Epilogo
Frustración.
Rabia. Dolor. Impotencia. Sed de venganza. Necesidad de destrucción. Todos
aquellos eran los sentimientos que emanaban del dios que había sido derrotado y
encerrado por segunda vez. TaeYong no podía controlarlos, ellos lo controlaban
a él y no paraba de darle vueltas a los últimos acontecimientos, a los segundos
antes de aquella catástrofe en la que había resultado su intento de arrasar
Cosmic Earth como venganza por lo que había sufrido todos aquellos siglos
encerrado en aquella prisión de forma totalmente injusta. Él era un dios, no se
merecía aquello, solo había hecho lo conveniente, lo que su naturaleza le
marcaba, para lo que había sido creado, para sembrar la discordia y la maldad
en los corazones de los humanos hasta que éstos se destrozaran los unos a los
otros.