmente, ambos acabaran en el suelo.
—Lo
siento, lo siento muchísimo —fue lo primero que escuchó salir de los labios del
desconocido justo después de caer—. ¿Estás bien? —sintió cómo se levantaba de
su cuerpo rápidamente, pero sintió todavía más un dolor punzante en su mano
derecha, la misma mano que había apoyado inconscientemente en el suelo con la
caída.
—Me
parece que tengo un esguince en la muñeca —le respondió. SeokWoo miró fijamente
a los ojos al chico que tenía delante—. ¿Cómo te llamas?
—¿Te
duele mucho? ¿Quieres que te lleve a la enfermería o al hospital que hay aquí
cerca? ¿Por qué quieres saber mi nombre? —cuestionó, haciendo una pregunta tras
otra, rápidamente.
—Estoy
bien, estoy bien. Por ahora solo necesito mantener el brazo quieto hasta
terminar de recoger esto y después ir al médico a que me lo vende —lo
tranquilizó—. Y me gustaría saber tu nombre.
—¿De
verdad no quieres que vayamos ya? Se te está hinchando… —le señaló. SeokWoo
negó con la cabeza y se levantó del suelo.
—No
hace falta ir ahora —dijo—. ¿Tu nombre…?
El
chico alternó su mirada entre la mano que se hinchaba por momentos de SeokWoo y
su rostro serio varias veces, como si estuviera algo asustado antes de abrir la
boca para contestarle aquello que le había preguntado.
—Me
llamo InSeong… Kim InSeong…
—Bien,
Kim InSeong —dijo, llamando su atención—. Soy el as del equipo de la escuela y
probablemente me perderé unos dos meses de partidos esta temporada debido a ti
—explicó—, así que, ¿cómo piensas recompensarme?
—Yo…
—Serás
mi esclavo y me cuidarás durante todo el tiempo que tarde en curarme —le dijo,
mirándolo fijamente, con seriedad—. Harás todo lo que yo no pueda hacer en todo
ese tiempo, ¿entendido?
—Yo…
—¿Entendido?
—Sí…
—murmuró InSeong con un hilo de voz y agachando la cabeza.
—Bien…
¿crees que podrás llevar todo esto al cobertizo sin matarte mientras yo recojo
mis cosas para ir ahora al hospital?
—Creo
que sí…
—Perfecto.
Ahora nos vemos.
SeokWoo
le sonrió al chico y le guiñó un ojo antes de echar a andar hacia los
vestuarios para coger su mochila, sellando de aquella forma el destino que lo
uniría a InSeong.
♥♥♥
Tras unos quince minutos dentro de
la sala de urgencias, en donde le habían puesto una pomada para que no se le
inflamara el esguince más de lo que ya lo estaba y después lo habían vendado,
SeokWoo salió de aquella sala temiéndose que el chico que acababa de conocer y
por el que tenía la muñeca de aquella forma se hubiera marchado y dejado allí
tirado. Sin embargo, no le hizo falta más que un segundo para ver que aquel
muchacho llamado InSeong se encontraba todavía sentado donde lo había dejado,
guardando su mochila y mordiéndose las uñas nerviosamente. Parecía muy afectado
por lo que había pasado y SeokWoo se sintió un poco mal por haberlo tratado de
la forma en la que lo había hecho, así que, se propuso empezar de nuevo.
—Kim SeokWoo —dijo, tendiéndole su
mano izquierda. El chico alzó su cabeza y lo miró algo confundido—. Me llamo
Kim SeokWoo —le aclaró—, y siento haber sido tan brusco contigo antes.
—No has sido brusco —murmuró el otro
chico—. Merezco que me trates como te dé la gana hasta que te cures y puedas
volver a jugar.
—Aun así, no quiero tratarte mal
porque lo único que querías era ayudarme —respondió SeokWoo—. Esto solo ha sido
un desafortunado accidente, así que, no te culpes de nada y solo ayúdame cuando
te lo pida, ¿vale?
—Sí —contestó en voz baja, agachando
de nuevo su cabeza.
SeokWoo esbozó una pequeña sonrisa y
le tendió su teléfono para que le apuntara su número y así poder llamarlo
cuando lo necesitara y no estuviera cerca y el chico lo apuntó sin ninguna
queja.
—Bien, gracias InSeong. Nos vemos en
el instituto mañana —le dijo, despidiéndose de él y tomando su mochila para
encaminarse a su casa.
♥♥♥
Habían pasado solo unos pocos días
desde que su mano era totalmente inútil, pero SeokWoo estaba bastante tranquilo
debido a que tanto sus compañeros de equipo, como las personas que siempre lo
habían admirado, estaban haciendo sus días bastante amenos. Al mismo tiempo, si
había algo que no podía hacer por sí mismo y ninguna persona estaba cerca para
poder ayudarlo, el chico no dudaba en mandarle un mensaje a InSeong y éste
aparecía lo más rápido que podía para ayudarlo. Quizás el muchacho fuera un
poco torpe y a veces liara más las cosas, pero la realidad era que su presencia
reconfortaba un poco a SeokWoo.
—Sabes que ese Kim InSeong es gafe,
¿verdad? —le dijo su amigo JuHo, una vez que el otro chico se había ido del
lugar, llamando su atención.
—¿Por qué dices que es gafe? —le
preguntó, sin entenderlo.
—Toda persona que anda a su
alrededor acaba sufriendo accidentes y teniendo mala suerte en su vida —explicó
el otro—, incluso aquellos que se cruzan con él por casualidad, como tú —le
señaló su mano vendada.
—La verdad es que sería mejor que no
te acercaras demasiado a él —dijo en ese momento YoungBin—. Tienes que
recuperarte lo más rápido posible para poder volver a jugar con nosotros… pero
si ese chico está a tu alrededor, puede que sufras más accidentes.
—No tiene sentido ninguno lo que
decís —comentó SeokWoo, sonriendo—. Una persona no puede ser gafe y hacer que
quienes tiene a su alrededor también lo sean, no es como si fuera una
enfermedad contagiosa o algo por el estilo.
—Tú fíjate en Kim InSeong —le
respondió JuHo—. Fíjate en su día a día y verás que lo que te decimos es
completamente cierto.
—No por nada lo echaron de su
anterior instituto —apuntó YoungBin.
—Todos los alumnos lo saben, por eso
tratan de no cruzarse en su camino… y tú deberías hacer lo mismo, capitán
—terminó JuHo.
Sus dos amigos se levantaron en esos
momentos de los bancos del vestuario y se fueron de la sala camino al campo de
entrenamiento para pasarse el resto de la tarde sobre éste. SeokWoo echaba de
menos poder estar allí con ellos, por lo que le comenzó a dar vueltas a lo que
le acababan de decir. Quizás InSeong tuviera un poco de mala suerte en su vida,
pero él no creía que esa mala suerte fuera algo que pudiera ser transferible al
resto de su entorno. No obstante, decidió que el resto de días de esa semana,
los pasaría observando desde la distancia al chico nuevo para ver si todo lo
que le habían contado era verdad.
Lo único que SeokWoo pudo comprobar
al final de esa semana fuer que Kim InSeong solía tropezarse bastante a menudo
porque generalmente estaba distraído y que no tenía ni un solo amigo porque
todos los alumnos de aquel instituto habían oído aquella estúpida historia y
ninguno quería acercarse a él, hecho que influyó en que SeokWoo quisiera tener
mucho más cerca a InSeong.
♥♥♥
Las semanas fueron pasando y los
días para SeokWoo se fueron convirtiendo en una rutina agradable en la que, en
lugar de asistir a los entrenamientos con los demás integrantes del equipo, iba
a todas las clases de la tarde que anteriormente se estaba perdiendo. No le
gustaban demasiado los estudios porque sabía perfectamente que tenía su futuro
asegurado en el béisbol, pero era una rutina bastante buena para dejar de
pensar en que, por el momento, no podía jugar —además, de aquella forma había
descubierto que alguna que otra de las asignaturas optativas las compartía con
InSeong y sentía que, solo por aquello, merecía la pena asistir a las clases—.
Con el tiempo, el chico se había ido
acostumbrando a que lo llamara repentinamente para que hiciera algo por él y
también había ido dejando aparcado aquella especie de temor que había tenido
hacia su persona en los primeros días. SeokWoo se había disculpado por haber
sido tan brusco y borde con él, pero un poco de respeto hacia él parecía haber
generado en InSeong, algo que se encargó de echar por tierra para que el
muchacho pudiera estar cómodo con él y lo había ido consiguiendo, pasando todo
el tiempo que podía a su lado.
Quizás desde que estaba con InSeong
habían ocurrido un par de percances —se había quedado encerrado en el baño,
algo que nunca antes le había pasado—, pero no había pasado nada especialmente
grave, por lo que SeokWoo no deseaba separarse de su lado. SeokWoo realmente no
sabía cuál era el motivo exacto por el que se sentía de aquella manera sobre el
chico, pero se sentía muy bien a su lado, como nunca antes se había sentido con
nadie y no quería perder eso aunque aquel estúpido rumor de que era gafe
circulara por todo el instituto. Kim InSeong era un chico bastante encantador y
si los demás se hubieran molestado en tratar de conocerlo un poco, tal y como
estaba haciendo él, se habrían dado cuenta de ello y no lo seguirían evitando
como si de verdad tuviera una enfermedad altamente contagiosa de la que ninguno
quería saber nada.
♥♥♥
—¿Qué te dijo el médico cuando
fuiste a la revisión ayer? —escuchó que le preguntaba TaeYang, el mejor ladrón
de bases de todo el equipo mientras bebía un poco de agua en su descanso.
—Para la semana que viene
probablemente pueda comenzar a ejercitar la muñeca —le respondió, dedicándole
una mirada de soslayo a su mano—. Todavía tendré que seguir llevando una venda,
pero si voy poco a poco y no me fuerzo en los primeros días, probablemente
pueda jugar el partido de la semifinal si pasamos esta fase.
—Aunque no estés jugando con
nosotros pasaremos a la semifinal —le prometió TaeYang—, el equipo contra el
que jugamos es bastante asequible.
—No porque parezca un equipo
asequible debéis relajaros —replicó el capitán, ejerciendo como tal—. Hay que
dejarse la piel en todos los partidos.
—Me alegra que estés de vuelta,
capitán —el menor le sonrió de forma encantadora y después volvió al campo para
seguir entrenando con los demás.
SeokWoo también sonrió durante
algunos momentos mientras veía cómo los chicos que llevaba liderando un par de
años entrenaban y lo daban todo por hacerlo bien. El entrenador los estaba
vigilando también desde la distancia y les señalaba los errores que cometían y
lo que debían de hacer para corregirlos, así que, el chico decidió que ya había
pasado demasiado tiempo en aquel lugar y fue hacia el edificio del instituto
para recoger sus cosas y poder irse lo más pronto posible a su casa —aquel día
iba a estar en ella ChanHee, el mejor amigo de su hermano menor, y a SeokWoo
siempre le había caído bien aquel chico—. Sin embargo, a pesar de que esa había
sido su intención, no pudo llevar a cabo lo que quería hacer porque en su camino
se cruzó Kim InSeong.
Se cruzaron por las escaleras y el
chico le sonrió de forma encantadora cuando lo vio, dirigiéndose hacia él al
instante. InSeong bajó corriendo las escaleras hasta que, a solo unos cinco
escalones de llegar hasta donde SeokWoo se encontraba, perdió el pie y
trastabilló. El más alto lo vio venir y reaccionó rápido, agarrándose
fuertemente a la barandilla con la mano que no tenía vendada y sujetando el
cuerpo del muchacho contra su cuerpo, utilizando el otro brazo. El impacto fue
duro de soportar, pero SeokWoo pudo hacerlo y ninguno de los dos acabó rodando
las escaleras, algo que agradeció enormemente, porque todavía no se le había
curado la lesión anterior. También agradeció que InSeong estuviera a salvo de
la caída entre sus brazos.
—¿Estás bien? —le preguntó, una vez
que estuvieron estabilizados.
—Sí, estoy bien —murmuró InSeong,
separándose de él—. ¿Te he hecho daño? —SeokWoo negó con su cabeza, mirándolo a
los ojos y mostrándole que estaba como una rosa—. Lo siento mucho.
—¿Por qué te disculpas? —le
cuestionó.
—Porque por mi culpa casi hago que
nos matemos los dos.
InSeong
desvió su mirada y antes de que el otro pudiera hacer nada comenzó a moverse
para bajar las escaleras; sin embargo, solo pudo dar un paso antes de caer
sobre los escalones. SeokWoo rápidamente le tendió su mano buena para
levantarlo, dándose cuenta de que probablemente el chico se había doblado el
tobillo con la anterior caída y por eso ahora no había podido sujetarse bien.
—Vamos,
te llevaré a la enfermería —le comentó SeokWoo—. La enfermera todavía tiene que
estar por aquí… y si no está, un vendaje para este tipo de contusiones sé
hacerlos yo.
InSeong
se resistió durante unos momentos, pero luego accedió y SeokWoo lo ayudó a
caminar hasta la enfermería. Una vez llegaron, dejó al chico sobre una camilla
y fue a buscar a la enfermera, pero no pudo encontrarla por ningún lugar, así
que, el capitán del equipo de béisbol tuvo que hacerse cargo de la torcedura
del muchacho. Cogió una pomada para evitar que se le hinchara y un trozo de
venda y comenzó a tratarlo, como ya había hecho con él mismo o con alguno de
sus compañeros de equipo. No tardó demasiado en vendarle el tobillo, así que
miró hacia arriba para sonreírle de forma tranquilizadora antes de decirle que
ya estaba todo arreglado, pero SeokWoo no se imaginó encontrarse con InSeong
llorando, así que se asustó.
—¿Estás
bien? ¿Te he hecho daño? ¿Quieres que vayamos al hospital? —InSeong negó a
todas sus preguntas—. ¿Entonces? ¿Qué es? ¿Qué tienes?
—Yo…
lo siento tanto… —murmuró—. Todas las personas que están a mi alrededor acaban
sufriendo todo tipo de accidentes —InSeong fijó sus ojos en la mano que SeokWoo
se había dañado por ayudarlo—. A ti te hice daño una vez y ahora he estado a
punto de hacerte daño de nuevo… y no quiero que te pase nada…
—Pero
no ha pasado nada malo, un traspiés lo tiene cualquiera —le dijo, tratando de
animarlo.
—Yo
soy gafe… soy gafe y hago que todos los que se cruzan conmigo acaben mal
parados… —replicó el muchacho—. Cuanto más tiempo te quedes conmigo, más
accidentes tendrás… lo mejor es que te alejes de mí si no quieres que te pase
nada malo…
InSeong
se levantó de la camilla después de decir aquellas palabras, dispuesto a irse,
pero SeokWoo no lo dejó, tomándolo de la mano para detenerlo. Él no tenía
derecho a decir que debía alejarse de su lado, SeokWoo se alejaría si quería… y
no quería hacerlo por nada del mundo, porque InSeong se había convertido en
aquellas últimas semanas en una presencia reconfortante y preciosa en su vida,
así que no lo iba a dejar escapar. Quizás estuviera un poco loco, como ya le
habían dicho en algunas ocasiones desde que se juntaba con él, pero InSeong no
se iba a ir de su vida solo porque tuviera un poco de mala suerte… y la única
forma de retenerlo que se le ocurrió, fue tomarlo por su rostro y darle un beso
en los labios.
♥♥♥
Desde que SeokWoo había besado a
InSeong, éste lo había estado evitando la mayor parte del tiempo y solo se
acercaba a él cuando había mucha gente alrededor de ambos, haciendo que éste
sintiera que había sido muy mala idea besarlo para retenerlo a su lado. Puede
que SeokWoo llevara teniendo muy claro desde algún tiempo que las mujeres no
eran realmente lo suyo, pero no se había molestado en tratar de averiguar si
para InSeong era de aquella manera o no. Sabía que se había equivocado en
aquella decisión, pero en realidad no se arrepentía porque al besarlo se había
dado cuenta de lo mucho que lo quería y necesitaba a su lado.
El chico negó con su cabeza y se
trató de enfocar en realizar de forma tranquilamente los ejercicios que el
médico le había dicho para calentar y no volver a hacerse daño en la muñeca
cuando comenzara a entrenar. Si quería hacerlo bien en la práctica para que la
semana siguiente el entrenador lo metiera en la lista de jugadores para la
semifinal, tenía que dejar de pensar en él, al menos mientras practicaba. Una
vez terminara con el entrenamiento de aquel día, vería cómo debía hacer para
volver a acercarse a InSeong y tratar de ver qué era lo que sentía el chico
sobre él.
El entrenamiento se desarrolló de
forma normal, sin que SeokWoo sintiera muchas molestias, así que, el chico se
sintió bastante animado y optimista. Y fue solo después de la ducha para
quitarse el sudor del cuerpo, cuando el chico se dio cuenta de que iba a seguir
necesitando de la ayuda de InSeong, como en las anteriores semanas, aunque no
sabía si sería correcto o no llamarlo. A pesar de que ya podía entrenar
tranquilamente si no se forzaba y de que le habían quitado las aparatosas
vendas, todavía necesitaba una venda para no forzar su muñeca más de la cuenta
y con la mano izquierda no se la podía poner. SeokWoo no creía que fuera lo más
adecuado hacer que InSeong fuera hasta él, pero aun así, no había nadie ya en
el vestuario y el chico probablemente estaría rondando todavía por el instituto
porque solía irse bastante tarde a casa.
SeokWoo acabó mandándole el mensaje
de socorro al otro chico, sin tener muchas esperanzas de que apareciera para
ayudarlo y se puso el uniforme mientras esperaba. Estaba a punto de salir del
lugar, pensando que el chico ya no aparecería por allí, cuando la puerta se
abrió y por ella entró InSeong. Sus ojos se encontraron durante unos momentos
antes de que el recién llegado desviara éstos hacia el suelo.
—No quería molestarte —dijo SeokWoo,
antes de que el otro pudiera arrepentirse de haber ido hasta allí—, pero tengo
que ponerme la venda y con la mano izquierda no puedo hacerlo solo.
InSeong asintió lentamente y fue hacia
él para ayudarlo. Cuando los dedos del chico rozaron su piel, SeokWoo sintió su
corazón latir de forma acelerada, algo que no le había ocurrido antes, pero no
pudo evitar sonreír mientras éste lo ayudaba a colocarse la venda.
—Lo siento… —murmuró SeokWoo,
aprovechando que estaban solos y que todo se encontraba en silencio—. Lo siento
por besarte el otro día sin tu consentimiento… ni siquiera sé si te gustan los
hombres o no, pero no sabía qué era lo que podía hacer para que no me alejaras
de ti… —el chico tragó saliva, porque solo había pensado disculparse con él,
pero en ese momento sintió que ya que estaba, podía confesarse también—. Me
gustas mucho y no quería que dejáramos de estar juntos porque tengas un poco de
mala suerte…
—SeokWoo…
InSeong quiso contestarle a todo lo
que le había dicho, pero el chico le tapó la boca con la mano para que no
pudiera decir nada porque tenía mucho miedo a que lo que saliera de sus labios
fuera que debían de dejar de ser amigos, que lo odiaba y que no quería volver a
verlo de nuevo en su vida.
—No hace falta que me digas nada en
ese momento —murmuró él—, puedes pensarlo o no pensarlo o lo que quieras… pero
ahora no me digas nada —InSeong asintió y SeokWoo retiró su mano lentamente de
los labios suaves del otro—. Jugaré seguramente en la semifinal de la semana
que viene —le informó—, si vienes a despedirme antes de subir al autobús lo
tomaré como una respuesta afirmativa a que quieres seguir estando junto a mí…
como algo más que un amigo.
Tras decir aquello, sintió cómo sus
mejillas comenzaron a arder, así que, rápidamente tomó sus cosas para poder
salir del vestuario antes de que InSeong pudiera ver lo avergonzado y
emocionado que se sentía.
♥♥♥
Era bastante temprano la mañana del
partido de la semifinal cuando ya todos los miembros del equipo se encontraron
reunidos frente a la puerta del instituto, esperando por el autobús que los
llevaría hasta el campo en el que jugarían ese día… al menos, la mayoría de los
chicos del equipo solo esperaba al autobús, porque SeokWoo también esperaba a
que cierto chico de pelo castaño y levemente rizado apareciera en cualquier
momento por el lugar, confirmándole de aquella manera que sentía lo mismo por
él. Hacía un poco de frío, así que, sus compañeros se habían reunido,
juntándose mucho para no dejar escapar el calor de sus cuerpos, pero SeokWoo se
sentía demasiado nervioso y no podía evitar estar dando vueltas de un lado a
otro mientras esperaba.
—El partido va a salir bien, capitán
—le dijo JuHo—. No hace falta que te preocupes ni que estés tan nervioso,
¿vale?
SeokWoo asintió a las palabras del
chico, pero no pudo evitar seguir estando nervioso porque el partido no le
importaba tanto como lo hacía que InSeong no apareciera por allí.
Después de esperar durante unos diez
minutos, el autobús por fin llegó frente a ellos y el entrenado comenzó a pasar
lista de los asistentes para que fueran dejando sus bártulos en el maletero del
bus y se fueran subiendo a éste. SeokWoo dio gracias a que, por ser el capitán
sería llamado el último, dándole así más tiempo a InSeong… pero viendo cómo en
la fila cada vez quedaban menos personas y que el chico seguía sin aparecer,
comenzó a perder la esperanza de que fuera a despedirlo. Sin embargo, justo
cuando dejó su bolsa en el maletero, dispuesto a subirse por fin al autobús
para partir, vio por el rabillo del ojo cómo una figura corría rápidamente
hacia donde se encontraban y se giró para comprobar de que se trataba de InSeong.
SeokWoo caminó hacia él, alejándose
del autobús y de los oídos indiscretos que en este se encontraban, para
encontrarse con el chico a medio camino, con una sonrisa enorme en sus labios
porque que InSeong se encontrara allí significaba que sentía lo mismo por él.
Ambos se detuvieron cuando solo estaban a un escaso metro de distancia y se
miraron a los ojos durante unos momentos antes de que InSeong dieran un paso
más y se abrazara fuertemente a su cuerpo, haciendo que el corazón de SeokWoo
estallara por la felicidad.
—Creía que ya no ibas a venir —dijo
sinceramente, muy aliviado de que estuviera allí.
—Yo no sabía qué era lo que quería
hacer hasta anoche —respondió InSeong desde su pecho—. Nunca me había sentido
atraído por hombres, pero junto a ti me sentía extraño… y cuando me besaste me
sentí todavía más extraño que antes…
—Estás aquí, no me odias, eso es lo
único que importa —murmuró SeokWoo—. No voy a forzarte si no estás demasiado
seguro de lo que quieres —el chico hizo que se separaran un poco para poder
mirarlo a los ojos—, solo no te separes de mí…
—No lo haré —contestó el chico con
una enorme sonrisa.
—Bien. Ahora me tengo que ir porque
si no llegaremos tarde, pero en cuanto vuelva, te llamaré para quedar y hablar
de todo esto tranquilamente, ¿vale? —InSeong asintió.
—Mucha suerte en el partido —le
deseó.
—Gracias.
A SeokWoo le dieron unas ganas
inmensas de besarlo porque en aquel momento tenía una apariencia demasiado
encantadora y porque se sentía demasiado feliz como para detenerse, pero se
obligó a ello porque no quería crear un escándalo que se esparciera por el
instituto y que les hiciera la vida complicada a ambos. Lo único que hizo antes
de separarse de InSeong fue revolverle un poco el pelo con una sonrisa en su
rostro antes de correr hacia el bus, sintiendo que aquel día podría hacer todo
lo que se propusiera.
Notas finales:
—Abajo os dejo una
lista de los nombres artísticos vs los reales de los chicos de SF9 que cito en
este fic, por orden de aparición en la historia.
—DaWon -> Lee SangHyuk.
—JaeYoon -> Lee JaeYoon.
—InSeong -> Kim InSeong.
—RoWoon -> Kim SeokWoo.
—HwiYoung -> Kim YoungKyun.
—ZuHo -> Baek JuHo.
—YoungBin -> Kim YoungBin.
—TaeYang -> Yoo TaeYang.
—Chani -> Kang ChanHee.
—El
dorama Click your heart tiene cuatro tramas diferentes que se van desarrollando
según el espectador decida y una de las tramas es la que ha sido utilizada para
la realización de esta historia (aunque no la he seguido por completo, han sido
solo cosas puntuales las utilizadas). La trama utilizada es, obviamente, la de
RoWoon.
No hay siguiente parte? :(
ResponderEliminar