Titulo: Seré tu sombra
Pareja: YeWook (Yesung + Ryeowok)
Tipo: Yaoi
Genero: Romance, fantasía, lemon
Clasificación: NC-17
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Volvió a probarlo. Mierda. Ese chisme solo funcionaba cuando quería. Otra vez. Joder. Por fin. Ya funcionaba. Manteniendo el cigarro entre sus labios, acercó el mechero a este para encenderlo. Aspiró. Sintió el humo negro como entraba dentro de si. A los segundos, lo soltó.
Tranquilo. Observó el cielo oscuro. Bueno, no tan oscuro. Las luces de la ciudad evitaban que lo fuera. Ni se podía ver las estrellas. Bajó su mirada mientras le daba otra calada al cigarro. La ciudad. A sus pies. Sonrió. Que ineptos todos. Incluso se atrevería a decir que era el dueño y señor de toda ella.
Concentrado en los ruidos de la noche, un vago recuerdo golpeó su cabeza...
"Había estado buscando durante toda la noche una victima. Tenía demasiada sed. Había esperado mucho tiempo.
Caminando por las calles de la ciudad, las más oscuras, veía a los indigente buscando algún lugar donde poder pasar la noche, peleandosé por algo de comida, borrachos. Estaba cansado de gente así. Su sangre estaba agria. Buscaba algo más suculento. Por una vez no iba a pasar nada ¿no?
Caminando por una de las calles más viejas, unos llantos le llamaron la atención ¿una niña lloraba? Al dar con la casa de la que provenía el llanto, la observó. Había sufrido una catastrofe. Ventanas rotas y la puerta estaba desgarrada ¿En serio que hay una niña ahí? Le bastaría.
Sin que nadie pudiera verlo, entró dentro del lugar. Estaba realmente oscuro, pero eso no le importaba, él veía perfectamente. El llanto lo llevó hasta una habitación semi escondida. El olor ... Le resultaba demasiado familiar... Demasiado..."
Su mente se nubló. Mierda. No conseguía recordar más.
Unos brazos rodearon su cintura pero no se sobresaltó para nada. Le dio una nueva calada a su cigarro.
-Vuelve a la cama, amor mío -La voz de una mujer sonaba muy cerca de su oreja, tanto que no tardó en empezar a mordisquearsela, mientras, pasaba una mano por el todo desnudo de él.
Él apenas la escuchaba, estaba demasiado centrado en intentar recordar aquel momento. Pero cuanto más lo intentaba, menos podía recordar.
-Vamos a seguir jugando.
Ya lo estaba empezando a desquiciar. Ni lo dejaba en paz.
-Vete.
-¿Perdón?
-Que te vayas.
-A mi no me puedes ech...
-¿Es que no entiendes lo que te he dicho? ¡Que te vayas de esta casa! -La interrumpió. Ya estaba cansado de ella. No había sido más que un juguete, pero como todas, se acababan "enamorando" o como se llamase eso. Él nunca se había enamorado y tampoco lo iba hacer. Eso no era más que un estorbo.
Y sin decir nada más. La chica recogió sus cosas y semi desnuda salió de la casa lo más rápido que pudo. Le daba miedo la reacción que él pudiera tener. La podía hasta matar. Pero aquello no terminaba allí. Ella no sería un juguete más. Esta vez, él acabaría a sus pies.
Por fin se había ido. Terminó su cigarro y lo dejó caer por el balcón. Donde terminase le daba igual. No había manera de recordar. ¿Cuanto años hacía de eso? Ni de eso se acordaba. Se maldecía a sí mismo por ello.
¿Qué hora sería? El sol no tardaría mucho en aparecer. Antes de que amaneciese, entró dentro de la casa, cerrando bien el balcón, cortinas incluidas, ningún rayo de sol debía entrar mientras descansaba. A la noche siguiente debía salir a cazar.
***
Con pereza, se levantó de la cama. Estaba amaneciendo y hacia buen día. Se miró al espejo. Que cara. Tan pálida y triste. Un poco de maquillaje y una sonrisa lo mejoraría todo. Se vistió rápidamente y cogió sus cosas, sin olvidarse la cámara y las pilas de repuesto, le harían falta. Jessica seguro que lo estaba esperando ya, impaciente. Lo mataría si llegase tarde.
Mientras caminaba por la calle, casi desierta, se preguntaba para que quería Jessica que le sacase fotos. Vale. Él necesitaba practicar para la revista y claro, ella quería ser modelo. Es normal. Pero tiene ya cantidades fotos de ella. Cualquiera diría que la ama secretamente. Sería divertido. Pero ella merecía algo más que él. Un simple fotógrafo que vivía de lo poco que ganaba.
-¡Ya era hora, tardón! -La voz de Jessica lo había sacado de sus pensamiento. ¿Ya había llegado?
-Bueno, tampoco he llegado muy tarde.
-Dos minutos tarde.
-¿Son muchos?
Jessica lo miró frunciendo el ceño. Pero acabó riendo divertida.
-Acabo de llegar. Tampoco he esperado mucho ¿Llevas la cámara?
-Ah, pues claro, aquí está.
-¡Bien!
Jessica lo cogió de su brazo y tiró, llevándolo por un parque, completamente lleno de flores. Con una sonrisa en el rostro, posaba, entre flores de distintos colores. Parecía hecha para aquello. Pusiera la expresión que pusiera, siempre salía hermosa.
-Mira, patitos.
Con voz alegre, Jessica salió corriendo para vez de cerca a los pequeños patitos. Él sonrió divertido. No dudo ni un solo momento de fotografiarla intentando tocar los patos.
Cuando quiso darse cuenta, Jessica había desaparecido.
-¿Jessi? -Gritó. Pero no obtuvo respuesta.
La buscó por todo el parque, a todos los que veía les preguntaba. Pero nada. Ni rastro de ella. ¿Donde había ido? Tal vez haya salido del parque.
Caminando lo más rápido que sus piernas le permitían, salió fuera. Los coches atravesaban las calles y la gente corría de un lado para otro ¿y Jessica?
Se estaba poniendo nervioso. Mejor miraba por la cafetería a la que ella le gustaba ir. Tendría que cruzar. Buscó un paso de cebra. Vaya. El semáforo estaba en rojo. A esperar. Una pareja se paró justo enfrente suya. Hablaban de cosas banales pero la curiosidad le pudo e intento escuchar todo lo que pudo.
-Sí, llevaba un extraño collar, la piel muy pálida y vestía completamente de negro.
-Que chica más rara.
-Y que lo digas. Pero era muy hermosa. De ojos negros, profundos y unos labio bien definidos.
-¿Y donde dices que la vistes?
-Iba por la calle, en la parte alta de la ciudad. Pero créeme cuando te digo que iba por la callé vistiéndose.
-¿Iba desnuda?
Tras esa pregunta el semáforo se puso en verde y comenzaron a atravesar la calle, pero él seguía pendiente de la conversación.
-Semi desnuda. Y olía muy bien. Se me acercó a pedirme un cigarro y fue cuando pude ver ese collar que te he dicho.
-¿Cómo era?
-Eran como dos calaveras entrecruzadas, con unos colmillos, como si fueran vampiros, y entre ellas una serpiente devorando algo así como un crucifijo. Muy extraño.
-Sería de alguna secta...
Calaveras... Serpiente... Crucifijo... Se sentía de una manera muy extraña ¿se estaba mareando? No podía andar. Estaba en medio de la calle. Sus piernas no se movían. ¿Por qué no caminaba? Si seguía allí lo iban atropellar.
Levanto la vista para ver cuando cambiaba el semáforo. Joder. Lo estaba haciendo ya. Espera. Sus ojos. Manchas no lo dejaban ver. ¿Qué le pasaba en los ojos? No podía ver. Todo eran manchas. Era como si sangre se los estuviera cubriendo... Sangre...
Eso fue lo último que le hizo perder la razón. Unas extrañas palabras vinieron a su cabeza, nublando le completamente la visión.
"Este anillo es mi símbolo...
Las calaveras junto con la serpiente y el crucifijo tienen su significado...
Yo te voy a proteger...
Eres mi otro yo, quien me complementa...
¡No! No lo toques ¡Es mío!...
Él es mío y pienso darlo todo por él..."
¿Qué eran todas esas palabras? ¿Qué significaban? ¿Por qué oía tanto ruido a su alrededor?
"¿Mamá...?
No llores más, mamá te cuidará"
No, mamá no está ¿Qué está pasando? Tenía mucho miedo.
-¡Cuidado!
Al oír aquel grito, salió de aquel trance y pudo ver porque era. Una coche a gran velocidad iba en su dirección... Iba a morir allí mismo...
-¡Eh!
hi. nueva lectora
ResponderEliminartodo lo que sea YW lo leo ^^.
me perdi en algunas partes pero me encanto!!
seguire leyendo...
~GT~