Cada mañana al despertar me levantaba con el propósito de lograr olvidarle. Incluso pensaba en la posibilidad de escapar de su lado e intentar volver a mi vida anterior, fuera cómo fuera.
Pero cualquier idea, mal pensamiento o ganas de desaparecer se esfumaban por completo en cuanto veía a YeSung. Cuando al levantarme me cruzaba con él en cualquiera de los rincones de la casa. Cuando pasaba por la puerta abierta de su habitación y no podía evitar echar un vistazo dentro de esta, encontrándome con él dormido en la cama y yo sin poder contenerme, le miraba cómo un bobo enamorado. O cuando al abandonar mi habitación recorría la casa en su busca, me daba cuenta de que no estaba y no volvía a estar tranquilo hasta su regreso.