sábado, 22 de octubre de 2016

(BamMin) 첫사랑 (First Love) -Serial- Capítulo 3


Notas: En nuestra telenovela favorita, JiMin y BamBam cada vez están más cerca de saber qué es lo que pasa con sus sentimientos... ¿se aclararán o seguirán dudando?

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Chapter Three
Should we...?


            JiMin sabía perfectamente que, estando en pleno comeback con Fly, preparando la promoción especial con la canción Home Run y comenzando a ensayar para los conciertos que iban a comenzar a tener por todo el mundo en apenas un mes, BamBam no tenía demasiado tiempo libre para ella y que con todo aquel lío que se había formado entre ellos debía de estar demasiado agobiado. Él seguía siendo su amigo y, lo último que quería era ser una carga más, otro motivo más de preocupación, por lo que lo mejor que podían hacer era resolver las cosas de verdad, no como la primera vez, sino mostrando a la luz cómo se sentían realmente con respecto al otro y qué era lo que esperaban que sucediera. No era la mejor época para estar de aquella manera.

            Porque no el chico no tenía demasiado tiempo —ella sí, prácticamente todo el del mundo porque apenas tenía cosas programadas— habían decidido que el mejor punto de encuentro era la empresa, ya que allí no habría nadie que viera extraño que estuvieran juntos unos momentos en los ratos de descanso que tenía él porque era algo que siempre habían hecho, encontrarse cada vez que podían y pasar unos minutos juntos, haciendo cualquier tontería para despejarse y concentrarse en otra cosa que no fuera el trabajo. Pero aquella pequeña reunión quizás traería consigo más dolores de cabeza de los que ya estaban teniendo, en lugar de solucionarlos

            JiMin suspiró y dejó caer su cabeza sobre la mesa de madera que se encontraba en la pequeña sala vocal en la que estaba. El lugar había sido elegido porque se encontraba insonorizado y totalmente cerrado, porque lo que nadie los escucharía ni vería y todo lo que tenían que hacer era hablar.

            Después de la conversación que había tenido con YeRin, hacía ya cinco días, la chica lo había estado meditando seriamente todo. Había pensado en ella, en BamBam, en cómo se sentía anteriormente junto a él, en cómo lo había hecho mientras mantenían relaciones sexuales y en qué era lo que en aquellos momentos estaba sintiendo. De esta forma, JiMin se había dado cuenta de varios minúsculos detalles en los que antes nunca había caído y ahora le molestaban de sobremanera porque habían sido un lastre a la hora de analizar las cosas en un primer momento.

            JiMin siempre se había sentido bien junto a BamBam, era un chico muy amigable que no había dudado en acercarse a ella y en quedarse a su lado cuando había podido. JiMin simplemente se había dejado arrastrar por su personalidad y habían acabado convirtiéndose en los mejores amigos. No obstante, el punto de inflexión en aquella relación de amistad, había sido cuando habían cruzado el límite y se habían acostado juntos. Eso había hecho que su relación diera un vuelco y la chica había llegado a la conclusión de que el niño con el que había pasado muchos momentos, se había ido al traste y se había convertido en todo un hombre y ella no se había dado cuenta hasta el momento. Quizás había sido un poco boba e ilusa pensando que su relación jamás cambiaría y que podían seguir como siempre, pero después de haber sido capaz de rozar con sus dedos el paraíso junto a él, todo había cambiado para ambos irremediablemente.

            JiMin ya había dejado de pensar en aquel niño que BamBam había sido y había acabado reconociendo al hombre en el que se había convertido.

            La chica salió de sus pensamientos cuando unos golpecitos en la puerta le anunciaron que BamBam ya había llegado. Inspiró hondo un par de veces antes de levantarse de la silla y abrirle la puerta al chico. Lo recibió con una sonrisa y le indicó que podía pasar al interior, así que, él lo hizo con rapidez, devolviéndole aquella sonrisa y sentándose sobre la silla que había quedado libre segundos antes. Se notaba completamente agotado, no solo por el sudor que recorría su cuerpo o por el olor que desprendía, sus movimientos eran lentos y pesados y se había dejado caer sobre la silla casi como un peso muerto.

            Quizás, después de todo, no era buena idea hacer las cosas en ese momento. BamBam estaba hecho polvo.

            —¿Estás bien? —no pudo evitar preguntarle. El chico asintió con un leve movimiento de su cabeza—. ¿Quieres agua?

            —Si no te importa… —murmuró.

            —Sabes que no.

            JiMin simplemente abrió su bolsa y le tendió la botella de agua que guardaba en ella para que bebiera un poco, el chico la tomó y comenzó a beber hasta que casi se la terminó.

            —Muchas gracias —le dijo al acabar, ahora estaba un poco más vivo que antes, aunque tampoco mucho.

            —No hay de qué.

            BamBam dejó la botella sobre la mesa y JiMin acabó también sentándose sobre la madera ya que no había ningún lugar más en el que pudiera hacerlo. Un mes atrás se habría sentado sobre las piernas del chico sin pensárselo demasiado, pero en aquella situación era mejor que no lo hiciera.

            —Mmmm… sobre lo que teníamos que hablar… —comenzó él, con su mirada puesta en algún punto de la pared—. En unos diez minutos tengo que volver a la sala con los chicos para seguir…

            —Tranquilo, no ten entretendré mucho —le respondió—. Solamente quería dejar las cosas lo más claras posibles entre nosotros… ¿crees que podremos hacerlo?

            —Supongo que sí —contestó BamBam, mirándola a los ojos por primera vez desde que había entrado.

            —Bien… comienzo yo entonces, ¿vale?

            BamBam asintió y JiMin cogió un poco de aire para tranquilizarse. Durante los días que habían tardado en concertar aquella cita —y después de darse cuenta de lo que realmente pasaba por su cabeza— la chica había estado mentalizándose para acabar diciendo todo lo que tenía que decir de la forma más clara posible… incluso había ensayado con YeRin un par de frases importantes; sin embargo, en aquel momento, sentía que no iba a poder hablar todo lo correctamente que quería y que seguro que se iba a trabar a la hora de decir lo que era esencial en aquello.

            —Yo… —empezó—. Quería decirte que desde lo que pasó entre nosotros he estado muy confusa… supongo que tú también habrás estado realmente confuso con todo este tema, pero yo ya he podido llegar a una conclusión sobre cómo me siento con respecto a ti —la chica vio cómo BamBam desviaba su mirada y cómo juntaba sus manos sobre sus muslos, quizás esperando que le dijera que no quería que volvieran a ser amigos—. La verdad es que yo quería que todo siguiera como siempre, que pudiéramos ser los mismos de antes, pero está totalmente claro que no podemos ser los mismos —JiMin tomó aire de nuevo y se infundió valor a sí misma—. No me terminaba de entrar en la cabeza que una sola noche lo hubiera cambiado todo, pero realmente lo ha hecho, ha marcado una gran diferencia… y yo ya no te veo como al mismo chico de antes, ahora te veo de una forma completamente distinta, más parecida a la forma en la que te ven tus fans —el chico volvió a mirarla en cuanto dijo aquellas palabras y ella le sonrió cálidamente—. Ahora te veo como un hombre, un hombre con el que no estaría nada mal relacionarme, pero al que tengo miedo de acercarme de esa forma porque no somos solo nosotros, tenemos muchas personas que esperan cosas de los dos…

            —JiMin… yo…

            —¿Cómo te sientes tú con respecto a esto? —le preguntó, queriendo saber lo más rápido posible su respuesta.

            —Yo… creo que en realidad comencé a verte de otra forma antes… no me había dado cuenta de ello, pero la amistad pasó a ser un segundo plano para mí desde hace tiempo y después de que pasara lo que pasó… creo que me di cuenta finalmente de qué había sucedido.

            La chica dejó escapar el aire que había estado conteniendo y después buscó las manos de BamBam para tomarlas entre las suyas de una forma que llevaba mucho sin hacer. Durante unos momentos, sus manos entrelazadas fue lo único que ambos pudieron mirar, pero después, volvieron a fijar la vista en los ojos del otro.

            —No sé si alegrarme o no por lo que has dicho —murmuró ella.

            —¿Por qué? —le cuestionó.

            —Porque que nos sintamos atraídos por el otro no sé si es realmente una solución u otro problema que añadir a la lista —le explicó—. Somos idols, figuras públicas, tenemos que vivir sin escándalos.

            —Es complicado, cierto —dijo él—. Pero estoy seguro de que vamos a pensar en cómo podemos solucionarlo, ¿está bien?

            —Está bien.

            BamBam sonrió y después se levantó de la silla. Probablemente sus minutos de descanso habrían finalizado ya y tendría que volver a practicar con los demás. JiMin quiso retirar sus manos para que no hubiera nada que pudiera retener al chico allí; sin embargo, éste se lo impidió y aprovechó que estaba de pie para dejar un beso sobre la frente de JiMin.

            —Tengo que regresar —le susurró—, pero prometo que le daré alguna solución a esto porque realmente no quiero perderte.

            Y tras decir aquello, se retiró de ella, soltando sus manos y saliendo por la puerta de la sala, cerrándola después y dejándola sola con un sentimiento algo melancólico. En realidad, en el fondo estaba bastante feliz porque BamBam también sentía algo por ella que no era amistad, sino que iba más allá, pero como había dicho también, había algo con lo que competir era bastante difícil y eso era que ambos eran conocidos, mucho más el chico que ella, pero JiMin sabía que si comenzaban algo y salí a la luz, iba a ser muy complicado para ambos.


♬♬♬


            Era tarde por la noche cuando BamBam se dejó caer contra una de las paredes de la sala de ensayo y luego comenzó a resbalarse hasta quedar sentado en el suelo porque las piernas ya no lo sostenían. Llevaban toda la tarde y lo que llevaban de noche ensayando todas y cada una de las canciones que iban a presentar en su concierto, que iba a ser dentro de poco, y muchas de aquellas canciones, jamás habían tenido una coreografía. Los siete se habían afanado en recordar todos los movimientos nuevos y en coordinarlos lo mejor posible para ofrecer un buen espectáculo a las ahgase; sin embargo, ya eran demasiadas horas y el chico estaba que no podía tirar de su alma.

            Aquel descanso iba a ser de una media horrilla antes de volver a seguir machacando los nuevos movimientos y mientras los demás miembros de GOT7 se tiraban por el suelo para echar una siestecilla para después estar un poco más descansados cuando volvieran al trabajo, BamBam decidió que era el mejor momento para pensar con calma lo que había hablado con JiMin en el rato que había podido escaparse para estar con ella.

            Cuando había ido a la sala vocal, lo que se esperaba que la chica le dijera era que lo odiaba y que quería dejar de ser su amiga, que no quería volver a tener que cruzarse con él en el futuro y cosas así, por lo que lo que le había dicho, había sido una gran sorpresa. JiMin también había dejado de verlo como a su amigo, pero no lo odiaba, de hecho, sentía algo más fuerte por él, justo como le pasaba a BamBam. No obstante, a pesar de que sus sentimientos parecían ser más o menos los mismos y que a ninguno de los dos le importaría intentarlo para ver si funcionaba, había algo que los retenía de hacerlo sin pensar en las consecuencias: ambos eran idols y su vida privada no les pertenecía, así que,  el chico no sabía si aquello era una especie de juego del destino o algo así.

            BamBam suspiró, dejando caer su cabeza contra la pared y mirando el techo de la sala de ensayo, aunque en realidad no estaba viendo nada especialmente, solo era el único lugar al que podía mirar estando en aquella posición. Para poder estar juntos, debían tener muchísimas cosas en cuenta y, sobre todo, tenían que ser muy discretos porque el momento en el que los pillaran sería su ruina y aquello era algo que el chico no estaba dispuesto a permitir por nada del mundo. Quería proteger a JiMin a toda costa si comenzaban a salir para que nadie, ni sasaeng, ni paparazzi, pudieran descubrir que estaban juntos y, así, hacerle la vida imposible, porque el chico sabía perfectamente que, en cuanto una relación salía a la luz, era la chica la que se llevaba todos los palos.

            Mantener una relación y tenerla en secreto era algo muy arriesgado y además, difícil, pero BamBam sabía de relaciones que hasta el momento no habían salido a la luz y que llevaban algún tiempo en curso. Teniendo mucho cuidado y no dejando nada al azar, podían intentarlo y podía salir bien, incluso… pero era algo que no estaba al cien por cien en sus manos y tenían que depender mucho de la suerte también si de verdad comenzaban a salir juntos.

            Aparte de aquella opción, había otra más, solo que ésta era una que el chico no quería utilizar porque no era lo que realmente deseaba: no salir con JiMin. Teniendo en cuenta lo que ambos sentían por el otro y que probablemente, volver a ser solo amigos no estaba en el menú, BamBam no quería utilizar esa opción, porque eso significaba tener que alejarse de ella para siempre y eso era algo que no quería por nada del mundo. Quizás los sentimientos que ahora mismo estaban naciendo en sus corazones después de un tiempo dejaran de crecer y pudieran volver de esta manera a ser amigos como lo habían sido antes, pero en aquel momento, el camino más viable que podían seguir era el de intentar estar juntos a pesar de los problemas que les pudieran surgir en el exterior.

            De repente, BamBam recordó algo que lo hizo llamarse tonto internamente —no quiso hacerlo de forma externa por si despertaba a los demás y se ponían a hacerle preguntas para las que no iba a tenerles ninguna respuesta— y sonreír felizmente. Él y JiMin eran amigos, muchas veces habían ido a comer, de compras o simplemente a pasar un rato el uno con el otro por la calle sin ninguna preocupación. Las ahgase sabían que eran muy amigos y muchas veces los habían visto juntos, pero nunca habían dicho una palabra en contra de ella, así que, quizás sí que podían tener una posibilidad de poder salir juntos e incluso tener citas por la calle sin que nadie se extrañara por ello, solo debían comportarse como lo habían hecho hasta el momento y todo estaría bien.

¿Cómo no se le había podido ocurrir antes? Quizás era porque llevaba demasiadas horas despierto, bailando mil y una veces las mismas canciones, haciendo que su cabeza no funcionara como realmente debería; pero ahora que tenía la solución a todos sus problemas, no podía esperar a hablar con JiMin para contársela y así hacer que ella fuera consciente de que quizás tenían una posibilidad de hacer las cosas bien, sin que nadie se enterara.

El chico fue a levantarse del suelo para coger su teléfono móvil, aquel que llevaba horas guardado en su mochila, para poder mandarle un mensaje a JiMin; sin embargo, antes de que pudiera levantarse siquiera, uno de sus compañeros se había colocado a su lado y tiraba de su brazo hacia abajo para que volviera a su posición inicial. BamBam puso morritos porque ahora que ya lo tenía todo claro no podía hacer nada, pero intento no ponerle muy mala cara a Jackson para que no se sintiera demasiado ofendido.

—¿Dónde ibas? —le cuestionó el mayor—. Si tienes que estar muerto, levantarse ahora es un horror.

BamBam estaba de acuerdo con que levantarse en aquellos momentos era horrible, lo que no entendía era cómo entonces Jackson se había levantado del lugar en el que se había echado a dormir junto a JinYoung para ir a sentarse junto a él y encima cuestionarle lo que hacía o dejaba de hacer.

—Iba a por mi móvil, para subir alguna foto a Instagram y leer algunas de las cosillas que dicen sobre mí —le respondió con aquello que era tan normal para él y así no levantar sospechas.

—Ah… bien, bien —dijo el otro—. Pero sabes que si subes algo a estas horas, las ahgase van a comenzar a preguntarte por qué no estás durmiendo con lo tarde que es y desvelarás antes de tiempo que algo estamos preparando.

—Mmmm… es cierto —murmuró.

No había pensado en eso, obviamente, su cabeza no daba para mucho a esas alturas ya. Bastante que había dado con la solución al problema que le planteaba salir con JiMin, lo demás a partir de ahí ya no era algo que el chico controlara porque estaba demasiado cansado.

—Bien, ahora que no vas a desvelar secretos de Estado y que todos los demás están durmiendo y no se van a despertar, quiero que me hables de una cosa —dijo Jackson, poniendo aquella cara de cachorro que siempre hacía cuando quería algo de los demás.

—¿De qué quieres hablar? —preguntó BamBam, sin tener la más mínima idea de lo que podía estar pasando por la cabeza del mayor.

—Quiero hablar de JiMin.

En cuanto escuchó aquellas cuatro palabras, a BamBam se le cayó el mundo encima y tuvo que tragar saliva porque su garganta se había quedado repentinamente seca. ¿Por qué quería hablar de JiMin? ¿Acaso sabía qué era lo que había pasado entre ellos? No. Imposible. Él solo sabía que habían tenido una pequeña pelea porque YuGyeom no era alguien que soltara la lengua tan fácilmente, y menos con Jackson. ¿Qué era entonces de lo que quería hablar sobre ella?

—¿De JiMin? —preguntó casi con miedo por saber su respuesta.

—Sí —contestó el otro—. Estabais peleados, ¿no? —BamBam asintió lentamente—. Pues quiero saber si lo habéis arreglado ya y eso.

—Ah… —el menor pudo respirar tranquilo después de escuchar aquellas palabras. No sabía nada del tema y eso era lo mejor que podía pasar, porque si Jackson se enteraba estaba muerto—. Pues hemos estado unos días sin hablarnos, pero hoy quedamos para hablar y ya lo tenemos prácticamente solucionado —contestó.

Y si le hubiera dejado coger el móvil para mandarle un mensaje, lo tendría totalmente solucionado… aunque eso no se lo dijo.

—Eso es magnífico —le respondió Jackson—. No me gusta ver cómo mis dos niños se pelean.

Jackson alzó su mano y lo despeinó como si fuera un niño, algo que ya había dejado de ser hacía bastante tiempo, así que, BamBam se retorció para que no lo despeinara demasiado, con una sonrisa en sus labios. Pasar un rato con el mayor haciendo el inútil era algo que echaba de menos por culpa de las agendas tan apretadas que tenían todos —aunque la de Jackson era especialmente apretada—, así que, disfrutó de su compañía lo máximo que pudo, olvidándose del tema de JiMin por el momento porque, de todas formas, aunque le mandara el mensaje a aquellas horas, la chica no lo vería hasta que se despertara a la mañana siguiente y todavía faltaba algunas horas para ello.


♬♬♬


            JiMin se levantó el sábado por la mañana bastante más tarde de lo que acostumbraba realmente a hacer, pero la noche anterior había sido bastante mala para ella y apenas había podido dormir nada. Se había pasado prácticamente toda la noche despierta pensando en la conversación que había mantenido la tarde anterior con BamBam y sobre lo que iban a hacer después de haberse abierto el uno al otro de la manera en la que lo habían hecho. La chica sabía perfectamente que todo iba a ser un problema detrás de otro si elegían el camino de comenzar a salir, pero también sabía que si no seguían ese camino, su relación no tardaría nada en comenzar a deteriorarse hasta que finalmente ya no hubiera relación alguna entre ambos y eso era algo que JiMin no podía concebir porque se había pasado demasiado tiempo junto al mayor como para que, de repente, todo se fuera al traste como estaba a punto de hacerlo.

            Sin poder evitarlo, soltó un suspiro al aire de su vacía habitación y comenzó a dar vueltas sobre la cama, intentando pensar en otras cosas, cualquier otra cosa servía mientras no fuera algo que pudiera relacionar con BamBam o con la situación en la que se encontraban. No obstante, aunque lo intentó, no encontró nada que no pudiera relacionar y tuvo ganas de tirarse de los pelos hasta dejarse calva de la frustración, pero antes de que pudiera hacer un estropicio en su cabeza, su teléfono móvil sonó, indicándole que acababa de recibir un mensaje.

Contenta por tener algo que hacer en lo que no tenía por qué pensar en BamBam, la chica volvió a rodar por la cama hasta alcanzar el teléfono que había dejado cargando sobre su mesita por la noche. Sin embargo, cuando vio quién era la persona a la que pertenecía aquel mensaje, casi tuvo ganas de tirar el aparato por la ventana, y si no fuera porque en él tenía un montón de información suya y de otras personas, lo habría hecho encantada, porque lo único que quería era unos momentos de tranquilidad en los que no tener que pensar en él, pero parecía que el mundo estaba en su contra.

JiMin suspiró de nuevo y simplemente pulsó sobre el mensaje para leerlo entero y acabar lo más pronto posible con todo.

Creo que he dado con la solución a todos nuestros problemas si comenzamos a salir. La gente no tendría por qué enterarse si estamos juntos porque, de todas formas, ya nos han visto muchas veces juntos por las calles y nunca han dicho nada sobre eso. Todos saben que tú y to somos amigos y a nadie le extrañaría vernos juntos, solo tendríamos que actuar como siempre. ¿Qué te parece? Se me ocurrió esta madrugada en uno de los descansos.

La chica leyó aquel tocho varias veces para estar segura de que lo había entendido perfectamente y después dejó el móvil sobre la mesita de nuevo, mientras buscaba una nueva postura en la que estar cómoda porque sentía que se iba a pasar bastante tiempo tumbada sobre la cama, pensando si realmente era una buena idea lo que BamBam le acababa de proponer. En el fondo sabía que era una locura intentar hacer aquello, pero también tenía ganas de intentarlo, solo por si acaso… sin embargo, aquella era una decisión que no podía tomar muy a la ligera, debía pensarlo con calma, sacando a la luz todos los pros y los contras que tenía aquella propuesta.

Por el mensaje que había recibido del chico, estaba bastante claro que éste quería arriesgarse a intentarlo todo con ella porque no estaba dispuesto a perderla de ninguna forma y JiMin se sentía muy feliz por ello, pero también sabía que los riesgos de hacer aquello eran muchos, teniendo en cuenta que desde hacía un tiempo, la gente de Dispatch eran casi como sasaengs que no paraban de seguir a todos los idols de interés para intentar ver si estaban o no en una relación y muchas habían salido a la luz sin que los implicados lo quisieran. Quizás, si hubieran comenzado su relación un par de años atrás, cuando GOT7 no eran para nada conocidos y ella ya había dejado de tener la atención de los medios porque su fama como concursante del Survival Audition K-Pop Star había pasado a un segundo plano, no habrían tenido tantos problemas. Sin embargo, ahora, cuando GOT7 estaba teniendo toda la atención puesta sobre ellos, era casi un suicidio pensar siquiera en intentarlo.

Pero era ahora cuando todo había comenzado y era ahora cuando se tenían que enfrentar a aquella tesitura como adultos que ya eran ambos.

BamBam tenía razón en lo que había dicho en su propuesta de que las personas estaban acostumbradas a verlos juntos y que los vieran algún día por la calle en una cita no debería ser problema alguno, pero, aunque JiMin estaba preocupada por eso, por lo que más preocupada estaba por las personas de dentro de la empresa. Supuestamente, ninguno de los dos tenía todavía el permiso para comenzar una relación según lo que habían firmado en sus contratos y si alguien de los de allí se enteraba de que habían comenzado a salir, probablemente habría consecuencias para ellos, algo que no era demasiado agradable, tampoco. Así que, se encontraba en una tesitura bastante complicada de la que no sabía cómo podía salir.

JiMin quería intentarlo, darlo todo ahora que sus sentimientos por BamBam eran bastante fuertes y que su relación durara lo que tuviera que durar, porque sabía que si no lo intentaba, se iba a estar arrepintiendo durante mucho tiempo y tampoco quería hacer algo como aquello. Sin embargo, todos los problemas que tenía que sortear para poder estar junto a él de esa manera eran demasiados y, a pesar de que nunca había sido una cobarde, éstos le daban mucho respeto.

Por lo pronto, quizás lo mejor era dejar unos días de margen para pensar correctamente qué era lo que quería hacer.

La chica volvió a rodar sobre la cama para tomar su teléfono móvil y abrió la conversación que tenía con BamBam para escribirle un mensaje corto diciéndole que le parecía una idea bastante buena, pero que necesitaba un poco de tiempo para pensárselo debidamente y que en unos días le daría su respuesta definitiva.

♬♬♬

            Habían pasado algunos días desde que le había mandado a JiMin la propuesta de cómo poder llevar su relación sin que nadie pudiera enterarse de ella y sin embargo todavía no había obtenido una respuesta —ni afirmativa ni negativa— porque la chica le había dicho que necesitaba un poco de tiempo para pensarlo con calma. BamBam sabía que no había sido demasiado el tiempo transcurrido, pero cada día que pasaba, se ponía más ansioso e incluso había comenzado a morderse las uñas porque no sabía cómo aliviar el estrés por no tener la respuesta. Todas las personas de su alrededor que lo vieron tan nervioso lo achacaban a que el primer concierto de la gira Flight Log Departure estaba próximo, pero la realidad era bien distinta y solo su amigo YuGyeom sabía cuál era esa realidad.

            —Entonces todavía no te ha dicho nada —comentó el menor.

            Los chicos estaban sentados en las escaleras que llevaban hacia la salida trasera del edificio de la empresa mientras comían un par de cosas dulces que habían sacado de una de las máquinas para reponer así la energía que habían gastado a lo largo de todo el día bailando una y otra vez las mismas canciones. Era un poco tarde, así que, el lugar estaba vacío y podían hablar tranquilamente sin ser escuchados por nadie, ya que si alguien se acercaba a donde se encontraban, ellos lo oirían antes.

            —Mmmm… —murmuró BamBam mientras asentía con su cabeza—. Todavía ni una palabra. ¿Eso es bueno o malo?

            —Tengo tanta experiencia con las mujeres como tú, BamBam —contestó el otro—. O sea, ninguna. Así que no sé qué es lo que puede estar pasando por la cabeza de JiMin.

            —Pero tú eres también su amigo —dijo el mayor—. ¿No te ha dicho nada? —la última pregunta la hizo poniendo ojitos como los del gato de Shrek, ganándose así que YuGyeom le pegara.

            —JiMin también es mi amiga, sí —respondió—, pero no es tonta y sabe perfectamente que tú habrás estado buscando consejo conmigo, así que, a mí no me diría nada aunque necesitara hablar con alguien… para eso supongo que habrá estado hablando con YeRin.

            —Tú también eres amigo de YeRin… —murmuró BamBam, intentando de esa forma que el otro le dijera si la otra chica le había dicho algo al respecto.

            —YeRin está bastante ocupada últimamente porque está preparando cosas para regresar en solitario —contestó YuGyeom—, y a pesar de que es mi amiga no nos pasamos el día hablando, así que, cuando nos encontramos, lo que menos vamos a hablar es de lo idiotas que sois JiMin y tú.

            —¡No somos idiotas! —replicó BamBam.

            —Lo que tú digas…

            El mayor iba a volver a replicar, esta vez incluyendo un golpe y todo, pero antes de que pudiera hacer nada, su teléfono móvil vibró dentro de su bolsillo. BamBam prefirió dejar aparcada durante unos momentos su particular venganza y cogió el móvil, quedándose de piedra al ver que el mensaje era de JiMin. Llevaba sin verla y sin hablar con ella desde el día en el que le mandó el mensaje, así que, quizás aquello era su respuesta.

            —Oh. Es JiMin —dijo YuGyeom cerca de su oído, ya que se había acercado a cotillear—. A ver, a ver, ábrelo.

            —Fus, fus.

            BamBam echó al menor de su lado como si éste fuera un gato y después volvió su atención hacia el teléfono, teniendo un grave conflicto interno al no saber si abrirlo o no. Dentro del mensaje estaría lo que lo haría ser feliz hasta que la relación que comenzaran se terminara por agotar o lo que lo haría ser triste porque eso significaría alejarse de la chica. El chico suspiró. Si no lo abría, nunca sabría qué es lo que se encontraba allí, pero tenía un poco de miedo.

            —¿Has oído hablar del gato de Schrödinger? —le preguntó YuGyeom, otra vez demasiado cerca.

            —¡Sí! Yo también veo Big Bang Theory. Lo vemos juntos, de hecho —le respondió.

            —Entonces abre el maldito mensaje —dijo el menor lleno de impaciencia.

            —Ya va, ya va…

            La verdad era que YuGyeom tenía razón con lo del gato, si no abría el mensaje, no sabría qué era lo que JiMin le había mandado. Por eso, el chico se armó de valor y pinchó sobre la notificación para poder abrir la aplicación y ver el mensaje que la chica le acababa de enviar.

            Lo he estado pensando mucho y, aunque estoy un poco asustada por lo que pueda pasar si algún día llegaran a descubrirnos, la verdad es que me gustaría al menos intentarlo y ver qué tal… así que, digo que sí a tu propuesta. Salgamos.

            BamBam casi sintió que su alma se le escapaba de su cuerpo al leer aquella respuesta. No esperaba realmente que JiMin le fuera a decir que sí porque desde que hablaron del tema parecía bastante sensible a que la gente pudiera enterarse y juzgarlos por ello, así que, le encantaba demasiado que le hubiera dicho que sí. Siendo las cosas de aquella forma, ya podría dejar de preocuparse y dejar sus uñas tranquilas.

            —¿Qué es? ¿Qué es? —preguntó YuGyeom—. ¿Qué dice?

            —Dice que sí —murmuró.

            YuGyeom lo miró durante unos momentos, incrédulo, y después le robó el móvil para confirmarlo de primera mano. Cuando terminó de leer el mensaje, se colgó de su cuello para darle un abrazo —algo que no era muy propio del siempre arisco maknae de GOT7, que siempre buscaba escaquearse de tener que dar cualquier muestra de afecto hacia los demás—.

            —Felicidades por tener por fin a la chica de la que llevas años enamorado sin que te dieras cuenta de ello —fue lo que le dijo antes de devolverle el móvil y salir corriendo para que BamBam no lo pillara y le pegara.

            BamBam le dio ventaja porque sabía que tarde o temprano lo acabaría pillando, así que, ni se inmutó y volvió a releer el mensaje de JiMin antes de mandarle una respuesta corta.

            Entonces hoy es nuestro primer día, habrá que recordarlo para hacer las cuentas para los aniversarios.

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