domingo, 12 de enero de 2014

(VHope) Pictures & Books -Oneshot-


Titulo: Pictures & Books

Pareja: VHope (V + Jhope)

Tipo: Yaoi

Genero: Romance

Clasificación: T/T+

Descripción: En un día tan normal para Jhope, donde está leyendo una interesante historia, no iba a pensar que iba a pasarle algo él, mucho menos como encontrar el amor.

Advertencia: Ninguna.


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Pasó de nuevo una hoja más.

“No quería aventurarse. Mirar sería todo un peligro ¿y si lo descubriesen? Sería su perdición, un castigo, un fallo que no se debía permitir.

Tragó saliva, una, dos veces. Se mentalizaba que tendría que hacerlo, sino, no sabría nunca la verdad. La curiosidad lo estaba comiendo por dentro. Tenía que saber si era verdad a lo que su mente había llegado, o solo era una imaginación suya. No. Estaba seguro de que no. Había pensado mucho en ello, tenía más que suficientes pruebas. Ella era la culpable, la que había robado su reloj de oro. Si miraba, tal vez, la pillase con las manos en la masa, descubriría donde lo mantiene escondido.
Se guardó para sí mismo un profundo suspiro. Tomó aire y abrió la puerta de una sola vez. Y allí estaba la ladrona, con su preciado reloj, jugaba con él, pero al verlo se asustó y salió de un salto por la ventana.

-¡Estúpida gata! Cuando te pille te pasarás una semana sin comer –asomado a la venta, vio como la gata huía por la calle. Ya volvería, a la noche, era demasiado golosa.

Pero ya le daba igual, se había dejado el reloj de oro allí y él estaba más que contento, por fin lo había recuperado.”

-¡¿La gata!? ¡¿En serio?!

Un grito se le escapó cuando terminó de leer el libro. Todo el tiempo, las noches en vela, curioso por saber quien le había robado el reloj al protagonista y resulta que fue la gata. Pero su grito no pasó inadvertido. Estaba en la biblioteca y la gente de su alrededor se había vuelto a mirarle con rostro severo.

Al percatarse de ello y ruborizado, dejó el libro en su lugar y se marchó, con la cabeza cabizbaja. Mañana volvería a empezar uno nuevo, ya era bastante tarde para hacerlo. Al salir, se despidió del bibliotecario al cual lo conocía ya bastante bien. No es por nada, pero pasaba las horas allí encerrado y aquel hombre era muy amable con él y le recomendaba libros, justo como el que acaba de leer.

Había pasado días en vilo para saber el final, había sospechado de todos, menos de la gata ¿Quién sospecharía de la gata? Solo el protagonista, porque él, y confiaba en que no fuera el único, nunca lo habría hecho.

Tan ensimismado iba en el libro que acaba de terminar que no se percató que se pasó de su casa. Cuando se quiso dar cuenta estaba de nuevo en frente de la biblioteca ¿tan adicto era a los libros? Sacudió la cabeza y volvió a su casa, esta vez sin pasarse o llegaría más tarde de la cuenta y no quería que su madre le regañase.

A la mañana siguiente, nada más despertarse, de su salto, se puso ropa cómoda y cogiendo algo para comer por el camino, salió de casa, animado. Hacía un buen día para encerrarse en la biblioteca y no salir. Miró al cielo y estaba totalmente nublado, parecía que iba a llover. Lo que él pensaba, un buen día para leer.

Alegre y con una sonrisa en el rostro, J-Hope iba hacia la biblioteca, se sabía el camino de memoria y ahora que estaba de vacaciones se lo recorría todo los días. Pasaba más tiempo en la biblioteca que en su propia casa, pero que le iba a hacer él, si estar rodeado de libros, embriagado de su olor, del ambiente de una biblioteca antigua, era su perdición, su droga. Por él se leía todos los libros del mundo.

Al entrar, saludó al bibliotecario y fue directo a la zona que más le gustaba, libros de misterio, esos eran, para su gusto, los mejores, pero rezaba porque no apareciera ningún gato, pero si lo hiciera, sospecharía del gato, del pájaro o de una cucaracha, ya todos eran culpables para él. ¡Se sentía con mucho ánimo!

Había perdido la noción del tiempo ya, pero seguro que más de un par de horas llevaba leyendo, sumergido, en un libro que había llamado su atención nada más llegar. Era más que interesante e interesante, y no había gatos, por ahora.

Cuando más enfrascado estaba en la lectura, un ruido le distrajo. Al levantar la cabeza vio a V, un compañero de clase, que había tirado varios libros al suelo. Al verlo tan apurado recoigiéndolos a la vez que se le caían, dejó a un lado su lectura y fue a su encuentro.

-Deja que te ayude, anda –Cogió unos cuantos libros para que no cargara con todo, y al hacerlo, aprovechó para averiguar de que temática eran y el motivo de porque cargaba tantos.

-Ah, J-Hope, gracias, gracias.

-¿Qué vas a hacer con tanto libro de arte y pintura? –Preguntó con intriga al ver que todos eran de lo mismo.

-Vengo a ponerlos en su sitio, me los estuve leyendo todos para aprender nuevas técnicas de pintura.

-¿Pintas? No lo sabía.

-Sí, bueno, solo soy aficionado –Ambos chicos llevaron los libros para dejarlos encima de las mesas que había enfrente de la zona dedicada a temas del arte y estructuras.- Muchas gracias, J-Hope, espero que nos volvamos a ver.

-Lo mismo digo –Vio como V se marchaba, como si tuviera prisa. Era un chico gracioso y bonito.

Volvió a dirigir su mirada al montón de libros y, como tenía tiempo, decidió echarles un vistazo. Cuando llevaba varios, estaba fascinado con la de técnicas e instrumentos que había, por ni hablar de todas las ilustraciones de pinturas que se podían apreciar. Si V se sabía todo aquello, era un genio.

Terminado de revisarlos todos, encontró un cuaderno. Por lo estropeado y los rallados, no era de la biblioteca. Con más curiosidad lo abrió y puedo observar dibujos del propio V, o sea, era su libreta. Se la había olvidado. Bueno, no estaría mal si mira sus obras y comprueba si era un genio o no.

Con cada lámina de dibujo que apreciaba, confirmaba que sí, era un genio con los dibujos, cada uno era más perfecto que el anterior. Fascinado, J-Hope, no dejaba de pasar una lámina tras otra, era maravilloso. En un momento, se quedó muy parado. El dibujo que tenía frente a él era… era él mismo, allí, en esa misma biblioteca, leyendo. Siguió mirando sus dibujos y la mayoría era él, leyendo, de diferentes posturas, de diferentes días o ángulos, con diferentes técnicas de dibujo ¿Cuándo hacía hecho eso V? y lo mejor de todo, es que ni se había dado cuenta. Aquel chico era realmente raro.

Sonriendo como un bobo, pensó en ir a devolvérselo, pero le pareció más divertida otra idea.

Riendo, como si fuera un malvado de los cuentos, se llevó consigo la libreta de V, a seguir leyendo.

Al día siguiente, allí estaba, donde siempre, enfrascado de nuevo en una novela de misterio e intriga. Ni el más mínimo ruido conseguía que se desviara de la lectura. ¿Le gustaba leer? Más que dormir, y eso ya era algo grande. Pero algo pasaba por su interior. Estaba nervioso por la llegada de V, no lo había visto pasar y se preguntaba si lo haría.

Consultó la hora en su móvil, ya llevaba allí como tres horas. Decidió tomar un descanso e ir al baño. Fue directo a ello y a beber algo de agua. Cuando ya tenía su boca refrescada, iba directo en busca de su nuevo libro, pero por el camino, pudo observar que había un gran alboroto en la zona de arte. Curioso, fue a ver que pasaba.

Al llegar, lo vio. V estaba allí, buscando algo de manera desesperada.

-¿Buscas algo? –Preguntó J-Hope, asustando al pobre V, que se giró a él, con una expresión en el rostro de susto.

-Me has asustado, tonto -Se pasó una mano por el rostro, se veía desesperado.- He perdido mi libreta de dibujos, y no la encuentro…

Sin dejarlo acabar, J-Hope, desapareció. V hizo una extraña mueca. Era raro el chico, pero podía haber dicho algo antes de irse. A los segundos, apareció, con su libreta en la mano.

-¿Es esta?

-¡Si! Es esa ¿Dónde la encontraste? –V estaba sonriendo, alegre de que estuviera en sus manos, pero, su rostro se tornó algo rojizo, cuando pensó que pudo mirar sus dibujos y descubrir los que tenía de él.

-Estaban entre los libros que tiraste al suelo –J-Hope la miró un momento, y la apartó del alcance de V cuando hizo el intento de recuperarla.- Dibujas muy bien, incluso a mi.

V estaba deseando que la tierra lo tragase ¿en serio que había visto sus dibujos? ¿Había descubierto que le gustaba? Titubeando, lo miró e intentó hablar.

-Sí, bueno…

J-Hope se agachó a su lado y depositó, un tierno beso, en su frente, a la vez que le entregaba su libreta. Bajito, le murmuró.

-Me encantas como dibujas y estoy dispuesto a ser tu modelo siempre que me dibujes bien, eh –Con aquella broma y una bonita sonrisa en el rostro, J-Hope se marchó, dejando al pobre V con el rostro rojo, ardiendo. Ah, J-Hope era tan maravilloso y el tan torpe… No le había dicho nada ¿y si a él también le gustaba?

Sacudió la cabeza varias veces, no quería pensar en eso, no fuese a ocurrir que se creara falsas esperanzas y acabara con el corazón roto. Desilusionado por no poder hablar con él de nuevo, comenzó a recoger todo el desorden que había formado.

-Hey, V, cuando termines de recoger te espero a la salida, y nos vamos a tomar algo.

¡J-Hope apareció de nuevo! Lo asustó, como antes, pero una boba sonrisa se formó en su rostro. Parecía que si iba a ver más al otro chico, tendría una nueva oportunidad. Y cuanto antes recogiera, antes estaría con él.

Mientras, V recogía lo más rápido que podía, J-Hope, marchó, sonriendo también, era la primera vez que le apetecía algo más que leer, y era pasar el tiempo con V.



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