Desde un lado de la amplia sala, observaba lo concurrida que
estaba. Todos sus invitados estaban allí para ver la actuación de Minzy, pero
lo que no sabían era que iban a ver otra, mucho más prometedora.
Se sentía como en un pedestal. Había ganado a Kyuhyun esa noche y todos lo adorarían ahora, por darles lo que buscaban. Aquella batalla era completamente suya y bebía para celebrarlo.
Las felicitaciones y las sonrisas llegaban hasta él por parte de todos los presentes. A todos se les veía emocionados, ya que creían que verían a Minzy, pero a la bailarina que verían esa noche sobre el escenario, sería una espléndida rubia, bailando, dejando su piel es bailar para ellos. Tenía a CL tras el escenario, preparada para salir. Y aunque él prefería que fuera Minzy, se conformaba con que fuera CL, y más, la chica favorita de su querido rival.
Se sentía como en un pedestal. Había ganado a Kyuhyun esa noche y todos lo adorarían ahora, por darles lo que buscaban. Aquella batalla era completamente suya y bebía para celebrarlo.
Las felicitaciones y las sonrisas llegaban hasta él por parte de todos los presentes. A todos se les veía emocionados, ya que creían que verían a Minzy, pero a la bailarina que verían esa noche sobre el escenario, sería una espléndida rubia, bailando, dejando su piel es bailar para ellos. Tenía a CL tras el escenario, preparada para salir. Y aunque él prefería que fuera Minzy, se conformaba con que fuera CL, y más, la chica favorita de su querido rival.
Pero un momento antes de que
la actuación diera su comienzo, las grandes pantallas situadas por toda
la sala, se encendieron. En estás, un fondo blanco se dejó ver, hasta que
comenzaron a surgir letras sin sentido. Poco a poco, se fueron formando una
frase, lo suficiente grande para que pudiera leerse. La gente, se ante lo que tenían, creyendo que era algo que
formaba parte del momento, pero Donghae, estaba alterado, eso no era lo
planeado.
“Todos queréis ver a
la bailarina de la noche pasada. Pero ella no está aquí. Os espera en el club”
Todos murmuraban entre unos y otros, sin entender el
mensaje. Algunos sospechaban otro se
miraban, con la mirada perdida.
“Esto es un timo”
Una nueva frase surgió e las pantallas, la última antes de
que se apagasen. Fue lo que hizo que todos dudaran de la fiesta. Algunos,
comenzaron a salir del edificio en cuanto pudieron, seguidos por los demás.
Muchos parecían indignados por lo sucedido y porque les hubieran engañado.
Donghae observaba atónito la huida de la gente. ¿Cómo los habían descubierto? ¿Y quién había
sido el que se delató?
CL, salió tras las cortinas, viendo cómo se iban si ver ni
siquiera su actuación. Disgustada y cargada de cólera, buscó con la mirada por
cada lugar de la sala, deseando encontrar a Donghae, para que le diera una
explicación por lo que ocurría. Pero ante tanto barullo, no logró dar con él.
Su plan había fracasado. Pero aún tenía que averiguar dónde
iba toda esa gente si no era para verla a ella bailar.
***
-Kyuhyun está a punto de salir de su despacho y dirigirse
hacia aquí –Avisó una joven bailarina al aparecer tras el escenario, donde
Minzy observaba oculta tras las cortinas como el local, poco a poco, se iba
llenando, gracias a ella.
-Creo que ya da igual que venga –Dijo ella, esbozando una
sonrisa.
-Están volviendo todos –El gerente apareció tras ellas dos,
ya un más relajado que antes, por la
situación. El local estaba casi al completo al llenarse de todos los
empresarios y altos magnates que se han escapado de la fiesta de Donghae.
-¿Cómo han vuelto? –Preguntó la bailarina, entusiasmada de
tener tanto público que la viese esa noche bailar.
-Les han avisado. El director no debe enterarse de su
anterior ausencia –Con esas últimas palabras dirigidas en un susurro al
gerente, este dio como iniciado el espectáculos de las máscaras, comenzando con
un baile grupal para el inicio.
Sandara, apareció tras suya, con la intención de cotillear.
Miró a través de la tela de la cortina, recorriendo con la mirada muchas de las
caras allí presentes, las cuales, la gran mayoría, alcanzaba a reconocer.
-¿Han venido todos? –La pregunta de Sandara, se notaba
cargada de curiosidad, y a la vez nerviosismo. Estaba colocada justo al lado de
Minzy, y las dos miraban como muchos ya babeaban al ver las chicas salir a
danzar por el escenario.
-Eso parece –Minzy no le mostró mucho interés, ni a ella ni
a nadie. Pero por dentro, sentía como moría por salir ahí, donde todos la
viesen. Ser el centro de atención.
-¿Sabes por donde está CL? –Dara, miraba a todos lados, por
si veía la larga cabellera rubia de la chica.- No la he visto en todo lo que
llevamos de noche.
-No la he visto por aquí en ningún momento –Le contestó la
otra con un tono de indiferencia en su voz.
-Me extraña que no esté por aquí para fastidiarte de alguna
manera.
-Ya lo ha intentado, pero no le ha salido su plan como ella
quería.
Sonrieron viendo como sus compañeras danzaban sobre la pista
del escenario y como el público disfrutaba de verlas allí arriba.
-Por cierto, gracias por distraer a Kyuhyun –Comentó Minzy
con unos ojos brillantes y expectantes. Su momento estaba tan cerca, que sus
manos temblaban por la emoción y por imaginárselo tan solamente.
-No ha sido nada, es más, he disfrutado bastante.
Dara, con una ladina sonrisa en su rostro, se marchó, con su
corto vestido ondeando cada paso que daba.
La joven bailarina se mantuvo allí, atenta al ambiente que
empezaba a surgir. Todos bebían, reían y disfrutaban de aquella fiesta. La
música, era exactamente la adecuada para el momento. Se empezaban a ver
máscaras entre los invitados. Sus compañeras eran quienes repartían estas
máscaras, de diversas formar y colores, aumentando así la intriga y el morbo
por la fiesta.
Se encontraba tan concentrada, que se asustó al sentir unas
manos rodeando su cintura con seguridad. No lo hacía falta girarse ni preguntar
para saber quién osaba tocarla, su aroma lo delataba allá donde fuera.
-Vengo dispuesto a hacerte una propuesta –Su voz sonó tan
cerca de su oído que casi siente un escalofrío por su cuerpo, pero
intentaba mantenerse firme y si dejarse
caer en sus brazos. No le iba a dar ese placer.
-¿Y qué es lo que te traes entre manos? –Su pregunta tan
directa, causó una leve risa en Kyuhyun.
-Quisiera darte algunas noches, un solo, para ti nada más. Con la condición de que esta
noche triunfes como una verdadera
estrella –De manera intuitiva, él mantenía los labios cerca de su oreja,
murmurando, dejando que su aliento chocara contra su suave y tibia piel. Lo
estaba haciendo a propósito. Verla bailar excitada, tenía que ser digno de ver.
Lástima que al llevar una máscara, no pudiera ver la expresión que mantuviera
en el rostro mientras danzaba.
-Realmente, es tentadora, pero presiento que tienes otra
intención al venir a buscarme así –No sabía porque, pero su cuerpo se movía por
instinto, dejando que los labios del director descendieran por su cuello,
recorriendo su piel, con tan solo un roce, como si recorriera un camino.
-¿Te he comentado alguna vez que tienes un aroma muy
exquisito? –Kyuhyun dejó que su cálido aliento chocara contra su piel, notando,
como en ese momento, un escalofrío recorría el cuerpo de la chica, poniéndose
muy tensa. Le agradaba aquello.
Minzy no aguantaba más aquella situación. No iba a ser usada
por él, y menos de esa manera. No era un objeto. Girándose hasta quedar frente él, con toda la intención
de empujarle, pero no lo hizo, al encontrar su mirada con la propia, cruzándose
por unos segundos que parecieron eternos. Sus oscuros ojos eran demasiado profundos y bellos, y
tanto ¿pero en que estaba pensando? Tonta.
-Tengo que salir.
Con esas frías palabras, se apartó de entre sus brazos, para
alejarse mientras e colocaba su máscara. Kyuhyun se quedó momento parado en el
mismo lugar, observando como se alejaba para prepararse a salir al escenario.
Para su gusto, que se hiciera la dura y se resistiera a sus caricias y juegos,
le atraía mucho más. Sería como uno de sus juegos. Uno más. Caería al final en
sus garras, como lo hacían todas. Loca por él.
Desvió la mirada para ver exactamente que observaba la chica
poco antes de que la interrumpiera. Se llenó de orgullo cuando pudo admirar su
club, atestado de personas importantes en el mundo de los negocios. Eso sería
bastante bueno para su economía y su imagen como magnate.
Descubrió a CL y Donghae entrando juntos al lugar.
Frunciendo el ceño, salió de allí sin comprender, para bajar a la barra der
bar. El hecho de verlos juntos, empezó a pensar que podrían estar juntos, o tal
vez aliados contra algo o alguien. Pero no
podía ser contra él. Sabía que CL nunca le haría algo así, ya que, tenía
más que seguro y confirmado por ella misma, que estaba completamente enamorada
de él.
Apoyado con un brazo sobre la barra, se pidió una copa del
mejor vodka que tenían en el bar. Algunos de los invitados se acercaban hasta
él para felicitarle por el espectáculo, a la vez que estrechaban su mano, como
un gesto de gratitud por dejarlos estar allí. Cuando tuvo un momento, cogió una
máscara blanca de la barra para colocarla sobre su rostro y ser uno más entre
los invitados. Ya más cómodo, se percató de que Donghae se había acercado hasta
él con alguna intención que desconocía pero que podía intuir.
Sin decirse nada mutuamente, Kyuhyun llevó su atención hasta
el fondo de la sala, donde Minzy salía. Su baile empezaba. Dejando la copa que
sostenía a un lado, puso toda su atención sobre ella, para evitar pensar en la
posible traición de CL con Donghae.
Bajo aquellos focos, su vestido brillaba a cada movimiento
que hacía. Estos eran sensuales, con una pizca de picardía, como llamando
a pecar en la lujuria. Se deslizaba por
el escenario como toda una experta, como si hubiera pasado años haciendo lo mismo
durante cada día.
El público estaba expectante. Lo notaba. El baile de la
chica estaba superando las expectativas que todos tenían. Ya veía como se
llenaría los bolsillos de dinero gracias a ella. Tal vez era lo que le hacía
falta para que su negocio prosperase de una vez.
-Veo que lo hace deliciosamente bien ¿También la pones
contra la pared para que te haga caso?
La voz de Donghae le sacó de sus pensamientos. Sin ni
siquiera mirarle, tomó su copa de nuevo, llevándosela hasta los labios para
tomar un sorbo de su contenido, muy tranquilamente, tragando sin prisas.
-Sabes que no se la puede tocar.
-No, tienes razón, es una tigresa que se defiende con uñas y
dientes. Tal y como nos gustan a los dos.
Ambos hombres mantenía sus miradas puestas en la chica que
se adueñaba a casa momento que pasaba del escenario y de los sentimientos de
todos los presentes.
-Sé que la quieres para ti, pero con tu típicos métodos no
vas a conseguir nada –La voz de Kyuhyun era amenazante, casi como una
advertencia hacia el otro hombre, que no se la tomó en cuenta.
-Procura que no sea al revés. Ella solo quiere ser la mejor
y apostará por el mejor postor, no por ti –Donghae supo como contraatacarle,
con la misma frialdad en sus palabras que el otro. Mantenía en su rostro una
sonrisa de gusto. Aquello era como un juego y a él, le encantaban los juegos. Y
sabía que a su compañero de barra también.
-No arriesgues demasiado.
Donghae se marchó sin decir ni una palabra más. Kyuhyun era inexpresivo
de normal, pero lo era mucho más en ese instante. Ni cólera ni furia sentía. Solo una leve sed
de venganza era lo que recorría su cuerpo. Donghae nunca le había dejado
aumentar su prestigio, ni subir su fama, siempre se lo había quitado. Pero en
el caso de Minzy, veía en ella la pieza clave para llenar sus bolsillos y
aumentar su ego y prestigio en la ciudad y en la sociedad. Ni permitiría que ni
Donghae ni nadie le quitara esa oportunidad que se le había concedido. Ya que
las oportunidades no vuelven una vez más.
Al volver la mirada hacia el escenario, un escalofrío
recorrió su cuerpo, erizando toda su piel. Cuando la chica hubo terminado de
bailar, la gente gritaba con júbilo. Le daba la sensación de que su mirada
estaba en él, aunque no lo podría asegurar porque desde aquella distancia, y
con la máscara puesta, no lo distinguía bien. Pero eso le gustaba ¿acaso se
estaba debilitando con aquella chica? No, no sería eso, sería la adrenalina recorriendo su cuerpo por el
juego de Donghae. Seguro que era eso.
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