miércoles, 29 de octubre de 2014

(KyuZy) Bailando en el Club -Serial- Capitulo 10 [Final]


No es que fuera una de los mejores planes que había ideado. Pero por lo menos, Cl estaría en esos momentos atacada, al verla visto bailando a ella para tanta gente.

Kyuhyun le había dicho, que ahora la buscaría, y que debía entretenerla. Ambos habían descubierto todo, solo necesitaban las pruebas necesarias.

-Ese maldito ¿cómo ha podido humillarme de esta manera? -Cabreada, CL, apareció en el camerino en el que Minzy se encontraba, totalmente tranquila, sin alterarse, por lo menos no tanto como lo estaba CL.- ¿Qué haces tú aquí?

-He sido invitada, está claro porque soy mucho mejor que tú -Minzy, no se cortaba ni un pelo. Mirándose en el espejo, mientras se retocaba el maquillaje, pudo ver a través de este, el rosto de la chica, y como Donghae entraba tras ella. Perfecto. Los dos tenían que estar ahí, con ella.

-Eso es dudable, Kyu me creyó a mí y te despidió a ti.

-Creo que te equivocas -Minzy se dio la vuelta, y se colocó enfrente de ella.- Él solo me protegía, sino ¿Por qué estoy en el escenario de uno de los grandes mientras tú miras? Está claro que él me liberó para que pudiera ascender ¿no crees?

Tuvo que mentir un poco, pero esa mentira era bastante creíble, y más, al ver el rostro de desconcierto que tenía CL en esos momentos.

-No eres tan buena como te crees y vuestros planes no salen tan bien como esperáis -Minzy, comienza a caminar alrededor de ellos, buscando intimidarlos, y lo estaba consiguiendo.

-¿A qué te refieres? -Donghae, habló por primera vez desde que llegó, recorriendo con la mirada cada paso que daba ella.

-Que sé todo lo que planeabais contra Kyuhyun. Hundirlo y quedaros con el monopolio del poder -Mirando fijamente a CL, Minzy seguía caminando a su alrededor.- Ya no te vale eso de querer mucho a Kyuhyun, y que te estoy robando el puesto. Tú misma me lo cediste al jugar contra él.

-No sabemos de qué nos hablas.

-Yo creo que sí.

Las miradas cómplices ente Donghae y la rubia, le confirmaron todo a Minzy. Una sonrisa bastante traviesa, se dibujó en su rostro.

-Lo único que falta por sacar a luz, es que la siguiente victima eres tú, Donghae. Tu querida CL pensaba hacerte lo mismo y quedarse ella todo.

-¿Eso es cierto? -La expresión de Donghae había cambiado totalmente. Ahora fulminaba con la mirada a CL, quien buscaba palabras para defenderse.

-E-Eso no es cierto. Miente para que nos peleemos entre nosotros y ganar ella.

-Dime la verdad -Donghae, sabía que le estaba engañando y quería la verdad.

-Bueno, tenéis mucho de lo que hablar os dejo solos -Y antes de que pudieran reaccionar o darse cuenta, Minzy salió de allí, trancando la puerta, para que nadie pudiera entrar. Tampoco les podrían abrir porque había pedido que nadie fuera por allí.

Ya se había librado de aquellos dos. Lo mejor ahora, es que fuera a buscar a Kyuhyun. Su plan seguía en marcha.

¿Dónde podía estar Kyuhyun? ¿Seguiría donde dijo que iba o estaría en otro lugar? Como no sabía, se fue hacia la fiesta. Habían quedado en el balcón que daba a unas vistas impresionantes de la ciudad. Está quedaba a los pies de ellos, todas las lucen centelleaban para ellos y los ruidos de la noche y la ciudad, los rodeaban. Era un lugar muy hermoso.

Minzy estaba asomada, allí, apoyada en la baranda, observando como la vida bajo ella fluía, ajena a todo.

Siempre soñó con vivir en un lugar como aquel. Poder sentirse por una vez por encima de todos, le agradaba, le hacía sentirse con fuerzas.

-Una noche preciosa ¿no crees, querida?

Aquel hombre, apareció tras ella. ¿Pero Kyuhyun no se iba a encargar de esa parte? Sospechaba que algo le había ocurrido ¿Dónde estaba?

-Pues sí. El cielo parece estar completamente despejado, aunque las estrellas apenas se ven.

-Hace años que las estrellas se dejaron de ver en esta ciudad -Aquel hombre, del que aun seguía sin saber su nombre, se acercó, colocándose a su lado.-Me han informado de unos gritos, una discusión, en tu camerino ¿a qué se debe?

-CL y Donghae tenían de qué hablar -Ella fue directa, no se calló. No sabía si Kyuhyun había hecho su parte o no, pero ella quería jugar también.

El silencio se apropió de ellos. Ninguno volvió a decir nada. Solo se escuchaba el bullicio de la ciudad y la música de la sala detrás. Hasta que uno de los dos decidió romper el silencio.

-Necesito que firmes un papel -El anciano hombre, sacó un papel doblado de uno de sus bolsillos y con mucho cuidado, lo desdoblo. A simple vista, parecía un contrato. A demás del papel, sacó un boli, y los dos se lo tendieron a la chica.

-¿De qué se trata? -Minzy, cogió el papel, dudosa, porque no se le daban bien esas cosas ¿y si la engañaba? Pero allí no había demasiada luz para que pudiera leer en condiciones lo que allí ponía.

-Se trata del contrato de esta noche, sino, ¿cómo aseguro que está noche te he contratado de trabajar para mí? -Al mirar sus ojos, no sintió duda. Todo lo contrario, como si debiese confiar en él.

Sin saber bien que hacer, sus manos se movían solas, y apoyando el papel en la baranda, hizo un pequeño garabato en su lugar correspondiente, su firma. Temía no haberlo hecho bien, que la engañase y ahora estuviera perdida. Pero sus ojos, le transmitían seguridad.

Le devolvió el papel y el bolígrafo, no quería saber nada de eso más. Él solo le sonreía, de manera inquietante.

-Te seré sincero. Sé por qué están CL y Donghae encerrados y sé que Kyuhyun estaba en mi despacho buscando algo por lo que culparme, y lo ha encontrado y ha llamado a la policía. Y no estoy sorprendido, ni enfurecido, ni nada. Es más, quería que esto acabara así, que Kyuhyun encontrara algo que me delate y me lleven a la cárcel.

Con toda la tranquilidad del mundo y aun sonriendo, aquel hombre le dijo todo eso, dejando a Minzy bastante sorprendida. Aquello sí que no se lo espera. Pero ¿cuál era el fin de todo ese plan?

-Saluda a Kyuhyun de mi parte -Y con una cariñosa sonrisa, ese hombre de quien no sabía el nombre, se dio la vuelta para irse por donde había llegado.

Pero con forme se iba, una patrulla de policías, interrumpió la fiesta, asustando a todos los invitados.

Su objetivo era claro. Arrestar a ese hombre que había dejado sola a Minzy y ahora caminaba directo a los policías. No sentía temor. Tan solo sabía cuál era su deber en ese momento, y era entregarse a la policía.

La gente hablaba, no entendían que estaba pasando, pero aun así, inventaban diversas historias acerca de su anfitrión.

Minzy se acercó a observar lo ocurrido, mientras esposaban a ese hombre, que aun así, la mirada, y sonreía. Se sintió intimidada y a la vez cómoda. Una extraña sensación.

Un escalofrió recorrieron su espía dorsal, cuando el brazo de Kyuhyun rodeo su cintura, abrazándola de esa manera, mientras ambos observaban aquella escena.

Incluso, como se llevaban, a un CL que no dejaba de gritar que la soltasen y a un Donghae, totalmente derrotado. Ya no mostraba la imagen del portentoso hombre que siempre había intentado parecer y lo había sido, incluso desde que Minzy lo vio por primera vez.

-Parece que ya ha acabado todo –La voz de Kyuhyun, sonó tras ella. Lo cual se le hizo demasiado enternecedora.

Minzy no sabía porque, pero se sentía cómoda. Espera un momento ¿Le estaba agarrando la cintura? ¿Y por qué se sentía tan bien? Estaba cómoda, no le molestaba que estuviera así con ella.

-Kyuhyun…

Fue a empezar a hablar, pero él la cortó.

-No tienes nada que decir, tus ojos lo dicen todo –Al escuchar esas palabras, alzó la mirada para observar su rostro. La miraba con una sonrisa bastante cálida. Nunca la había mirado de esa manera, ni sonreído.

¿Era cierto que en sus ojos podía ver lo que ella sentía por él? Pero ella no estaba enamorada de él ¿No? Al ser consciente de que podía saber lo que sentía, sus mejillas empezaron a coger color, tornándose a un rojizo ¿Aquello era un sí?

-¿Y mis ojos que dicen? –Kyuhyun volvió a hablar, y esta vez, Minzy, clavó su mirada en los hermosos oscuros ojos del chico. Era extraña aquella de sensación. Como si perdiera el suelo bajo sus pies. Sus ojos se veían como si él hubiera abierto las puertas de su interior y se pudiera leer. Algo le decía, que sí, sentía lo  mismo que ella.

-Disculpen ¿Minzy?

Uno de los policías, se había acercado hasta ellos, interrumpiéndolos. Cuando preguntó su nombre, a Minzy se le encogió el corazón.

-Soy yo ¿ocurre algo?

-El detenido ha entregado esto -El policía, le mostró un papel plegado, el cual lo reconoció la chica al instante. Era el contrato que ella había firmado momentos antes.- Debería consultarlo con un abogado. Ha sido un placer, y, enhorabuena.

Sin llegar a entender que estaba ocurriendo, Minzy tomó el papel de nuevo entre sus manos. Atónita, observó como el policía se marchaba por donde había venido, dejándola sin entender nada de lo que estaba pasando.

-¿Qué es ese papel? -Preguntó Kyuhyun, quien había presenciado esa escena sin entender mucho menos.

-Es un contrato por esta noche que me había hecho firmar apenas unos minutos... -Minzy acabo guardando silencio, cuando al desdoblar ese papel se percató de que no era lo que en realidad parecía.

Conforme leía el contenido de dicho papel, entendía las palabras de ese policía. Su rostro palidecía por momentos. Su mente se nublaba y las ideas se colapsaban una tras otra en su mente.

-¿Minzy, qué ocurre? -Al verla de esa manera y sin decir nada, Kyuhyun comenzó a preocuparse. Se colocó frente a ella y con una mano, hizo que alzara el rostro por la barbilla.

-Es que... es algo... que ni yo soy capaz de concebir... es demasiado de una vez para mí...

Con curiosidad, Kyuhyun, le quitó el papel de entre las manos. Ya estaba cansado de tanto misterio y quería conocer el motivo por el que ella se había puesto así. Conforme iba leyendo lo que ese papel contenía, sus ojos se iban abriendo más. Aquello era imposible de creer.

-¿Esto es verdad?

-Pues no lo sé, me pilla de sorpresa tanto como tú.

-Minzy… Que eres millonaria….

-Parece que si…

Lo que la chica no llegaba a entender era la última parte del escrito. Volvió a tomar el papel entre sus manos, para volver a releerlo, por si al hacerlo, se lo podía creer mejor.

“Yo, Gong KangWoon, debido a mi arresto, delego todos mis bienes y mis recursos a mi hija, Gong MinZy, así como el poder sobre todas mis empresas e inversiones, como futura sucesora mía. En el caso de que ella no quiera llevar a cabo ese emplea, el puesto sería para Cho KyuHyun, pero aun así, todos mis bienes siguen siendo para ella”

Lo siguiente era su firma y la de él ¿En serio que era su padre? Su madre le  había dicho que murió hace muchísimo tiempo, que las abandonó. Pero no que fuera uno de los grandes empresarios de la ciudad.

Sin entender mucho más, se dio cuenta, que su madre le había mentido en cierta manera, que había algo, que ella no sabía y escapaba de sus manos. Pero lo que si sabía, era que no volvería a vivir en la miseria, y que gracias a ese papel, Kyuhyun no perdía su negocio, sino, que ganaba muchos otros.

Dejando ahora el papel aun lado, levantó la mirada, para encontrarse con los ojos de Kyuhyun sobre ella. En ese momento, unas terribles ganas de abrazarle, le surgió. Pero no sabía si era lo correcto, aunque no le dio tiempo a reaccionar, cuando sintió sus brazos alrededor de ella. Su rostro estaba extremadamente cerca suya. ¿Qué estaba pasando? No era consciente ni de lo que ella misma estaba haciendo.

Cuando se quiso percatar, los labios de Kyuhyun estaban sobre los suyos, besándola de esa manera tan intenta que estaba claro que solo él podía hacerlo. Sentía su felicidad y su cariño en ese beso. No pudo evitarlo. Le correspondió en seguida. Presionaba sus labios con los propios, disfrutando del dulce sabor que le transmitía sus labios. No era como había pensado, era mucho mejor el haberlo besado de verdad.

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-Así que esa es la historia ¿no?

-Sí… Perdóname por habértela ocultado… No era mi intención….

-Madre, entiendo que no quisieras que lo supiera, pero era algo, que debiste contarme si o si –Minzy, se puso en pie. No quería seguir allí más tiempo. Ya había escuchado demasiado.

Había estado toda su vida engañada por su madre. Ahora era millonaria, tenía el control sobre casi toda la ciudad,  y podía dedicarse a lo que le gustaba. Bailar. Pero su madre tenía cosas que contar, aunque fuese un mes más tarde de lo sucedido con Kangwoon, su padre. Su auténtico y verdadero padre.

Su madre le había confesado, que en efecto, era su padre. Ella vivía con él, pero cuando se quedó embarazada, huyo, porque no era lo que quería. Él supo que tenía una hija, pero no donde encontrarla, porque su madre fue capaz de llevarla, de tener cualquier cosa, a la miseria, por vergüenza a ser una mujer embarazada. Una tontería a ojos de Minzy.

Su madre había decidido vivir en ese lugar, y a pesar de que se encargaría de que tuviera lo necesario, allí se quedaría. Era lo que se merecía, por alejarla de una vida, con la que siempre soñó, y su madre lo respetaba.

Salió de la casa, sin mirarla a los ojos. La gente, fuera, la miraba con ojos cargados de curiosidad, pero ya no le debía nada de allí. Solo echaría de menos a Taeyang, a quien no había visto en su viaje. Si tuviera tiempo, iría a verlo, pero el tiempo apremiaba, y la esperaban. Justo donde Kyuhyun la había dejado, estaba el coche, esperándola.

Sin girarse, entró en el coche, y acomodándose, ni miró a Kyuhyun.

-¿Sabes? Ya está todo en su sitio –Fue lo único que dijo cuando el coche comenzó a moverse, de vuelta a la ciudad...- te dejaré que te encargues de las empresas y acciones de mi padre, pero solo de eso.

-Bueno, y de lo que gane, que para eso  voy a trabajar ¿no? –Kyuhyun le sonrió ante su comentario. Desde aquel día, no sea habían separado. Y a pesar de que ambos tenían un carácter bastante fuerte, se habían complementado bastante bien, y ahora, convivían juntos.

-Sí, aunque hay algo que aún no te he dicho.

-¿El qué?

-Mi padre sabía que te gustaba, que te habías enamorado de mí. Y te dejó su limusina para que pudieras recogerme y tener una excusa con la que hablarme, pero tú la usaste para ocultarte y poder meterme mano.

Kyuhyun quedó por un momento en silencio. No esperaba que descubriese seso.

-¿Cómo lo sabes?

-Por los olores de ambos.

En el mismo momento, se miraron. Sus ojos se encontraron. Sonrieron. Y unieron sus labios, en uno de los infinitos besos que les quedaba por darse.


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