domingo, 22 de septiembre de 2013

(JongKey) Breaking News -Oneshot-


Titulo: Breaking news

Pareja: JongKey (Jonghyun + Key)

Tipo: Yaoi

Genero: Drama, angst

Clasificación: G/PG

Descripción: A Key desde siempre le ha gustado Jonghyun, como canta y lo hermoso que se ve, pero ¿la cosa se queda ahí? ¿incluso cuando se hace famoso?


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Lo estaba mirando fijamente de nuevo. Totalmente eclipsado por su hermoso rostro, por su cabello rubio que se movía lentamente con cada uno de sus leves movimientos sobre el escenario. Sostenía el micrófono con ambas manos, como si temiera a que se le fuera a caer. Su voz recorrida cada esquina de aquel local, embriagaba a todos los espectadores, que no podían apartar la mirada del chico. No hablaban, solo escuchaban. Realmente, la voz de aquel chico tenía algo que atraía a cualquiera, incluso lo estaba distrayendo de su trabajo. Un simple camarero, que disfrutada cada sábado cuando el chico subía al escenario a cantar, para ganar su dinero ¿Y como dejar de observarlo si era tan bello?

-Key, se te cae la baba -la canción había acabado, todos aplaudían, pero él seguía con la boca abierta, literalmente, observando al lindo cantante, hasta que la voz de su mejor amigo, lo sacó del especie de trance en el que había entrado.

-Ay, es que… -Buscaba una escusa lo más rápido posible ¿cómo decirle que le gustaba aquel chico que era imposible para él?- Su voz es muy bonita, ya ves.

-Sí, y que te gusta -La voz de Onew sonaba muy clara y segura de lo que decía.

-¿De Jonghyun? Para nada, no digas tonterías -Key titubeaba al hablar, pasaba un paño por la barra, limpiándolo para que nadie se manchara, con la mirada clavada en el suelo.

-No me engañas, Key…

Un suspiro atravesó los labios del más joven… No lo podría negar, pero seguro que no sería él solo el único que le gustara.

-Bueno, sí, me mola un poco.

-¿Y por qué no le hablas?

-¿¡Qué!? -Key levantó la cabeza al instante- ¡Yo no puedo ir a hablar con él!

-Bueno, bueno, no grites -Onew, con aspecto tranquilo observaba a su amigo, agitado, sirviendo algunas bebidas y copas que empezaban a pedirle tras la actuación de aquel chico llamado Jonghyun.- Deberías hacerlo, cuando esto se quede más vacío -Y dejando el dinero de su cuenta sobre la barra, se marchó de allí, dejando al pobre Key dudoso, nervioso y atareado con atender a todos.

Durante el resto de la velada, Key estuvo ocupado, sirviendo en mesas, en la barra, corriendo de un lado a otro, sin apenas tiempo para respirar, su cabeza le daba muchas vueltas a lo que Onew le había dicho. Se moría de ganas de poder hablar con él, pero también de vergüenza.

Cuando ya había terminado de recoger las mesas que le habían asignado, se dejó caer en uno de los sillones, a descansar antes de terminar, cansado. Un pesado y profundo suspiro escapó de sus labios, era todo tan difícil.. ¿Cómo le hablaría? Su cabeza iba a estallar al igual que su corazón.. Pero no era nada comparado cuando escuchó una voz a su lado.

-Perdona ¿podrías ayudarme? -Esa voz le sonaba y al alzar la vista para ver el rostro del dueño de aquella profunda voz, su corazón iba a estallar ¡Jonghyun! Bueno, le había hablado él, mejor. Se apartó con una mano su pelo rubio y lo miró a los ojos, mostrando firmeza. Deseaba que su voz no le fallara ahora.

-Si, claro.

-Verás -Jonghyun hizo un pausa para coger una silla y colocarla al lado del chico, sentarse en ella y poder observar sus ojos mucho mejor. Key se sobrecogió, curioso por saber lo que quería de él.- El dueño del bar, sabes quien es ¿no? Bien, pues me ha dicho que para tener más espectáculo necesitaría unas vestimentas más adecuadas, más… a la moda, pero yo no sé como hacer eso y él me ha dicho que tú podrías ayudarme ¿no es así?

Key se quedó unos segundos sin saber que decir. Nunca había imaginado que él lo buscaría para que lo ayudase con sus dotes para la moda. ¡Claro que lo ayudaría!

-¡Por supuesto! te ayudaré, estás antes una diva -Key movió su cabeza como si tuviese una larga melena y quisiera hacerla ondear. Jonghyun rió ante su comentario, le había hecho gracia.

-Entonces, sino te viene mal, mañana por la tarde, nos vemos en la entrada del local para ir de compras.

Key asintió con la cabeza, orgulloso y animado. Jonghyun con una sonrisa, se despidió de él, marchándose. Aún sin creérselo, Key se puso en pie y terminó su trabajo.

En tan solo unos minutos, ya estaba fuera del lugar. Camina alegremente hasta su casa, tarareando cualquier canción, no importaba lo demás, solo que él tenía una cita con Key. Bueno. Si lo podía llamar cita, claro. Sin hacer nada, todo lo que quería se estaba cumpliendo, eso si que era suerte. Nada de suerte se lo merecía como al que más, eso nadie lo podía dudar. Con una sonrisa en su rostro, pensaba que el día siguiente sería maravilloso, perfecto, que nada lo estropearía… O si…

***
En mitad de la noche, unos gritos y unos golpes lo despertaron. Sobre saltado, observó el reloj de su mesa de noche. Las 5 de la mañana ¿qué estaba pasando? Con una camiseta que le quedaba bastante grande, Key se levantó de la cama, los gritos provenían del cuarto de sus padre. Cuidadoso, salió al pasillo y se acercó hasta la puerta de estos, para ver que ocurría. Abriendo la puerta con sumo cuidado, y su mundo se vino completamente abajo.

Su madre se hallaba en el suelo, tendida, inconsciente, quien lo decía que muerta, rodeada de un pequeño charco de sangre que amenazaba con crecer por momentos, y junto a ella, de pie, su padre la observaba, respirando de manera agitada, sujetando en una de sus manos la navaja que siempre llevaba consigo, pero esta vez, estaba totalmente manchada de sangre. Key no quería creer lo que estaba viendo. Su padre levantó la cabeza y lo vio. Ambos se quedaron estáticos, mirándose entre sí, sin saber como reaccionar. El chico estaba asustado, su madre medio muerta, y el asesino, su padre. Su cara estaba pálida, no le dio tiempo a tener miedo, cuando vio que su padre se movía hacia él. Cerró la puerta con fuerza y salió corriendo hacía la puerta de la casa, tenía que salir de allí, sabía que como había visto aquello, su padre iría a por él para matarlo también como a su madre.

Las lagrimas habían comenzado a salir de su rostro. Forcejeo la puerta, pero nada, no se abría. Su padre debía de haberle puesto el cerrojo y ahora no había manera de abrirla. Oyó un ruido, asustado se giró para ver como su padre salía de la habitación para ir detrás suya, con la mano que sostenía la navaja alzada. Iba a matarlo, lo veía en sus ojos. Cuando el hombre se le echaba encima, Key lo esquivó y salió corriendo por la casa, hasta su habitación. Una vez dentro, cerró la puerta, y movió uno de sus muebles para que no pudiera entrar su padre. Al llegar este, intentó entrar, pero al ver que no podía, golpeaba con fuerza la puerta, gritando su nombre para que le abriera.

Key sabía que no podía quedarse allí, que tenía que escapar como fuera, sabía que conseguiría entrar y lo atraparía. Colocándose unos pantalones lo más rápido posible y unas pequeñas zapatillas brillantes, las primeras que cogió, se acercó hasta la ventana. Miró un momento, de nuevo, la puerta, temeroso. Lo sentía por su madre, por dejarla allí, pero tenía que salvarse él.

Abrió la ventana y subiéndose en el alfeizar de esta, intentó engancharse a una de las tuberías. Poco a poco, su cuerpo, descendía poco a poco. No quería mirar hacia abajo, temía caerse o algo. En un momento, puso el pie donde no debía y resbaló, su cuerpo quedó colgando, como podía se agarraba con las manos. Asustado, y aún con lagrimas en los ojos, usó todas las fuerzas que tenía y volvió a colocarse como estaba antes. En unos minutos, que se le hicieron interminables, ya se encontraba en el suelo. Sus manos se habían ensuciado bastante. Un golpe hizo que levantara la cabeza. Su padre había entrado ya en su habitación. Sin pensárselo más, salió corriendo por las calles, hasta la comisaría de policía más cercana que conocía.

Aquello no lo podía creer, no había sucedido.. Bueno, aún cabía la posibilidad de que salvaran a su madre y pudiera estar con ella.

Con todas sus fuerzas, corría, sus piernas se estaban cansando cada vez, pero tenía que llegar cueste lo que cueste. Cuando ya estaba llegando, sus ganas de correr aumentaron. Nada más llegar, cayó al suelo del agotamiento y contó todo lo que había ocurría, como estaba su madre y lo que había hecho su padre, incluso como había escapado él. La policía que había en ese momento allí, partió de seguida hasta la dirección que Key había dado. Él se había quedado allí, le ofrecieron algo de comida y donde esperar a que llegara información de como estaba la situación con sus padres.

Tuvo tiempo para pensar sobre todo. Sobre Jonghyun, sobre su madre, sobre su padre, sobre él, sobre lo que iba a pasar a partir de aquel momento… Nunca hubiese imaginado nada de lo que había ocurrido.. Es más, se había acostado más feliz que nunca.

Pasó el resto de la noche despierto. Policías entraban y salían, pero no le decía nada, hasta que una joven se le acercó.

-¿Tú eres Kim Kibum?

-Sí, soy yo-

-Tu padre… Se suicidó tras lo que había hecho, se ahorcó, a los nuestros le costó entrar y una ambulancia se llevó a tu madre hasta le hospital, aún vivía -Sin dejar que la joven policía terminará, Key se puso de un salto en pie y salió corriendo del lugar, pero tuvo que volver, para preguntar.

-¿En que hospital han llevado a mi madre?

-Al que se encuentra a dos manzanas de aquí.

-Gracias por todo.

Volvía a correr por las calles, la única diferencia es que el sol ya había empezado a aparecer, y su luz le servía de más ayuda que la que le proporcionaban las farolas. En poco tiempo, se encontraba frente al majestuoso hospital. Al entrar preguntó por su madre y le indicaron que esperara en la sala de espera, que había empezado una operación, para curar algunos órganos de su cuerpo. Sin rechistar él esperó, durante horas, no comió, no había dormido suficiente y tenía el cuerpo bastante cansado, pero no quería descansar, quería saber como estaba la mujer que le había dado la vida. Hasta que el mundo se le cayó encima. La operación había terminado, pero su madre no despertaba, había perdido mucha sangre, estaba en coma.

Aquello fue un duro golpe, no sabía cono encajar lo. Demasiadas experiencias en menos de un día.

Al ver el cuerpo de su madre, rompió a llorar. Se culpó por no haberla salvado antes, se culpaba de no haberse despertado antes y haberlo parado todo, se culpó por no ser él quien estaba muriéndose. Se culpó de todo. Pasó días, y semanas, allí, al lado de su madre, con la misma ropa, sin dormir apenas, tenía unas profundas ojeras, con la esperanza de que despertara. Había dejado de asistir al trabajo, olvidó completamente la cita con Jonghyun, solo Onew iba a verlo de vez en cuando. Con el paso de los días, su madre murió. Con el poco dinero que tenía, le pagó un entierro como merecía. Ese día llovía demasiado.

Una mujer se acercó a él, iba muy bien arreglada, una falda y una chaqueta, sobre una camisa blanca, el pelo recogido en un moño. Era la abogada de la familia. Le comunicó que habían embargado su casa, que no tenía nada, que estaba solo, sin familia, sin cada, y sin dinero. Key no dijo nada, se quedó solo ante la tumba de su madre, lloraba y lloraba, pero se prometió que a partir de ese día no volvería a llorar.

** Tres años después **
Sabía que Jonghyun se había hecho famoso, el más famoso de su país, que vivía cómodamente, y que tenía su propio estilista, se olvidó de él completamente, que iluso. Bah. Ahora tenía su vida, bueno, si a aquello se le podía llamar vida. Sin dinero y sin casa, acabó viviendo en las calles, aprendió a robar, a chantajear y a hacerle competencia a otros que vivían como él. No hacía cosas muy grandes, solo pequeñas cosas que apenas tenían un castigo. Robar carteras, vender productos piratas y esas cosas que uno puede hacer para ganarse la vida. No confiaba en nadie, ni siquiera en sí mismo.

Una lluvia torrencial lo pilló desprevenido y no pudo llegar hasta donde había sido su ultima casa, una vivienda deshabitada y abandonada. Así que se fue directamente a resguardarse bajo un techo, la entrada de un gran edificio de hormigón. Buf. Que chapuza. Hace días que no conseguía nada y le habían advertido que si ese día no volvía con algo, lo echarían. Era mucho mejor que otros, pero la suerte dejó de estar de su parte hace años.

Miró a su alrededor. No estaba solo. Un joven con gorra a unos pasos de él también parecía haber pillado la tormenta por sorpresa y se había refugiado allí. Él podía ser perfectamente su victima, pero con la lluvia aún no podía, tenía que esperar a que apaciguara. Mientras tanto, se dedicó a pasar el tiempo, viendo como las gotas de agua caían. Quien fuera gota, libre. Inmerso en sus pensamiento, no se percató de que aquel chico se le había acercado y lo miraba bajo unas grandes gafas negras.

-Aún me tienes que ayudar.

Su voz lo asustó. Key lo miró preguntándose a que se refería con aquello. Estaba claro que eso no era para él. Miró a su alrededor pero solo estaban ellos dos.

-Lo siento, pero creo que te has equivocado de persona.

-No, no me he equivocado, nunca me equivocaría en algo así -El chico insistió y Key empezaba a resultarle irritante.

-Mira, chico, no sé quien eres, pero yo no tengo que ayudar a nadie ni nadie me ayuda, ni aunque me lo supliquen -Key miraba con superioridad a aquel chico, era un poco bajo a pesar de usar zapatillas con plataformas. El chico este se bajó un poco las gafas para que pudiera ver sus ojos. A Key se le paró el corazón unos segundos, su cara se puso blanca, aquel chico era… ¡Jonghyun!

-¿Ya te has olvidado de mi y del trato que hicimos? -Una sonrisa de medio lado se dibujó en el rostro de Jonghyun mientras hablaba.- Creo que sí, te olvidaste hace tiempo, me dejaste solo esperándote…

-¡No es de tu incumbencia el porque no hubiese ido! -Key lo cortó, frío y bruto, apartando la mirada de aquel joven, que había hecho que sus piernas temblaran después de años.

-No, no lo es, pero sin embargo lo sé…

Key, confundido, lo miró de nuevo, con una ceja alzada.

-Sé porque no fuiste a nuestra cita y sé lo que has estado haciendo todo este tiempo, lo de tu padre, lo de tu madre, lo que haces por las calles…

-Y si tanto sabes ¿por qué no me has ayudado? -Key casi estallaba tras escucharlo decir todo eso.

-Tú mismo lo has dicho. No quieres que te ayuden.

Un silencio se apropio de ambos. Key se traga sus palabras dichas, jonghyun sabía donde atacarle ¿tan bien sabía lo que le había pasado?

-Seguro que tendrás mejores estilistas, yo hace años que no sé de moda.

-Te equivocas de nuevo. Te he visto, como vas casi diariamente a las mejores tiendas a observar ropa y complementos, sin comprar nada, pero la ves y la examinas.

Otra vez. Había callado una vez más a Key. Realmente lo había estado siguiendo.

-¿Por qué lo has hecho?

-¿El que?

-Seguirme y averiguar todo lo que ha pasado con mi vida.

-Porque necesito tu ayuda.

-Pero… -Key iba a protestar, pero una lujosa limusina aparcó justo delante de ellos y una de las puertas se abrió.

-Te propongo algo, Key, si vienes conmigo y aceptas ayudarme, te daré una mejor vida llena de lujos, sino, seguirás viviendo en la calle -Jonghyun hablaba seguro. Entró en el interior y dejó la puerta abierta a la espera de que Key decidiera.

Le costó. Dejar su vida por una nueva y mejor o vivir en la sombra como hace tres años… No sé lo pensó mucho. Entró en la limusina, sin mirar a Jonghyun, el cual sonreía satisfecho por su elección. Si tenía una mejor vida, podría vestir mejores ropas y ser la diva que era.

***
Habían pasado semanas desde que Key se había ido a vivir a casa de Jonghyun. Sí. El chico se hospedaba allí. Había teñido su pelo de rubio de nuevo y había pasado horas y horas, visitando las mejores tiendas, comprando ropa y observando revistas de moda. Todo con dinero de Jonghyun. Había empezado a trabajar junto con algunas muchachas como estilista de él. Ahora se veía mucho mejor, algunos decían que el cantante sonreía con más ganas y que su ropa se veía muy bien. En entrevistas, siempre decían que eran noticias de última hora su cambio de ropa, a algo más juvenil y algo más fresco. Había sido portada de numerosas revistas y realizadas muchas sesiones de fotos, siempre acompañado de Key.

Tenían una estrecha relación, en los momentos de descanso, conversaban animadamente sobre otras cosas, y por las noches Key no lo pasaba también, en el fondo, sabía que aún le atraía Jonghyun. Pero una pregunta rondaba su mente desde que lo recogió…

-¿Por qué te has tomado tantas molestias por mi? -Se atrevió a preguntar una noche, que ambos, sentados sobre un sillón de piel, descansaban viendo la tele.

-Te lo dije, porque me tenías…

-No, no, yo sé que hay algo más -Key lo cortó y giró su cuerpo hasta él, para poder observarlo mejor. Jonghyun, suspiró, apagó la televisión y lo miró, dispuesto a decirle todo.

-Porque desde siempre he estado enamorado de ti.

-¿Qué? -Key no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban.

-Sí, eso, desde que te vi en el bar. Decidí cantar allí algunas noches, para poder observarte y asegurarme que sabías que existía. Luego tu jefe no me dijo nada, yo sabía que eras experto en moda y quería tu ayuda y de esa manera, poder tener contacto contigo, que nos conociéramos más y esas cosas. Pero no venías…

Jonghyun hizo una breve pausa, para recuperar algo de aliento y buscar las palabras para seguir, mientras Key, poco a poco asumía lo que le había dicho, aunque le costaba creerlo.

-Entonces, hice que un amigo mío averiguara lo que te había ocurrido, ya que habían pasado semanas, no aparecías por tu trabajo y nadie sabía de ti. Entonces mi amigo me contó lo que ocurrió y me prometí ser lo más famoso posible, conseguir dinero y ayudarte. No tardé mucho en conseguirlo y con algunos contactos hice que consiguieras techo, y te fuera fácil conseguir dinero…

-¿Y por qué no apareciste antes para buscarme?

-Bueno… -Las mejillas de Jonghyun se tornaron algo rojizas.- No estaba preparado, no me veía capaz de acercarme a ti, tampoco quería mandar a alguien, quería hacerlo por mi mismo…

-Entonces .. ¿Tú me quieres?

-Sí…

Key no le dio tiempo a acabar cuando se había lanzado encima del otro. Agarraba su rostro con ambas manos y había unido sus labios en un lento y tierno beso. Se notaban las ganas de Key al hacerlo y la sorpresa de Jonghyun al no esperarse aquello. Pero complacido no tardó en corresponder aquel beso. Rodeó la cintura de Key con un brazo mientras este pasaba los suyos por su cuello, y así pasaron algunas horas, jugando, besándose, confesándose cosas, Key había dicho que desde el primer momento le encantó, y ambos se prometieron querer siempre.

A la mañana siguiente, amanecieron en la misma cama, con los cuerpos cubiertos por una fina sabana. Ambos dormían aún, felices, sintiéndose completos. Con una larga vida, uno al lado del otro.


1 comentario:

  1. Gracias por tu regalo de cumple,la verdad es que hacía mucho tiempo que no leí a un fic y la verdad es que he disfrutado leyendolo y me ha encantado. VEN QUE VOY A ACHUCHARTE.

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