Título: Mi niña
Pareja: ChaeZy (CL + MinZy)
Tipo: Yuri
Genero: Romance.
Clasificación: G/PG
Descripción: Como siempre, CL preocupada por la menor del grupo, siempre pendiente de cuidarla porque es si niña…
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Se había dejado caer en el suelo.
Estaba muy cansada después aquel intenso día.
-Minjia, no deberías estar tirada en el suelo. -La voz de su unnie la sacó de su mundo. levantó la mirada para verla. Sus largas piernas, sus finos brazos y su lindo cuerpo acompañaba a su hermoso rostro y a su largo cabello rubio.
-Lo sé, unnie, pero estoy muy cansada.
-Llevas practicando desde hace tres horas ¿Qué bailabas? -Chae pasó una pequeña toalla a su menor, para que pudiera secarse el sudor que cubría totalmente su rostro y cuerpo, su piel brillaba.
-Nada en concreto, solo no quería pensar -Minzy, con la toalla en la mano, se comenzó a secar el sudor, suspirando, con la respiración agitada por el cansancio.
Chaerin no dijo nada respecto eso. Sabía que Minzy estaba pasando un mal momento, y la verdad es que no quería verla mal, pero no sabía que hacer por ella. Lleva viéndola decaída varios días, solo bailaba, o desaparecía para practicar algún deporte, siempre con la escusa de que no quería pensar.
De un salto, Minzy se puso en pie. Llevaba un top y unos pantalones piratas, que le llegaban por debajo de las rodillas. Pero al hacerlo, su vista se nubló y por un momento perdió el equilibrio. Estuvo a punto de caer en el suelo, sino fuera porque Chaerin se dio cuenta y la agarró con fuerza.
-¿Desde cuando no comes? -Preocupada, la mayor, dejó a Minzy sobre una de las bancas que en su sala de ensayos había. Le acercó una botella de agua, para que bebiese y se pudiera hidratar.
-Esta mañana tomé un poco de zumo.
-¿Y nada más?
-Pues no…
Chaerin la miró con una expresión preocupada, eso no le gustaba, el que no quisiera a comer, cada vez la veía más delgada, y eso que ya lo era.
-Minzy, deberías comer, vamos, te invito yo a cualquier lugar.
-No, Unnie, de verdad que no … -Ni las suplicas ni las protestas le sirvieron de mucho a Minzy. Chaerin se la llevaría a comer a algún lugar. Estaba segura de ello.
Tirando de la mano de la menor, ambas chicas salieron apresuradas de la estancia. Abrigadas, caminaban por la calle. No hablaban, ni tenían prisa, solo caminaban una al lado de la otra.
Chae, sin timidez ninguna, agarró la mano de Minzy, para que no sintiera el frío de la noche, a la vez que la guiaba por las calles, casi desiertas, hasta poderla llevar al interior de un pequeño restaurante, de aspecto antiguo, pero el interior era acogedor y cálido, a lo tradicional, tal y como le gustaba a ambas chicas. Se dirigieron directamente a una pequeña mesa, en un rincón, medio oculta a la vista de curiosos. No estaban allí para que fans las acosaran, solo querían descansar un poco.
-¿Qué te apetece comer, Minjia? -Chae la miraba con una cálida sonrisa, intentando animarla, pero por la expresión que el rostro de Minzy dibujaba, no lo estaba consiguiendo.
-Nada, unnie…
Pero no se daría por vencida hasta verla sonreír. Se levantó y se dirigió hasta donde poder pedir la comida y mientras esperaba, miró a su maknae. Para ella, era demasiado joven para sufrir como lo estaba haciendo, y todo por culpa de un chico que solo iba jugando con los corazones de chicas inocentes ¿por qué Minzy se había tenido que fijar en aquel ser malévolo? ¿Es que no podía quedarse con sus unnies, con ella, para que la cuidaran? Maldito amor. Hasta a ella misma la atormentaba. Tiempo que llevaba enamorada de la persona más maravillosa del mundo, y no poder decirle nada. Solo se bastaba con verle, con hablarle, con estar a su lado, pasar el tiempo… Y ahora estaba allí, intentando animar a esa persona que tanto amaba ¿es que Minzy era tan inocente que no se daría cuenta que la amaba? Suspirando, tomo la comida, que ya estaba preparada y con un paso pesado, volvió a la mesa.
Una cansada Minzy se encontraba echada en la silla, descansando, con la mirada perdida. Se repetía una y otra vez lo desdichada que era ¿por qué ella? ¿por qué nadie la quería tal y como era? ¿por qué todos intentaban cambiarla? ¿por qué al final la acababan cambiando por alguien mejor? ¿su destino era estar eternamente sola? Muchas preguntas que surgían en su cabeza y ninguna solución para ellas ¿y que hacer? Miraba como Chae volvía. Su mayor se estaba esforzando para que ella estuviera mejor, era algo que se lo tendría que agradecer algún día. Traía consigo carne y verdura, junto con arroz y algún que otro tipo de salsa. Tenía el estomago cerrado y realmente no le apetecía comer, pero era demasiada comida para su mayor, así que tendría que comer algo, para no dejar comida en los platos.
-He pedido de lo que te gusta a ti, para que puedas comer algo sin muchas caras de asco.- Bromeando, Chae pasa los palillos y algunos platos a Minzy, que se negaba a reír, a pesar de que la broma de su mayor le había causado algo de gracia.
Sin decir nada más, ambas chicas comieron en silencio, sin decir ninguna palabra entre ellas. CL de vez en cuando miraba a su menor, vigilando que comiera algo, y no sé quedara con hambre y sin fuerzas. Se dio cuenta que Minzy se había manchado la comisura de los labios, y sin pensárselo mucho, estira uno de sus labios hasta ella, para limpiarle con un dedo. Minzy se quedó paralizada ¿qué hacia su unnie? Cuando sintió el leve contacto de sus dedos en su piel, una corriente eléctrica recorría su cuerpo. Se sentía rara, quería que la siguiera tocando, incluso se lamentó, cuando la mayor apartó la mano de su rostro.
-Te habías manchado.
Tan solo pronuncio esas palabras la mayor, volviendo a comer tranquila. No quería darle vuelta a lo que había hecho o acabaría contándole todo a Minzy, y eso no quería hacerlo o se estropearía su amistad y su confianza. Sin embargo, Minzy, no sabía que pensar. Miró comer a su mayor, observando cada uno de sus movimientos, dándose cuenta que, sin querer, estaba imaginándose en brazos de ella, abrazándola, sonriendo.
Sacudió la cabeza varias veces. No podía pensar eso ¿A caso le estaba empezando a gusta su unnie? Que va. Era su cabeza, que seguía atormentándola. Como siempre. Siguió comiendo algo más, intentando no pensar, nada, no quería pensar. Su mente, debía estar en blanco.
Cuando menos se lo esperaba ya habían terminado la comida, su unnie la miraba fijamente, sonriendo.
-Que campeona, has comido bastante.
Cuando quiso mirar su plato, se dio cuenta que se había hinchado ¿tanta hambre tenía acumulada?
-Estaba muy delicioso…
-Pues si, y ya está pagado, así que cuando quieras, Minjia, no vamos de vuelta a casa, que hay que madrugar.
Minzy solo asintió con la cabeza, no dijo nada más.
Ambas chicas, salieron del lugar. Afuera, un viento frío se había levantado, y la más pequeña, apenas llevaba abrigo. Caminando de vuelta, Minzy se estaba enfriando y Chaerin, por miedo a que enfermara por su culpa, hizo lo primero que se le vino a la cabeza, rodearla con un brazo, para que se pegara a su cuerpo y no sintiera tanto frío.
Al hacer aquello, la joven Minzy, volvió a sentirse extraña. Su unnie la abrazaba y ella se sentía de una manera extraña ¿por qué? ¿qué significaba lo que estaba sintiendo su corazón? Levantó la mirada para poder observarla, y al ver su rostro preocupada por ella, no pudo evitar sonrojarse, sus mejillas ardían. Agachó la cabeza, avergonzada, intentando que no la descubriese.
Caminaron hasta la casa de esa manera. Justo al llegar, Minzy salió corriendo a su habitación, dejando a CL extrañada por su reacción ¿Por qué se había comportado así? ¿Qué había hecho malo?
-¿Qué le pasa a Minzy? ¿Es por lo del tonto ese?
La voz de Dara sonó a su lado, asustándole.
-No lo sé, la he llevado a comer y ha comido y todo, pero no sé…
-Mejor que vayas a ver que ha pasado, el manager está algo enfadado.
Chaerin, asintiendo con la cabeza, toma la misma dirección que había hecho Minzy unos minutos antes, hacia su habitación. Ante la puerta, respira varias veces hondo, tocando varias veces a esta, abriéndola para entrar con sumo cuidado.
-¿Se puede?
Sin ni siquiera obtener una sola repuesta, Chaerin, entró en la oscura habitación. Por las sombras que la poca luz creaba, pudo deducir, que Minzy estaba echada en la cama. Sin decir nada, se acercó a esta y pasó un brazo por su cuerpo, a la simple espera de que su menor estuviera dispuesta a contarle todo lo que tuviera por decir.
Minzy, cerró con fuerza los ojos, cuando sintió que CL acariciaba su espalda ¿Por qué? ¿por qué tan de pronto sentía que su contacto era tan dulce y electrizante? ¿Por qué cuando paraba quería que siguiera tocándola? Muchas preguntas se hacía.
-Unnie…
-¿Qué te pasa, Min?
-Me siento rara…
-¿Te ocurre algo? ¿Te has puesto mala? – Chae, temiendo miró muy preocupada a la menor, que levantó su cabeza para ponerla sobre las piernas de su mayor.
-Promete algo, unnie
-Dime.
-Que vas a estar a mi lado, hasta que sepa lo que me pasa.
-Por supuesto.
-Gracias… -Y con esas últimas palabras, Minzy cerró los ojos, quedando al instante dormida, en el regazo de Chae, con una tierna sonrisa en los labios. Embobada, Chaerin, se quedó bastante tiempo despierta, abrazándola, observando como dormía, aprovechando para murmurarle por primera vez.
-Te amo, mi niña.
Me encanta!! Ha quedado todo tan tierno... ~.~
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarLa verdad es que sí, con el final ha quedado muy tierno y una pena que ya no estén como un grupo...
¡Muchas gracias por comentar!